Sunday, July 16, 2017

DAB Español, Lunes 17 de Julio

Día 198

1 Crónicas 24:1-26:11; Romanos 4:1-13; Salmos 13:1-6; Proverbios 19:15-16 (Traducción en lenguaje actual)





1 Crónicas 24:1-26:19 Traducción en lenguaje actual (TLA)

El trabajo de los sacerdotes
24 Aarón tuvo cuatro hijos:

Nadab,
Abihú,
Eleazar,
Itamar.
Aarón y sus descendientes fueron los encargados de todos los trabajos sacerdotales. 2 Pero como Nadab y Abihú murieron antes que su padre, y no tuvieron hijos, Eleazar e Itamar se hicieron cargo del trabajo sacerdotal.

3-6 Después de hacer un sorteo, David, Sadoc y Ahimélec les asignaron turnos a los sacerdotes para que prestaran sus servicios. Lo hicieron así porque tanto entre los descendientes de Eleazar como entre los de Itamar había sacerdotes muy importantes dedicados al servicio del templo.

Uno de los ayudantes de los sacerdotes, llamado Semaías hijo de Natanael, fue el encargado de anotar todos los nombres en una lista oficial; el rey, los jefes, los sacerdotes Sadoc y Ahimélec, y los jefes de los grupos sacerdotales y de los grupos de ayudantes, fueron testigos de cómo se escribió esta lista.

Como había más sacerdotes descendientes de Eleazar que de Itamar, se asignaron más turnos a los jefes de Eleazar. A los de Itamar se les asignaron ocho turnos, y a los de Eleazar, dieciséis. 7-18 Según el sorteo que se hizo, éste es el orden:

Joiarib,
Jedaías,
Harim,
Seorim,
Malquías,
Mijamín,
Cos,
Abías,
Jesús,
Secanías,
Eliasib,
Jaquim,
Hupá,
Jesebab,
Bilgá,
Imer,
Hezir,
Pisés,
Petahías,
Hezequiel,
Jaquín,
Gamul,
Delaías,
Maazías.
19 De acuerdo a este orden, estos sacerdotes se fueron turnando para servir en el templo, tal como lo había ordenado el Dios de Israel por medio de Aarón.

Otra lista de ayudantes
20-31 Hubo otros ayudantes que también fueron asignados por sorteo para servir en el templo. Y tanto los sacerdotes como estos ayudantes fueron tratados de igual manera. También en este caso el rey David, Sadoc, Ahimélec y los jefes de los grupos familiares de los sacerdotes y de los descendientes de Leví, fueron testigos de cómo se hizo el sorteo.

Ésta es la lista de sus nombres y del grupo al que pertenecían:

Subael, descendiente de Amram;
Jehedías, descendiente de Subael;
Isías, descendiente de Rehabías. Isías era el principal de ellos.
Selomot, descendiente de Ishar;
Jáhat, descendiente de Selomot;
Jerías,
Amarías,
Jahaziel,
Jecamán; los cuatro anteriores eran descendientes de Hebrón;
Micaías, descendiente de Uziel;
Samir, descendiente de Micaías;
Isías, hermano de Micaías;
Zacarías, descendiente de Isías;
Mahli,
Musí, descendientes de Merarí;
Sóham,
Zacur,
Ibrí, descendientes de Jaazías, hijo de Merarí;
Eleazar, descendiente de Mahli, hijo de Merarí. Eleazar no tuvo hijos.
Jerahmeel, descendiente de Quis, hijo de Merarí;
Mahli,
Éder,
Jerimot, descendientes de Musí.
Los músicos del templo
25 1-6 David y los jefes encargados del templo apartaron a Asaf, a Hemán y a Jedutún, junto con todos sus hijos, para que se encargaran de la música de los cultos. Estos músicos comunicaban mensajes de Dios por medio de sus cantos o acompañados por instrumentos musicales, y estaban bajo las órdenes directas del rey David. Asaf, Hemán y Jedutún dirigían a sus hijos cuando alababan a Dios en el templo, acompañados de arpas, platillos y otros instrumentos de cuerdas. Ésta es la lista de sus nombres:

Los hijos de Asaf:

Jacur,
José,
Netanías,
Asarela.
Los hijos de Jedutún:

Guedalías,
Serí,
Isaías,
Simí,
Hasabías,
Matatías.
Los hijos de Hemán:

Buquías,
Matanías,
Uziel,
Sebuel,
Jeremot,
Hananías,
Hananí,
Eliatá,
Guidalti,
Romamti-ézer,
Josbecasa,
Malotí,
Hotir,
Mahaziot.
Estos catorce hombres, junto con sus tres hermanas, formaban la familia de Hemán, y por eso llegó a ser muy poderoso, pues así se lo había prometido Dios.

7 Los que estaban entrenados para cantar a Dios fueron en total doscientos ochenta y ocho. 8 Éstos se turnaron, por medio de un sorteo, para prestar su servicio, sin importar que fueran adultos o jóvenes, maestros o estudiantes. 9-31 Se organizaron en grupos de doce; cada grupo estaba compuesto por el jefe de familia, sus hijos y hermanos. Cada grupo tenía el nombre del jefe de familia; éste es el orden en que les tocó servir:

José,
Guedalías,
Zacur,
Isrí,
Netanías,
Buquías,
Jesarela,
Isaías,
Matanías,
Simí,
Azarel,
Hasabías,
Subael,
Matatías,
Jeremot,
Hananías,
Josbecasa,
Hananí,
Malotí,
Eliatá,
Hotir,
Guidalti,
Mahaziot,
Romamti-ézer.
Organización de los vigilantes
26 1-19 Los encargados de vigilar las entradas del templo de Dios también hicieron un sorteo para repartir los turnos de vigilancia. Así, los turnos se asignaron sin importar de qué familia era el vigilante, pues todos fueron tratados de la misma manera en que fueron tratados los ayudantes de los sacerdotes. Quedaron repartidos de acuerdo al siguiente orden:

Del grupo familiar de Coré:

Meselemías, hijo de Coré y nieto de Asaf, y sus siete hijos:

Zacarías,
Jediael,
Zebadías,
Jatniel,
Elam,
Johanán,
Eliehoenai.
Obed-edom y sus ocho hijos:

Semaías,
Jozabad,
Joah,
Sacar,
Natanael,
Amiel,
Isacar,
Peultai.
Semaías y sus seis hijos:

Otní,
Rafael,
Obed,
Elzabad,
Elihú,
Samaquías.
Estos seis fueron los jefes de sus grupos familiares. Obed-edom tuvo entonces sesenta y dos descendientes, pues Dios lo bendijo dándole muchos hijos. Los hijos y hermanos de Meselemías que sirvieron como vigilantes fueron dieciocho en total. Todos estos fueron hombres famosos por la valentía que mostraban como vigilantes del templo.

Del grupo familiar de Merarí:

Hosá y sus hijos:

Simrí,
Hilquías,
Tebalías,
Zacarías.
Los hijos y hermanos de Hosá fueron en total trece. Hosá nombró a Simrí como el jefe, aunque éste no era su hijo mayor.

Cada día los que vigilaban las entradas se repartían de la siguiente manera:

Seis hombres en la entrada del este, entre los que estaba Selemías.

Cuatro hombres en la entrada del norte, entre los que estaba un consejero sabio llamado Zacarías hijo de Selemías.

Cuatro hombres en la entrada del sur, para vigilar las dos bodegas que allí había. Dos hombres para cada bodega; entre ellos estaban Obed-edom y sus hijos.

Cuatro hombres en la entrada del oeste. Esta entrada estaba junto a la gran cuesta que lleva al patio oeste, y se le llamaba Saléquet. Entre estos vigilantes estaban Supím y Hosá.

Dos hombres para vigilar el patio oeste.

Traducción en lenguaje actual (TLA)
Copyright © 2000 by United Bible Societies

Romanos 4:1-13 Traducción en lenguaje actual (TLA)

El ejemplo de Abraham
4 Pensemos en lo que le pasó a Abraham, nuestro antepasado. 2 Si Dios lo hubiera aceptado por todo lo que hizo, entonces podría sentirse orgulloso ante nosotros. Pero ante Dios no podía sentirse orgulloso de nada. 3 La Biblia dice:

«Dios aceptó a Abraham
porque Abraham confió en Dios.»
4 Ahora bien, el dinero que se le paga a alguien por un trabajo no es ningún regalo, sino algo que se le debe. 5 En cambio, Dios declara inocente al pecador, aunque el pecador no haya hecho nada para merecerlo, porque Dios le toma en cuenta su confianza en él. 6 David nos habla de la felicidad de aquellos a los que, sin hacer nada para merecerlo, Dios declara inocentes por confiar en él. Así lo dice en la Biblia:

7 «¡Qué felices son aquellos
a los que Dios perdona!
¡Dios ya se ha olvidado
de los pecados que cometieron!
8 »¡Qué felices son aquellos
a los que Dios perdona
de todo lo malo que han hecho!»
9 Pero esta felicidad, ¿es sólo de los que están circuncidados, o también de los que no lo están? Ya dijimos que Dios aceptó a Abraham, porque él confió en Dios. 10 Y no hay duda de que Dios aceptó a Abraham antes de que fuera circuncidado. 11 En realidad, Abraham fue circuncidado para demostrar que Dios ya lo había aceptado por confiar en él. Fue así como Abraham se convirtió en el padre de todos los que confían en Dios, aunque no estén circuncidados. 12 Pero Abraham es también el padre de los que están circuncidados, y que a la vez confían en Dios, pues con esto siguen el ejemplo de Abraham antes de que fuera circuncidado.

Promesa a los que confían en Dios
13 Dios le prometió a Abraham que a él y a sus descendientes les daría el mundo. Se lo prometió, no porque Abraham hubiera obedecido la ley, sino porque confió en Dios; esto hizo que Dios lo aceptara.

Traducción en lenguaje actual (TLA)
Copyright © 2000 by United Bible Societies

Salmos 13 Traducción en lenguaje actual (TLA)

Mírame y respóndeme
SALMO 13 (12)
Himno de David.

13 1-3 Mi Señor y Dios,
¿vas a tenerme siempre olvidado?
¿Vas a negarte a mirarme?
¿Debe seguir mi corazón
siempre angustiado,
siempre sufriendo?
¿Hasta cuándo el enemigo
me va a seguir dominando?
Mírame y respóndeme;
¡ayúdame a entender lo que pasa!
De lo contrario, perderé la vida;
4 mi enemigo cantará victoria
y se alegrará de mi fracaso.
5-6 Pero yo, Dios mío,
confío en tu gran amor
y me lleno de alegría
porque me salvaste.
¡Voy a cantarte himnos
porque has sido bueno conmigo!
Traducción en lenguaje actual (TLA)
Copyright © 2000 by United Bible Societies

Proverbios 19:15-16 Traducción en lenguaje actual (TLA)

15 Tanto duerme el perezoso
que acaba pasando hambre.
16 El que respeta una orden
se respeta a sí mismo;
el que deja de cumplirla
dicta su sentencia de muerte.
Traducción en lenguaje actual (TLA)
Copyright © 2000 by United Bible Societies


No comments:

Post a Comment

DAB Español, Domingo 12 de Mayo

Día 133, DAB Español, Domingo 12 de Mayo 1 Samuel 12:1-13:23; Juan 7:1-29; Salmos 108; Proverbios 15:4 (Nueva Traducción Viviente (NTV)) ...