Día 208
2 Crónicas 19:1-20:37; Romanos 10:13-11:12; Salmos 21:1-13; Proverbios 20:4-6 (Reina-Valera 1995)
2 Crónicas 19-20 Reina-Valera 1995 (RVR1995)
El profeta Jehú
amonesta a Josafat
19 Josafat, rey de
Judá, volvió en paz a su casa en Jerusalén. 2 Y le salió al encuentro el
vidente Jehú hijo de Hanani, el cual dijo al rey Josafat:
—¿Al impío das ayuda,
y amas a los que aborrecen a Jehová? Por esto ha caído sobre ti la cólera de
Jehová. 3 Pero se han hallado en ti buenas cosas, por cuanto has quitado de la
tierra las imágenes de Asera y has dispuesto tu corazón para buscar a Dios.
Josafat nombra jueces
4 Habitó, pues,
Josafat en Jerusalén; pero volvió a salir para visitar al pueblo, desde
Beerseba hasta los montes de Efraín, y los conducía a Jehová, el Dios de sus
padres. 5 Puso jueces en todas las ciudades fortificadas de Judá, por todos los
lugares; 6 y dijo a los jueces: «Mirad lo que hacéis; porque no juzgáis en
nombre de los hombres, sino en nombre de Jehová, el cual está con vosotros
cuando juzgáis. 7 Sea, pues, con vosotros el temor de Jehová; mirad lo que
hacéis, porque en Jehová, nuestro Dios, no hay injusticia ni acepción de
personas ni admisión de cohecho.»
8 Puso también
Josafat en Jerusalén a algunos de los levitas y sacerdotes, y de los padres de
las familias de Israel, para la administración de la justicia de Jehová y para
los litigios. Estos habitaban en Jerusalén. 9 Y les mandó diciendo:
«Procederéis asimismo en el temor de Jehová, con verdad y con corazón íntegro.
10 En cualquier pleito que os presenten vuestros hermanos que habitan en las
ciudades, ya sean causas de sangre, o asuntos relativos a la Ley, preceptos,
estatutos o decretos, les amonestaréis que no pequen contra Jehová, para que no
venga ira sobre vosotros y sobre vuestros hermanos. Haciendo así, no pecaréis.
11 El sacerdote Amarías será el que os presida en todo asunto de Jehová, y
Zebadías hijo de Ismael, príncipe de la casa de Judá, en todos los negocios del
rey; también los levitas serán oficiales en vuestra presencia. Esforzaos, pues,
y manos a la obra. Jehová estará con el bueno.»
Derrota de Moab y
Amón
20 Pasadas estas cosas,
aconteció que los hijos de Moab y de Amón, y con ellos otros de los amonitas,
marcharon contra Josafat para atacarlo. 2 Y fueron algunos a darle aviso a
Josafat, diciendo: «Contra ti viene una gran multitud del otro lado del mar y
de Siria; ya están en Hazezon-tamar, que es En-gadi.»
3 Josafat tuvo miedo
y humilló su rostro para consultar a Jehová, e hizo pregonar ayuno a todo Judá.
4 Se congregaron los de Judá para pedir socorro a Jehová; y también de todas
las ciudades de Judá vinieron a pedir ayuda a Jehová. 5 Entonces Josafat,
puesto en pie en medio de la asamblea de Judá y de Jerusalén, en la casa de
Jehová, delante del atrio nuevo, 6 dijo: «Jehová, Dios de nuestros padres, ¿no
eres tú Dios en los cielos, y dominas sobre todos los reinos de las naciones?
¿No está en tu mano tal fuerza y poder que no hay quien te resista? 7 Dios
nuestro, ¿no expulsaste tú a los habitantes de esta tierra delante de tu pueblo
Israel, y la diste a la descendencia de tu amigo Abraham para siempre? 8 Ellos
la han habitado, y han edificado en ella santuario a tu nombre, diciendo: 9 “Si
mal viene sobre nosotros, o espada de castigo, o pestilencia, o hambre, nos
presentaremos delante de esta Casa, y delante de ti (porque tu nombre está en
esta Casa); clamaremos a ti a causa de nuestras tribulaciones, y tú nos oirás y
salvarás.” 10 Ahora, pues, aquí están los hijos de Amón y de Moab, y los de los
montes de Seir, a cuya tierra no quisiste que pasara Israel cuando venía de la
tierra de Egipto, sino que se apartara de ellos y no los destruyera. 11 Ahora
ellos nos pagan viniendo a arrojarnos de la heredad que tú nos diste en
posesión. 12 ¡Dios nuestro!, ¿no los juzgarás tú? Pues nosotros no tenemos
fuerza con que enfrentar a la multitud tan grande que viene contra nosotros; no
sabemos qué hacer, y a ti volvemos nuestros ojos.»
13 Todo Judá estaba
en pie delante de Jehová, con sus niños, sus mujeres y sus hijos. 14 Y estaba
allí Jahaziel hijo de Zacarías hijo de Benaía, hijo de Jeiel, hijo de Matanías,
levita de los hijos de Asaf, sobre el cual vino el espíritu de Jehová en medio
de la reunión; 15 y dijo: «Oíd, todo Judá, y vosotros habitantes de Jerusalén,
y tú, rey Josafat. Jehová os dice así: “No temáis ni os amedrentéis delante de
esta multitud tan grande, porque no es vuestra la guerra, sino de Dios. 16
Mañana descenderéis contra ellos; mirad, ellos subirán por la cuesta de Sis y
los hallaréis junto al arroyo, antes del desierto de Jeruel. 17 No tendréis que
pelear vosotros en esta ocasión; apostaos y quedaos quietos; veréis como la
salvación de Jehová vendrá sobre vosotros. Judá y Jerusalén, no temáis ni
desmayéis; salid mañana contra ellos, porque Jehová estará con vosotros.”»
18 Entonces Josafat
se inclinó rostro a tierra, y también todo Judá y los habitantes de Jerusalén
se postraron ante Jehová para adorar a Jehová. 19 Y se levantaron los levitas
de los hijos de Coat y de los hijos de Coré para alabar con gran clamor a
Jehová, el Dios de Israel.
20 Cuando se
levantaron por la mañana, salieron al desierto de Tecoa. Mientras ellos salían,
Josafat, puesto en pie, dijo: «Oídme, Judá y habitantes de Jerusalén. Creed en
Jehová, vuestro Dios y estaréis seguros; creed a sus profetas y seréis
prosperados.»
21 Después de
consultar con el pueblo, puso a algunos que, vestidos de ornamentos sagrados,
cantaran y alabaran a Jehová mientras salía la gente armada, y que dijeran:
«Glorificad a Jehová, porque su misericordia es para siempre.»
22 Cuando comenzaron
a entonar cantos de alabanza, Jehová puso emboscadas contra los hijos de Amón,
de Moab y de los montes de Seir que venían contra Judá, y se mataron los unos a
los otros. 23 Porque los hijos de Amón y Moab se levantaron contra los de los
montes de Seir para matarlos y destruirlos; y cuando acabaron con los del monte
Seir, cada cual ayudó a la destrucción de su compañero.
24 Luego que vino
Judá a la torre del desierto, miraron hacia la multitud, pero sólo vieron
cadáveres tendidos en la tierra, pues ninguno había escapado. 25 Josafat y su
pueblo fueron a despojarlos, y hallaron entre los cadáveres muchas riquezas,
así vestidos como alhajas preciosas que tomaron para sí; tantos, que no los
podían llevar. Estuvieron tres días recogiendo el botín, porque era abundante.
26 Al cuarto día se
juntaron en el valle de Beraca, y allí bendijeron a Jehová; por esto llamaron
el nombre de aquel paraje el valle de Beraca, hasta el día de hoy. 27 Después
todos los hombres de Judá y de Jerusalén, con Josafat a la cabeza, regresaron a
Jerusalén gozosos, porque Jehová les había colmado de gozo librándolos de sus
enemigos. 28 Y entraron en Jerusalén, en la casa de Jehová, con salterios,
arpas y trompetas.
29 Cuando supieron
que Jehová había peleado contra los enemigos de Israel, el terror de Dios cayó
sobre todos los reinos de aquella tierra. 30 Y el reino de Josafat tuvo paz,
porque su Dios le dio paz por todas partes.
Reinado de Josafat
31 Así reinó Josafat
sobre Judá; de treinta y cinco años era cuando comenzó a reinar, y reinó
veinticinco años en Jerusalén. El nombre de su madre fue Azuba, hija de Silhi.
32 Y anduvo en el camino de Asa, su padre, sin apartarse de él, haciendo lo
recto ante los ojos de Jehová. 33 Con todo, los lugares altos no fueron
quitados; pues el pueblo aún no había enderezado su corazón al Dios de sus
padres. 34 Los demás hechos de Josafat, los primeros y los últimos, están
escritos en las palabras de Jehú hijo de Hanani, del cual se hace mención en el
libro de los reyes de Israel.
35 Pasadas estas
cosas, Josafat, rey de Judá, trabó amistad con Ocozías, rey de Israel, el cual
era dado a la impiedad, 36 y se asoció a él para construir naves que fueran a
Tarsis; y construyeron las naves en Ezión-geber. 37 Entonces Eliezer hijo de
Dodava, el de Maresa, profetizó contra Josafat diciendo: «Por cuanto te has
aliado con Ocozías, Jehová destruirá tus obras». Y las naves se rompieron, y no
pudieron ir a Tarsis.
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Copyright © 1995 by United Bible Societies
Romanos 10:13-11:12 Reina-Valera 1995 (RVR1995)
13 ya que todo aquel
que invoque el nombre del Señor, será salvo.
14 ¿Cómo, pues,
invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien
no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? 15 ¿Y cómo predicarán
si no son enviados? Como está escrito: «¡Cuán hermosos son los pies de los que
anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!»
16 Pero no todos
obedecieron al evangelio, pues Isaías dice: «Señor, ¿quién ha creído a nuestro
anuncio?» 17 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
18 Pero yo pregunto:
¿Acaso no han oído? Antes, bien,
«Por toda la tierra
ha salido la voz de ellos
y hasta los fines de
la tierra sus palabras.»
19 También pregunto:
¿No ha conocido esto Israel? Primeramente Moisés dice:
«Yo os provocaré a
celos con un pueblo que no es pueblo;
con pueblo insensato
os provocaré a ira.»
20 E Isaías dice
resueltamente:
«Fui hallado por los
que no me buscaban;
me manifesté a los
que no preguntaban por mí.»
21 Pero acerca de
Israel dice: «Todo el día extendí mis manos a un pueblo desobediente y
rebelde.»
El remanente de
Israel
11 Por tanto,
pregunto: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? ¡De ninguna manera!, porque también
soy israelita, descendiente de Abraham, de la tribu de Benjamín. 2 No ha
desechado Dios a su pueblo, al cual desde antes conoció. ¿O no sabéis lo que
dice la Escritura acerca de Elías, de cómo se quejó ante Dios contra Israel,
diciendo: 3 «Señor, a tus profetas han dado muerte y tus altares han derribado;
sólo yo he quedado y procuran matarme»? 4 Pero ¿cuál fue la divina respuesta?
«Me he reservado siete mil hombres, que no han doblado la rodilla delante de
Baal.» 5 Así también aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por
gracia. 6 Y si es por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya
no sería gracia. Y si es por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya
no sería obra.
7 ¿Qué, pues? Lo que
buscaba Israel, no lo ha alcanzado; pero los escogidos sí lo han alcanzado, y
los demás fueron endurecidos; 8 como está escrito: «Dios les dio espíritu
insensible, ojos que no vean y oídos que no oigan, hasta el día de hoy.» 9 Y
David dice:
«Sea vuelto su
banquete en trampa y en red,
en tropiezo y justo
castigo.
10 Sean oscurecidos
sus ojos para que no vean,
y agóbiales la
espalda para siempre.»
La salvación de los
gentiles
11 Pero yo pregunto:
¿Será que los israelitas, al tropezar, cayeron definitivamente? ¡De ninguna
manera! Al contrario, debido a su transgresión vino la salvación a los
gentiles, a fin de provocarlos a celos. 12 Y si su transgresión ha servido para
enriquecer al mundo, y su caída, a los gentiles, ¿cuánto más lo será su plena
restauración?
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Copyright © 1995 by United Bible Societies
Salmos 21 Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Alabanza por haber
sido librado del enemigo
Al músico principal.
Salmo de David
21 El rey se alegra
en tu poder, Jehová;
y en tu salvación,
¡cómo se goza!
2 Le has concedido el
deseo de su corazón
y no le negaste la
petición de sus labios, Selah
3 porque le has
salido al encuentro con bendiciones de bien;
corona de oro fino
has puesto sobre su cabeza.
4 Vida te demandó y
se la diste;
largura de días
eternamente y para siempre.
5 Grande es su gloria
por tu salvación;
honra y majestad has
puesto sobre él.
6 Lo has bendecido
para siempre;
lo llenaste de
alegría con tu presencia.
7 Por cuanto el rey
confía en Jehová,
y por la misericordia
del Altísimo, no será conmovido.
8 Alcanzará tu mano a
todos tus enemigos;
tu diestra alcanzará
a los que te aborrecen.
9 Los pondrás como
horno de fuego
en el tiempo de tu
ira;
Jehová los deshará en
su ira
y el fuego los
consumirá.
10 Su fruto
destruirás de la tierra
y su descendencia de
entre los hijos de los hombres,
11 porque intentaron
el mal contra ti,
fraguaron
maquinaciones, pero no prevalecerán,
12 pues tú los
pondrás en fuga;
en tus cuerdas
dispondrás saetas contra sus rostros.
13 ¡Engrandécete,
Jehová, en tu poder!
¡Cantaremos y
alabaremos tu poderío!
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Copyright © 1995 by United Bible Societies
Proverbios 20:4-6 Reina-Valera 1995 (RVR1995)
4 El perezoso no ara
a causa del invierno;
luego, cuando llegue
la siega, pedirá y no hallará.
5 Como aguas
profundas es el consejo en el corazón del hombre,
pero el inteligente
sabe alcanzarlo.
6 Muchos hay que
proclaman su propia bondad,
pero un hombre de
verdad, ¿quién lo hallará?
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
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