Friday, July 14, 2017

DAB Español, Sábado 15 de Julio

Día 196

1 Crónicas 19:1-21:30; Romanos 2:24-3:8; Salmos 11:1-7; Proverbios 19:10-12 (La Biblia de las Américas)





1 Crónicas 19-21 La Biblia de las Américas (LBLA)

Derrota de los amonitas y de los arameos
19 Sucedió después de esto que murió Nahas, rey de los hijos de Amón, y su hijo reinó en su lugar. 2 Y David dijo: Seré bondadoso con Hanún, hijo de Nahas, porque su padre fue bondadoso conmigo. Envió, pues, David mensajeros para consolarlo por la muerte de su padre. Pero cuando los siervos de David llegaron a la tierra de los amonitas a ver a Hanún para consolarlo, 3 los príncipes de los amonitas dijeron a Hanún: ¿Crees tú que David está[a] honrando a tu padre porque te ha enviado consoladores? ¿No han venido a ti sus siervos para reconocer, para destruir y para espiar la tierra? 4 Entonces Hanún tomó a los siervos de David y los rapó, les cortó los vestidos por la mitad hasta las caderas, y los despidió. 5 Y algunos fueron y le avisaron a David acerca de los hombres. Y él envió gente a su encuentro, porque los hombres estaban muy humillados. Y el rey dijo: Quedaos en[b] Jericó hasta que os crezca la barba, y después volved.

6 Y viendo los hijos de Amón que se habían hecho odiosos a David, Hanún y los hijos de Amón enviaron mil talentos[c] de plata para tomar a sueldo carros y hombres de a caballo de Mesopotamia, de Aram-maaca y de Soba. 7 Y tomaron a sueldo treinta y dos mil carros, y al rey de Maaca y a su pueblo, los cuales vinieron y acamparon delante de Medeba. También los hijos de Amón se reunieron desde sus ciudades y vinieron a la batalla. 8 Cuando David se enteró, envió a Joab y a todo el ejército de los valientes. 9 Y los hijos de Amón salieron y se pusieron en orden de batalla a la entrada de la ciudad, y los reyes que habían venido estaban aparte en el campo.

10 Viendo Joab que se le presentaba batalla[d] por el frente y por la retaguardia, escogió de entre los mejores hombres de Israel y los puso en orden de batalla contra los arameos. 11 Al resto del pueblo lo colocó al mando de su hermano Abisai; y se pusieron en orden de batalla contra los hijos de Amón. 12 Y dijo: Si los arameos son demasiado fuertes para mí, entonces tú me ayudarás, y si los hijos de Amón son demasiado fuertes para ti, entonces yo te ayudaré. 13 Esfuérzate, y mostrémonos valientes por amor a nuestro pueblo y por amor a las ciudades de nuestro Dios; y que el Señor haga lo que le parezca bien[e]. 14 Entonces se acercó Joab con el pueblo que estaba con él para enfrentarse en combate con los arameos, y éstos huyeron delante de él. 15 Cuando los hijos de Amón vieron que los arameos huían, ellos también huyeron delante de su hermano Abisai y entraron en la ciudad. Entonces Joab volvió a Jerusalén.

16 Al ver los arameos que habían sido derrotados por[f] Israel, enviaron mensajeros, y trajeron a los arameos que estaban al otro lado del Río[g], con Sofac, comandante del ejército de Hadad-ezer, al frente de ellos. 17 Cuando se dio aviso a David, éste reunió a todo Israel, cruzó el Jordán y llegó frente a ellos y se puso en orden de batalla contra ellos. Y cuando David se puso en orden de batalla para enfrentarse a los arameos, éstos pelearon contra él. 18 Pero los arameos huyeron delante de Israel, y David mató de los arameos a siete mil[h] hombres de los carros y cuarenta mil hombres de a pie, también dio muerte a Sofac, comandante del ejército. 19 Cuando los siervos de Hadad-ezer vieron que habían sido derrotados por[i] Israel, hicieron la paz con David y le sirvieron. Y los arameos no quisieron ayudar más a los hijos de Amón.

Derrota de Rabá y de los gigantes
20 Y aconteció que en la primavera[j], en el tiempo en que los reyes salen a la guerra, Joab sacó el ejército y devastó la tierra de los hijos de Amón, y fue y puso sitio a Rabá; pero David se quedó en Jerusalén. Y Joab hirió a Rabá y la destruyó. 2 David tomó la corona de la cabeza de su rey[k], y halló que pesaba un talento[l] de oro y que tenía en ella una piedra preciosa; y fue puesta[m] sobre la cabeza de David. Sacó además una gran cantidad de botín de la ciudad. 3 Y a la gente que había en ella, la sacó y la puso[n] a trabajar con sierras, con trillos de hierro y con hachas. Y así hizo David a todas las ciudades de los hijos de Amón. Entonces regresó David con todo el pueblo a Jerusalén.

4 Sucedió después de esto que se suscitó[o] guerra en Gezer[p] contra los filisteos; entonces Sibecai husatita mató[q] a Sipai, uno de los descendientes de los gigantes[r], los cuales[s] fueron dominados. 5 De nuevo hubo guerra contra los filisteos, y Elhanán, hijo de Jair, mató a Lahmi, hermano de Goliat geteo; el asta de su lanza era como un rodillo de tejedor. 6 Y hubo guerra otra vez en Gat, donde había un hombre de gran estatura que tenía veinticuatro dedos, seis en cada mano y seis en cada pie; él también descendía de los gigantes. 7 Cuando desafió a Israel, lo mató Jonatán, hijo de Simea, hermano de David. 8 Estos descendían de los gigantes en Gat y cayeron por mano de David y por mano de sus siervos.

David ordena un censo
21 Y se levantó Satanás contra Israel e incitó a David a hacer un censo de Israel. 2 Dijo, pues, David a Joab y a los jefes del pueblo: Id, contad a Israel desde Beerseba hasta Dan, y traedme el resultado para que yo sepa el número de ellos. 3 Pero Joab dijo: Añada el Señor a su pueblo cien veces más de lo que son. Mas, oh rey, señor mío, ¿no son todos ellos siervos de mi señor? ¿Por qué procura esto mi señor? ¿Por qué ha de ser él motivo de culpa para Israel? 4 Sin embargo, la palabra del rey prevaleció contra Joab. Salió, pues, Joab y recorrió todo Israel, y volvió a Jerusalén. 5 Y Joab dio a David el total[t] del censo de todo el pueblo. Y en todo Israel había un millón cien mil hombres que sacaban espada; y en Judá había cuatrocientos setenta mil hombres que sacaban espada. 6 Pero entre ellos no hizo un censo de Leví ni de Benjamín, porque la orden[u] del rey era detestable para Joab. 7 También el censo desagradó a[v] Dios, e hirió a Israel. 8 Entonces dijo David a Dios: He pecado gravemente al hacer esto. Pero ahora te ruego que quites[w] la iniquidad de tu siervo, porque he obrado muy neciamente.

9 Y el Señor habló a Gad, vidente de David, diciendo: 10 Ve y habla a David, y dile[x]: “Así dice el Señor: ‘Te propongo[y] tres cosas; escoge para ti una de ellas, para que yo te la haga.’” 11 Entonces vino Gad a David y le dijo: Así dice el Señor: “Escoge para ti: 12 tres años de hambre, o tres meses de derrota delante de tus adversarios mientras te alcanza la espada de tus enemigos, o tres días de la espada del Señor, esto es, la pestilencia en la tierra y el ángel del Señor haciendo estragos por todo el territorio de Israel.” Ahora pues, considera qué respuesta he de llevar al que me envió. 13 Respondió David a Gad: Estoy muy angustiado. Te ruego que me dejes caer en manos del Señor, porque muy grandes son sus misericordias; pero no caiga yo en manos de hombre. 14 Y el Señor envió[z] pestilencia sobre Israel, y cayeron setenta mil hombres de Israel. 15 Y envió Dios un ángel a Jerusalén para destruirla; pero cuando estaba a punto de destruirla, miró el Señor y sintió pesar por la calamidad, y dijo al ángel destructor: Basta, detén ahora tu mano. Y el ángel del Señor estaba junto a la era de Ornán[aa] jebuseo. 16 Y alzando David sus ojos, vio al ángel del Señor que estaba entre la tierra y el cielo, con una espada desenvainada en su mano, extendida sobre Jerusalén. Entonces David y los ancianos, vestidos de cilicio, cayeron sobre sus rostros. 17 Y David dijo a Dios: ¿No soy yo el que ordenó[ab] enumerar al pueblo? Ciertamente yo soy el que ha pecado y obrado muy perversamente, pero estas ovejas, ¿qué han hecho? Oh Señor, Dios mío, te ruego que tu mano sea contra mí y contra la casa de mi padre, pero no contra tu pueblo, para que no haya plaga entre ellos.

18 Luego el ángel del Señor ordenó[ac] a Gad que dijera a David que subiera[ad] y edificara un altar al Señor en la era de Ornán jebuseo. 19 David subió según la palabra que Gad había hablado en nombre del Señor. 20 Y volviéndose Ornán, vio al ángel, y sus cuatro hijos que estaban con él se escondieron. Y Ornán estaba trillando trigo. 21 Y cuando David llegó junto a Ornán, éste[ae] miró, y al ver a David, salió de la era y se postró ante David rostro en tierra. 22 Entonces David dijo a Ornán: Dame el lugar de esta era, para que edifique en él un altar al Señor; me lo darás por su justo precio, para que se retire la plaga del pueblo. 23 Y Ornán dijo a David: Tómalo para ti, y que mi señor el rey haga lo que sea bueno ante sus ojos. Mira, daré los bueyes para holocaustos y los trillos para leña y el trigo para la ofrenda de cereal; lo daré todo. 24 Pero el rey David dijo a Ornán: No, sino que ciertamente lo compraré por su justo precio; porque no tomaré para el Señor lo que es tuyo, ni ofreceré un holocausto que no me cueste nada[af]. 25 Y David dio a Ornán el peso de seiscientos siclos[ag] de oro por el lugar. 26 Entonces David edificó allí un altar al Señor, y ofreció holocaustos y ofrendas de paz. E invocó al Señor, y El le respondió con fuego del cielo sobre el altar del holocausto. 27 Y el Señor ordenó al ángel, y éste volvió su espada a la vaina.

28 En aquel tiempo, viendo David que el Señor le había respondido en la era de Ornán jebuseo, ofreció sacrificio allí; 29 porque el tabernáculo del Señor que Moisés había hecho en el desierto y el altar del holocausto estaban en aquel tiempo en el lugar alto en Gabaón. 30 Pero David no pudo ir allá, delante de él, para consultar a Dios, porque estaba aterrado a causa de la espada del ángel del Señor.

Footnotes:

1 Crónicas 19:3 Lit., ¿En tus ojos está David
1 Crónicas 19:5 Lit., Volveos a
1 Crónicas 19:6 Un talento equivale aprox. a 34 kg.
1 Crónicas 19:10 Lit., los frentes de la batalla estaban contra él
1 Crónicas 19:13 Lit., lo bueno en sus ojos
1 Crónicas 19:16 Lit., heridos delante de
1 Crónicas 19:16 I.e., Eufrates
1 Crónicas 19:18 En 2 Sam. 10:18 dice: setecientos
1 Crónicas 19:19 Lit., heridos delante de
1 Crónicas 20:1 Lit., al regreso del año
1 Crónicas 20:2 En Sof. 1:5, Milcam
1 Crónicas 20:2 Un talento equivale aprox. a 34 kg.
1 Crónicas 20:2 Lit., estaba
1 Crónicas 20:3 Así en 2 Sam. 12:31; en el T.M., cortó
1 Crónicas 20:4 Lit., se levantó
1 Crónicas 20:4 En 2 Sam. 21:18, Gob
1 Crónicas 20:4 Lit., hirió, y así en los vers. 5 y 7
1 Crónicas 20:4 Heb., Rafaim, y así en los vers. 6 y 8
1 Crónicas 20:4 Lit., y ellos
1 Crónicas 21:5 Lit., la lista
1 Crónicas 21:6 Lit., palabra
1 Crónicas 21:7 Lit., Y esto fue malo ante los ojos de
1 Crónicas 21:8 Lit., hagas desaparecer
1 Crónicas 21:10 Lit., diciendo
1 Crónicas 21:10 Lit., Extiendo hacia ti
1 Crónicas 21:14 Lit., dio
1 Crónicas 21:15 En 2 Sam. 24:16, Arauna
1 Crónicas 21:17 Lit., dijo
1 Crónicas 21:18 Lit., dijo
1 Crónicas 21:18 Lit., David subiera
1 Crónicas 21:21 Lit., Ornán
1 Crónicas 21:24 Lit., gratuitamente
1 Crónicas 21:25 Un siclo equivale aprox. a 11.4 gramos
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Romanos 2:24-3:8 La Biblia de las Américas (LBLA)

24 Porque el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros, tal como está escrito. 25 Pues ciertamente la circuncisión es de valor si tú practicas la ley, pero si eres transgresor de la ley, tu circuncisión se ha vuelto incircuncisión. 26 Por tanto, si el incircunciso[a] cumple los requisitos de la ley, ¿no se considerará su incircuncisión como circuncisión? 27 Y si el que es físicamente incircunciso guarda la ley, ¿no te juzgará a ti, que aunque tienes[b] la letra de la ley y eres circuncidado[c], eres transgresor de la ley? 28 Porque no es judío el que lo es exteriormente, ni la circuncisión es la externa, en la carne; 29 sino que es judío el que lo es interiormente, y la circuncisión es la del corazón, por el Espíritu, no por la letra; la alabanza del cual no procede de los hombres, sino de Dios.

¿Qué ventaja tiene el judío?
3 ¿Cuál es, entonces, la ventaja del judío? ¿O cuál el beneficio de la circuncisión? 2 Grande, en todo sentido. En primer lugar, porque a ellos les han sido confiados los oráculos de Dios. 3 Entonces ¿qué? Si algunos fueron infieles[d], ¿acaso su infidelidad[e] anulará la fidelidad de Dios? 4 ¡De ningún modo! Antes bien, sea hallado Dios veraz, aunque todo hombre sea hallado mentiroso; como está escrito:

Para que seas justificado en tus palabras,
y venzas cuando seas juzgado[f].
5 Y si nuestra injusticia hace resaltar la justicia de Dios, ¿qué diremos? ¿Acaso es injusto el Dios que expresa[g] su ira? (Hablo en términos humanos). 6 ¡De ningún modo! Pues de otra manera, ¿cómo juzgaría Dios al mundo? 7 Pero si por mi mentira la verdad de Dios abundó para su gloria, ¿por qué también soy yo aún juzgado como pecador? 8 ¿Y por qué no decir (como se nos calumnia, y como algunos afirman que nosotros decimos): Hagamos el mal para que venga el bien? La condenación de los tales es justa.

Footnotes:

Romanos 2:26 Lit., la incircuncisión
Romanos 2:27 Lit., por medio de
Romanos 2:27 Lit., y la circuncisión
Romanos 3:3 O, incrédulos
Romanos 3:3 O, incredulidad
Romanos 3:4 O, entres en juicio
Romanos 3:5 O, inflige
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Salmos 11 La Biblia de las Américas (LBLA)

El Señor, refugio y defensa
Para el director del coro. Salmo de David.

11 En el Señor me refugio;
¿cómo decís a mi alma: Huye cual ave al[a] monte?
2 Porque, he aquí, los impíos tensan el arco,
preparan su saeta sobre la cuerda
para flechar en lo oscuro a los rectos de corazón.
3 Si los fundamentos son destruidos;
¿qué puede hacer el justo?
4 El Señor está en su santo templo, el trono del Señor[b] está en los cielos;
sus ojos contemplan, sus párpados examinan a los hijos de los hombres.
5 El Señor prueba al justo y al impío,
y su alma aborrece al que ama la violencia.
6 Sobre los impíos hará llover carbones encendidos[c];
fuego, azufre y viento abrasador será la porción de su copa.
7 Pues el Señor es justo; El ama la justicia[d];
los rectos contemplarán su rostro.
Footnotes:

Salmos 11:1 Lit., a vuestro
Salmos 11:4 Lit., El Señor, su trono
Salmos 11:6 O, trampas
Salmos 11:7 O, las obras justas
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Proverbios 19:10-12 La Biblia de las Américas (LBLA)

10 Al necio no le sienta la vida de lujo;
mucho menos a un siervo gobernar a los príncipes.
11 La discreción del hombre le hace lento para la ira,
y su gloria es pasar por alto una ofensa.
12 Como rugido de león es la ira del rey,
y su favor como rocío sobre la hierba.
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DAB Español, Lunes 13 de Mayo

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