Día 189
1 Crónicas 5:18-6:81; Hechos 26:1-32; Salmos 6:1-10; Proverbios 18:20-21 (Dios Habla Hoy)
1 Crónicas 5:18-6:81 Dios Habla Hoy (DHH)
Historia de las dos
tribus y media
18 Los descendientes
de Rubén y de Gad, y la media tribu de Manasés, eran soldados valientes,
armados de escudo, espada y arco, y bien entrenados para combatir. Eran
cuarenta y cuatro mil setecientos sesenta hombres aptos para la guerra. 19 Y
pelearon contra los agarenos, y contra Jetur, Nafís y Nodab; 20 pero Dios los
ayudó, y los agarenos y sus aliados cayeron en sus manos, porque en medio de la
batalla pidieron a Dios que los ayudara. Dios los ayudó porque confiaron en él.
21 Luego se llevaron los ganados de sus enemigos, que eran cincuenta mil
camellos, doscientas cincuenta mil ovejas y dos mil asnos. Hicieron además cien
mil prisioneros. 22 Muchos enemigos murieron, porque la guerra era de parte de
Dios. Y se quedaron a vivir en aquellos lugares hasta la época del destierro.
23 Los descendientes
de la media tribu de Manasés vivieron en la región que se extiende desde Basán
hasta Baal-hermón, Senir y el monte Hermón, pues eran muchos. 24 Los jefes de
sus familias fueron Éfer, Isí, Eliel, Azriel, Jeremías, Hodavías y Jahdiel,
todos ellos soldados valientes, hombres famosos y jefes de familia. 25 Pero se
rebelaron contra el Dios de sus antepasados y le fueron infieles adorando a los
dioses de los pueblos que Dios había destruido y eliminado delante de ellos. 26
Por esta razón, el Dios de Israel incitó a Pul, rey de Asiria, es decir, a
Tiglat-piléser, quien desterró a los rubenitas y gaditas y a la media tribu de
Manasés; y los llevó a Halah, Habor, Hará y al río Gozán, donde están hasta el
presente.
Lista de los
sacerdotes hijos de Leví
6 (5.27) Los hijos de
Leví fueron Guersón, Quehat y Merarí.
2 (5.28) Los hijos de
Quehat fueron Amram, Ishar, Hebrón y Uziel. 3 (5.29) Los hijos de Amram fueron
Aarón, Moisés y María. Los hijos de Aarón fueron Nadab, Abihú, Eleazar e
Itamar. 4 (5.30) Eleazar fue padre de Finees, Finees fue padre de Abisúa, 5
(5.31) Abisúa fue padre de Buquí, Buquí fue padre de Uzí, 6 (5.32) Uzí fue
padre de Zeraías, Zeraías fue padre de Meraiot, 7 (5.33) Meraiot fue padre de
Amarías, Amarías fue padre de Ahitub, 8 (5.34) Ahitub fue padre de Sadoc, Sadoc
fue padre de Ahimaas, 9 (5.35) Ahimaas fue padre de Azarías, Azarías fue padre
de Johanán, 10 (5.36) Johanán fue padre de Azarías, que fue sacerdote en el
templo que Salomón construyó en Jerusalén. 11 (5.37) Azarías fue padre de
Amarías, Amarías fue padre de Ahitub, 12 (5.38) Ahitub fue padre de Sadoc,
Sadoc fue padre de Salum, 13 (5.39) Salum fue padre de Hilquías, Hilquías fue
padre de Azarías, 14 (5.40) Azarías fue padre de Seraías y Seraías fue padre de
Josadac. 15 (5.41) Josadac fue llevado al destierro cuando el Señor desterró a
Judá y Jerusalén por medio de Nabucodonosor.
Descendientes de Leví
16 (1) Los hijos de
Leví fueron Guersón, Quehat y Merarí.
17 (2) Los hijos de
Guersón fueron Libní y Simí.
18 (3) Los hijos de
Quehat fueron Amram, Ishar, Hebrón y Uziel.
19 (4) Los hijos de
Merarí fueron Mahli y Musí.
Éstos fueron los
hijos de Leví.
20-21 (5-6) Los
descendientes de Guersón, en línea directa, fueron Libní, Jáhat, Zimá, Joah,
Idó, Zérah y Jeatrai.
22-24 (7-9) Los
descendientes de Quehat, en línea directa, fueron Aminadab, Coré, Asir, Elcaná,
Ebiasaf, Asir, Táhat, Uriel, Ozías y Saúl.
25-27 (10-12) Los
hijos de Elcaná fueron Amasai y Ahimot, y los descendientes de Ahimot, en línea
directa, fueron Elcaná, Sofai, Náhat, Eliab, Jeroham y Elcaná.
28 (13) Los hijos de
Samuel fueron Vasní, su hijo mayor, y Abías.
29-30 (14-15) Los
descendientes de Merarí, en línea directa, fueron Mahli, Libní, Simí, Uzá,
Simá, Haguías y Asaías.
Cantores del templo
nombrados por David
31 (16) Éstos son los
cantores que David nombró para que se encargaran de la música en el templo del
Señor desde que se colocó allí el arca. 32 (17) Ellos cantaron ante la tienda
del encuentro con Dios hasta que Salomón construyó el templo del Señor en
Jerusalén, y luego siguieron prestando allí su servicio conforme a su
costumbre.
33 (18) Los que
estaban allí con sus hijos eran: de los descendientes de Quehat, el cantor
Hemán, que fue hijo de Joel, que fue hijo de Samuel, 34 (19) que fue hijo de
Elcaná, que fue hijo de Jeroham, que fue hijo de Eliel, que fue hijo de Tóah,
35 (20) que fue hijo de Suf, que fue hijo de Elcaná, que fue hijo de Máhat, que
fue hijo de Amasai, 36 (21) que fue hijo de Elcaná, que fue hijo de Joel, que
fue hijo de Azarías, que fue hijo de Sofonías, 37 (22) que fue hijo de Táhat,
que fue hijo de Asir, que fue hijo de Ebiasaf, que fue hijo de Coré, 38 (23)
que fue hijo de Ishar, que fue hijo de Quehat, que fue hijo de Leví, que fue
hijo de Israel.
39 (24) A la derecha
de Hemán se colocaba su pariente Asaf, que fue hijo de Berequías, que fue hijo
de Simá, 40 (25) que fue hijo de Micael, que fue hijo de Baaseías, que fue hijo
de Malquías, 41 (26) que fue hijo de Etní, que fue hijo de Zérah, que fue hijo
de Adaías, 42 (27) que fue hijo de Etán, que fue hijo de Zimá, que fue hijo de
Simí, 43 (28) que fue hijo de Jáhat, que fue hijo de Guersón, que fue hijo de Leví.
44 (29) A la
izquierda de Hemán se colocaba su pariente de los descendientes de Merarí:
Etán, que fue hijo de Quisí, que fue hijo de Abdí, que fue hijo de Maluc, 45
(30) que fue hijo de Hasabías, que fue hijo de Amasías, que fue hijo de
Hilquías, 46 (31) que fue hijo de Amsí, que fue hijo de Baní, que fue hijo de
Sémer, 47 (32) que fue hijo de Mahli, que fue hijo de Musí, que fue hijo de
Merarí, que fue hijo de Leví.
48 (33) Sus otros
parientes descendientes de Leví quedaron a cargo de todo el servicio del templo
de Dios. 49 (34) Aarón y sus descendientes eran los que quemaban las ofrendas
sobre el altar del holocausto y en el altar del incienso. También se ocupaban
de todo el servicio del Lugar santísimo y de obtener el perdón de los pecados
de Israel, de acuerdo con todo lo que había ordenado Moisés, el siervo de Dios.
Descendientes de
Aarón
50-53 (35-38) Los
descendientes de Aarón, en línea directa, fueron Eleazar, Finees, Abisúa,
Buquí, Uzí, Zeraías, Meraiot, Amarías, Ahitub, Sadoc y Ahimaas.
Ciudades de los
levitas
54 (39) Éstos fueron
los lugares de residencia y los límites territoriales de los descendientes de
Aarón. A los clanes quehatitas les tocó en suerte 55 (40) Hebrón, en la región
de Judá, con sus campos de pastoreo. 56 (41) A Caleb hijo de Jefuné le dieron
el campo de la ciudad y sus aldeas. 57 (42) A los descendientes de Aarón les
entregaron Hebrón, ciudad de refugio, además de las aldeas de Libná, Jatir,
Estemoa, 58-59 (43-44) Hilén, Debir, Asán y Bet-semes, todas ellas con sus
campos de pastoreo. 60 (45) También les dieron ciudades de la tribu de
Benjamín, que fueron Gueba, Alémet y Anatot, todas ellas con sus campos de
pastoreo. Así que las ciudades que les tocaron a los clanes de Aarón fueron
trece.
61 (46) A los otros
clanes de Quehat les tocaron en suerte diez ciudades de la media tribu de
Manasés, 62 (47) y a los descendientes de Guersón, según el número de sus
clanes, les dieron trece ciudades de las tribus de Isacar, Aser y Neftalí, y de
la tribu de Manasés que se había establecido en Basán.
63 (48) A los
descendientes de Merarí, según el número de sus clanes, les tocaron en suerte
doce ciudades de las tribus de Rubén, Gad y Zabulón.
64 (49) Los
israelitas dieron estas ciudades con sus campos de pastoreo a los descendientes
de Leví. 65 (50) De las tribus de Judá, Simeón y Benjamín les dieron las
ciudades que ya se han mencionado, según les tocó en suerte. 66 (51) A algunos
clanes quehatitas les tocaron en suerte ciudades de la tribu de Efraín. 67 (52)
También les dieron Siquem, la ciudad de refugio, que está en los montes de
Efraín, con sus campos de pastoreo, y también Guézer, 68-69 (53-54) Jocmeam,
Bet-horón, Aialón y Gat-rimón, todas ellas con sus campos de pastoreo.
70 (55) A los clanes
restantes de los quehatitas les dieron las ciudades de Aner y Bileam, que eran
de la media tribu de Manasés, con sus campos de pastoreo.
71 (56) A los
descendientes de Guersón, según el número de sus clanes, les dieron la ciudad
de Golán, que está en Basán, y la ciudad de Astarot, que había pertenecido a la
media tribu de Manasés, con sus campos de pastoreo. 72-73 (57-58) También les
dieron, de la tribu de Isacar, Quedes, Daberat, Ramot y Anem, cada una con sus
campos de pastoreo. 74-75 (59-60) De la tribu de Aser les dieron Masal, Abdón,
Hucoc y Rehob, cada una con sus campos de pastoreo. 76 (61) De la tribu de
Neftalí les dieron Quedes de Galilea, Hamón y Quiriataim, cada una con sus
campos de pastoreo.
77 (62) A los
restantes descendientes de Merarí les dieron: de la tribu de Zabulón, Rimón y
Tabor, cada una con sus campos de pastoreo; 78-79 (63-64) de la tribu de Rubén,
al este del Jordán, frente a Jericó, Béser, que está en el desierto, Jahas,
Cademot y Mefáat, cada una con sus campos de pastoreo; 80-81 (65-66) de la
tribu de Gad, Ramot de Galaad, Mahanaim, Hesbón y Jazer, cada una con sus
campos de pastoreo.
Dios Habla Hoy (DHH)
Dios habla hoy ®, ©
Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.
Hechos 26 Dios Habla Hoy (DHH)
Pablo presenta su caso
ante el rey Agripa
26 Entonces Agripa le
dijo a Pablo:
—Puedes hablar en tu
defensa.
Pablo alzó la mano y
comenzó a hablar así: 2 «Me siento feliz de poder hablar hoy delante de Su
Majestad, oh rey Agripa, para defenderme de todas las acusaciones que los
judíos han presentado contra mí, 3 sobre todo porque Su Majestad conoce todas
las costumbres de los judíos y las cosas que discutimos. Por eso le pido que me
oiga con paciencia.
4 »Todos los judíos
saben cómo viví entre ellos, en mi tierra y en Jerusalén, desde mi juventud. 5
También saben, y lo pueden declarar si quieren, que siempre he sido fariseo,
que es la secta más estricta de nuestra religión. 6 Y ahora me han traído a
juicio precisamente por esta esperanza que tengo en la promesa que Dios hizo a
nuestros antepasados. 7 Nuestras doce tribus de Israel esperan ver el
cumplimiento de esta promesa, y por eso adoran a Dios y le sirven día y noche.
Por esta misma esperanza, oh rey Agripa, los judíos me acusan ahora. 8 ¿Por qué
no creen ustedes que Dios resucita a los muertos?
9 »Yo mismo pensaba
antes que debía hacer muchas cosas en contra del nombre de Jesús de Nazaret, 10
y así lo hice en Jerusalén. Con la autorización de los jefes de los sacerdotes,
metí en la cárcel a muchos de los creyentes; y cuando los mataban, yo estaba de
acuerdo. 11 Muchas veces los castigaba para obligarlos a negar su fe. Y esto lo
hacía en todas las sinagogas, y estaba tan furioso contra ellos que los
perseguía hasta en ciudades extranjeras.
12 »Con ese propósito
me dirigía a la ciudad de Damasco, autorizado y comisionado por los jefes de
los sacerdotes. 13 Pero en el camino, oh rey, vi a mediodía una luz del cielo,
más fuerte que la luz del sol, que brilló alrededor de mí y de los que iban
conmigo. 14 Todos caímos al suelo, y oí una voz que me decía en hebreo: “Saulo,
Saulo, ¿por qué me persigues? Te estás haciendo daño a ti mismo, como si dieras
coces contra el aguijón.” 15 Entonces dije: “¿Quién eres, Señor?” El Señor me
contestó: “Yo soy Jesús, el mismo a quien estás persiguiendo. 16 Pero
levántate, ponte de pie, porque me he aparecido a ti para designarte como mi
servidor y testigo de lo que ahora has visto y de lo que todavía has de ver de
mí. 17 Te voy a librar de los judíos y también de los no judíos, a los cuales ahora
te envío. 18 Te mando a ellos para que les abras los ojos y no caminen más en
la oscuridad, sino en la luz; para que no sigan bajo el poder de Satanás, sino
que sigan a Dios; y para que crean en mí y reciban así el perdón de los pecados
y una herencia en el pueblo santo de Dios.”
19 »Así que, oh rey
Agripa, no desobedecí a la visión del cielo, 20 sino que primero anuncié el
mensaje a los que estaban en Damasco, luego a los de Jerusalén y de toda la
región de Judea, y también a los no judíos, invitándolos a convertirse, y a
volverse a Dios, y a hacer obras que demuestren esa conversión. 21 Por este
motivo, los judíos me arrestaron en el templo y quisieron matarme. 22 Pero con
la ayuda de Dios sigo firme hasta ahora, hablando de Dios a todos, pequeños y
grandes. Nunca les digo nada aparte de lo que los profetas y Moisés dijeron que
había de suceder: 23 que el Mesías tenía que morir, pero que después de morir
sería el primero en resucitar, y que anunciaría la luz de la salvación tanto a
nuestro pueblo como a las otras naciones.»
Respuesta de Agripa
24 Al decir Pablo
estas cosas en su defensa, Festo gritó:
—¡Estás loco, Pablo!
De tanto estudiar te has vuelto loco.
25 Pero Pablo
contestó:
—No estoy loco,
excelentísimo Festo; al contrario, lo que digo es razonable y es la verdad. 26
Ahí está el rey Agripa, que conoce bien estas cosas, y por eso hablo con tanta
libertad delante de él; porque estoy seguro de que él también sabe todo esto,
ya que no se trata de cosas sucedidas en algún rincón escondido. 27 ¿Cree Su
Majestad lo que dijeron los profetas? Yo sé que lo cree.
28 Agripa le
contestó:
—¿Piensas hacerme
cristiano en tan poco tiempo?
29 Pablo dijo:
—Que sea en poco
tiempo o en mucho, quiera Dios que no solamente Su Majestad, sino también todos
los que me están escuchando hoy, lleguen a ser como yo, aunque sin estas
cadenas.
30 Entonces se
levantó el rey, y también el gobernador, junto con Berenice y todos los que
estaban allí sentados, 31 y se fueron aparte a hablar del asunto. Decían entre
sí:
—Este hombre no ha
hecho nada que merezca la muerte; ni siquiera debe estar en la cárcel.
32 Y Agripa dijo a
Festo:
—Se podría haber
soltado a este hombre, si él mismo no hubiera pedido ser juzgado por el
emperador.
Dios Habla Hoy (DHH)
Dios habla hoy ®, ©
Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.
Salmos 6 Dios Habla Hoy (DHH)
Oración en momentos
de angustia
(1) Del maestro de
coro, con instrumentos de ocho cuerdas. Salmo de David.
6 (2) Señor,
no me reprendas en tu
enojo,
no me castigues en tu
furor.
2 (3) Señor, ten
compasión de mí,
pues me siento sin
fuerzas.
Señor, devuélveme la
salud,
pues todo el cuerpo
me tiembla.
3 (4) ¡Estoy
temblando de miedo!
Y tú, Señor, ¿cuándo
vendrás?
4 (5) Ven, Señor,
¡salva mi vida!,
¡sálvame, por tu
amor!
5 (6) Nadie que esté
muerto puede acordarse de ti;
¿quién podrá alabarte
en el sepulcro?
6 (7) Estoy cansado
de llorar.
Noche tras noche
lloro tanto
que inundo de
lágrimas mi almohada.
7 (8) El dolor me
nubla la vista;
¡se me nubla por culpa
de mis enemigos!
8 (9) ¡Apártense de
mí, malhechores,
que el Señor ha
escuchado mis sollozos!
9 (10) El Señor ha
escuchado mis ruegos,
¡el Señor ha aceptado
mi oración!
10 (11) Mis enemigos,
muertos de miedo,
quedarán en ridículo;
¡en un abrir y cerrar
de ojos huirán avergonzados!
Dios Habla Hoy (DHH)
Dios habla hoy ®, ©
Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.
Proverbios 18:20-21 Dios Habla Hoy (DHH)
20 Cada uno comerá
hasta el cansancio
del fruto de sus
palabras.
21 La vida y la
muerte dependen de la lengua;
los que hablan mucho
sufrirán las consecuencias.
Dios Habla Hoy (DHH)
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