Tuesday, July 25, 2017

DAB Español, Miércoles 26 de Julio

Día 207

2 Crónicas 17:1-18:34; Romanos 9:25-10:12; Salmos 20:1-9; Proverbios 20:2-3 (Reina-Valera 1995)





2 Crónicas 17-18 Reina-Valera 1995 (RVR1995)

Reinado de Josafat
17 Reinó en su lugar Josafat, su hijo, el cual se hizo fuerte contra Israel. 2 Puso ejércitos en todas las ciudades fortificadas de Judá y colocó gente de guarnición en tierra de Judá, y en las ciudades de Efraín que su padre Asa había tomado.

3 Jehová estuvo con Josafat, porque anduvo por los caminos que anteriormente había seguido David, su padre; no buscó a los baales, 4 sino que buscó al Dios de su padre y anduvo en sus mandamientos, no según las obras de Israel. 5 Por tanto, Jehová confirmó el reino en sus manos; todo Judá traía a Josafat presentes, y tuvo riquezas y gloria en abundancia. 6 Se animó su corazón en los caminos de Jehová, y quitó los lugares altos y las imágenes de Asera de en medio de Judá.

7 Al tercer año de su reinado envió a sus príncipes Ben-hail, Abdías, Zacarías, Natanael y Micaías, para que enseñaran en las ciudades de Judá. 8 Con ellos envió a los levitas Semaías, Netanías, Zebadías, Asael, Semiramot, Jonatán, Adonías, Tobías y Tobadonías, y también a los sacerdotes Elisama y Joram, 9 los cuales enseñaron en Judá, llevando consigo el libro de la ley de Jehová; y recorrieron todas las ciudades de Judá enseñando al pueblo.

10 El terror de Jehová cayó sobre todos los reinos de las tierras que estaban alrededor de Judá, de manera que no osaron hacer guerra contra Josafat. 11 Los filisteos traían presentes y tributos de plata a Josafat. Los árabes también le trajeron ganados, siete mil setecientos carneros y siete mil setecientos machos cabríos.

12 Iba, pues, Josafat engrandeciéndose mucho; edificó en Judá fortalezas y ciudades de aprovisionamiento. 13 Llevó a cabo muchas obras en las ciudades de Judá, y tuvo hombres de guerra muy valientes en Jerusalén. 14 Éste es el número de ellos según sus casas paternas:

De los jefes de los millares de Judá, el general Adnas, y con él trescientos mil hombres muy esforzados. 15 Después de él, el jefe Johanán, y con él doscientos ochenta mil hombres. 16 Tras éste, Amasías hijo de Zicri, el cual se había ofrecido voluntariamente a Jehová, y con él doscientos mil hombres valientes.

17 De Benjamín, Eliada, hombre muy valeroso, y con él doscientos mil hombres armados de arco y escudo. 18 Tras éste, Jozabad, y con él ciento ochenta mil dispuestos para la guerra.

19 Estos eran siervos del rey, sin contar los que el rey había puesto en las ciudades fortificadas en todo Judá.

Micaías profetiza la derrota de Acab
18 Tenía, pues, Josafat riquezas y gloria en abundancia; y emparentó con Acab.

2 Después de algunos años descendió a Samaria para visitar a Acab, por lo que Acab mató muchas ovejas y bueyes para él y para la gente que con él venía, y le persuadió que fuera con él contra Ramot de Galaad. 3 Y dijo Acab, rey de Israel, a Josafat, rey de Judá:

—¿Quieres venir conmigo contra Ramot de Galaad?

Él respondió:

—Yo soy como tú, y mi pueblo como tu pueblo; iremos contigo a la guerra.

4 Además dijo Josafat al rey de Israel:

—Te ruego que consultes hoy la palabra de Jehová.

5 Entonces el rey de Israel reunió a cuatrocientos profetas y les preguntó:

—¿Iremos a la guerra contra Ramot de Galaad, o me estaré quieto?

Le respondieron:

—Sube, porque Dios los entregará en manos del rey.

6 Pero Josafat dijo:

—¿Hay aún aquí algún profeta de Jehová, para que por medio de él consultemos?

7 El rey de Israel respondió a Josafat:

—Aún hay aquí un hombre por medio del cual podemos preguntar a Jehová; pero yo lo aborrezco, porque nunca me profetiza cosa buena, sino siempre mal. Es Micaías hijo de Imla.

Respondió Josafat:

—No hable así el rey.

8 Entonces el rey de Israel llamó a un oficial y le dijo:

—Haz venir enseguida a Micaías hijo de Imla.

9 El rey de Israel y Josafat, rey de Judá, estaban sentados cada uno en su trono, vestidos con sus ropas reales, en la plaza junto a la entrada de la puerta de Samaria, y todos los profetas profetizaban delante de ellos. 10 Y Sedequías hijo de Quenaana se había hecho cuernos de hierro, y decía: «Así ha dicho Jehová: Con estos acornearás a los sirios hasta destruirlos por completo.» 11 De esta manera profetizaban también todos los profetas, diciendo: «Sube contra Ramot de Galaad y serás prosperado; porque Jehová la entregará en manos del rey.»

12 El mensajero que había ido a llamar a Micaías le habló diciendo:

—Mira que las palabras de los profetas a una voz anuncian al rey cosas buenas; yo, pues, te ruego que tu palabra sea como la de uno de ellos, que hables bien.

13 Dijo Micaías:

—Vive Jehová, que lo que mi Dios me diga, eso hablaré.

Luego se presentó al rey, 14 y el rey le dijo:

—Micaías, ¿iremos a pelear contra Ramot de Galaad, o debo desistir?

Él respondió:

—Subid y seréis prosperados, pues serán entregados en vuestras manos.

15 El rey le dijo:

—¿Hasta cuántas veces te conjuraré que no me hables sino la verdad en nombre de Jehová?

16 Entonces Micaías dijo:

—He visto a todo Israel disperso por los montes como ovejas sin pastor y Jehová ha dicho: “Estos no tienen señor; vuélvase cada uno en paz a su casa.”

17 El rey de Israel dijo a Josafat:

—¿No te había yo dicho que no me profetizaría bien, sino mal?

18 Entonces Micaías dijo:

—Oíd, pues, palabra de Jehová: Yo he visto a Jehová sentado en su trono, y todo el ejército de los cielos estaba a su mano derecha y a su izquierda. 19 Y preguntó Jehová: “¿Quién inducirá a Acab, rey de Israel, para que suba y caiga en Ramot de Galaad?” Y el uno decía de una manera, y el otro decía de otra. 20 Entonces salió un espíritu que se puso delante de Jehová y dijo: “Yo lo induciré.” Y Jehová le dijo: “¿De qué modo?” 21 Él respondió: “Saldré y seré espíritu de mentira en la boca de todos sus profetas.” Jehová dijo: “Tú lograrás engañarlo. Anda y hazlo así.” 22 Y ahora Jehová ha puesto espíritu de mentira en la boca de estos tus profetas; pues Jehová ha hablado el mal contra ti.

23 Entonces Sedequías hijo de Quenaana se le acercó y golpeó a Micaías en la mejilla, diciendo:

—¿Por qué camino se ha ido de mí el espíritu de Jehová para hablarte a ti?

24 Micaías respondió:

—Tú mismo lo verás el día en que vayas escondiéndote de habitación en habitación.

25 Entonces el rey de Israel dijo:

—Tomad a Micaías y llevadlo a Amón, gobernador de la ciudad, y a Joás, hijo del rey, 26 y decidles: “El rey ha dicho así: Poned a éste en la cárcel y sustentadle con pan de aflicción y agua de angustia, hasta que yo vuelva en paz.”

27 Micaías dijo:

—Si tú vuelves en paz, no ha hablado Jehová por mí.

Dijo además:

—Oíd, pueblos todos.

28 Subieron, pues, el rey de Israel, y Josafat, rey de Judá, a Ramot de Galaad. 29 Y dijo el rey de Israel a Josafat:

—Yo me disfrazaré para entrar en la batalla, pero tú vístete con tus ropas reales.

Se disfrazó el rey de Israel y entró en la batalla.

30 El rey de Siria, por su parte, había ordenado a los capitanes de los carros que tenía consigo: «No peleéis con chico ni con grande, sino sólo con el rey de Israel.» 31 Cuando los capitanes de los carros vieron a Josafat, dijeron: «Éste es el rey de Israel.» Y lo rodearon para pelear; pero Josafat clamó y Jehová lo ayudó, apartándolos Dios de él; 32 pues al ver los capitanes de los carros que no era el rey de Israel, desistieron de acosarle. 33 Pero un hombre disparó el arco al azar e hirió al rey de Israel entre las junturas de la coraza. El rey dijo entonces al cochero:

—Vuelve las riendas y sácame del campo, porque estoy mal herido.

34 Pero arreció la batalla aquel día, por lo que el rey de Israel se mantuvo en pie en su carro frente a los sirios hasta la tarde; y murió al ponerse el sol.

Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Copyright © 1995 by United Bible Societies

Romanos 9:25-10:12 Reina-Valera 1995 (RVR1995)

25 Como también en Oseas dice:

«Llamaré pueblo mío al que no era mi pueblo,
y a la no amada, amada.
26 Y en el lugar donde se les dijo:
“Vosotros no sois pueblo mío”,
allí serán llamados “hijos del Dios viviente”.»
27 También Isaías proclama acerca de Israel: «Aunque el número de los hijos de Israel fuera como la arena del mar, tan sólo el remanente será salvo, 28 porque el Señor ejecutará su sentencia sobre la tierra con justicia y prontitud.» 29 Y como antes dijo Isaías:

«Si el Señor de los ejércitos no nos hubiera dejado descendencia,
como Sodoma habríamos venido a ser,
y a Gomorra seríamos semejantes.»
La justicia que es por fe
30 ¿Qué, pues, diremos? Que los gentiles, que no iban tras la justicia, han alcanzado la justicia, es decir, la justicia que es por fe; 31 mientras Israel, que iba tras una ley de justicia, no la alcanzó. 32 ¿Por qué? Porque iban tras ella no por fe, sino dependiendo de las obras de la Ley, de modo que tropezaron en la piedra de tropiezo, 33 como está escrito:

«He aquí pongo en Sión piedra de tropiezo y roca de caída;
y el que crea en él, no será defraudado.»
10 Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi oración a Dios es por la salvación de Israel, 2 porque yo soy testigo de que tienen celo por Dios, pero no conforme al verdadero conocimiento. 3 Ignorando la justicia de Dios y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios, 4 pues el fin de la Ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.

5 Moisés escribe así de la justicia que es por la Ley: «El hombre que haga estas cosas vivirá por ellas.» 6 Pero de la justicia que es por la fe, dice así: «No digas en tu corazón: “¿Quién subirá al cielo?” (Esto es, para traer abajo a Cristo.) 7 Ni digas, “¿quién descenderá al abismo?” (Esto es, para hacer subir a Cristo de entre los muertos.)» 8 Pero ¿qué dice?: «Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón.» Ésta es la palabra de fe que predicamos: 9 Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo, 10 porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.

11 La Escritura dice: «Todo aquel que en él cree, no será defraudado», 12 porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que lo invocan;

Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Copyright © 1995 by United Bible Societies

Salmos 20 Reina-Valera 1995 (RVR1995)

Oración pidiendo la victoria
Al músico principal. Salmo de David

20 Jehová te escuche en el día de conflicto;
el nombre del Dios de Jacob te defienda.
2 Te envíe ayuda desde el santuario
y desde Sión te sostenga.
3 Traiga a la memoria todas tus ofrendas
y acepte tu holocausto. Selah
4 Te dé conforme al deseo de tu corazón
y cumpla todos tus planes.
5 Nosotros nos alegraremos en tu salvación
y alzaremos bandera en el nombre de nuestro Dios.
Conceda Jehová todas tus peticiones.
6 Ahora conozco que Jehová salva a su ungido;
lo atenderá desde sus santos cielos
con la potencia salvadora de su diestra.
7 Estos confían en carros, y aquellos en caballos;
mas nosotros del nombre de Jehová, nuestro Dios, haremos memoria.
8 Ellos flaquean y caen,
mas nosotros nos levantamos y resistimos a pie firme.
9 Salva, Jehová;
que el Rey nos oiga en el día que lo invoquemos.
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Copyright © 1995 by United Bible Societies

Proverbios 20:2-3 Reina-Valera 1995 (RVR1995)

2 Como rugido de cachorro de león es la ira del rey;
el que lo enfurece peca contra sí mismo.
3 Honra es del hombre abandonar la contienda,
pero cualquier insensato se enreda en ella.
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Copyright © 1995 by United Bible Societies


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