Día 207
2 Crónicas 17:1-18:34; Romanos 9:25-10:12; Salmos 20:1-9; Proverbios 20:2-3 (Reina-Valera 1995)
2 Crónicas 17-18 Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Reinado de Josafat
17 Reinó en su lugar
Josafat, su hijo, el cual se hizo fuerte contra Israel. 2 Puso ejércitos en
todas las ciudades fortificadas de Judá y colocó gente de guarnición en tierra
de Judá, y en las ciudades de Efraín que su padre Asa había tomado.
3 Jehová estuvo con
Josafat, porque anduvo por los caminos que anteriormente había seguido David,
su padre; no buscó a los baales, 4 sino que buscó al Dios de su padre y anduvo en
sus mandamientos, no según las obras de Israel. 5 Por tanto, Jehová confirmó el
reino en sus manos; todo Judá traía a Josafat presentes, y tuvo riquezas y
gloria en abundancia. 6 Se animó su corazón en los caminos de Jehová, y quitó
los lugares altos y las imágenes de Asera de en medio de Judá.
7 Al tercer año de su
reinado envió a sus príncipes Ben-hail, Abdías, Zacarías, Natanael y Micaías,
para que enseñaran en las ciudades de Judá. 8 Con ellos envió a los levitas
Semaías, Netanías, Zebadías, Asael, Semiramot, Jonatán, Adonías, Tobías y Tobadonías,
y también a los sacerdotes Elisama y Joram, 9 los cuales enseñaron en Judá,
llevando consigo el libro de la ley de Jehová; y recorrieron todas las ciudades
de Judá enseñando al pueblo.
10 El terror de
Jehová cayó sobre todos los reinos de las tierras que estaban alrededor de
Judá, de manera que no osaron hacer guerra contra Josafat. 11 Los filisteos
traían presentes y tributos de plata a Josafat. Los árabes también le trajeron
ganados, siete mil setecientos carneros y siete mil setecientos machos cabríos.
12 Iba, pues, Josafat
engrandeciéndose mucho; edificó en Judá fortalezas y ciudades de
aprovisionamiento. 13 Llevó a cabo muchas obras en las ciudades de Judá, y tuvo
hombres de guerra muy valientes en Jerusalén. 14 Éste es el número de ellos
según sus casas paternas:
De los jefes de los
millares de Judá, el general Adnas, y con él trescientos mil hombres muy
esforzados. 15 Después de él, el jefe Johanán, y con él doscientos ochenta mil
hombres. 16 Tras éste, Amasías hijo de Zicri, el cual se había ofrecido
voluntariamente a Jehová, y con él doscientos mil hombres valientes.
17 De Benjamín,
Eliada, hombre muy valeroso, y con él doscientos mil hombres armados de arco y
escudo. 18 Tras éste, Jozabad, y con él ciento ochenta mil dispuestos para la
guerra.
19 Estos eran siervos
del rey, sin contar los que el rey había puesto en las ciudades fortificadas en
todo Judá.
Micaías profetiza la
derrota de Acab
18 Tenía, pues,
Josafat riquezas y gloria en abundancia; y emparentó con Acab.
2 Después de algunos
años descendió a Samaria para visitar a Acab, por lo que Acab mató muchas
ovejas y bueyes para él y para la gente que con él venía, y le persuadió que
fuera con él contra Ramot de Galaad. 3 Y dijo Acab, rey de Israel, a Josafat,
rey de Judá:
—¿Quieres venir
conmigo contra Ramot de Galaad?
Él respondió:
—Yo soy como tú, y mi
pueblo como tu pueblo; iremos contigo a la guerra.
4 Además dijo Josafat
al rey de Israel:
—Te ruego que
consultes hoy la palabra de Jehová.
5 Entonces el rey de
Israel reunió a cuatrocientos profetas y les preguntó:
—¿Iremos a la guerra
contra Ramot de Galaad, o me estaré quieto?
Le respondieron:
—Sube, porque Dios
los entregará en manos del rey.
6 Pero Josafat dijo:
—¿Hay aún aquí algún
profeta de Jehová, para que por medio de él consultemos?
7 El rey de Israel
respondió a Josafat:
—Aún hay aquí un
hombre por medio del cual podemos preguntar a Jehová; pero yo lo aborrezco,
porque nunca me profetiza cosa buena, sino siempre mal. Es Micaías hijo de
Imla.
Respondió Josafat:
—No hable así el rey.
8 Entonces el rey de
Israel llamó a un oficial y le dijo:
—Haz venir enseguida
a Micaías hijo de Imla.
9 El rey de Israel y
Josafat, rey de Judá, estaban sentados cada uno en su trono, vestidos con sus
ropas reales, en la plaza junto a la entrada de la puerta de Samaria, y todos
los profetas profetizaban delante de ellos. 10 Y Sedequías hijo de Quenaana se
había hecho cuernos de hierro, y decía: «Así ha dicho Jehová: Con estos
acornearás a los sirios hasta destruirlos por completo.» 11 De esta manera
profetizaban también todos los profetas, diciendo: «Sube contra Ramot de Galaad
y serás prosperado; porque Jehová la entregará en manos del rey.»
12 El mensajero que
había ido a llamar a Micaías le habló diciendo:
—Mira que las
palabras de los profetas a una voz anuncian al rey cosas buenas; yo, pues, te
ruego que tu palabra sea como la de uno de ellos, que hables bien.
13 Dijo Micaías:
—Vive Jehová, que lo
que mi Dios me diga, eso hablaré.
Luego se presentó al
rey, 14 y el rey le dijo:
—Micaías, ¿iremos a
pelear contra Ramot de Galaad, o debo desistir?
Él respondió:
—Subid y seréis
prosperados, pues serán entregados en vuestras manos.
15 El rey le dijo:
—¿Hasta cuántas veces
te conjuraré que no me hables sino la verdad en nombre de Jehová?
16 Entonces Micaías
dijo:
—He visto a todo
Israel disperso por los montes como ovejas sin pastor y Jehová ha dicho: “Estos
no tienen señor; vuélvase cada uno en paz a su casa.”
17 El rey de Israel
dijo a Josafat:
—¿No te había yo
dicho que no me profetizaría bien, sino mal?
18 Entonces Micaías
dijo:
—Oíd, pues, palabra
de Jehová: Yo he visto a Jehová sentado en su trono, y todo el ejército de los
cielos estaba a su mano derecha y a su izquierda. 19 Y preguntó Jehová: “¿Quién
inducirá a Acab, rey de Israel, para que suba y caiga en Ramot de Galaad?” Y el
uno decía de una manera, y el otro decía de otra. 20 Entonces salió un espíritu
que se puso delante de Jehová y dijo: “Yo lo induciré.” Y Jehová le dijo: “¿De
qué modo?” 21 Él respondió: “Saldré y seré espíritu de mentira en la boca de
todos sus profetas.” Jehová dijo: “Tú lograrás engañarlo. Anda y hazlo así.” 22
Y ahora Jehová ha puesto espíritu de mentira en la boca de estos tus profetas;
pues Jehová ha hablado el mal contra ti.
23 Entonces Sedequías
hijo de Quenaana se le acercó y golpeó a Micaías en la mejilla, diciendo:
—¿Por qué camino se
ha ido de mí el espíritu de Jehová para hablarte a ti?
24 Micaías respondió:
—Tú mismo lo verás el
día en que vayas escondiéndote de habitación en habitación.
25 Entonces el rey de
Israel dijo:
—Tomad a Micaías y
llevadlo a Amón, gobernador de la ciudad, y a Joás, hijo del rey, 26 y
decidles: “El rey ha dicho así: Poned a éste en la cárcel y sustentadle con pan
de aflicción y agua de angustia, hasta que yo vuelva en paz.”
27 Micaías dijo:
—Si tú vuelves en
paz, no ha hablado Jehová por mí.
Dijo además:
—Oíd, pueblos todos.
28 Subieron, pues, el
rey de Israel, y Josafat, rey de Judá, a Ramot de Galaad. 29 Y dijo el rey de
Israel a Josafat:
—Yo me disfrazaré
para entrar en la batalla, pero tú vístete con tus ropas reales.
Se disfrazó el rey de
Israel y entró en la batalla.
30 El rey de Siria,
por su parte, había ordenado a los capitanes de los carros que tenía consigo:
«No peleéis con chico ni con grande, sino sólo con el rey de Israel.» 31 Cuando
los capitanes de los carros vieron a Josafat, dijeron: «Éste es el rey de
Israel.» Y lo rodearon para pelear; pero Josafat clamó y Jehová lo ayudó,
apartándolos Dios de él; 32 pues al ver los capitanes de los carros que no era
el rey de Israel, desistieron de acosarle. 33 Pero un hombre disparó el arco al
azar e hirió al rey de Israel entre las junturas de la coraza. El rey dijo
entonces al cochero:
—Vuelve las riendas y
sácame del campo, porque estoy mal herido.
34 Pero arreció la
batalla aquel día, por lo que el rey de Israel se mantuvo en pie en su carro
frente a los sirios hasta la tarde; y murió al ponerse el sol.
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
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Romanos 9:25-10:12 Reina-Valera 1995 (RVR1995)
25 Como también en
Oseas dice:
«Llamaré pueblo mío
al que no era mi pueblo,
y a la no amada,
amada.
26 Y en el lugar
donde se les dijo:
“Vosotros no sois
pueblo mío”,
allí serán llamados
“hijos del Dios viviente”.»
27 También Isaías
proclama acerca de Israel: «Aunque el número de los hijos de Israel fuera como
la arena del mar, tan sólo el remanente será salvo, 28 porque el Señor
ejecutará su sentencia sobre la tierra con justicia y prontitud.» 29 Y como
antes dijo Isaías:
«Si el Señor de los
ejércitos no nos hubiera dejado descendencia,
como Sodoma habríamos
venido a ser,
y a Gomorra seríamos
semejantes.»
La justicia que es
por fe
30 ¿Qué, pues,
diremos? Que los gentiles, que no iban tras la justicia, han alcanzado la
justicia, es decir, la justicia que es por fe; 31 mientras Israel, que iba tras
una ley de justicia, no la alcanzó. 32 ¿Por qué? Porque iban tras ella no por
fe, sino dependiendo de las obras de la Ley, de modo que tropezaron en la
piedra de tropiezo, 33 como está escrito:
«He aquí pongo en
Sión piedra de tropiezo y roca de caída;
y el que crea en él,
no será defraudado.»
10 Hermanos,
ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi oración a Dios es por la salvación de
Israel, 2 porque yo soy testigo de que tienen celo por Dios, pero no conforme
al verdadero conocimiento. 3 Ignorando la justicia de Dios y procurando
establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios, 4 pues el
fin de la Ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.
5 Moisés escribe así
de la justicia que es por la Ley: «El hombre que haga estas cosas vivirá por
ellas.» 6 Pero de la justicia que es por la fe, dice así: «No digas en tu
corazón: “¿Quién subirá al cielo?” (Esto es, para traer abajo a Cristo.) 7 Ni
digas, “¿quién descenderá al abismo?” (Esto es, para hacer subir a Cristo de
entre los muertos.)» 8 Pero ¿qué dice?: «Cerca de ti está la palabra, en tu
boca y en tu corazón.» Ésta es la palabra de fe que predicamos: 9 Si confiesas
con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de
entre los muertos, serás salvo, 10 porque con el corazón se cree para justicia,
pero con la boca se confiesa para salvación.
11 La Escritura dice:
«Todo aquel que en él cree, no será defraudado», 12 porque no hay diferencia
entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con
todos los que lo invocan;
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
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Salmos 20 Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Oración pidiendo la
victoria
Al músico principal.
Salmo de David
20 Jehová te escuche
en el día de conflicto;
el nombre del Dios de
Jacob te defienda.
2 Te envíe ayuda
desde el santuario
y desde Sión te
sostenga.
3 Traiga a la memoria
todas tus ofrendas
y acepte tu
holocausto. Selah
4 Te dé conforme al
deseo de tu corazón
y cumpla todos tus
planes.
5 Nosotros nos
alegraremos en tu salvación
y alzaremos bandera
en el nombre de nuestro Dios.
Conceda Jehová todas
tus peticiones.
6 Ahora conozco que
Jehová salva a su ungido;
lo atenderá desde sus
santos cielos
con la potencia
salvadora de su diestra.
7 Estos confían en
carros, y aquellos en caballos;
mas nosotros del
nombre de Jehová, nuestro Dios, haremos memoria.
8 Ellos flaquean y
caen,
mas nosotros nos
levantamos y resistimos a pie firme.
9 Salva, Jehová;
que el Rey nos oiga
en el día que lo invoquemos.
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
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Proverbios 20:2-3 Reina-Valera 1995 (RVR1995)
2 Como rugido de
cachorro de león es la ira del rey;
el que lo enfurece
peca contra sí mismo.
3 Honra es del hombre
abandonar la contienda,
pero cualquier
insensato se enreda en ella.
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
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