Día 200
1 Crónicas 28:1-29:30; Romanos 5:3-21; Salmos 15:1-5; Proverbios 19:18-19 (Traducción en lenguaje actual)
1 Crónicas 28-29 Traducción en lenguaje actual (TLA)
Últimas instrucciones
de David
28 David reunió en
Jerusalén a todos los jefes y autoridades de Israel. Cuando todos estaban
reunidos, 2 David se puso de pie y les dijo:
«Compatriotas y
líderes de mi pueblo, escúchenme con atención: Yo quería construirle un lugar
permanente al cofre del pacto, para que allí nuestro Dios reinara; y ya estaba
preparado para hacerlo.
3-4 »Nuestro Dios
decidió que de la tribu de Judá saldría un rey que gobernaría por siempre en
Israel. Por eso eligió a mi familia, y de entre todos mis hermanos me eligió a
mí. A pesar de esto, Dios no me permitió construirle el templo, porque yo había
participado en muchas guerras y había matado a mucha gente.
5 »Sin embargo, de
entre todos los hijos que Dios me ha dado, él eligió a Salomón como rey para
que gobierne en su nombre sobre Israel. 6 Además, Dios me prometió que Salomón
construirá el templo y sus salones, y que lo tratará como a un hijo. 7 Y si
Salomón se esfuerza y obedece todos sus mandamientos como lo hace ahora, Dios
hará que su reino sea firme y permanezca para siempre.
8 »Dios y todo Israel
son testigos de lo que estamos haciendo. Por eso, en este día, delante de
ellos, les pido a ustedes, los líderes del pueblo, que respeten y obedezcan
todos los mandamientos de Dios; sólo así seguirán viviendo en esta tierra
fértil, y podrán dejársela a sus hijos para siempre».
Luego el rey David se
volvió a su hijo Salomón y le dijo:
9 «Salomón, hijo mío,
Dios conoce todos tus pensamientos, y sabe cuáles son tus intenciones en todo
momento. Por eso, obedécelo con amor y de buena gana. Él siempre responderá tus
peticiones; pero si no lo obedeces, él te rechazará para siempre.
10 »No olvides que
Dios te eligió para construir su templo. Por eso, ¡sé fuerte y ponte a
trabajar!»
11-19 Entonces David
le entregó a su hijo Salomón los planos que había hecho para la construcción
del templo. Los planos seguían las instrucciones de Dios para construir todos
los edificios, salones, cuartos y patios del templo. En los cuartos de
alrededor se guardarían los utensilios, tesoros y ofrendas especiales, y
también dormirían los sacerdotes y los ayudantes que vendrían por turnos a
trabajar en el templo.
David también le
entregó a Salomón el oro y la plata necesarios para hacer todos los utensilios
y muebles que se usarían para los cultos en el templo; le indicó el peso que
debían tener, y el material que debían usar para fabricarlos. Ésta es la lista
de algunos de los muebles y utensilios: los candelabros y sus lámparas; las
mesas donde se pondría el pan consagrado; los tenedores, los tazones, las
jarras y las copas; el altar del incienso y el carro que serviría para mover
los querubines que, con sus alas extendidas, cubrirían el cofre del pacto de
Dios.
20-21 Además, David
le indicó a Salomón quiénes quedarían bajo sus órdenes y lo ayudarían a
construir el templo: los sacerdotes y sus ayudantes, que por turnos prestarían
sus servicios en el templo de Dios; los obreros expertos en trabajos manuales;
los jefes y todo el pueblo en general.
Luego, David le dijo
a Salomón:
«¡Sé fuerte y
valiente! ¡Cumple con tu trabajo y construye el templo de Dios! ¡No tengas
miedo ni te desanimes, porque Dios siempre estará contigo! Él no te dará la
espalda ni te abandonará».
David habla a todo el
pueblo de Israel
29 Luego, el rey
David le dijo a toda la gente que se había reunido:
«Dios eligió a mi
hijo Salomón para que le construya el templo; sin embargo, él todavía está muy
joven y no tiene experiencia para hacer un trabajo tan importante. ¡Él
construirá el templo para nuestro Dios, y no se trata de la construcción de un
palacio ordinario!
2 »Con muchos
sacrificios he podido juntar los materiales necesarios para construir el templo
de mi Dios: oro, plata, bronce, hierro y madera para los muebles y utensilios
que deben ser confeccionados. También he reunido muchísimas piedras preciosas
de toda clase.
3 »Es tan grande mi
amor por este templo para mi Dios, que además de todo lo que ya he reunido, voy
a entregar de mis propias riquezas lo siguiente: 4 cien mil kilos del oro más
fino que existe, y doscientos treinta mil kilos de plata fina, para recubrir las
paredes del templo y sus edificios, 5 y para los muebles y utensilios que harán
los artesanos.
»¿Quién de ustedes
quiere demostrar hoy su amor a Dios, dando una ofrenda para la construcción del
templo?»
Ofrendas del pueblo
6 Entonces todos los
jefes de Israel y las altas autoridades del reino dieron de buena voluntad las
siguientes ofrendas:
7 Ciento sesenta y
cinco mil kilos y diez mil monedas de oro,
trescientos treinta
mil kilos de plata,
cerca de seiscientos
mil kilos de bronce,
tres millones trescientos
mil kilos de hierro.
8 Además, los que
tenían piedras preciosas se las entregaron a Jehiel, descendiente de Guersón,
que era el encargado de la tesorería del templo.
9 El rey David y todo
el pueblo estaban muy contentos porque todos dieron con sinceridad.
Oración de David
10 Y aprovechando que
tenía al pueblo reunido, David bendijo a Dios con estas palabras:
«¡Bendito seas, Dios
de Israel;
Dios de nuestro
antepasado Jacob;
bendito seas para
siempre!
11 »¡Dios mío, a ti
te pertenecen
la grandeza y el
poder,
la gloria, el dominio
y la majestad!
Porque todo lo que
existe es tuyo.
¡Tú reinas sobre todo
el mundo!
12 »Tú das las
riquezas y el honor,
y tú dominas a todas
tus criaturas.
Tuyos son el poder y
la fuerza,
y das grandeza y
poder a todos.
13 »Por eso es que
hoy, Dios nuestro,
te damos gracias,
y alabamos tu nombre
glorioso.
14-16 »Dios nuestro,
todas estas riquezas que hemos dado para construirte un templo, en realidad te
pertenecen a ti. Son tuyas; tú nos diste todo, y ahora sólo te regresamos lo
que de ti habíamos recibido. Además, delante de ti, mi pueblo y yo somos como
gente sin patria, que va de un lado a otro, como antes lo hicieron nuestros
antepasados. Nuestra vida es como una sombra sobre la tierra, sin esperanza
alguna.
»Sabemos que ninguno
de nosotros merece reconocimiento por las ofrendas que hemos traído. 17 Yo sé,
Dios mío, que tú te das cuenta de nuestras intenciones y que te gusta que
seamos sinceros. Por eso me da una gran alegría saber que tu pueblo y yo te
hemos presentado nuestras ofrendas, de buena voluntad y con toda sinceridad.
18 »Dios de nuestros
antepasados Abraham, Isaac y Jacob: haz que tu pueblo tenga siempre esta manera
de pensar y de sentir, y que te ame con todo el corazón. 19 Y te pido que le
des a mi hijo Salomón el profundo deseo de obedecer y poner en práctica todos
tus mandamientos; también te pido que le permitas construir el templo con estos
materiales que he reunido».
20 Cuando terminó,
David le dijo al pueblo: «¡Bendigan y alaben a Dios!» Entonces todo el pueblo,
inclinándose ante Dios y ante el rey, bendijo y alabó al Dios de sus
antepasados.
Israel reconoce a
Salomón como su rey
21 Al día siguiente
le presentaron a Dios, en nombre de todo Israel, muchísimos animales para
sacrificarlos y quemarlos en su honor: mil toros, mil carneros y mil corderos,
con sus ofrendas de vino.
22 Ese día derramaron
aceite sobre la cabeza de Salomón, para nombrarlo sucesor del rey David; lo
mismo hicieron con Sadoc, para nombrarlo sacerdote. Ésa fue la segunda ocasión en
que todo el pueblo reconoció a Salomón como su rey, y todos comieron y bebieron
con mucha alegría delante de Dios.
23-24 Así pues,
Salomón reinó en lugar de David, su padre. Todos los jefes del pueblo, los
soldados más valientes, y todos los hijos del rey David, fueron leales y
apoyaron al rey Salomón. Todo el pueblo de Israel le obedeció, y así, su reino
fue firme y exitoso.
25 Dios hizo que
Salomón fuera grande, poderoso y famoso ante su pueblo, como no lo fue ningún
otro rey de Israel.
Muerte de David (1 R
2.10-12)
26 David hijo de Jesé
reinó sobre todo Israel 27 durante cuarenta años, siete de los cuales vivió en
Hebrón, y los treinta y tres restantes, en Jerusalén.
28 David murió
tranquilamente cuando ya era muy anciano, lleno de riquezas y honores. En su
lugar reinó su hijo Salomón.
29-30 Los hechos más
importantes de la historia del rey David, desde el principio hasta el fin,
están escritos en los libros de los profetas Samuel, Natán y Gad. En ellos se
narran no sólo los hechos más importantes con respecto al poder y valentía de
David, sino también lo que le pasó a Israel y a sus países vecinos.
Traducción en
lenguaje actual (TLA)
Copyright © 2000 by
United Bible Societies
Romanos 5:3-21 Traducción en lenguaje actual (TLA)
3 Pero también nos
alegra tener que sufrir, porque sabemos que así aprenderemos a soportar el
sufrimiento. 4-5 Y si aprendemos a soportarlo, seremos aprobados por Dios. Y si
él nos aprueba, podremos estar seguros de nuestra salvación. De eso estamos
seguros: Dios cumplirá su promesa, porque él nos ha llenado el corazón con su
amor, por medio del Espíritu Santo que nos ha dado.
6 Cuando nosotros los
pecadores no podíamos salvarnos, Cristo murió por nosotros. Murió en el momento
elegido por Dios. 7 En realidad, no es fácil que alguien esté dispuesto a dar
su vida por otra persona, aunque sea buena y honrada. Tal vez podríamos
encontrar a alguien que diera su vida por alguna persona realmente buena. 8
Pero Dios nos demostró su gran amor al enviar a Jesucristo a morir por
nosotros, a pesar de que nosotros todavía éramos pecadores.
9 Si Dios nos declaró
inocentes por medio de la muerte de Cristo, con mayor razón, gracias a Cristo,
nos librará del castigo final. 10 Si cuando todavía éramos sus enemigos, Dios
hizo las paces con nosotros por medio de la muerte de su Hijo, con mayor razón
nos salvará ahora que su Hijo vive, y que nosotros estamos en paz con Dios. 11
Además, Dios nos ha hecho muy felices, pues ahora vivimos en paz con él por
medio de nuestro Señor Jesucristo.
12 El primer pecado
en el mundo fue la desobediencia de Adán. Así, en castigo por el pecado,
apareció la muerte en el mundo. Y como todos hemos pecado, todos tenemos que
morir. 13 Antes de que Dios diera la ley, todo el mundo pecaba. Pero cuando no
hay ley, no se puede acusar a nadie de desobedecerla. 14 Sin embargo, los que
vivieron desde Adán hasta Moisés tuvieron que morir, porque pecaron, aun cuando
su pecado no fue la desobediencia a un mandato específico de Dios, como en el
caso de Adán.
En algunas cosas,
Adán se parece a Cristo. 15 Sin embargo, no hay comparación entre el pecado de
Adán y el regalo que Dios nos ha dado. Por culpa de Adán, muchos murieron; pero
por medio de Jesucristo Dios nos ha dado un regalo mucho más importante, y para
el bien de todos. 16 El pecado de Adán no puede compararse con el regalo de
Dios. El pecado de Adán hizo que Dios lo declarara culpable. Pero gracias al
regalo de Dios, ahora él declara inocentes a los pecadores, aunque no lo
merezcan. 17 Si por el pecado de Adán, la muerte reina en el mundo, con mayor
razón, por medio de Jesucristo, nosotros reinaremos en la nueva vida, pues Dios
nos ama y nos ha aceptado, sin pedirnos nada a cambio.
18 Por el pecado de
Adán, Dios declaró que todos merecemos morir; pero gracias a Jesucristo, que
murió por nosotros, Dios nos declara inocentes y nos da la vida eterna. 19 O
sea, que la desobediencia de uno solo hizo que muchos desobedecieran, pero por
la obediencia de Jesús, Dios declaró inocentes a muchos.
20 La ley apareció
para que el pecado se hiciera fuerte; pero si bien el pecado se hizo fuerte, el
amor de Dios lo superó. 21 Y si el pecado reinó sobre la muerte, el amor de
Dios reinó sobre la vida. Por eso Dios nos ha declarado inocentes, y nos ha
dado vida eterna por medio de nuestro Señor Jesucristo.
Traducción en
lenguaje actual (TLA)
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Salmos 15 Traducción en lenguaje actual (TLA)
Requisitos para vivir
con Dios
SALMO 15 (14)
Himno de David.
15 Dime, Dios mío,
¿quién puede vivir en
tu santuario?,
¿quién puede vivir en
tu monte santo?
2 Sólo quien hace lo
bueno
y practica la
justicia;
sólo quien piensa en
la verdad
y habla con la
verdad;
3 sólo quien no habla
mal de nadie
ni busca el mal de
nadie
ni ofende a nadie;
4 sólo quien
desprecia
al que merece
desprecio,
pero respeta a quien
honra a Dios;
sólo quien cumple lo
que promete
aunque salga
perdiendo;
5 sólo quien presta
dinero
sin cobrar intereses,
y jamás acepta dinero
para perjudicar al
inocente.
Quien así se comporta,
vivirá siempre
seguro.
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lenguaje actual (TLA)
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Proverbios 19:18-19 Traducción en lenguaje actual
(TLA)
18 Corrige a tu hijo
antes de que sea muy
tarde;
no te hagas culpable
de su muerte.
19 Quien fácilmente
se enoja
sufrirá las
consecuencias;
no tiene caso
calmarlo,
pues se enciende más
su enojo.
Traducción en
lenguaje actual (TLA)
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