Día 136, DAB Español, Jueves 16 de Mayo
1 Samuel 18:5-19:24; Juan 8:31-59; Salmos 112; Proverbios 15:12-14 (Reina Valera Actualizada (RVA-2015))
1
Samuel 18:5-19:24 Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
5 David iba a donde Saúl lo enviaba y tenía éxito, por
lo cual Saúl lo puso al mando de la gente de guerra. Y esto era agradable a los
ojos de todo el pueblo y a los ojos de los servidores de Saúl.
Saúl tiene celos de David
6 Aconteció que mientras ellos volvían, cuando David
regresaba de vencer al filisteo, las mujeres de todas las ciudades de Israel
salieron para recibir al rey Saúl, cantando y danzando con gozo, al son de
panderos y otros instrumentos musicales. 7 Y mientras danzaban, las mujeres
cantaban y decían:
“¡Saúl derrotó a sus miles!
¡Y David a sus diez miles!”.
8 Saúl se enojó muchísimo. Estas palabras le
desagradaron, y pensó: “A David le dan diez miles, y a mí me dan miles. ¡No le
falta más que el reino!”.
9 Desde aquel día en adelante, Saúl miraba con
sospecha a David.
10 Aconteció al día siguiente que un espíritu malo de
parte de Dios se apoderó de Saúl, y este desvariaba dentro de su casa. David
tañía el arpa con su mano, como lo hacía día tras día, y Saúl tenía una lanza
en la mano. 11 Entonces Saúl arrojó la lanza pensando: “¡Clavaré a David en la
pared!”. Pero David lo esquivó dos veces.
12 Saúl temía a David porque el SEÑOR estaba con él,
mientras que se había apartado de Saúl. 13 Entonces Saúl alejó de sí a David,
haciéndolo jefe de mil; y este salía y entraba al frente del pueblo. 14 David
tenía éxito en todos sus asuntos, pues el SEÑOR estaba con él. 15 Al ver Saúl
que David tenía mucho éxito, le tenía miedo. 16 Pero todo Israel y Judá amaban
a David, porque él era quien salía y entraba al frente de ellos.
David llega a ser yerno de Saúl
17 Entonces Saúl dijo a David:
—He aquí Merab, mi hija mayor. Yo te la daré por
mujer, con tal que me seas un hombre valiente y lleves a cabo las batallas del
SEÑOR.
Pero Saúl pensaba: “No será mi mano contra él. ¡La
mano de los filisteos será contra él!”.
18 David respondió a Saúl:
—¿Quién soy yo, y qué es mi vida o la familia de mi
padre en Israel, para que yo sea yerno del rey?
19 Pero sucedió que cuando llegó el tiempo en que
Merab, hija de Saúl, debía ser dada a David, fue dada por mujer a Adriel el
mejolatita.
20 Pero Mical, la otra hija de Saúl, amaba a David.
Esto le fue dicho a Saúl, y el asunto le pareció bien. 21 Luego pensó Saúl: “Yo
se la daré para que le sirva de trampa y para que la mano de los filisteos sea
contra él”. Y Saúl dijo a David por segunda vez:
—Hoy serás mi yerno.
22 Entonces Saúl dio órdenes a sus servidores:
—Hablen en secreto a David, diciéndole: “He aquí, el
rey te aprecia, y todos sus servidores te quieren bien; sé, pues, yerno del
rey”.
23 Los servidores de Saúl dijeron estas palabras a
oídos de David, y este preguntó:
—¿Les parece poca cosa ser yerno del rey, siendo yo un
hombre pobre e insignificante?
24 Los servidores de Saúl dieron a este la respuesta
diciendo:
—Estas palabras ha dicho David.
25 Y Saúl dijo:
—Digan esto a David: “El rey no tiene interés en el
precio matrimonial[a], sino en cien prepucios de filisteos, para vengarse de
los enemigos del rey”.
Pero Saúl pensaba hacer caer a David en mano de los
filisteos. 26 Y cuando los servidores de Saúl declararon a David estas
palabras, agradó a David el asunto de ser yerno del rey.
Antes que se cumpliera el plazo, 27 David se levantó y
partió con su gente. Mató a doscientos hombres de los filisteos, llevó sus
prepucios y los entregó[b] todos al rey, para llegar a ser yerno del rey. Y
Saúl le dio por mujer a su hija Mical. 28 Pero al ver y reconocer que el SEÑOR
estaba con David y que Mical hija de Saúl[c] lo amaba, 29 Saúl temió aun más a
David. Y Saúl fue hostil a David todos los días.
30 Los jefes de los filisteos continuaron saliendo a
la guerra. Y sucedía que cada vez que lo hacían, David tenía más éxito que
todos los servidores de Saúl, por lo que su nombre se hizo muy apreciado.
Jonatán aboga por David ante Saúl
19 Saúl habló a su hijo Jonatán y a todos sus
servidores para dar muerte a David. Pero Jonatán hijo de Saúl amaba mucho a
David. 2 Y Jonatán dio aviso a David, diciendo:
—Mi padre Saúl procura matarte. Ahora, por favor, ten
cuidado durante la mañana y escóndete en un lugar oculto. 3 Yo saldré y estaré
al lado de mi padre en el campo donde tú estés y hablaré de ti a mi padre. Si
percibo algo, te lo avisaré.
4 Jonatán habló bien de David a su padre Saúl, y le
dijo:
—No peque el rey contra su siervo David, porque él no
ha cometido ningún pecado contra ti. Al contrario, sus obras te han sido muy
beneficiosas. 5 Él arriesgó su vida cuando mató al filisteo, y el SEÑOR dio una
gran victoria a todo Israel. Tú lo viste y te alegraste; ¿por qué, pues,
pecarás contra sangre inocente, dando muerte a David sin motivo?
6 Al oír Saúl la voz de Jonatán, juró:
—¡Vive el SEÑOR, que no morirá!
7 Entonces Jonatán llamó a David y le declaró todas
estas palabras. Jonatán presentó a David ante Saúl, y David estuvo delante de
él como antes.
Mical salva la vida a David
8 Volvió a haber guerra, y David fue y combatió contra
los filisteos. Él les ocasionó una gran derrota, y huyeron ante él. 9 Entonces
un espíritu malo de parte del SEÑOR vino sobre Saúl. Y estando él sentado en su
casa, tenía su lanza en su mano, mientras David tañía con la mano. 10 Luego
Saúl intentó clavar a David en la pared con la lanza, pero David esquivó a
Saúl, quien golpeó la lanza contra la pared. Aquella noche David huyó y se
escapó.
11 Saúl envió mensajeros a la casa de David para que
lo vigilaran y le dieran muerte a la mañana siguiente. Pero Mical, su mujer,
avisó a David diciendo:
—Si no salvas tu vida esta noche, mañana estarás
muerto.
12 Entonces Mical descolgó a David por una ventana, y
él se fue, huyó y se escapó. 13 Después Mical tomó un ídolo doméstico y lo puso
sobre la cama, acomodándole a la cabecera una almohada de cuero de cabra y
cubriéndolo con la ropa. 14 Y cuando Saúl envió mensajeros para que prendieran
a David, ella respondió:
—Está enfermo.
15 Saúl volvió a enviar mensajeros para que vieran a
David, diciendo: “¡Tráiganmelo en la cama para que lo mate!”. 16 Entraron los
mensajeros, y he aquí que el ídolo estaba en la cama, y una almohada de cuero
de cabra a su cabecera. 17 Entonces Saúl preguntó a Mical:
—¿Por qué me has engañado así y has dejado ir a mi
enemigo, de modo que se escapase?
Mical respondió a Saúl:
—Porque él me dijo: “¡Déjame ir! Porque si no, te
mato”.
David huye a Nayot, en Ramá
18 David huyó. Se escapó y fue a Samuel, en Ramá; y le
dijo todo lo que Saúl le había hecho. Entonces él se fue con Samuel, y
habitaron en Nayot.
19 Luego avisaron a Saúl, diciendo: “He aquí que David
está en Nayot, en Ramá”. 20 Y Saúl envió mensajeros para que prendieran a
David. Estos vieron[d] a un grupo de profetas que estaban profetizando y a
Samuel que estaba allí y los presidía. Entonces el Espíritu de Dios vino sobre
los mensajeros de Saúl, y ellos también profetizaron. 21 Cuando le informaron a
Saúl, envió otros mensajeros, los cuales también profetizaron. Saúl envió
mensajeros por tercera vez, y estos también profetizaron. 22 Finalmente, él
mismo fue a Ramá; y al llegar al gran pozo que está en Secú, preguntó diciendo:
—¿Dónde están Samuel y David?
Y le respondieron:
—He aquí que están en Nayot, en Ramá.
23 Fue a Nayot, en Ramá, y también sobre él vino el
Espíritu de Dios, e iba profetizando hasta que llegó a Nayot, en Ramá. 24 Él
también se despojó de su ropa y se puso a profetizar de la misma manera delante
de Samuel. Todo aquel día y toda aquella noche estuvo echado desnudo. Por esto
se suele decir: “¿También está Saúl entre los profetas?”.
Footnotes:
1 Samuel 18:25 Según Peshita; heb., este.
1 Samuel 18:27 Según LXX y Peshita; heb., vino entre
hombres.
1 Samuel 18:28 Según LXX; heb., del valle.
1 Samuel 19:20 Cf. Éxo. 22:16.
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
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Juan
8:31-59 Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
La verdad los hará libres
31 Por tanto, Jesús decía a los judíos que habían
creído en él:
—Si ustedes permanecen en mi palabra serán
verdaderamente mis discípulos; 32 y conocerán la verdad, y la verdad los hará
libres.
33 Le respondieron:
—Somos descendientes de Abraham y jamás hemos sido
esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: “Llegarán a ser libres”?
34 Jesús les respondió:
—De cierto, de cierto les digo que todo aquel que
practica el pecado es esclavo del pecado. 35 El esclavo no permanece en la casa
para siempre; el Hijo sí queda para siempre. 36 Así que, si el Hijo los hace
libres, serán verdaderamente libres. 37 Sé que son descendientes de Abraham; no
obstante, procuran matarme porque mi palabra no tiene cabida en ustedes. 38 Yo
hablo de lo que he visto estando con el Padre, y ustedes hacen lo que han oído
de parte de su padre.
Los verdaderos hijos de Dios
39 Respondieron y le dijeron:
—Nuestro padre es Abraham.
Jesús les dijo:
—Puesto que son hijos de Abraham, hagan las obras de
Abraham[a]. 40 Pero ahora procuran matarme a mí, un hombre que les he hablado
la verdad que oí de parte de Dios. ¡Esto no lo hizo Abraham! 41 Ustedes hacen
las obras de su padre.
Entonces le dijeron:
—Nosotros no hemos nacido de inmoralidad sexual.
Tenemos un solo padre, Dios.
42 Entonces Jesús les dijo:
—Si Dios fuera el padre de ustedes, me amarían; porque
yo he salido y he venido de Dios. Yo no he venido por mí mismo sino que él me
envió. 43 ¿Por qué no comprenden lo que digo? Porque no pueden oír mi palabra.
44 Ustedes son de su padre el diablo, y quieren satisfacer los deseos de su
padre. Él era homicida desde el principio y no se basaba en la verdad porque no
hay verdad en él. Cuando habla mentira, de lo suyo propio habla porque es
mentiroso y padre de mentira. 45 Pero a mí, porque les digo la verdad, no me
creen. 46 ¿Quién de ustedes me halla culpable de pecado? Y si digo la verdad,
¿por qué ustedes no me creen? 47 El que es de Dios escucha las palabras de
Dios. Por esta razón ustedes no las escuchan, porque no son de Dios.
Cristo y Abraham
48 Respondieron los judíos y le dijeron:
—¿No decimos bien nosotros que tú eres samaritano y
que tienes demonio?
49
Respondió Jesús:
—Yo no tengo demonio. Más bien, honro a mi Padre; pero
ustedes me deshonran. 50 Yo no busco mi gloria; hay quien la busca y juzga. 51
De cierto, de cierto les digo que si alguno guarda mi palabra nunca verá la
muerte para siempre.
52 Entonces los judíos le dijeron:
—¡Ahora sabemos que tienes demonio! Abraham murió, y
también los profetas; y tú dices: “Si alguno guarda mi palabra nunca gustará
muerte para siempre”. 53 ¿Eres tú acaso mayor que nuestro padre Abraham quien
murió, o los profetas quienes también murieron? ¿Quién pretendes ser?
54 Respondió Jesús:
—Si yo me glorifico a mí mismo mi gloria no es nada.
El que me glorifica es mi Padre, de quien ustedes dicen: “Es nuestro Dios”. 55
Y ustedes no lo conocen. Pero yo sí lo conozco. Si digo que no lo conozco seré
mentiroso como ustedes. Pero lo conozco y guardo su palabra. 56 Abraham, el
padre de ustedes, se regocijó de ver mi día. Él lo vio y se gozó.
57 Entonces le dijeron los judíos:
—Aún no tienes ni cincuenta años, ¿y has visto a
Abraham?
58 Les dijo Jesús:
—De cierto, de cierto les digo que antes que Abraham
existiera, Yo Soy[b].
59 Entonces tomaron piedras para arrojárselas, pero
Jesús se ocultó y salió del templo.
Footnotes:
Juan 8:39 Cf. Éxo. 3:14.
Juan 8:58 Algunos mss. antiguos tienen Hijo de Dios.
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Salmos
112 Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Prosperidad del que teme al SEÑOR
112 ¡Aleluya!
Bienaventurado[a] el hombre que
teme al SEÑOR
y en sus mandamientos se
deleita en gran manera.
2 Su descendencia será poderosa
en la tierra;
la generación de los rectos
será bendita.
3 Bienes y riquezas hay en su casa;
su justicia permanece para siempre.
4 En las tinieblas resplandece la luz para los rectos;
él es clemente, misericordioso y justo.
5 El hombre de bien tiene compasión y presta,
y administra sus cosas con justicia.
6 Por eso no resbalará jamás;
para siempre será recordado el justo.
7 De las malas noticias no
tendrá temor;
su corazón está firme, confiado
en el SEÑOR.
8 Afianzado está su corazón; no temerá, hasta que vea
en sus enemigos
su deseo.
9 Esparce, da a los necesitados;
su justicia permanece para siempre
y su poderío será exaltado en gloria.
10 Lo verá el impío y se irritará; crujirá los dientes
y se consumirá.
El deseo de los impíos perecerá.
Footnotes:
Salmos 112:1 A partir de aquí cada línea de este salmo
empieza con cada una de las letras del alfabeto hebreo, en orden.
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Proverbios
15:12-14 Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
12 El burlador no ama al que lo corrige,
ni acude a los sabios.
13 El corazón alegre hermosea la cara, pero por el
dolor del corazón
el espíritu se abate.
14 El corazón entendido
busca el conocimiento,
pero la boca de los necios se apacienta de la
insensatez.
Reina
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