Abdías 1:1-21; Apocalipsis 4:1-11; Salmos 132; Proverbios 29:24-25 (Dios Habla Hoy (DHH))
Abdías Dios Habla Hoy (DHH)
La
humillación de Edom
1
Profecía que Abdías recibió del Señor por revelación.
Hemos
oído un mensaje del Señor;
un
mensajero ha ido a las naciones, a decirles:
«¡En
marcha! ¡Vamos a la guerra contra Edom!»
Dios
el Señor le dice a Edom:
2
«Voy
a hacerte pequeño entre las naciones
y
a humillarte en gran manera.
3
Tu
orgullo te ha engañado.
Vives
en las grietas de las peñas
y
habitas en las alturas,
y
por eso has llegado a creer
que
nadie puede derribarte.
4
Pero
aunque te eleves como el águila
y
pongas tu nido en las estrellas,
de
allí te haré caer.»
El
Señor afirma:
5
«Si
los ladrones vinieran de noche a robarte,
no
se lo llevarían todo;
si
vinieran a ti los vendimiadores,
algunos
racimos dejarían.
En
cambio, tus enemigos
te
han destrozado por completo.
6
¡Cómo
te han saqueado, Esaú!
¡Han
robado hasta el último de tus tesoros!
7
Todos
tus aliados te engañaron;
te
echaron de tu propia tierra.
Aun
tus propios amigos
se
han puesto en contra tuya,
y
tus amigos de confianza te han tendido trampas.
¡Edom
no tiene inteligencia!»
8
El
Señor afirma:
«El
día en que yo castigue a Edom,
destruiré
a todos sus sabios
y
quitaré la inteligencia
a
los de la región montañosa de Esaú.
9
Los
guerreros de Temán temblarán de miedo,
y
en la región montañosa de Esaú
no
quedará nadie con vida.
Las
culpas de Edom
10
»Quedarás
cubierto de vergüenza y destruido para siempre,
por
haber maltratado y matado a tu hermano Jacob.
11
Cuando
el enemigo saqueó las riquezas de la ciudad,
cuando
los soldados extranjeros
rompieron
las puertas de Jerusalén,
¡tú
te hiciste a un lado!
Cuando
se rifaron sus despojos
y
se llevaron sus riquezas,
¡tú
te portaste como uno de ellos!
12
No
debiste alegrarte de ver a tu hermano
en
el día de su desgracia,
ni
debiste alegrarte de ver a Judá
en
el día de su ruina,
ni
debiste burlarte de ellos
en
el día de su angustia.
13
No
debiste entrar en mi ciudad
el
día de su sufrimiento,
ni
debiste alegrarte de su desgracia
el
día de su infortunio,
ni
debiste robar sus riquezas
el
día de su calamidad.
14
No
te debiste parar en las encrucijadas
para
matar a los que escapaban,
ni
debiste entregar a los que huían
en
el día de la angustia.
15
Lo
mismo que hiciste con otros, se hará contigo:
¡recibirás
tu merecido!
La
exaltación de Israel
»Ya
está cerca el día del Señor
para
todas las naciones.
16
Como
fue de amarga la copa que ustedes
bebieron
en mi santo monte,
así
de amarga será la copa que las demás naciones
beberán
sorbo a sorbo;
y
desaparecerán por completo.
17
Pero
el monte Sión será un lugar santo
adonde
algunos lograrán escapar.
Los
descendientes de Jacob
recobrarán
sus tierras;
18
los
descendientes de Jacob y de José
serán
fuego y serán llama,
y
los de Esaú serán estopa
que
aquel fuego devorará completamente.
¡Ninguno
de los de Esaú se salvará!
Yo,
el Señor, lo he dicho.»
19-20
Los israelitas del Négueb tomarán posesión de la región montañosa de Esaú, y
los de la llanura se apoderarán del territorio de los filisteos. También
tomarán posesión de las tierras de Efraín y del territorio de Samaria, y los de
Benjamín se apoderarán de Galaad. Esta multitud de israelitas desterrados
tomará posesión del territorio de los cananeos hasta Sarepta, y los cautivos de
Jerusalén que están en Sefarad tomarán posesión de las ciudades del Négueb. 21
Subirán victoriosos al monte Sión para dictar sentencia contra los de la región
montañosa de Esaú, y el Señor será quien reine.
Dios
Habla Hoy (DHH)
Dios
habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.
Apocalipsis
4 Dios Habla Hoy (DHH)
Visión
preparatoria
4
Después de esto, miré y vi una puerta abierta en el cielo; y la voz que yo
había escuchado primero, y que parecía un toque de trompeta, me dijo: «Sube acá
y te mostraré las cosas que tienen que suceder después de éstas.»
2
En ese momento quedé bajo el poder del Espíritu, y vi un trono puesto en el
cielo, y alguien estaba sentado en el trono. 3 El que estaba sentado en el
trono tenía el aspecto de un diamante o de un rubí, y alrededor del trono había
un arco iris que brillaba como una esmeralda; 4 también alrededor del trono vi
otros veinticuatro tronos, en los cuales estaban sentados veinticuatro
ancianos: iban vestidos de blanco y llevaban una corona de oro en la cabeza. 5
Del trono salían relámpagos, voces y truenos; y delante del trono ardían siete
antorchas de fuego, que son los siete espíritus de Dios. 6 Delante del trono
había también algo que parecía un mar, transparente como el cristal.
En
el centro, donde estaba el trono, y a su alrededor, había cuatro seres
vivientes llenos de ojos por delante y por detrás. 7 El primero de aquellos
seres parecía un león, el segundo parecía un toro, el tercero tenía aspecto
humano, y el cuarto parecía un águila volando. 8 Cada uno de los cuatro seres
vivientes tenía seis alas, y estaba cubierto de ojos por fuera y por dentro. Y
ni de día ni de noche dejaban de decir:
«¡Santo,
santo, santo es el Señor,
Dios
todopoderoso,
el
que era y es y ha de venir!»
9-10
Cada vez que esos seres vivientes dan gloria y honor y gracias al que está
sentado en el trono, al que vive por todos los siglos, los veinticuatro
ancianos se arrodillan ante él y lo adoran y, arrojando sus coronas delante del
trono, dicen:
11
«Tú
eres digno, Señor y Dios nuestro,
de
recibir la gloria, el honor y el poder,
porque
tú has creado todas las cosas;
por
tu voluntad existen y han sido creadas.»
Dios
Habla Hoy (DHH)
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Salmos
132 Dios Habla Hoy (DHH)
Las
promesas de Dios a David
(1a)
Cántico de las subidas.
132
(1b) Acuérdate, Señor, de David
y
de todas sus aflicciones;
2
acuérdate
del firme juramento,
que
te hizo a ti, el Poderoso de Jacob:
3
«No
me pondré bajo techo
ni
me acostaré a descansar,
4
no
cerraré los ojos
ni
dormiré un solo instante,
5
mientras
no encuentre casa
para
el Señor, el Poderoso de Jacob.»
6
En
Efrata oímos hablar del arca de la alianza,
y
la encontramos en los campos de Jáar.
7
¡Vayamos
al santuario del Señor!
¡Arrodillémonos
ante el estrado de sus pies!
8
Levántate,
Señor, con tu arca poderosa,
y
ven al monte donde has de descansar.
9
Que
tus sacerdotes se revistan de justicia;
que
tus fieles griten de alegría.
10
Por
consideración a David, tu siervo,
no
rechaces al rey que has escogido.
11
El
Señor hizo a David un firme juramento,
juramento
del que no va a desdecirse:
12
«Pondré
en tu trono a uno de tus descendientes.
Si
tus hijos cumplen con mi alianza
y
con los mandatos que voy a enseñarles,
también
los hijos de ellos
ocuparán
tu trono para siempre.»
13
¡El
Señor ha escogido el monte Sión!
¡Lo
ha elegido para vivir allí!
14
«Éste
es el monte donde siempre quiero estar;
en
él viviré, porque así me agradó.
15
Bendeciré
mucho sus alimentos
y
saciaré el hambre de sus pobres.
16
Revestiré
de salvación a sus sacerdotes
y
haré que griten de alegría los que le son fieles.
17
Allí
haré que renazca el poder de David.
Ya
he preparado una lámpara
para
el rey que he escogido.
18
A
sus enemigos los llenaré de vergüenza,
pero
a él lo cubriré de esplendor.»
Dios
Habla Hoy (DHH)
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Proverbios
29:24-25 Dios Habla Hoy (DHH)
24
El
cómplice del ladrón es enemigo de sí mismo,
pues
aunque oye maldiciones no confiesa.
25
El
miedo a los hombres es una trampa,
pero
el que confía en el Señor estará protegido.
Dios
Habla Hoy (DHH)
Dios
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