Sofonías 1:1-3:20; Apocalipsis 10:1-11; Salmos 138; Proverbios 30:11-14 (Dios Habla Hoy (DHH))
Sofonías 1-3 Dios Habla Hoy (DHH)
1
Éste es el mensaje que el Señor dirigió a Sofonías en el tiempo en que Josías,
hijo de Amón, era rey de Judá. Sofonías era hijo de Cusí, éste de Guedalías,
éste de Amarías y éste de Ezequías.
2
Esto
afirma el Señor:
«Voy
a destruir completamente
todo
lo que hay sobre la tierra.
3
Destruiré
a los hombres y los animales, destruiré las aves y los peces,
pondré
tropiezo a los malvados
y
eliminaré de la tierra al hombre.»
Esto
afirma el Señor:
4
«Extenderé
mi mano contra el pueblo de Judá
y
contra todos los que viven en Jerusalén.
Borraré
de este lugar todo rastro
del
falso dios Baal,
y
hasta el nombre de sus sacerdotes.
5
Destruiré
a los que suben a las azoteas
para
adorar a los astros,
y
a los que se arrodillan
jurando
al mismo tiempo por mi nombre
y
por el nombre del dios Milcom.
6
También
destruiré a los que se apartan de mí,
a
los que no me buscan ni acuden a consultarme.»
7
¡Guarden
silencio en presencia del Señor,
porque
el día del Señor está cerca!
¡El
Señor ha dispuesto un sacrificio
y
ha consagrado a sus invitados!
8
«En
el día del sacrificio
castigaré
a los jefes —dice el Señor—,
a
los hijos del rey
y
a todos los que visten ropa extraña.
9
También
castigaré en aquel día
a
los que saltan sobre los umbrales,
y
a los que llenan de violencia y engaños
la
casa de sus amos.»
10
Esto
afirma el Señor:
«En
aquel día se oirán gritos de socorro
desde
la Puerta de los Pescados.
Gritará
la gente en el Segundo Barrio
y
habrá gran ruido de derrumbes desde las colinas.
11
¡Aúllen
ustedes, habitantes del Barrio del Mortero,
porque
todos los comerciantes van a morir,
todos
los que trafican con dinero van a ser destruidos!
12
»En
aquel tiempo tomaré una lámpara
y
registraré Jerusalén.
Castigaré
entonces a la gente
que
se siente tranquila
como
el vino reposado,
y
que se dice a sí misma:
“¡El
Señor no hará nada, ni bueno ni malo!”
13
Por
eso, sus tesoros serán saqueados
y
sus casas destruidas.
Construirán
casas, pero no vivirán en ellas;
plantarán
viñas, pero no beberán de su vino.»
14
¡Ya
está cerca el gran día del Señor!
¡Ya
está cerca, viene de prisa!
El
estruendo del día del Señor será amargo:
¡hasta
los más valientes gritarán entonces!
15
Será
un día de ira,
de
angustia y aflicción,
de
ruina y desolación,
de
oscuridad y tinieblas,
de
nublado y sombras profundas;
16
será
un día de trompeta y de clamor
contra
las ciudades fortificadas
y
sus altas torres.
17
Dice
el Señor:
«Pondré
en apuros a la gente.
Caminarán
como ciegos,
porque
pecaron contra mí.
Su
sangre será derramada como polvo,
y
su carne amontonada como estiércol.»
18
En
el día de la ira del Señor,
no
salvará a la gente ni su plata ni su oro,
porque
el fuego del enojo del Señor
consumirá
todo el país.
¡Todos
los habitantes de la tierra
quedarán
destruidos en un solo instante!
2
Reúnanse, júntense ustedes,
gente
falta de vergüenza,
2
antes
de ser aventados
como
paja, que en un día desaparece;
antes
que caiga sobre ustedes
la
ira ardiente del Señor;
antes
que caiga sobre ustedes
el
día de la ira del Señor.
3
Busquen
al Señor todos ustedes,
los
humildes de este mundo,
los
que obedecen sus mandatos.
Actúen
con rectitud y humildad,
y
quizás así encontrarán refugio
en
el día de la ira del Señor.
El
castigo que recibirán las naciones
4
La
ciudad de Gaza quedará desierta,
y
Ascalón, desolada;
en
pleno día serán expulsados
los
que viven en Asdod,
y
los de Ecrón serán arrancados de raíz.
5
¡Ay
de ustedes, gente de Creta,
que
viven a orillas del mar!
Dios
ha pronunciado esta sentencia contra ustedes:
«¡Canaán,
país de los filisteos,
te
voy a destruir y a dejar sin habitantes!
6
El
país que está a orillas del mar
quedará
convertido en pastizales
donde
se junten los pastores,
y
en corrales para los rebaños.»
7
Los
sobrevivientes del pueblo de Judá
tomarán
posesión de ese país
cuando
el Señor su Dios venga en su ayuda
y
cambie la suerte de ellos.
Allí
cuidarán de sus rebaños,
y
por las noches descansarán
en
las casas de Ascalón.
8-9
Esto afirma el Señor todopoderoso, el Dios de Israel:
«He
oído los insultos de los moabitas
y
las ofensas de los amonitas.
Porque
ellos han insultado a mi gente
y
se han engrandecido a costa de su territorio.
Por
eso, juro por mi vida
que
a Moab le pasará como a Sodoma
y
que los de Amón quedarán como Gomorra,
convertidos
en campo de espinos,
en
mina de sal,
en
un lugar de permanente soledad.
Los
sobrevivientes de mi pueblo los saquearán
y
se quedarán con sus tierras.»
10
Éste
es el pago que recibirán Moab y Amón
por
haber insultado al pueblo del Señor,
por
haberse engrandecido a costa
del
pueblo del Señor todopoderoso.
11
El
Señor será terrible con ellos.
Destruirá
todos los dioses del país,
y
él será adorado en todo lugar,
aun
por la gente de las islas.
12
¡También
ustedes, los de Etiopía,
caerán
heridos por la espada del Señor!
13
Extenderá
él su mano contra el norte
para
destruir Asiria,
y
dejará desolada la ciudad de Nínive,
convirtiéndola
en un seco desierto.
14
La
madera de sus casas será arrancada,
y
en ellas se echarán los rebaños de ovejas
y
toda clase de animales salvajes.
El
búho y el erizo
dormirán
en lo alto de sus postes,
y
los cuervos graznarán
en
las ventanas y en los umbrales.
15
Ésa
es la ciudad llena de orgullo
que
vivía confiada,
de
la que decían sus habitantes
que
no tenía igual en el mundo.
¡Cómo
ha quedado desolada
y
convertida en guarida de fieras!
Cuantos
pasen cerca de ella,
silbarán
y harán gestos de desprecio.
Pecado
y redención de Jerusalén
3
¡Ay de Jerusalén, la ciudad rebelde,
manchada
y opresora!
2
No
escuchó la voz del Señor
ni
aceptó ser corregida;
no
confió en él;
no
recurrió a su Dios.
3
Sus
jefes son como leones que rugen;
sus
jueces, como lobos del desierto
que
no dejan ni un hueso para la mañana.
4
Sus
profetas son insolentes, traidores;
sus
sacerdotes profanan el santuario
y
violan la ley del Señor.
5
Pero
el Señor está en la ciudad;
él
hace lo bueno, no lo malo.
Cada
mañana, sin falta, establece su juicio.
En
cambio, el malo
ni
siquiera conoce la vergüenza.
6
Dice
el Señor:
«He
destruido naciones,
he
arrasado las torres de sus murallas
y
he dejado desiertas sus calles,
sin
gente que pase por ellas.
¡En
sus solitarias ciudades
no
queda un solo habitante!
7
Pensé:
“Así Jerusalén me temerá
y
aceptará que la corrija;
así
no quedará destruido su hogar
por
haberla yo castigado.”
Pero
ellos se apresuraron a cometer
toda
clase de maldades.
8
Por
eso, espérenme ustedes el día
en
que me levante a hablar en su contra.
Yo,
el Señor, lo afirmo:
He
decidido reunir las naciones y los reinos
para
descargar sobre ellos mi enojo,
mi
ardiente ira.
¡Toda
la tierra va a quedar destruida
por
el fuego de mi furor!
9
»Cuando
eso llegue, purificaré
el
lenguaje de los pueblos,
para
que todos me invoquen,
para
que todos a una me sirvan.
10
Del
otro lado de los ríos de Etiopía,
mi
pueblo disperso vendrá suplicante
a
traerme ofrendas.
11
En
aquel tiempo, pueblo mío,
ya
no te avergonzarás
de
ninguna de las acciones
con
que te rebelaste contra mí,
pues
entonces quitaré de ti
a
los altaneros y orgullosos,
y
nunca volverás a mostrar orgullo
en
mi santo monte.
12
Yo
dejaré en ti gente humilde y sencilla,
que
pondrá su confianza en mi nombre.
13
Los
sobrevivientes del pueblo de Israel
no
cometerán injusticias,
ni
dirán mentiras,
ni
llenarán de embustes su boca.
Podrán
alimentarse
y
descansar sin miedo alguno.»
Canto
de alegría por Jerusalén
14
¡Canta,
ciudad de Sión!
¡Da
voces de alegría, pueblo de Israel!
¡Alégrate,
Jerusalén,
alégrate
de todo corazón!
15
El
Señor ha retirado la sentencia contra ti
y
ha rechazado a tus enemigos.
El
Señor, el Rey de Israel, está en medio de ti:
ya
no tendrás que temer mal alguno.
16
En
aquel tiempo se dirá a Jerusalén:
«¡No
tengas miedo, Sión,
ni
dejes que tus manos queden sin fuerzas!»
17
El
Señor tu Dios está en medio de ti;
¡él
es poderoso, y te salvará!
El
Señor estará contento de ti.
Con
su amor te dará nueva vida;
en
su alegría cantará
18
como
en día de fiesta.
El
regreso de los desterrados
Dice
el Señor:
«Yo
te libraré entonces del mal que te amenace,
de
la vergüenza que pese sobre ti.
19
En
aquel tiempo actuaré
en
contra de todos los que te oprimen.
Ayudaré
a la oveja que cojea
y
recogeré a la extraviada;
convertiré
en honor y fama,
en
toda la tierra,
los
desprecios que les hicieron.
20
En
aquel tiempo
los
traeré a ustedes, los reuniré;
haré
que cambie su suerte,
y
les daré fama y honor
entre
todos los pueblos de la tierra.
Yo,
el Señor, lo he dicho.»
Dios
Habla Hoy (DHH)
Dios
habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.
Apocalipsis 10 Dios Habla Hoy (DHH)
Escenas
intermedias
10
Vi otro ángel poderoso, que bajaba del cielo envuelto en una nube; tenía un
arco iris sobre la cabeza, su cara brillaba como el sol y sus piernas parecían
columnas de fuego. 2 Llevaba en la mano un rollito abierto, y puso el pie
derecho sobre el mar y el izquierdo sobre la tierra. 3 Y gritó con fuerte voz,
como un león que ruge; y cuando gritó, siete truenos dejaron oír sus propias
voces. 4 Después que los siete truenos hablaron, iba yo a escribir; pero oí una
voz del cielo, que me decía: «Guarda en secreto lo que dijeron los siete
truenos, y no lo escribas.»
5
Entonces el ángel que vi en pie sobre el mar y sobre la tierra, levantó al
cielo su mano derecha 6 y juró por el que vive para siempre, el que hizo el
cielo, la tierra, el mar y todas las cosas que hay en ellos. Dijo: «Ya no habrá
más tiempo, 7 sino que cuando llegue el momento en que el séptimo ángel
comience a tocar su trompeta, quedará cumplido el designio secreto de Dios,
como él anunció a sus propios siervos los profetas.»
8
La voz que yo había oído, y que salía del cielo, volvió a hablarme, y me dijo:
«Anda y toma el rollito abierto que tiene en la mano el ángel que está de pie
sobre el mar y sobre la tierra.» 9 Fui al ángel y le pedí que me diera el
rollito, y me contestó: «Toma y cómetelo. En tu boca será dulce como la miel,
pero en tu estómago se volverá amargo.»
10
Tomé el rollito de la mano del ángel, y me lo comí; y en mi boca era dulce como
la miel, pero una vez que me lo comí, se me volvió amargo en el estómago. 11
Entonces me dijeron: «Tienes que comunicar nuevos mensajes proféticos acerca de
muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes.»
Dios
Habla Hoy (DHH)
Dios
habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.
Salmos 138 Dios Habla Hoy (DHH)
Oración
de gratitud al Señor
(1a)
De David.
138
(1b) Te daré gracias, Señor, de todo corazón;
te
cantaré himnos delante de los dioses.
2
Me
arrodillaré en dirección a tu santo templo
para
darte gracias por tu amor y tu verdad,
pues
has puesto tu nombre y tu palabra
por
encima de todas las cosas.
3
Cuando
te llamé, me respondiste,
y
aumentaste mis fuerzas.
4
Todos
los reyes del mundo te alabarán
al
escuchar tus promesas.
5
Alabarán
al Señor por lo que él ha dispuesto,
porque
grande es la gloria del Señor.
6
Aunque
el Señor está en lo alto,
se
fija en el hombre humilde,
y
de lejos reconoce al orgulloso.
7
Cuando
me encuentro en peligro,
tú
me mantienes con vida;
despliegas
tu poder y me salvas
de
la furia de mis enemigos.
8
¡El
Señor llevará a feliz término
su
acción en mi favor!
Señor,
tu amor es eterno;
¡no
dejes incompleto lo que has emprendido!
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Habla Hoy (DHH)
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Proverbios 30:11-14 Dios Habla Hoy
(DHH)
11
Hay
quienes maldicen a su padre
y
no bendicen a su madre.
12
Hay
quienes se creen muy limpios,
y
no se han limpiado de sus impurezas.
13
Hay
quienes se creen importantes,
y
miran a otros con altanería.
14
Hay
quienes tienen espadas en vez de dientes
y
puñales en vez de muelas,
para
acabar por completo
con
la gente pobre del país.
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Habla Hoy (DHH)
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habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.
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