Josué 19:1-20:9; Lucas 19:28-48; Salmos 88; Proverbios 13:12-14 (La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH))
Josué 19-20 La Palabra
(Hispanoamérica) (BLPH)
Territorio
de la tribu de Simeón
19
El segundo lote le correspondió a Simeón (es decir, a la tribu de los
descendientes de Simeón), por clanes. Su heredad estaba dentro de la heredad de
la tribu de Judá 2 y comprendía: Berseba, Semá y Moladá; 3 Jasar Sual, Balá y
Asén; 4 Eltolad, Betul y Jormá; 5 Siclag, Bet Marcabot y Jasar Susá; 6 Bet
Lebaot y Sarujén: trece ciudades con sus aldeas. 7 Ayín, Rimón, Éter y Asán;
cuatro ciudades con sus aldeas. 8 Además todas las aldeas de los alrededores de
estas ciudades hasta Baalat Beer y Ramá del Négueb. Esa fue la heredad de la
tribu de Simeón, por clanes; 9 una heredad que se tomó del lote asignado a la
tribu de Judá, pues el territorio asignado a la tribu de Judá era demasiado
grande para esta. Por eso la tribu de Simeón recibió su heredad dentro del
territorio de la tribu de Judá.
Territorio
de la tribu de Zabulón
10
El tercer lote correspondió a la tribu de Zabulón, por clanes. Su territorio se
extendía hasta Sarid 11 y su frontera discurría por el oeste en dirección a
Maralá, pasando por Dabéset y siguiendo el torrente que hay frente a Jocmeán.
12 De Sarid torcía hacia el este, hacia la salida del sol, hasta el término de
Quislot Tabor; seguía luego hacia Daberat y subía a Jafiá. 13 Desde allí
continuaba hacia el este, pasando por Guitá Jéfer y por Itacasín; luego tomaba
la dirección de Rimón y torcía hacia Neá. 14 La frontera continuaba por el
norte hacia Janatón e iba a salir al valle de Jiftajel. 15 Su territorio
comprendía también, Catat, Nahalal, Simerón, Jidalá y Belén: un total de doce
ciudades con sus aldeas. 16 Esa fue la heredad de los descendientes de Zabulón,
por clanes, con sus ciudades y sus aldeas.
Territorio
de la tribu de Isacar
17
El cuarto lote le correspondió a Isacar (es decir, a los descendientes de
Isacar), por clanes. 18 Su territorio comprendía Jezrael, Quesulot y Sunén; 19
Jafaráin, Sión y Anajará; 20 Rabit, Quisyón y Ebes; 21 Rémet, En Ganín, En Jadá
y Bet Pasés. 22 Su frontera pasaba por el Tabor, Sajasima y Bet Semes,
terminando en el Jordán; dieciséis ciudades con sus aldeas. 23 Esa fue la heredad
de la tribu de Isacar, por clanes, con sus ciudades y sus aldeas.
Territorio
de la tribu de Aser
24
El quinto lote le correspondió a la tribu de Aser, por clanes. 25 Su territorio
comprendía: Jelcat, Jalí, Beten, Axaf, 26 Alamélec, Amad y Misal. La frontera,
por el oeste, llegaba al Carmelo hasta el río Libnat; 27 torcía hacia el este
hasta Bet Dagón y llegaba por el norte hasta el territorio de Zabulón y el
valle de Jiftajel; continuaba hasta Bet Emec y Neyel, para terminar por la
izquierda en Kabul, 28 Abdón, Rejob, Jamón, Caná y Sidón la Grande. 29 La línea
fronteriza giraba luego hacia Ramá llegando hasta la plaza fuerte de Tiro; de
allí continuaba hasta Josá y terminaba en el mar, incluyendo Majaleb, Aczib, 30
Aco, Afec y Rejob: un total de veintidós ciudades con sus aldeas. 31 Esa fue la
heredad de la tribu de los descendientes de Aser, por clanes, con sus ciudades
y sus aldeas.
Territorio
de la tribu de Neftalí
32
A los descendientes de Neftalí, por clanes, les correspondió el sexto lote. 33
Su frontera discurría desde Jélef y la Encina de Sananín, desde Adamí Néqueb y
Jabnel hasta Lacún terminando en el Jordán. 34 Torcía luego hacia el oeste por
Aznot Tabor llegando hasta Jucoc; lindaba con Zabulón al sur, con Aser al oeste
y con el Jordán al este. 35 Y las ciudades fuertes eran: Asidín, Ser, Jammat,
Racat, Kinéret, 36 Adamá, Ramá y Jasor; 37 Cadés, Edreí, En Jasor, 38 Jirón,
Migdalel, Jorén, Bet Anat y Bet Semes: un total de diecinueve ciudades con sus
aldeas. 39 Esa fue la heredad de los descendientes de Neftalí, por clanes, con
sus ciudades y sus aldeas.
Territorio
de la tribu de Dan
40
A la tribu de Dan, por clanes, le correspondió el séptimo lote. 41 El
territorio de su heredad comprendía: Sorá, Estaol e Ir Semes; 42 Salabín,
Ayalón y Jitlá; 43 Elón, Timná y Ecrón; 44 Eltequé, Guibetón y Balat; 45 Jeud,
Bené Beraq, Gat Rimón 46 y Meyarcón con el territorio enfrente de Jope.
47
Pero a la tribu de Dan le resulto demasiado incómodo su territorio. Por eso,
los descendientes de Dan decidieron atacar a Lesen; la conquistaron y la
pasaron a cuchillo. Una vez conquistada la ciudad, se establecieron en ella. Y
a Lesen la llamaron Dan, en recuerdo del nombre de su antepasado Dan. 48 Esa
fue la heredad de la tribu de Dan, por clanes, con sus ciudades y sus aldeas.
49
Y se dio por terminado el sorteo del país con sus fronteras. A Josué, hijo de
Nun, los israelitas le dieron una heredad en medio de ellos. 50 Según la orden
del Señor, le dieron la ciudad de Timná Séraj, en la montaña de Efraín, tal
como él había pedido. Reconstruyó la ciudad y se estableció en ella.
51
Esas son las heredades que el sacerdote Eleazar, con Josué, hijo de Nun, y los
cabezas de familia sortearon entre las tribus de Israel en Siló, en presencia
del Señor, a la entrada de la Tienda del encuentro. Fue así como se llevó a
cabo el reparto de la tierra.
Ciudades
de asilo
20
El Señor dijo a Josué:
2
— Manda a los israelitas que señalen las ciudades de asilo, de las que yo les
hablé por medio de Moisés. 3 En ellas podrá refugiarse el homicida que haya
matado a alguien involuntariamente; esas ciudades le servirán de asilo para
escapar del vengador de la sangre. 4 El homicida huirá a una de esas ciudades:
se detendrá a la entrada de la puerta de la ciudad y expondrá su caso a los ancianos
de la ciudad. Estos lo admitirán en su ciudad y le asignarán una casa para que
habite con ellos. 5 Si el vengador de la sangre lo persigue, no lo entregarán
al homicida, pues ha herido a su prójimo involuntariamente y sin tenerle odio
con anterioridad. 6 El homicida permanecerá en esa ciudad hasta que comparezca
en juicio ante la comunidad y hasta la muerte del sumo sacerdote que en aquel
momento esté en ejercicio. Entonces el homicida podrá regresar a su ciudad y a
su casa, a la ciudad de la que huyó.
7
Los israelitas designaron como ciudades sagradas: Cadés en Galilea, en la
montaña de Neftalí; Siquén, en la montaña de Efraín; Quiriat Arbá, o sea
Hebrón, en la montaña de Judá. 8 En Transjordania, al este de Jericó,
señalaron: Béser, en la llanura desértica de la tribu de Rubén; Ramot Galaad,
en el territorio de la tribu de Gad, y Golán en Basán, en el territorio de la
tribu de Manasés.
9
Estas son las ciudades señaladas para todos los israelitas, así como para los
extranjeros que vivan entre ellos, para que pueda refugiarse en ellas
cualquiera que haya matado a alguien involuntariamente; así no morirá a manos
del vengador de la sangre antes de haber comparecido ante la comunidad.
La
Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
La
Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de
España
Lucas 19:28-48 La Palabra
(Hispanoamérica) (BLPH)
28
Después de haber dicho esto, Jesús siguió su camino subiendo hacia Jerusalén.
V.—
JESÚS SE MANIFIESTA EN JERUSALÉN (19,29—21,38)
La
entrada en Jerusalén (Mt 21,1-11; Mc 11,1-11; Jn 12,12-19)
29
Cuando ya estaba cerca de Betfagé y de Betania, al pie del monte de los Olivos,
envió a dos de sus discípulos 30 con este encargo:
—
Vayan a la aldea que está ahí enfrente. En cuanto entren en ella encontrarán un
pollino atado, sobre el que nunca ha montado nadie. Desátenlo y tráiganmelo. 31
Y si alguien les pregunta por qué lo desatan, díganle que el Señor lo necesita.
32 Fueron los que habían sido enviados y lo encontraron todo como Jesús les
había dicho. 33 Mientras desataban el pollino, los dueños les preguntaron:
—
¿Por qué desatan al pollino?
34
Ellos contestaron:
—
El Señor lo necesita.
35
Trajeron el pollino adonde estaba Jesús, pusieron sus mantos encima del pollino
e hicieron que Jesús montara sobre él. 36 Y mientras él avanzaba, tendían
mantos por el camino. 37 Cuando ya se acercaba a la bajada del monte de los
Olivos, los discípulos de Jesús, que eran muchos, se pusieron a alabar a Dios
llenos de alegría por todos los milagros que habían visto. A grandes voces 38
decían:
—
¡Bendito el Rey que viene en el nombre del Señor! ¡Paz en el cielo y gloria al
Dios Altísimo!
39
Algunos fariseos que estaban entre la gente dijeron a Jesús:
—
¡Maestro, reprende a tus discípulos!
40
Jesús contestó:
—
Les digo a ustedes que si estos se callan, gritarán las piedras.
Llanto
sobre la ciudad santa
41
Cuando Jesús llegó cerca de Jerusalén, al ver la ciudad, lloró a causa de ella
42 y dijo:
—
¡Si al menos en este día supieras cómo encontrar lo que conduce a la paz! Pero
eso está ahora fuera de tu alcance. 43 Días vendrán en que tus enemigos te
rodearán de trincheras, te pondrán sitio, te atacarán por todas partes 44 y te
destruirán junto con todos tus habitantes. No dejarán de ti piedra sobre
piedra, porque no supiste reconocer el momento en que Dios quiso salvarte.
Los
comerciantes expulsados del Templo (Mt 21,12-17; Mc 11,15-19; Jn 2,13-22)
45
Después de esto, Jesús entró en el Templo y se puso a expulsar a los que
estaban vendiendo en él, 46 diciéndoles:
—
Esto dicen las Escrituras: Mi casa ha de ser casa de oración; pero ustedes la
han convertido en una cueva de ladrones.
47
Y Jesús enseñaba en el Templo todos los días. Mientras tanto, los jefes de los
sacerdotes, los maestros de la ley y los principales del pueblo andaban
buscando cómo matarlo; 48 pero no encontraban la manera de hacerlo, porque todo
el pueblo estaba pendiente de su palabra.
La
Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
La
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Salmos 88 La Palabra (Hispanoamérica)
(BLPH)
Salmo
88 (87)
Estoy
harto de males
88
Canto. Salmo de los hijos de Coré. Al maestro del coro. Para la enfermedad.
Para responder. Poema de Hemán el Ezraíta.
2
Señor,
Dios salvador mío,
día
y noche ante ti grito.
3
Que
mi súplica llegue a ti,
que
escuche tu oído mi clamor;
4
porque
estoy harto de males
y
roza mi vida el reino de los muertos.
5
Me
ven ya entre los difuntos,
parezco
un ser acabado.
6
Entre
los muertos me encuentro,
estoy
como los que yacen en su tumba
sin
que tú ya los recuerdes,
pues
están alejados de ti.
7
En
una fosa profunda me has dejado,
en
las tinieblas, en las sombras;
8
sobre
mí ha caído tu ira,
con
tus olas me golpeas. [ Pausa]
9
Has
alejado de mí a mis amigos,
me
has hecho odioso para ellos;
estoy
encerrado y no puedo salir;
10
mis
ojos se consumen de pena.
Señor,
a ti clamo sin cesar,
hacia
ti elevo mis manos.
11
¿Harás
un milagro por los muertos?
¿Se
alzarán para alabarte las sombras?
12
¿Se
proclama tu amor en la tumba,
tu
fidelidad en el mundo de los muertos?
13
¿Se
conocen tus prodigios en la fosa,
tu
justicia en la tierra del olvido?
14
Pero
yo, Señor, te imploro,
de
mañana mi ruego a ti llega.
15
Señor,
¿por qué me rechazas
y
me ocultas tu rostro?
16
Débil,
agonizante desde mi juventud,
aguanto
tus horrores y estoy desconcertado.
17
Tu
ira ha pasado sobre mí,
tus
terrores me han destruido.
18
Como
agua me rodean todo el día
y
me cercan todos juntos.
19
Alejaste
de mí al amigo, al compañero,
¡las
tinieblas me hacen compañía!
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Proverbios 13:12-14 La Palabra
(Hispanoamérica) (BLPH)
12
Esperanza
aplazada oprime el corazón,
deseo
realizado es árbol de vida.
13
Quien
desprecia un precepto se pierde,
el
que respeta un mandato queda a salvo.
14
La
enseñanza del sabio es fuente de vida,
sirve
para huir de los lazos de la muerte.
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