Jueces 11:1-12:15; Juan 1:1-28; Salmos 101; Proverbios 14:13-14 (Reina-Valera 1960 (RVR1960))
Jueces 11-12 Reina-Valera 1960
(RVR1960)
11 Jefté galaadita era esforzado y valeroso; era
hijo de una mujer ramera, y el padre de Jefté era Galaad.
2
Pero la mujer de Galaad le dio hijos, los cuales, cuando crecieron, echaron
fuera a Jefté, diciéndole: No heredarás en la casa de nuestro padre, porque
eres hijo de otra mujer.
3
Huyó, pues, Jefté de sus hermanos, y habitó en tierra de Tob; y se juntaron con
él hombres ociosos, los cuales salían con él.
4
Aconteció andando el tiempo, que los hijos de Amón hicieron guerra contra
Israel.
5
Y cuando los hijos de Amón hicieron guerra contra Israel, los ancianos de
Galaad fueron a traer a Jefté de la tierra de Tob;
6
y dijeron a Jefté: Ven, y serás nuestro jefe, para que peleemos contra los
hijos de Amón.
7
Jefté respondió a los ancianos de Galaad: ¿No me aborrecisteis vosotros, y me
echasteis de la casa de mi padre? ¿Por qué, pues, venís ahora a mí cuando
estáis en aflicción?
8
Y los ancianos de Galaad respondieron a Jefté: Por esta misma causa volvemos
ahora a ti, para que vengas con nosotros y pelees contra los hijos de Amón, y
seas caudillo de todos los que moramos en Galaad.
9
Jefté entonces dijo a los ancianos de Galaad: Si me hacéis volver para que
pelee contra los hijos de Amón, y Jehová los entregare delante de mí, ¿seré yo
vuestro caudillo?
10
Y los ancianos de Galaad respondieron a Jefté: Jehová sea testigo entre
nosotros, si no hiciéremos como tú dices.
11
Entonces Jefté vino con los ancianos de Galaad, y el pueblo lo eligió por su
caudillo y jefe; y Jefté habló todas sus palabras delante de Jehová en Mizpa.
12
Y envió Jefté mensajeros al rey de los amonitas, diciendo: ¿Qué tienes tú
conmigo, que has venido a mí para hacer guerra contra mi tierra?
13
El rey de los amonitas respondió a los mensajeros de Jefté: Por cuanto Israel
tomó mi tierra, cuando subió de Egipto, desde Arnón hasta Jaboc y el Jordán;
ahora, pues, devuélvela en paz.
14
Y Jefté volvió a enviar otros mensajeros al rey de los amonitas,
15
para decirle: Jefté ha dicho así: Israel no tomó tierra de Moab, ni tierra de
los hijos de Amón.
16
Porque cuando Israel subió de Egipto, anduvo por el desierto hasta el Mar Rojo,
y llegó a Cades.
17
Entonces Israel envió mensajeros al rey de Edom, diciendo: Yo te ruego que me
dejes pasar por tu tierra; pero el rey de Edom no los escuchó. Envió también al
rey de Moab, el cual tampoco quiso; se quedó, por tanto, Israel en Cades.
18
Después, yendo por el desierto, rodeó la tierra de Edom y la tierra de Moab, y
viniendo por el lado oriental de la tierra de Moab, acampó al otro lado de
Arnón, y no entró en territorio de Moab; porque Arnón es territorio de Moab.
19
Y envió Israel mensajeros a Sehón rey de los amorreos, rey de Hesbón,
diciéndole: Te ruego que me dejes pasar por tu tierra hasta mi lugar.
20
Mas Sehón no se fió de Israel para darle paso por su territorio, sino que
reuniendo Sehón toda su gente, acampó en Jahaza, y peleó contra Israel.
21
Pero Jehová Dios de Israel entregó a Sehón y a todo su pueblo en mano de
Israel, y los derrotó; y se apoderó Israel de toda la tierra de los amorreos
que habitaban en aquel país.
22
Se apoderaron también de todo el territorio del amorreo desde Arnón hasta
Jaboc, y desde el desierto hasta el Jordán.
23
Así que, lo que Jehová Dios de Israel desposeyó al amorreo delante de su pueblo
Israel, ¿pretendes tú apoderarte de él?
24
Lo que te hiciere poseer Quemos tu dios, ¿no lo poseerías tú? Así, todo lo que
desposeyó Jehová nuestro Dios delante de nosotros, nosotros lo poseeremos.
25
¿Eres tú ahora mejor en algo que Balac hijo de Zipor, rey de Moab? ¿Tuvo él
cuestión contra Israel, o hizo guerra contra ellos?
26
Cuando Israel ha estado habitando por trescientos años a Hesbón y sus aldeas, a
Aroer y sus aldeas, y todas las ciudades que están en el territorio de Arnón,
¿por qué no las habéis recobrado en ese tiempo?
27
Así que, yo nada he pecado contra ti, mas tú haces mal conmigo peleando contra
mí. Jehová, que es el juez, juzgue hoy entre los hijos de Israel y los hijos de
Amón.
28
Mas el rey de los hijos de Amón no atendió a las razones que Jefté le envió.
29
Y el Espíritu de Jehová vino sobre Jefté; y pasó por Galaad y Manasés, y de
allí pasó a Mizpa de Galaad, y de Mizpa de Galaad pasó a los hijos de Amón.
30
Y Jefté hizo voto a Jehová, diciendo: Si entregares a los amonitas en mis
manos,
31
cualquiera que saliere de las puertas de mi casa a recibirme, cuando regrese
victorioso de los amonitas, será de Jehová, y lo ofreceré en holocausto.
32
Y fue Jefté hacia los hijos de Amón para pelear contra ellos; y Jehová los
entregó en su mano.
33
Y desde Aroer hasta llegar a Minit, veinte ciudades, y hasta la vega de las viñas,
los derrotó con muy grande estrago. Así fueron sometidos los amonitas por los
hijos de Israel.
34
Entonces volvió Jefté a Mizpa, a su casa; y he aquí su hija que salía a
recibirle con panderos y danzas, y ella era sola, su hija única; no tenía fuera
de ella hijo ni hija.
35
Y cuando él la vio, rompió sus vestidos, diciendo: !!Ay, hija mía! en verdad me
has abatido, y tú misma has venido a ser causa de mi dolor; porque le he dado
palabra a Jehová, y no podré retractarme.
36
Ella entonces le respondió: Padre mío, si le has dado palabra a Jehová, haz de
mí conforme a lo que prometiste, ya que Jehová ha hecho venganza en tus
enemigos los hijos de Amón.
37
Y volvió a decir a su padre: Concédeme esto: déjame por dos meses que vaya y
descienda por los montes, y llore mi virginidad, yo y mis compañeras.
38
El entonces dijo: Ve. Y la dejó por dos meses. Y ella fue con sus compañeras, y
lloró su virginidad por los montes.
39
Pasados los dos meses volvió a su padre, quien hizo de ella conforme al voto
que había hecho. Y ella nunca conoció varón.
40
Y se hizo costumbre en Israel, que de año en año fueran las doncellas de Israel
a endechar a la hija de Jefté galaadita, cuatro días en el año.
12 Entonces se reunieron los varones de Efraín,
y pasaron hacia el norte, y dijeron a Jefté: ¿Por qué fuiste a hacer guerra
contra los hijos de Amón, y no nos llamaste para que fuéramos contigo? Nosotros
quemaremos tu casa contigo.
2
Y Jefté les respondió: Yo y mi pueblo teníamos una gran contienda con los hijos
de Amón, y os llamé, y no me defendisteis de su mano.
3
Viendo, pues, que no me defendíais, arriesgué mi vida, y pasé contra los hijos
de Amón, y Jehová me los entregó; ¿por qué, pues, habéis subido hoy contra mí
para pelear conmigo?
4
Entonces reunió Jefté a todos los varones de Galaad, y peleó contra Efraín; y
los de Galaad derrotaron a Efraín, porque habían dicho: Vosotros sois fugitivos
de Efraín, vosotros los galaaditas, en medio de Efraín y de Manasés.
5
Y los galaaditas tomaron los vados del Jordán a los de Efraín; y aconteció que
cuando decían los fugitivos de Efraín: Quiero pasar, los de Galaad les
preguntaban: ¿Eres tú efrateo? Si él respondía: No,
6
entonces le decían: Ahora, pues, di Shibolet. Y él decía Sibolet; porque no
podía pronunciarlo correctamente. Entonces le echaban mano, y le degollaban
junto a los vados del Jordán. Y murieron entonces de los de Efraín cuarenta y
dos mil.
7
Y Jefté juzgó a Israel seis años; y murió Jefté galaadita, y fue sepultado en
una de las ciudades de Galaad.
Ibzán,
Elón y Abdón, jueces de Israel
8
Después de él juzgó a Israel Ibzán de Belén,
9
el cual tuvo treinta hijos y treinta hijas, las cuales casó fuera, y tomó de
fuera treinta hijas para sus hijos; y juzgó a Israel siete años.
10
Y murió Ibzán, y fue sepultado en Belén.
11
Después de él juzgó a Israel Elón zabulonita, el cual juzgó a Israel diez años.
12
Y murió Elón zabulonita, y fue sepultado en Ajalón en la tierra de Zabulón.
13
Después de él juzgó a Israel Abdón hijo de Hilel, piratonita.
14
Este tuvo cuarenta hijos y treinta nietos, que cabalgaban sobre setenta asnos;
y juzgó a Israel ocho años.
15
Y murió Abdón hijo de Hilel piratonita, y fue sepultado en Piratón, en la
tierra de Efraín, en el monte de Amalec.
Reina-Valera
1960 (RVR1960)
Versión
Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado ©
Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.
Juan 1:1-28 Reina-Valera 1960
(RVR1960)
El
Verbo hecho carne
1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era
con Dios, y el Verbo era Dios.
2
Este era en el principio con Dios.
3
Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho,
fue hecho.
4
En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
5
La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra
ella.
6
Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan.
7
Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, a fin de que
todos creyesen por él.
8
No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz.
9
Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo.
10
En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció.
11
A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.
12
Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio
potestad de ser hechos hijos de Dios;
13
los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de
voluntad de varón, sino de Dios.
14
Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria,
gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
15
Juan dio testimonio de él, y clamó diciendo: Este es de quien yo decía: El que
viene después de mí, es antes de mí; porque era primero que yo.
16
Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia.
17
Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron
por medio de Jesucristo.
18
A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él
le ha dado a conocer.
Testimonio
de Juan el Bautista
(Mt.
3.11-12; Mr. 1.7-8; Lc. 3.15-17)
19
Este es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron de Jerusalén
sacerdotes y levitas para que le preguntasen: ¿Tú, quién eres?
20
Confesó, y no negó, sino confesó: Yo no soy el Cristo.
21
Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? Dijo: No soy. ¿Eres tú el profeta?
Y respondió: No.
22
Le dijeron: ¿Pues quién eres? para que demos respuesta a los que nos enviaron.
¿Qué dices de ti mismo?
23
Dijo: Yo soy la voz de uno que clama en el desierto: Enderezad el camino del
Señor, como dijo el profeta Isaías.
24
Y los que habían sido enviados eran de los fariseos.
25
Y le preguntaron, y le dijeron: ¿Por qué, pues, bautizas, si tú no eres el
Cristo, ni Elías, ni el profeta?
26
Juan les respondió diciendo: Yo bautizo con agua; mas en medio de vosotros está
uno a quien vosotros no conocéis.
27
Este es el que viene después de mí, el que es antes de mí, del cual yo no soy
digno de desatar la correa del calzado.
28
Estas cosas sucedieron en Betábara, al otro lado del Jordán, donde Juan estaba
bautizando.
Reina-Valera
1960 (RVR1960)
Versión
Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado ©
Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.
Salmos 101 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Promesa
de vivir rectamente
Salmo
de David.
101 Misericordia y juicio cantaré;
A ti cantaré yo, oh Jehová.
2
Entenderé
el camino de la perfección
Cuando
vengas a mí.
En
la integridad de mi corazón andaré en medio de mi casa.
3
No
pondré delante de mis ojos cosa injusta.
Aborrezco
la obra de los que se desvían;
Ninguno
de ellos se acercará a mí.
4
Corazón
perverso se apartará de mí;
No
conoceré al malvado.
5
Al
que solapadamente infama a su prójimo, yo lo destruiré;
No
sufriré al de ojos altaneros y de corazón vanidoso.
6
Mis
ojos pondré en los fieles de la tierra, para que estén conmigo;
El
que ande en el camino de la perfección, éste me servirá.
7
No
habitará dentro de mi casa el que hace fraude;
El
que habla mentiras no se afirmará delante de mis ojos.
8
De
mañana destruiré a todos los impíos de la tierra,
Para
exterminar de la ciudad de Jehová a todos los que hagan iniquidad.
Oración
de un afligido
Oración
del que sufre, cuando está angustiado, y delante de
Jehová
derrama su lamento.
Reina-Valera
1960 (RVR1960)
Versión
Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado ©
Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.
Proverbios 14:13-14 Reina-Valera 1960
(RVR1960)
13
Aun
en la risa tendrá dolor el corazón;
Y
el término de la alegría es congoja.
14
De
sus caminos será hastiado el necio de corazón;
Pero
el hombre de bien estará contento del suyo.
Reina-Valera
1960 (RVR1960)
Versión
Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado ©
Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.
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