Deuteronomio 29:1-30:20; Lucas 11:37-12:7; Salmos 78:1-25; Proverbios 12:19-20 (Dios Habla Hoy (DHH))
Deuteronomio 29-30 Dios Habla Hoy
(DHH)
Alianza
del Señor con Israel en Moab
29
(28.69) Éstos son los términos de la alianza que el Señor ordenó a Moisés hacer
con los israelitas en el país de Moab, además de la alianza que ya había hecho
con ellos en el monte Horeb. 2 (1) Moisés reunió a todos los israelitas y les
dijo:
«Ustedes
han visto todo lo que el Señor hizo en Egipto al faraón, a sus funcionarios y a
todo su país, 3 (2) y son testigos de esas grandes pruebas, señales y
maravillas. 4 (3) Pero hasta ahora el Señor no les ha dado entendimiento ni les
ha permitido comprender el significado de todo ello. 5 (4) Durante cuarenta
años yo los he guiado por el desierto, y en ese tiempo no se les ha gastado la
ropa ni el calzado. 6 (5) No han comido pan ni bebido vino, ni han tomado
ninguna bebida fuerte, para que sepan que el Señor es el Dios de ustedes.
7
(6) »Cuando llegamos a esta región, salieron a atacarnos Sihón, rey de Hesbón,
y Og, rey de Basán, pero los derrotamos 8 (7) y nos apoderamos de su país, y se
lo dimos en propiedad a las tribus de Rubén y Gad y a la media tribu de
Manasés. 9 (8) Por lo tanto, cumplan los términos de esta alianza y pónganlos
en práctica, para que les vaya bien en todo lo que hagan.
10
(9) »Hoy están reunidos todos ustedes delante del Señor su Dios: los jefes de
sus tribus, los ancianos, los oficiales, todos los hombres de Israel, 11 (10)
los niños, las mujeres y los extranjeros que viven entre ustedes, desde el
leñador hasta el aguador, 12 (11) para comprometerse bajo juramento en la
alianza que el Señor su Dios hace hoy con ustedes. 13 (12) Hoy queda
establecido que ustedes son su pueblo y que él es su Dios, como ya se lo había
prometido a Abraham, Isaac y Jacob, los antepasados de ustedes. 14 (13) Pero no
sólo con ustedes hace el Señor esta alianza y este juramento, 15 (14) sino
también con los que no están hoy aquí con nosotros delante de él. 16 (15)
Ustedes saben muy bien cómo hemos vivido en Egipto y de qué manera hemos tenido
que pasar por las naciones que hemos encontrado en nuestro camino, 17 (16)
donde hemos visto los falsos dioses y los despreciables ídolos de madera, piedra,
plata y oro, que esa gente adora. 18 (17) Que no haya entre ustedes ni hombre
ni mujer, ni familia ni tribu, que abandone hoy al Señor nuestro Dios por
adorar a los dioses de esas naciones. Que ninguno de ustedes sea como una
planta de raíz amarga y venenosa.
19
(18) »Si después de haber escuchado los términos de este juramento, alguno de
ustedes se cree demasiado bueno y piensa: “Todo me ha de salir bien, aunque
haga yo lo que me dé la gana”, él será la causa de la ruina de todos. 20 (19)
El Señor no va a estar dispuesto a perdonarlo, sino que descargará su ira y su
indignación sobre ese hombre, y caerán sobre él todas las maldiciones
anunciadas en este libro, y el Señor borrará de la tierra su descendencia. 21
(20) El Señor apartará de todas las tribus de Israel a ese hombre, y lo hará
caer en desgracia, conforme a todas las maldiciones de la alianza que está
escrita en este libro de la ley. 22 (21) La generación futura, los
descendientes de ustedes que han de venir después, así como los extranjeros que
lleguen de países lejanos, verán las plagas y las enfermedades que el Señor
enviará sobre esta tierra; 23 (22) verán que todo el país no es más que azufre,
sal y tierra quemada. No se podrá sembrar en esa tierra, ni nada podrá
producir; ni siquiera una hierba podrá crecer en ella, tal como sucedió en la
destrucción de las ciudades de Sodoma, Gomorra, Admá y Seboím, las cuales
destruyó el Señor en su ira y furor.
24
(23) »Entonces todo el mundo preguntará: “¿Por qué hizo esto el Señor con este
país? ¿Por qué se encendió tanto su furor?” 25 (24) Y la respuesta será:
“Porque abandonaron la alianza que el Señor, el Dios de sus antepasados, hizo
con ellos cuando los sacó de Egipto, 26 (25) y se fueron a rendir culto e
inclinarse ante otros dioses que no conocían ni nunca les dieron nada. 27 (26)
Por eso se enojó el Señor contra esta tierra, e hizo caer sobre ella todas las
maldiciones escritas en este libro; 28 (27) y los arrojó de su país con ira,
furor y gran indignación, echándolos a otros países, como está sucediendo
ahora.”
29
(28) »Hay cosas que no sabemos: ésas pertenecen al Señor nuestro Dios; pero hay
cosas que nos han sido reveladas a nosotros y a nuestros hijos para que las
cumplamos siempre: todos los mandamientos de esta ley.
Condiciones
para la restauración y la bendición
30
»Cuando les sobrevenga a ustedes todo lo que les he anunciado, la bendición y
la maldición que les he dado a elegir, y reflexionen sobre ellas en las
naciones donde el Señor su Dios los arroje, 2 si se vuelven al Señor y lo obedecen
de todo corazón y con toda su alma, ustedes y los hijos de ustedes, como yo se
lo ordeno ahora, 3 entonces el Señor su Dios cambiará la suerte de ustedes y
les tendrá compasión. Los reunirá otra vez de entre los países donde antes los
arrojó, 4 y aunque los desterrados de ustedes estén esparcidos por los lugares
más lejanos del mundo, de allá los hará venir el Señor su Dios, y hasta allá
irá a buscarlos. 5 El Señor los hará volver de nuevo al país que los
antepasados de ustedes ocuparon, y ustedes volverán a ocuparlo; los hará
prosperar y les dará más hijos que a sus antepasados. 6 Pondrá la marca de la
alianza en el corazón de ustedes y en el de sus descendientes, para que lo amen
con todo su corazón y con toda su alma, a fin de que tengan vida. 7 El Señor su
Dios hará caer todas estas maldiciones sobre los enemigos de ustedes y sobre
los que los persiguieron con odio, 8 y ustedes se volverán al Señor y lo
obedecerán, y pondrán en práctica todos los mandamientos que yo les ordeno hoy.
9 Entonces el Señor les hará prosperar en todo lo que hagan, y en hijos, en
crías de ganado y en cosechas; sí, el Señor su Dios volverá a complacerse en
hacerles bien, como antes se complacía en hacerlo a los antepasados de ustedes,
10 si es que obedecen al Señor su Dios y cumplen sus mandamientos y leyes
escritos en este libro de la ley, y se vuelven a él con todo su corazón y con
toda su alma.
11
»Este mandamiento que hoy les doy no es demasiado difícil para ustedes, ni está
fuera de su alcance. 12 No está en el cielo, para que se diga: “¿Quién puede
subir al cielo por nosotros, para que nos lo traiga y nos lo dé a conocer, y lo
pongamos en práctica?” 13 Tampoco está del otro lado del mar, para que se diga:
“¿Quién cruzará el mar por nosotros, para que nos lo traiga y nos lo dé a
conocer, y lo pongamos en práctica?” 14 Al contrario, el mandamiento está muy
cerca de ustedes; está en sus labios y en su pensamiento, para que puedan
cumplirlo.
15
»Miren, hoy les doy a elegir entre la vida y el bien, por un lado, y la muerte
y el mal, por el otro. 16 Si obedecen lo que hoy les ordeno, y aman al Señor su
Dios, y siguen sus caminos, y cumplen sus mandamientos, leyes y decretos,
vivirán y tendrán muchos hijos, y el Señor su Dios los bendecirá en el país que
van a ocupar. 17 Pero si no hacen caso de todo esto, sino que se dejan
arrastrar por otros dioses para rendirles culto y arrodillarse ante ellos, 18
en este mismo momento les advierto que morirán sin falta, y que no estarán
mucho tiempo en el país que van a conquistar después de haber cruzado el
Jordán. 19 En este día pongo al cielo y a la tierra por testigos contra
ustedes, de que les he dado a elegir entre la vida y la muerte, y entre la
bendición y la maldición. Escojan, pues, la vida, para que vivan ustedes y sus
descendientes; 20 amen al Señor su Dios, obedézcanlo y séanle fieles, porque de
ello depende la vida de ustedes y el que vivan muchos años en el país que el
Señor juró dar a Abraham, Isaac y Jacob, antepasados de ustedes.»
Dios
Habla Hoy (DHH)
Dios
habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.
Lucas 11:37-12:7 Dios Habla Hoy (DHH)
Jesús
denuncia a los fariseos y a los maestros de la ley
37
Cuando Jesús dejó de hablar, un fariseo lo invitó a comer en su casa, y Jesús
entró y se sentó a la mesa. 38 El fariseo se extrañó al ver que no había
cumplido con la ceremonia de lavarse antes de comer. 39 Pero el Señor le dijo:
—Ustedes
los fariseos limpian por fuera el vaso y el plato, pero por dentro ustedes
están llenos de lo que han conseguido por medio del robo y la maldad. 40
¡Necios! ¿No saben que el que hizo lo de fuera, hizo también lo de dentro? 41
Den ustedes sus limosnas de lo que está dentro, y así todo quedará limpio.
42
»¡Ay de ustedes, fariseos!, que separan para Dios la décima parte de la menta,
de la ruda y de toda clase de legumbres, pero no hacen caso de la justicia y el
amor a Dios. Esto es lo que deben hacer, sin dejar de hacer lo otro.
43
»¡Ay de ustedes, fariseos!, que quieren tener los asientos de honor en las
sinagogas, y que desean que la gente los salude con todo respeto en las calles.
44
»¡Ay de ustedes, que son como sepulcros ocultos a la vista, los cuales la gente
pisa sin saberlo!
45
Le contestó entonces uno de los maestros de la ley:
—Maestro,
al decir esto nos ofendes también a nosotros.
46
Pero Jesús dijo:
—¡Ay
de ustedes también, maestros de la ley!, que cargan sobre los demás cargas que
nadie puede soportar, y ustedes ni siquiera con un dedo quieren tocarlas.
47
»¡Ay de ustedes!, que construyen los sepulcros de los profetas a quienes los
antepasados de ustedes mataron. 48 Con eso dan a entender que están de acuerdo
con lo que sus antepasados hicieron, pues ellos los mataron y ustedes
construyen sus sepulcros.
49
»Por eso, Dios en su sabiduría dijo: “Les mandaré profetas y apóstoles, y
matarán a algunos de ellos y perseguirán a otros.” 50 Pues a la gente de hoy
Dios le va a pedir cuentas de la sangre de todos los profetas, que ha sido
derramada desde que se hizo el mundo, 51 desde la sangre de Abel hasta la de Zacarías,
a quien mataron entre el altar y el santuario. Por lo tanto, les digo que Dios
pedirá cuentas de la muerte de ellos a la gente de hoy.
52
»¡Ay de ustedes, maestros de la ley!, que se han apoderado de la llave del
conocimiento; pero ni ustedes mismos entran ni dejan entrar a los que quieren
hacerlo.
53
Cuando Jesús salió de allí, los maestros de la ley y los fariseos se enojaron
mucho, y comenzaron a molestarlo con muchas preguntas, 54 tendiéndole trampas
para atraparlo en sus propias palabras.
Jesús
enseña contra la hipocresía
12
Entre tanto se juntaron miles y miles de personas, tantas que unas a otras se
atropellaban. Jesús comenzó a hablar, dirigiéndose primero a sus discípulos:
«Cuídense de la levadura de los fariseos, es decir, de su hipocresía. 2 Porque
no hay ningún secreto que no llegue a descubrirse, ni nada escondido que no
llegue a saberse. 3 Por tanto, todo lo que ustedes han dicho en la oscuridad,
se oirá a la luz del día; y lo que han dicho en secreto y a puerta cerrada, será
gritado desde las azoteas de las casas.
A
quién se debe tener miedo
4
»A ustedes, amigos míos, les digo que no deben tener miedo de los que matan el
cuerpo, pero después no pueden hacer más. 5 Yo les voy a decir a quién deben
tenerle miedo: ténganle miedo al que, después de quitar la vida, tiene
autoridad para echar en el infierno. Sí, ténganle miedo a él.
6
»¿No se venden cinco pajarillos por dos moneditas? Sin embargo, Dios no se
olvida de ninguno de ellos. 7 En cuanto a ustedes mismos, hasta los cabellos de
la cabeza él los tiene contados uno por uno. Así que no tengan miedo: ustedes
valen más que muchos pajarillos.
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Habla Hoy (DHH)
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Salmos 78:1-25 Dios Habla Hoy (DHH)
Acciones
de Dios en favor de su pueblo
(1a)
Poema didáctico de Asaf.
78
(1b) Pueblo mío, atiende a mi enseñanza;
¡inclínate
a escuchar lo que te digo!
2
Voy
a hablar por medio de refranes;
diré
cosas que han estado en secreto
desde
tiempos antiguos.
3
Lo
que hemos oído y sabemos
y
nuestros padres nos contaron,
4
no
lo ocultaremos a nuestros hijos.
Con
las generaciones futuras alabaremos al Señor
y
hablaremos de su poder y maravillas.
5
Dios
estableció una ley para Jacob;
puso
una norma de conducta en Israel,
y
ordenó a nuestros antepasados
que
la enseñaran a sus descendientes,
6
para
que la conocieran las generaciones futuras,
los
hijos que habían de nacer,
y
que ellos, a su vez, la enseñaran a sus hijos;
7
para
que tuvieran confianza en Dios
y
no olvidaran lo que él había hecho;
para
que obedecieran sus mandamientos
8
y
no fueran como sus antepasados,
rebeldes
y necios,
faltos
de firmeza en su corazón y espíritu;
¡generación
infiel a Dios!
9
Los
de la tribu de Efraín,
que
estaban armados con arcos y flechas,
dieron
la espalda el día del combate;
10
no
respetaron su alianza con Dios
ni
quisieron obedecer sus enseñanzas.
11
Se
olvidaron de lo que él había hecho,
de
las maravillas que les hizo ver.
12
Dios
hizo maravillas delante de sus padres
en
la región de Soan, que está en Egipto:
13
partió
en dos el mar, y los hizo pasar por él,
deteniendo
el agua como un muro.
14
De
día los guió con una nube,
y
de noche con luz de fuego.
15
En
el desierto partió en dos las peñas,
y
les dio a beber agua en abundancia.
16
¡Dios
hizo brotar de la peña
un
torrente de aguas caudalosas!
17
Pero
ellos siguieron pecando contra Dios;
se
rebelaron contra el Altísimo en el desierto.
18
Quisieron
ponerle a prueba
pidiendo
comida a su antojo.
19
Hablaron
contra él, diciendo:
«¿Acaso
puede Dios servir una mesa en el desierto?
20
Es
verdad que Dios partió la peña,
que
de ella brotó agua como un río,
y
que la tierra se inundó;
pero,
¿podrá dar también pan?
¿Podrá
dar carne a su pueblo?»
21
Cuando
el Señor oyó esto, se enojó;
¡su
furor, como un fuego,
se
encendió contra Jacob!
22
Porque
no confiaron en Dios
ni
creyeron en su ayuda.
23
Sin
embargo, Dios dio órdenes a las nubes
y
abrió las puertas del cielo;
24
¡hizo
llover sobre su pueblo el maná,
trigo
del cielo, para que comieran!
25
¡El
hombre comió pan de ángeles!
¡Dios
les dio de comer en abundancia!
Dios
Habla Hoy (DHH)
Dios
habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.
Proverbios 12:19-20 Dios Habla Hoy
(DHH)
19
El
que dice la verdad permanece para siempre,
pero
el mentiroso, sólo un instante.
20
En
los planes de los malvados hay mentira;
en
los consejos del hombre de paz, alegría.
Dios
Habla Hoy (DHH)
Dios
habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.
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