Día 243
Job 37:1-39:30; 2 Corintios 4:13-5:10; Salmos 44:9-26; Proverbios 22:13 (Nueva Traducción Viviente)
Job 37-39 Nueva Traducción Viviente (NTV)
37 »Cuando pienso en
esto, mi corazón late con fuerza;
tiembla dentro de mi pecho.
2 Escucha con
atención el estruendo de la voz de Dios
cuando retumba de su boca.
3 Resuena por todo el
cielo
y sus relámpagos brillan en todas
direcciones.
4 Después llega el
rugido del trueno,
la tremenda voz de su majestad;
él no la retiene cuando habla.
5 La voz de Dios es
gloriosa en el trueno.
Ni siquiera podemos imaginar la grandeza de
su poder.
6 ȃl ordena que
caiga la nieve en la tierra
y le dice a la lluvia que sea torrencial.
7 Hace que todos
dejen de trabajar
para que contemplen su poder.
8 Los animales
salvajes buscan refugio
y se quedan dentro de sus guaridas.
9 El viento tormentoso
sale de su cámara,
y los vientos impetuosos traen el frío.
10 El aliento de Dios
envía el hielo
y congela grandes extensiones de agua.
11 Él carga las nubes
de humedad
y después salen relámpagos brillantes.
12 Las nubes se
agitan bajo su mando
y hacen por toda la tierra lo que él
ordena.
13 Él hace que estas
cosas sucedan para castigar a las personas
o para mostrarles su amor inagotable.
14 »Job, presta
atención a esto,
¡detente y considera los maravillosos
milagros de Dios!
15 ¿Sabes cómo Dios
controla la tormenta
y hace que los relámpagos salgan de las
nubes?
16 ¿Entiendes cómo él
mueve las nubes
con maravillosa perfección y destreza?
17 Cuando te sofocas
de calor dentro de tus ropas
y el viento del sur pierde su fuerza y todo
se calma,
18 él hace que los
cielos reflejen el calor como un espejo de bronce.
¿Puedes tú hacer eso?
19 »Entonces,
enséñanos qué decirle a Dios.
Somos demasiado ignorantes para presentar
nuestros propios argumentos.
20 ¿Se debe avisar a
Dios que quiero hablar?
¿Puede una persona hablar cuando está
confundida?[a]
21 No podemos mirar
al sol,
porque brilla con fuerza en el cielo
cuando el viento se lleva las nubes.
22 También el
esplendor dorado proviene del monte de Dios;[b]
él está vestido de deslumbrante esplendor.
23 No nos podemos
imaginar la potencia del Todopoderoso;
pero aunque él es justo y recto,
no nos destruye.
24 Por eso en todas
partes la gente le teme;
todos los sabios le muestran
reverencia[c]».
El Señor desafía a
Job
38 Entonces el Señor
respondió a Job desde el torbellino:
2 «¿Quién es este que
pone en duda mi sabiduría
con palabras tan ignorantes?
3 Prepárate, muestra
tu hombría
porque tengo algunas preguntas para ti
y tendrás que contestarlas.
4 »¿Dónde estabas tú
cuando puse los cimientos de la tierra?
Dímelo, ya que sabes tanto.
5 ¿Quién decidió sus
dimensiones
y extendió la cinta de medir?
6 ¿Qué sostiene sus
cimientos
y quién puso su piedra principal
7 mientras las
estrellas de la mañana cantaban a coro
y todos los ángeles[d] gritaban de alegría?
8 »¿Quién contuvo el
mar dentro de sus límites
cuando brotó del vientre
9 y cuando lo vestí
de nubes
y lo envolví en densa oscuridad?
10 Pues lo encerré
detrás de portones con rejas
y puse límite a sus orillas.
11 Dije: “De aquí no
pasarás.
¡Aquí se detendrán tus orgullosas olas!”.
12 »¿Alguna vez has
ordenado que aparezca la mañana
o has causado que el amanecer se levante
por el oriente?
13 ¿Has hecho que la
luz del día se extienda hasta los confines de la tierra
para poner fin a la perversidad de la
noche?
14 A medida que la
luz se aproxima,
la tierra va tomando forma como el barro
bajo un sello;
se viste de brillantes colores.[e]
15 La luz molesta a
los malvados
y detiene el brazo que se levanta para
hacer violencia.
16 »¿Has explorado
las fuentes donde nacen los mares?
¿Has recorrido sus profundidades?
17 ¿Sabes dónde se
encuentran las puertas de la muerte?
¿Has visto las puertas de la absoluta
penumbra?
18 ¿Tienes idea de la
magnitud de la tierra?
¡Dímelo, si es que lo sabes!
19 »¿De dónde viene
la luz
y adónde va la oscuridad?
20 ¿Puedes llevar a
cada una a su hogar?
¿Sabes cómo llegar allí?
21 ¡Pero claro que ya
conoces todo esto!
¡Pues naciste antes
de que todo fuera creado,
y tienes muchísima experiencia!
22 »¿Has visitado los
depósitos de la nieve
o has visto donde se guarda el granizo?
23 (Los he reservado
como armas para el tiempo de angustia,
para el día de la batalla y de la guerra).
24 ¿Dónde está el
camino hacia la fuente de luz?
¿Dónde está el hogar del viento del
oriente?
25 »¿Quién creó un
canal para los torrentes de lluvia?
¿Quién trazó el sendero del relámpago?
26 ¿Quién hace caer
la lluvia en tierra árida,
en el desierto donde nadie vive?
27 ¿Quién envía la
lluvia para saciar la tierra seca
y hace que brote la hierba tierna?
28 »¿Tiene padre la
lluvia?
¿Quién da a luz el rocío?
29 ¿Quién es la madre
del hielo?
¿Quién da a luz la escarcha que viene del
cielo?
30 Pues el agua se
convierte en hielo, duro como la roca,
y la superficie del agua se congela.
31 »¿Puedes tú guiar
el movimiento de las estrellas
y atar el grupo de las Pléyades
o aflojar las cuerdas de Orión?
32 ¿Puedes dirigir
las constelaciones a través de las estaciones del año
o guiar a la Osa con sus cachorros a través
del cielo?
33 ¿Conoces las leyes
del universo?
¿Puedes usarlas para regular la tierra?
34 »¿Puedes gritar a
las nubes
y hacer que llueva?
35 ¿Puedes hacer que
aparezca el relámpago
y que caiga hacia donde lo dirijas?
36 ¿Quién da la
intuición al corazón
y el
instinto a la mente?
37 ¿Quién es lo
suficientemente sabio para contar las nubes?
¿Quién puede inclinar los cántaros de los
cielos
38 cuando la tierra
reseca está árida
y el suelo, convertido en terrones?
39 »¿Puedes acechar
la presa para la leona
y saciar el hambre de los cachorros
40 cuando están
tendidos en sus guaridas
o se agazapan en los matorrales?
41 ¿Quién da comida a
los cuervos
cuando sus crías claman a Dios
y andan errantes con hambre?
El Señor continúa su
desafío
39 »¿Sabes cuándo dan
a luz las cabras salvajes?
¿Has visto nacer a los ciervos en su
ambiente natural?
2 ¿Sabes cuántos
meses llevan a las crías en su vientre?
¿Eres consciente del momento de parto?
3 Se agachan para dar
a luz
y tener sus crías.
4 Estas crecen en
campo abierto
y luego se van del hogar para no regresar.
5 »¿Quién le da
libertad al burro salvaje?
¿Quién desató sus cuerdas?
6 Yo lo puse en el
desierto;
su hogar es la tierra baldía.
7 Detesta el ruido de
la ciudad
y no tiene arriero que le grite.
8 Las montañas son su
pastizal
donde busca cada brizna de hierba.
9 »¿Acaso aceptará el
buey salvaje ser domado?
¿Pasará la noche en tu establo?
10 ¿Puedes enganchar
un buey salvaje a un arado?
¿Acaso arará un campo para ti?
11 Teniendo en cuenta
su fuerza, ¿podrás confiar en él?
¿Puedes irte y confiar en que el buey haga
tu trabajo?
12 ¿Podrás contar con
él para que traiga el grano a tu casa
y lo ponga en tu campo de trillar?
13 »El avestruz agita
sus alas con ostentación
pero estas no pueden competir con el
plumaje de la cigüeña.
14 El avestruz pone
sus huevos en la tierra,
y deja que se calienten en el polvo.
15 No le preocupa que
alguien los aplaste
o que un animal salvaje los destruya.
16 Trata con dureza a
sus polluelos,
como si no fueran suyos.
No le importa si mueren,
17 porque Dios no le
dio sabiduría
ni le dio entendimiento.
18 Pero siempre que
se levanta para correr
le gana al jinete con el caballo más veloz.
19 »¿Diste la fuerza
al caballo
o adornaste su cuello con largas crines?
20 ¿Le diste la
capacidad de saltar como una langosta?
¡Su majestuoso resoplido es aterrador!
21 Patea la tierra y
se alegra de su fuerza
cuando se lanza a la batalla.
22 Se ríe del miedo y
no tiene temor.
No huye de la espada.
23 Se oye el sonido
de las flechas golpeándolo
y brillan las lanzas y las jabalinas.
24 Patea el suelo con
furia
y se lanza a la batalla cuando suena el
cuerno de carnero.
25 Resopla al sonido
del cuerno.
Percibe la batalla a lo lejos.
Se estremece bajo las órdenes del capitán y
el ruido de la batalla.
26 »¿Es tu sabiduría
la que hace que el halcón alce vuelo
y extienda sus alas hacia el sur?
27 ¿Es por tu mandato
que el águila se eleva
y hace su nido en las cumbres?
28 Vive en los
acantilados,
y tiene su hogar en las rocas lejanas y
escarpadas.
29 Desde allí acecha
a su presa
vigilándola con ojos penetrantes.
30 Sus crías engullen
sangre.
Donde hay un cadáver, allí los
encontrarás».
Footnotes:
37:20 O hablar sin
ser tragada?
37:22 O del norte; o
de la morada.
37:24 Así aparece en
la versión griega; en hebreo dice a él no le impresionan los sabios.
38:7 En hebreo los
hijos de Dios.
38:14 O sus rasgos se
destacan como los pliegues en un manto.
Nueva Traducción
Viviente (NTV)
La Santa Biblia,
Nueva Traducción Viviente, © Tyndale House Foundation, 2010. Todos los derechos
reservados.
2 Corintios 4:13-5:10 Nueva Traducción Viviente (NTV)
13 Sin embargo,
seguimos predicando porque tenemos la misma clase de fe que tenía el salmista
cuando dijo: «Creí en Dios, por tanto hablé»[a]. 14 Sabemos que Dios, quien
resucitó al Señor Jesús,[b] también nos resucitará a nosotros con Jesús y nos
presentará ante sí mismo junto con ustedes. 15 Todo esto es para beneficio de
ustedes, y a medida que la gracia de Dios alcance a más y más personas, habrá
abundante acción de gracias, y Dios recibirá más y más gloria.
16 Es por esto que
nunca nos damos por vencidos. Aunque nuestro cuerpo está muriéndose, nuestro
espíritu[c] va renovándose cada día. 17 Pues nuestras dificultades actuales son
pequeñas y no durarán mucho tiempo. Sin embargo, ¡nos producen una gloria que
durará para siempre y que es de mucho más peso que las dificultades! 18 Así que
no miramos las dificultades que ahora vemos; en cambio, fijamos nuestra vista
en cosas que no pueden verse. Pues las cosas que ahora podemos ver pronto se
habrán ido, pero las cosas que no podemos ver permanecerán para siempre.
Nuevos cuerpos
5 Pues sabemos que,
cuando se desarme esta carpa terrenal en la cual vivimos (es decir, cuando
muramos y dejemos este cuerpo terrenal), tendremos una casa en el cielo, un
cuerpo eterno hecho para nosotros por Dios mismo y no por manos humanas. 2 Nos
fatigamos en nuestro cuerpo actual y anhelamos ponernos nuestro cuerpo
celestial como si fuera ropa nueva. 3 Pues nos vestiremos con un cuerpo
celestial; no seremos espíritus sin cuerpo.[d] 4 Mientras vivimos en este
cuerpo terrenal, gemimos y suspiramos, pero no es que queramos morir y
deshacernos de este cuerpo que nos viste. Más bien, queremos ponernos nuestro
cuerpo nuevo para que este cuerpo que muere sea consumido por la vida. 5 Dios
mismo nos ha preparado para esto, y como garantía nos ha dado su Espíritu
Santo.
6 Así que siempre
vivimos en plena confianza, aunque sabemos que mientras vivamos en este cuerpo
no estamos en el hogar celestial con el Señor. 7 Pues vivimos por lo que
creemos y no por lo que vemos. 8 Sí, estamos plenamente confiados, y
preferiríamos estar fuera de este cuerpo terrenal porque entonces estaríamos en
el hogar celestial con el Señor. 9 Así que, ya sea que estemos aquí en este
cuerpo o ausentes de este cuerpo, nuestro objetivo es agradarlo a él. 10 Pues
todos tendremos que estar delante de Cristo para ser juzgados. Cada uno de
nosotros recibirá lo que merezca por lo bueno o lo malo que haya hecho mientras
estaba en este cuerpo terrenal.
Footnotes:
4:13 Sal 116:10.
4:14 Algunos
manuscritos dicen quien resucitó a Jesús.
4:16 En griego
nuestro ser interior.
5:3 En griego no
estaremos desnudos.
Nueva Traducción
Viviente (NTV)
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Salmos 44:9-26 Nueva Traducción Viviente (NTV)
9 Pero ahora nos
hiciste a un lado en deshonra;
ya no estás al frente de nuestros ejércitos
en batalla.
10 Nos haces huir en
retirada de nuestros enemigos
y dejas que los que nos odian saqueen
nuestra tierra.
11 Nos descuartizaste
como a ovejas,
y nos esparciste entre las naciones.
12 Vendiste a tu
precioso pueblo por una miseria
y no ganaste nada con la venta.
13 Permites que
nuestros vecinos se burlen de nosotros;
somos objeto de desprecio y desdén de
quienes nos rodean.
14 Nos has hecho el
blanco de sus bromas;
menean la cabeza ante nosotros en señal de
desprecio.
15 No podemos escapar
de la constante humillación;
tenemos la vergüenza dibujada en el rostro.
16 Lo único que oímos
son los insultos de los burlones;
lo único que vemos es a nuestros enemigos
vengativos.
17 Todo esto ocurrió
aunque nunca te hemos olvidado
ni desobedecimos tu pacto.
18 Nuestro corazón no
te abandonó
ni nos hemos extraviado de tu camino.
19 Sin embargo, nos
aplastaste en el desierto, donde vive el chacal;
nos cubriste de oscuridad y muerte.
20 Si nos hubiéramos
olvidado del nombre de nuestro Dios
o hubiéramos extendido las manos en oración
a dioses ajenos,
21 con toda seguridad
Dios lo habría sabido,
porque conoce los secretos de cada corazón.
22 Pero por tu causa,
nos matan cada día;
nos tratan como a ovejas en el matadero.
23 ¡Despierta, oh
Señor! ¿Por qué duermes?
¡Levántate! No nos rechaces para siempre.
24 ¿Por qué miras
para otro lado?
¿Por qué pasas por alto nuestro sufrimiento
y opresión?
25 Nos desplomamos en
el polvo,
quedamos boca abajo en la mugre.
26 ¡Levántate!
¡Ayúdanos!
Rescátanos a causa de tu amor inagotable.
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Proverbios 22:13 Nueva Traducción Viviente (NTV)
13 El perezoso
afirma: «¡Hay un león allí afuera!
¡Si salgo, me puede matar!».
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