Día 241
Job 31:1-33:33; 2 Corintios 3:1-18; Salmos 43:1-5; Proverbios 22:8-9 (Nueva Traducción Viviente)
Job 31-33 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Job declara su
inocencia
31 »Hice un pacto con
mis ojos,
de no mirar con codicia sexual a ninguna
joven.
2 Pues, ¿qué ha
escogido para nosotros el Dios del cielo?
¿Cuál es nuestra herencia del Todopoderoso
en las alturas?
3 ¿No es calamidad
para los malvados
y desgracia para quienes hacen el mal?
4 ¿No ve Dios todo lo
que hago
y cada paso que doy?
5 »¿Acaso he mentido
o he engañado a alguien?
6 Que Dios me pese en
la balanza de justicia,
porque sabe que soy íntegro.
7 Si me he desviado
de su camino,
o si mi corazón ha codiciado lo que vieron
mis ojos
o si soy culpable de cualquier otro pecado,
8 entonces, que otro
coma las cosechas que he sembrado.
Que todo lo que planté, sea desarraigado.
9 »Si mi corazón ha
sido seducido por una mujer,
o si he codiciado a la mujer de mi prójimo,
10 entonces, que mi
esposa sirva a[a] otro hombre,
y que otros hombres se acuesten con ella.
11 Pues la codicia
sexual es un pecado vergonzoso,
un delito que debería ser castigado.
12 Es un fuego que
arde todo el camino hasta el infierno;[b]
arrasaría con todo lo que poseo.
13 »Si he sido
injusto con mis siervos o con mis siervas
cuando me han presentado sus quejas,
14 ¿cómo podría
enfrentarme con Dios?
¿Qué podría decir cuando él me interrogara?
15 Pues Dios me creó
tanto a mí como a mis siervos;
nos formó a ambos en el vientre.
16 »¿He rehusado
ayudar al pobre
o he acabado con las esperanzas de las
viudas?
17 ¿He sido tacaño
con mi comida
o me he negado a compartirla con los
huérfanos?
18 No, desde la niñez
he cuidado a los huérfanos como un padre,
y toda mi vida me he ocupado de las viudas.
19 Cuando veía sin
vestido a los que no tienen hogar
y a los necesitados sin nada que ponerse,
20 ¿acaso no me
alababan
por darles ropas de lana para combatir el
frío?
21 »Si he levantado
la mano contra un huérfano
sabiendo que los jueces se pondrían de mi
parte,
22 entonces, ¡que se
disloque mi hombro!
¡Que mi brazo se descoyunte!
23 Eso sería mejor
que enfrentarme al juicio de Dios.
Si la majestad de Dios está en mi contra,
¿qué esperanza queda?
24 »¿He puesto mi
confianza en el dinero
o me he sentido seguro a causa de mi oro?
25 ¿Me he regodeado
de mi riqueza
y de todo lo que poseo?
26 »¿He mirado alguna
vez al sol que brilla en los cielos
o a la luna que recorre su sendero de
plata,
27 y he sido seducido
en lo secreto de mi corazón
a lanzarles besos de adoración?
28 Si así fuera, los
jueces deberían castigarme,
porque significaría que he negado al Dios del
cielo.
29 »¿Me he alegrado
alguna vez cuando una calamidad ha herido a mis enemigos
o me entusiasmé cuando les ha tocado
sufrir?
30 No, nunca he
pecado por maldecir a nadie
ni por pedir venganza.
31 »Mis siervos nunca
han dicho:
“Él dejó que otros pasaran hambre”.
32 Nunca he negado la
entrada a un desconocido,
más bien, he abierto mis puertas a todos.
33 »¿He intentado
ocultar mis pecados como hacen otros,
escondiendo mi culpa en el corazón?
34 ¿Acaso me he
quedado callado
y encerrado por miedo a la multitud
o al desprecio de las masas?
35 »¡Si tan solo
alguien me escuchara!
Miren, voy a respaldar mi defensa con mi
firma.
Que el Todopoderoso
me responda;
que escriba los cargos que tiene contra mí.
36 Me enfrentaría a
la acusación con orgullo,
y la llevaría como una corona.
37 Pues le diría
exactamente lo que he hecho;
vendría ante él como un príncipe.
38 »Si mi tierra me
acusa
y todos sus surcos claman juntos contra mí,
39 o si he robado sus
cosechas
o he matado a sus propietarios,
40 entonces que en
esa tierra crezcan cardos en lugar de trigo,
y malezas en lugar de cebada».
Aquí terminan las
palabras de Job.
Eliú responde a los
amigos de Job
32 Los tres amigos de
Job no quisieron responderle más porque él insistía en su inocencia.
2 Entonces Eliú, hijo
de Baraquel el buzita, del clan de Ram, se enojó, porque Job no quería admitir
que había pecado y que Dios tenía razón cuando lo castigó. 3 También se enojó
con los tres amigos de Job porque, al no lograr refutar los argumentos de Job,
hacían parecer que Dios[c] estaba equivocado. 4 Eliú había esperado que los
demás hablaran con Job porque eran mayores que él; 5 pero cuando vio que ellos
ya no tenían respuesta, habló con enojo. 6 Eliú, hijo de Baraquel el buzita,
dijo:
«Yo soy joven y
ustedes ancianos,
por eso me contuve de decirles lo que
pienso.
7 Me dije: “Los que
tienen más edad deben hablar
porque la sabiduría viene con los años”.
8 Sin embargo, hay un
espíritu[d] dentro de las personas,
el aliento del Todopoderoso en ellas,
que las hace inteligentes.
9 No siempre los
ancianos son sabios;
a veces las personas de edad no comprenden
la justicia.
10 Así que,
escúchenme
y déjenme decirles lo que pienso.
11 »He esperado todo
este tiempo
prestando mucha atención a sus argumentos,
observando cómo buscaban a tientas las
palabras.
12 He escuchado,
pero ninguno de ustedes ha logrado refutar
a Job
ni responder a sus argumentos.
13 Y no me digan: “Él
es demasiado sabio para nosotros;
solo Dios podrá convencerlo”.
14 Si Job hubiera
estado discutiendo conmigo,
¡yo no le respondería con la misma lógica
que ustedes!
15 Ustedes se sientan
ahí desconcertados
sin nada más que decir.
16 ¿Seguiré esperando
ahora que se han quedado callados?
¿Permaneceré en silencio yo también?
17 No, sino que daré
mi opinión
y expresaré lo que pienso.
18 Pues estoy lleno
de palabras contenidas
y el espíritu que hay en mí me obliga a
hablar.
19 Soy como un barril
de vino sin respiradero;
¡como un cuero de vino a punto de estallar!
20 Tengo que hablar
para encontrar alivio,
así que déjenme dar mis respuestas.
21 No haré
favoritismos
ni
intentaré adular a nadie.
22 Pues si intentara
usar la adulación,
pronto mi Creador me destruiría.
Eliú presenta sus
argumentos contra Job
33 »Job, escucha mis
palabras;
presta atención a lo que tengo que decir.
2 Ahora que he
comenzado a hablar,
déjame continuar.
3 Hablo con toda
sinceridad;
digo la verdad.
4 El Espíritu de Dios
me ha creado,
y el aliento del Todopoderoso me da vida.
5 Respóndeme, si
puedes;
presenta tu argumento y define tu posición.
6 Mira, tú y yo,
ambos, pertenecemos a Dios;
yo también fui formado del barro.
7 Así que no tienes
que tenerme miedo;
no seré duro contigo.
8 »Tú has hablado en
mi presencia
y he escuchado tus palabras.
9 Dijiste: “Yo soy
puro; no tengo pecado;
soy inocente; no tengo culpa.
10 Dios busca pleito
conmigo
y me considera su enemigo.
11 Él puso mis pies
en el cepo
y vigila todos mis movimientos”.
12 »Pero estás
equivocado, y te mostraré el porqué,
pues Dios es más grande que todo ser humano.
13 Así que, ¿por qué
presentas cargos contra él?
¿Por qué dices que no responde a las quejas
de la gente?
14 Pues Dios habla
una y otra vez,
aunque la gente no lo reconozca.
15 Habla en sueños,
en visiones nocturnas,
cuando el sueño profundo cae sobre las
personas
mientras están acostadas.
16 Susurra a sus
oídos
y las aterroriza con advertencias.
17 Él hace que se
aparten de sus malas acciones;
no las deja caer en el orgullo.
18 Él las protege de
la tumba,
de cruzar el río de la muerte.
19 »Otras veces Dios
emplea el dolor para disciplinar a la gente en su lecho de enfermo,
con dolores incesantes en sus huesos.
20 Ellos pierden el
apetito;
no desean ni la comida más deliciosa.
21 Su carne se
consume
y son puro hueso.
22 Están a las
puertas de la muerte;
los ángeles de la muerte los esperan.
23 »Pero si aparece
un ángel del cielo
—un mensajero especial para interceder por
una persona
y para declarar que es recta—
24 él le tendrá
compasión y dirá:
“Sálvalo de la tumba,
porque he encontrado un rescate por su
vida”.
25 Entonces su cuerpo
se volverá tan sano como el de un niño,
fuerte y juvenil otra vez.
26 Cuando él ore a
Dios,
será aceptado
y Dios lo recibirá
con alegría
y lo restaurará a una relación correcta.
27 Declarará a sus
amigos:
“Pequé y torcí la
verdad,
pero no valió la pena.[e]
28 Dios me rescató de
la tumba
y ahora mi vida está llena de luz”.
29 »Así es, Dios
actúa de esa forma
una y otra vez por las personas.
30 Él las rescata de
la tumba
para que disfruten de la luz de la vida.
31 Toma nota, Job;
escúchame,
porque tengo más para decir.
32 Sin embargo, si
tienes algo que decir, adelante,
habla, porque deseo verte justificado;
33 pero si no,
entonces escúchame.
¡Guarda silencio y te enseñaré sabiduría!».
Footnotes:
31:10 En hebreo muela
para.
31:12 En hebreo hasta
el Abadón.
32:3 Así aparece en
la antigua tradición de los escribas hebreos; el texto masorético dice Job.
32:8 O Espíritu;
también en 32:18.
33:27 La versión
griega dice pero [Dios] no me castigó como lo merecía mi pecado.
Nueva Traducción
Viviente (NTV)
La Santa Biblia,
Nueva Traducción Viviente, © Tyndale House Foundation, 2010. Todos los derechos
reservados.
2 Corintios 3 Nueva Traducción Viviente (NTV)
3 ¿Otra vez
comenzamos a elogiarnos a nosotros mismos? ¿Acaso somos como otros, que
necesitan llevarles cartas de recomendación o que les piden que se escriban
tales cartas en nombre de ellos? ¡Por supuesto que no! 2 La única carta de
recomendación que necesitamos son ustedes mismos. Sus vidas son una carta
escrita en nuestro[a] corazón; todos pueden leerla y reconocer el buen trabajo
que hicimos entre ustedes. 3 Es evidente que son una carta de Cristo que muestra
el resultado de nuestro ministerio entre ustedes. Esta «carta» no está escrita
con pluma y tinta, sino con el Espíritu del Dios viviente. No está tallada en
tablas de piedra, sino en corazones humanos.
4 Estamos seguros de
todo esto debido a la gran confianza que tenemos en Dios por medio de Cristo. 5
No es que pensemos que estamos capacitados para hacer algo por nuestra propia
cuenta. Nuestra aptitud proviene de Dios. 6 Él nos capacitó para que seamos
ministros de su nuevo pacto. Este no es un pacto de leyes escritas, sino del
Espíritu. El antiguo pacto escrito termina en muerte; pero, de acuerdo con el
nuevo pacto, el Espíritu da vida.
La gloria del nuevo
pacto
7 El camino[b]
antiguo, con leyes grabadas en piedra, conducía a la muerte, aunque comenzó con
tanta gloria que el pueblo de Israel no podía mirar la cara de Moisés. Pues su
rostro brillaba con la gloria de Dios, aun cuando el brillo ya estaba
desvaneciéndose. 8 ¿No deberíamos esperar mayor gloria dentro del nuevo camino,
ahora que el Espíritu Santo da vida? 9 Si el antiguo camino, que trae
condenación, era glorioso, ¡cuánto más glorioso es el nuevo camino, que nos
hace justos ante Dios! 10 De hecho, aquella primera gloria no era para nada
gloriosa comparada con la gloria sobreabundante del nuevo camino. 11 Así que si
el antiguo camino, que ha sido reemplazado, era glorioso, ¡cuánto más glorioso
es el nuevo, que permanece para siempre!
12 Ya que este nuevo
camino nos da tal confianza, podemos ser muy valientes. 13 No somos como
Moisés, quien se cubría la cara con un velo para que el pueblo de Israel no
pudiera ver la gloria, aun cuando esa gloria estaba destinada a desvanecerse.
14 Pero la mente de ellos se endureció y, hasta el día de hoy, cada vez que se
lee el antiguo pacto, el mismo velo les cubre la mente para que no puedan
entender la verdad. Este velo puede quitarse solamente al creer en Cristo. 15
Efectivamente, incluso hoy en día, cuando leen los escritos de Moisés, tienen
el corazón cubierto con ese velo y no comprenden.
16 En cambio, cuando
alguien se vuelve al Señor, el velo es quitado. 17 Pues el Señor es el
Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. 18 Así que,
todos nosotros, a quienes nos ha sido quitado el velo, podemos ver y reflejar
la gloria del Señor. El Señor, quien es el Espíritu, nos hace más y más
parecidos a él a medida que somos transformados a su gloriosa imagen.
Footnotes:
3:2 Algunos
manuscritos dicen su.
3:7 O ministerio;
también en 3:8, 9, 10, 11, 12.
Nueva Traducción
Viviente (NTV)
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Salmos 43 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Salmo 43
1 ¡Declárame
inocente, oh Dios!
Defiéndeme contra esta gente que vive sin
ti;
rescátame de estos mentirosos injustos.
2 Pues tú eres Dios,
mi único refugio seguro.
¿Por qué me hiciste a un lado?
¿Por qué tengo que
andar angustiado,
oprimido por mis enemigos?
3 Envía tu luz y tu
verdad,
que ellas me guíen.
Que me lleven a tu
monte santo,
al lugar donde vives.
4 Allí iré al altar
de Dios,
a Dios mismo, la fuente de toda mi alegría.
Te alabaré con mi
arpa,
¡oh Dios, mi Dios!
5 ¿Por qué estoy
desanimado?
¿Por qué está tan triste mi corazón?
¡Pondré mi esperanza
en Dios!
Nuevamente lo alabaré,
¡mi Salvador y mi Dios!
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Proverbios 22:8-9 Nueva Traducción Viviente (NTV)
8 Los que siembran
injusticia cosecharán desgracia,
y su régimen de terror se acabará.[a]
9 Benditos son los
generosos,
porque alimentan a los pobres.
Footnotes:
22:8 La versión
griega incluye un proverbio adicional: Dios bendice a la persona que da con
alegría, pero sus acciones inútiles acabarán. Comparar 2 Co 9:7.
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