1 Crónicas 12:19-14:17; Romanos 1:1-17; Salmos 9:13-20; Proverbios 19:4-5 (La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH))
1 Crónicas 12:19-14:17 La Palabra (Hispanoamérica)
(BLPH)
19
Entonces Amasay, invadido por el espíritu, exclamó:
¡Tuyos
somos, David!
¡Estamos
contigo, hijo de Jesé!
¡Paz!
¡Paz a ti y paz a tus aliados,
pues
tu Dios es tu auxilio!
David
los acogió y los nombró jefes de tropa.
20
Algunos de Manasés se pasaron a David, cuando iba con los filisteos a luchar
contra Saúl (aunque no llegó a ayudarlos, pues los príncipes filisteos, tras
deliberar, decidieron expulsarlo, pensando: “Se pasará a su señor Saúl con
riesgo de nuestras propias cabezas”). 21 Y cuando volvía a Siclag se pasaron a
él de Manasés: Adnaj, Jozabad, Jediael, Miguel, Jozabad, Elihú y Siltay, jefes
de millar en la tribu de Manasés. 22 Ellos ayudaron a David en sus incursiones,
pues todos eran guerreros valerosos y se convirtieron en capitanes del
ejército. 23 Y día tras día llegaban a David nuevos refuerzos, hasta formar un
gran ejército, un ejército inmenso.
Censo
del ejército
24
Número de soldados útiles para la guerra que se reunieron con David en Hebrón
para traspasarle el reino de Saúl, conforme al mandato del Señor: 25 Seis mil
ochocientos de Judá, útiles para la guerra, armados de escudo y lanza. 26 Siete
mil cien de Simeón, guerreros valerosos para la guerra. 27 Cuatro mil
seiscientos de Leví, 28 más tres mil setecientos al mando del príncipe aaronita
Joyadá 29 y veintidós jefes de la familia de Sadoc, joven y valeroso guerrero.
30 Tres mil benjaminitas, parientes de Saúl, la mayoría de los cuales hasta
entonces se habían mantenido fieles a la dinastía de Saúl. 31 Veinte mil
ochocientos de Efraín, guerreros valientes y famosos en sus clanes. 32
Dieciocho mil de media tribu de Manasés, elegidos personalmente para ir a
entronizar a David. 33 Doscientos jefes de Isacar al frente de todos sus
hermanos. Eran expertos conocedores de los momentos y estrategias de actuación
de Israel. 34 Cincuenta mil de Zabulón, que salían de campaña equipados con
toda clase de armamento, prestos a la lucha y a ayudar a David con total
lealtad. 35 Mil jefes de Neftalí con treinta y siete mil soldados armados de
escudo y lanza. 36 Veintiocho mil seiscientos de Dan, prestos a la lucha. 37
Cuatro mil de Aser, que salían de campaña prestos a la lucha. 38 Y de
Transjordania ciento veinte mil de Rubén, Gad y la otra mitad de Manasés,
equipados con toda clase de armamento.
39
Todos estos soldados, formados en orden de batalla, llegaron a Hebrón
plenamente decididos a entronizar a David como rey de todo Israel. Los demás
israelitas estaban también unánimemente de acuerdo en entronizar a David. 40 Y
estuvieron allí tres días con David, comiendo y bebiendo lo que sus
compatriotas les habían preparado. 41 Además, sus vecinos hasta Isacar, Zabulón
y Neftalí habían llevado en asnos, camellos, mulos y bueyes abundantes
provisiones de harina, tortas de higos y pasas, vino y aceite, vacas y ovejas,
pues Israel estaba de fiesta.
Traslado
del Arca (13—17)
Traslado
del Arca a Jerusalén (2 Sm 6,2-11)
13
David consultó a todos los capitanes y mandos de millares y centurias 2 y
propuso a toda la asamblea de Israel:
—
Si les parece bien, y Dios nuestro Señor lo permite, vamos a avisar a nuestros
compatriotas de todas las regiones de Israel, junto con los sacerdotes y
levitas que viven en sus ciudades y aldeas, a que se reúnan con nosotros 3 para
traer a nuestro lado el Arca de nuestro Dios, pues durante el reinado de Saúl
no nos hemos preocupado de ella.
4
Toda la asamblea aprobó el proyecto, pues la idea agradaba a toda la gente.
5
David convocó a todo Israel, desde el torrente Sijor en los límites de Egipto
hasta la entrada de Jamat, para traer desde Quiriat Jearín el Arca de Dios. 6
David subió, pues, con todo Israel a Baalá, es decir, Quiriat Jearín, de Judá,
para subir desde allí el Arca de Dios, sobre la que se invoca el nombre del
Señor todopoderoso entronizado sobre querubines. 7 Cargaron el Arca de Dios
desde la casa de Abinadab en una carreta nueva, en la que iban conduciendo Uzá
y Ajió. 8 David y todo Israel iban bailando ante Dios con todas sus fuerzas y
cantando al son de cítaras, arpas, panderos, timbales y trompetas. 9 Cuando
llegaron a la era de Quidón, los bueyes tropezaron y Uzá tendió la mano para
sujetar el Arca. 10 Pero el Señor se enfureció con Uzá, lo fulminó por haber
tendido su mano sobre el Arca y murió allí mismo ante él. 11 David se disgustó
porque el Señor había mandado a Uzá a la fosa y llamó a aquel lugar Fares Uzá,
nombre que perdura hasta el día de hoy. 12 David sintió miedo del Señor aquel
día y se dijo:
—
¿Cómo voy a llevar conmigo el Arca de Dios?
13
Por ello, no se llevó consigo el Arca a la ciudad de David y la dejó en casa de
Obededón, el de Gat. 14 El Arca de Dios permaneció tres meses en casa de
Obededón, el de Gat, y el Señor bendijo a la familia de Obededón y todas sus
posesiones.
David
en Jerusalén (2 Sm 5,11-16)
14
Jirán, rey de Tiro, envió emisarios a David con madera de cedro, albañiles y
carpinteros, para construirle un palacio. 2 Entonces David comprendió que el
Señor lo había consolidado como rey de Israel y que había engrandecido su reino
por amor a su pueblo Israel.
3
David tomó en Jerusalén otras esposas y tuvo nuevos hijos e hijas. 4 He aquí
los nombres de los hijos que le nacieron en Jerusalén: Samúa, Sobab, Natán,
Salomón, 5 Jibjar, Elisúa, Elpélet, 6 Nogá, Néfeg, Jafía, 7 Elisamá, Beelyadá y
Elifélet.
Victorias
sobre los filisteos (2 Sm 5,17-25)
8
Cuando los filisteos oyeron que David había sido ungido rey de todo Israel,
subieron todos para atacarlo. David se enteró y salió a su encuentro. 9 Los
filisteos llegaron e invadieron el valle de Refaín. 10 Entonces David consultó
a Dios:
—
¿Debo atacar a los filisteos? ¿Me los vas a entregar?
El
Señor le respondió:
—
Atácalos, que yo los pondré en tus manos.
11
Los filisteos subieron a Baal Faresín y David los derrotó allí. Entonces dijo:
—
Con mi intervención Dios ha abierto brecha entre mis enemigos, como una vía de
agua.
Por
eso aquel lugar se llama Baal Faresín. 12 Los filisteos abandonaron allí a sus
dioses y David los mandó quemar.
13
Los filisteos volvieron a insistir e invadieron el valle. 14 David consultó de
nuevo a Dios que le respondió:
—
No ataques de frente. Primero rodéalos por detrás y luego atácalos por el lado
de las moreras. 15 Y cuando oigas rumor de pasos por encima de las moreras,
entonces lánzate al ataque, pues en ese momento Dios saldrá delante de ti para
derrotar al ejército filisteo.
16
David actuó como Dios le había ordenado y derrotó a los filisteos desde Gabaón
hasta la entrada de Guézer. 17 La fama de David corrió por todos los países y
el Señor lo hizo temible a todas las naciones.
La
Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
La
Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de
España
Romanos 1:1-17 La Palabra
(Hispanoamérica) (BLPH)
Introducción
(1,1-17)
Saludo
1
Pablo, siervo de Cristo Jesús, elegido por Dios para ser apóstol y destinado a
proclamar la buena noticia, 2 que Dios mismo había prometido en las Escrituras
santas por medio de los profetas. 3 La buena noticia acerca de su Hijo,
descendiente, en cuanto hombre, de David 4 y manifestado, en virtud de su
resurrección de entre los muertos, como Hijo poderoso de Dios por la fuerza del
Espíritu divino. Me refiero a Jesucristo, Señor nuestro, 5 de quien he
recibido, para gloria de su nombre, el don de ser apóstol, a fin de que todas
las naciones respondan a la fe. 6 Entre ellas se cuentan ustedes, elegidos para
pertenecer a Jesucristo. 7 A todos ustedes que residen en Roma y han sido
elegidos por Dios con amor para formar parte de su pueblo, les deseo gracia y paz
de parte de Dios, nuestro Padre, y de Jesucristo, el Señor.
Pablo
y los cristianos de Roma
8
Quiero empezar dando gracias por todos ustedes a mi Dios, mediante Jesucristo,
porque en el mundo entero se habla con admiración de la fe de ustedes. 9 Dios
mismo, a quien sirvo de todo corazón anunciando la buena noticia de su Hijo,
puede garantizar que pienso constantemente en ustedes. 10 Una y otra vez insto
a Dios en mis oraciones, a ver si tiene a bien facilitarme el que por fin pueda
visitarlos. 11 ¿Hará falta que les diga cuántas ganas tengo de verlos y poder
así comunicarles algún bien espiritual que los fortalezca? 12 Aunque, en
realidad, se trata de animarnles mutuamente con esa fe que ustedes y yo tenemos
en común.
13
No quiero que ignoren, hermanos, las muchas veces que he intentado visitarlos,
sin éxito hasta el momento. Abrigaba la ilusión de cosechar también entre
ustedes algún fruto, lo mismo que en otras regiones paganas, 14 ya que me debo
por igual a civilizados y a no civilizados, a sabios y a ignorantes. 15 Así
que, en cuanto de mí depende, estoy enteramente dispuesto a proclamar la buena
noticia también entre ustedes, los que residen en Roma.
Tema
central de la carta
16
No me avergüenzo de anunciar esta buena noticia, que es fuerza salvadora de
Dios para todo creyente, tanto si es judío como si no lo es. 17 Por ella, en
efecto, se nos revela esa fuerza salvadora de Dios mediante una fe en continuo
crecimiento. Así lo dice la Escritura: Aquel a quien Dios restablece en su
amistad por medio de la fe, alcanzará la vida.
La
Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
La
Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de
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Salmos 9:13-20 La Palabra
(Hispanoamérica) (BLPH)
13
El
vengador se acuerda de ellos,
no
olvida el grito de los humildes.
14
¡Ten
piedad, Señor, de mí;
mira
cómo mis enemigos me afligen!
Tú
que me alejas de las puertas de la muerte
15
para
que pueda proclamar tus alabanzas
y
alegrarme en tu salvación a las puertas de Sión.
16
Los
paganos se hundieron en la fosa que excavaron,
su
pie quedó aprisionado en la trampa que tendieron.
17
El
Señor se ha revelado, ha hecho justicia,
el
malvado está atrapado en sus propias obras. [ Pausa]
18
¡Que
vuelvan al reino de los muertos los malvados,
todos
los paganos que se olvidan de Dios!
19
El
pobre no caerá para siempre en el olvido,
ni
se desvanecerá eternamente la esperanza del humilde.
20
Ponte,
Señor, en acción;
que
no cante victoria el ser humano,
que
los paganos sean juzgados ante ti.
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Proverbios 19:4-5 La Palabra
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4
La
riqueza hace muchas amistades,
pero
al pobre hasta su amigo lo abandona.
5
Testigo
falso no quedará impune,
el
mentiroso sufrirá las consecuencias.
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