1 Crónicas 4:5-5:17; Hechos 25:1-27; Salmos 5; Proverbios 18:19 (Nueva Traducción Viviente (NTV))
1 Crónicas 4:5-5:17 Nueva Traducción
Viviente (NTV)
5
Asur (el padre de Tecoa) tuvo dos esposas, llamadas Hela y Naara. 6 Naara dio a
luz a Ahuzam, Hefer, Temeni y Ahastari. 7 Hela dio a luz a Zeret, Izhar,[a]
Etnán 8 y Cos, quien fue antepasado de Anub, de Zobeba, y de todas las familias
de Aharhel, hijo de Harum.
9
Había un hombre llamado Jabes, quien fue más honorable que cualquiera de sus
hermanos. Su madre le puso por nombre Jabes[b] porque su nacimiento le causó
mucho dolor. 10 Él fue quien oró al Dios de Israel diciendo: «¡Ay, si tú me
bendijeras y extendieras mi territorio! ¡Te ruego que estés conmigo en todo lo
que haga, y líbrame de toda dificultad que me cause dolor!»; y Dios le concedió
lo que pidió.
11
Quelub (hermano de Súa) fue el padre de Mehir, y Mehir fue el padre de Estón.
12 Estón fue el padre de Bet-rafa, Paseah y Tehina. Tehina fue el padre de Ir-nahas.
Estos fueron los descendientes de Reca.
13
Los hijos de Cenaz fueron Otoniel y Seraías. Los hijos de Otoniel fueron Hatat
y Meonotai.[c] 14 Meonotai fue el padre de Ofra. Seraías fue el padre de Joab,
el fundador del valle de los Artesanos,[d] así llamado porque eran artesanos.
15
Los hijos de Caleb, hijo de Jefone, fueron Iru, Ela y Naam. El hijo de Ela fue
Cenaz.
16
Los hijos de Jehalelel fueron Zif, Zifa, Tirías y Asareel.
17
Los hijos de Esdras fueron Jeter, Mered, Efer y Jalón. Una de las esposas de
Mered fue[e] madre de Miriam, Samai e Isba (el padre de Estemoa). 18 Se casó
con una mujer de Judá, quien fue madre de Jered (el padre de Gedor), Heber (el
padre de Soco) y Jecutiel (el padre de Zanoa). Mered también se casó con Bitia,
una hija del faraón, quien le dio hijos.
19
La esposa de Hodías era hermana de Naham. Uno de sus hijos fue el padre de
Keila, el garmita, y otro fue el padre de Estemoa, el maacateo.
20
Los hijos de Simón fueron Amnón, Rina, Ben-hanán y Tilón.
Los
descendientes de Isi fueron Zohet y Benzohet.
Descendientes
de Sela, hijo de Judá
21
Sela fue uno de los hijos de Judá. Los descendientes de Sela fueron Er (el
padre de Leca), Laada (el padre de Maresa), las familias de trabajadores del
lino en Bet-asbea, 22 Joacim, los hombres de Cozeba, y Joás y Saraf, quienes
gobernaban Moab y Jasubi-lehem. Todos estos nombres provienen de registros
antiguos. 23 Eran los alfareros que vivieron en Netaim y Gedera y trabajaban
para el rey.
Descendientes
de Simeón
24
Los hijos de Simeón fueron Jemuel,[f] Jamín, Jarib, Zohar[g] y Saúl.
25
Los descendientes de Saúl fueron Salum, Mibsam y Misma.
26
Los descendientes de Misma fueron Hamuel, Zacur y Simei.
27
Simei tuvo dieciséis hijos y seis hijas, pero ninguno de sus hermanos tuvo familias
numerosas. De modo que la tribu de Simeón nunca creció tanto como la tribu de
Judá.
28
Vivieron en Beerseba, Molada, Hazar-sual, 29 Bilha, Ezem, Tolad, 30 Betuel,
Horma, Siclag, 31 Bet-marcabot, Hazar-susim, Bet-birai y Saaraim. Estas
ciudades estuvieron bajo su control hasta la época del rey David. 32 Sus
descendientes también vivieron en Etam, Aín, Rimón, Toquén y Asán, cinco
ciudades 33 y las aldeas vecinas hasta llegar a Baalat.[h] Este era el
territorio que les correspondía, y estos nombres aparecen en sus registros
genealógicos.
34
Entre los descendientes de Simeón estaban Mesobab, Jamlec, Josías hijo de
Amasías, 35 Joel, Jehú hijo de Josibías, hijo de Seraías, hijo de Asiel, 36
Elioenai, Jaacoba, Jesohaía, Asaías, Adiel, Jesimiel, Benaía 37 y Ziza hijo de
Sifi, hijo de Alón, hijo de Jedaías, hijo de Simri, hijo de Semaías.
38
Estos fueron los nombres de algunos de los jefes de los clanes ricos de Siméon.
Sus familias crecieron en número 39 y viajaron a la región de Gerar,[i] en la
parte oriental del valle, en busca de pastura para sus rebaños. 40 Allí
encontraron buenos pastizales y la tierra era espaciosa, tranquila y pacífica.
Algunos
de los descendientes de Cam antes vivían en esa región; 41 pero durante el
reinado de Ezequías de Judá, estos líderes de Simeón invadieron la región y
destruyeron por completo[j] las casas de los descendientes de Cam y de los
meunitas. Hoy en día no queda ni un rastro de ellos. Mataron a todos los que
vivían allí y se apoderaron de la tierra, porque querían los buenos pastizales
para sus rebaños. 42 Quinientos de estos invasores de la tribu de Simeón fueron
al monte Seir, dirigidos por Pelatías, Nearías, Refaías y Uziel, todos hijos de
Isi. 43 Aniquilaron a los pocos amalecitas que habían sobrevivido y viven allí
desde entonces.
Descendientes
de Rubén
5
El hijo mayor de Israel[k] fue Rubén; pero como deshonró a su padre cuando se
acostó con una de sus concubinas, los derechos del hijo mayor fueron dados a
los hijos de su hermano José. Por esta razón, Rubén no aparece en la lista de
los registros genealógicos como el primer hijo varón. 2 Aunque los
descendientes de Judá llegaron a ser la tribu más poderosa y dieron un
gobernante para la nación,[l] los derechos del hijo mayor le pertenecieron a
José.
3
Los hijos de Rubén, el hijo mayor de Israel, fueron Hanoc, Falú, Hezrón y
Carmi.
4
Los descendientes de Joel fueron Semaías, Gog, Simei, 5 Micaía, Reaía, Baal 6 y
Beera. Beera fue el líder de los rubenitas cuando fueron llevados cautivos por
el rey Tiglat-pileser[m] de Asiria.
7
Los parientes de Beera[n] aparecen en los registros genealógicos por sus
clanes: Jeiel (el jefe), Zacarías 8 y Bela hijo de Azaz, hijo de Sema, hijo de
Joel.
Los
rubenitas vivían en la zona que se extiende de Aroer a Nebo y Baal-meón. 9 Dado
que tenían tantos animales en la tierra de Galaad, se extendieron al oriente
hacia los límites del desierto que llega hasta el río Éufrates.
10
Durante el reinado de Saúl, los rubenitas derrotaron a los agarenos en batalla.
Después se trasladaron a los asentamientos agarenos a lo largo del borde
oriental de Galaad.
Descendientes
de Gad
11
Al lado de los rubenitas, en la tierra de Basán, vivían los descendientes de
Gad, hasta Salca al oriente. 12 Joel fue el líder en la tierra de Basán, y
Safán era segundo en autoridad, seguido por Jaanai y Safat.
13
Sus parientes, los jefes de otros siete clanes, fueron Micael, Mesulam, Seba,
Jorai, Jacán, Zía y Heber. 14 Todos ellos fueron los descendientes de Abihail,
hijo de Huri, hijo de Jaroa, hijo de Galaad, hijo de Micael, hijo de Jesisai,
hijo de Jahdo, hijo de Buz. 15 Ahí, hijo de Abdiel, hijo de Guni, fue el jefe
de sus clanes.
16
Los gaditas vivieron en la tierra de Galaad, en Basán y sus aldeas, y por todos
los pastizales de Sarón. 17 Todos estos aparecen en los registros genealógicos
durante los tiempos del rey Jotam de Judá y del rey Jeroboam de Israel.
Footnotes:
4:7 Así aparece en una lectura alternativa
del texto masorético (ver también la Vulgata Latina); la otra alternativa y la
versión griega dicen Zohar.
4:9 Jabes suena como un término hebreo que
significa «angustia» o «dolor».
4:13 Así aparece en algunos manuscritos
griegos y en la Vulgata Latina; en hebreo falta y Meonotai.
4:14 O Joab, el padre de Gue-jarasim.
4:17 O La esposa de Jeter fue; en hebreo
dice Ella fue.
4:24a Así aparece en la versión siríaca
(ver también Gn 46:10; Ex 6:15); en hebreo dice Nemuel.
4:24b Igual que en los textos paralelos de
Gn 46:10 y Ex 6:15; en hebreo dice Zera.
4:33 Así aparece en algunos manuscritos
griegos (ver también Jos 19:8); en hebreo dice Baal.
4:39 Así aparece en la versión griega; en
hebreo dice Gedor.
4:41 El término hebreo empleado aquí se
refiere a la consagración total de cosas o personas al Señor, ya sea destruyéndolas
o entregándolas como ofrenda.
5:1 Israel es el nombre que Dios le dio a
Jacob.
5:2 O y de Judá provino un príncipe.
5:6 En hebreo Tilgat-pilneser, una variante
de Tiglat-pileser; también en 5:26.
5:7 En hebreo Sus parientes.
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Hechos 25 Nueva Traducción Viviente
(NTV)
Pablo
ante Festo
25
Tres días después de que Festo llegó a Cesarea para asumir sus nuevas
funciones, partió hacia Jerusalén, 2 donde los sacerdotes principales y otros
líderes judíos se reunieron con él y le presentaron sus acusaciones contra
Pablo. 3 Le pidieron a Festo que les hiciera el favor de trasladar a Pablo a
Jerusalén (ya que tenían pensado tenderle una emboscada y matarlo en el
camino). 4 Pero Festo respondió que Pablo estaba en Cesarea y que pronto él
mismo iba a regresar allí. 5 Así que les dijo: «Algunos de ustedes que tengan
autoridad pueden volver conmigo. Si Pablo ha hecho algo malo, entonces podrán
presentar sus acusaciones».
6
Unos ocho o diez días después, Festo regresó a Cesarea y, al día siguiente,
tomó su lugar en la corte y ordenó que trajeran a Pablo. 7 Cuando Pablo llegó,
los líderes judíos de Jerusalén lo rodearon e hicieron muchas acusaciones
graves que no podían probar.
8
Pablo negó los cargos. «No soy culpable de ningún delito contra las leyes
judías, ni contra el templo, ni contra el gobierno romano», dijo.
9
Entonces Festo, queriendo complacer a los judíos, le preguntó:
—¿Estás
dispuesto a ir a Jerusalén y ser juzgado ante mí allá?
10
Pero Pablo contestó:
—¡No!
Esta es la corte oficial romana, por lo tanto, debo ser juzgado aquí mismo.
Usted sabe muy bien que no soy culpable de hacer daño a los judíos. 11 Si he
hecho algo digno de muerte, no me niego a morir; pero si soy inocente, nadie
tiene el derecho de entregarme a estos hombres para que me maten. ¡Apelo al
César!
12
Festo consultó con sus consejeros y después respondió:
—¡Muy
bien! Has apelado al César, ¡y al César irás!
13
Unos días más tarde el rey Agripa llegó con su hermana, Berenice,[a] a
presentar sus respetos a Festo. 14 Durante su visita de varios días, Festo
conversó con el rey acerca del caso de Pablo.
—Aquí
hay un prisionero —le dijo— cuyo caso me dejó Félix. 15 Cuando yo estaba en
Jerusalén, los sacerdotes principales y los ancianos judíos presentaron cargos
en su contra y me pidieron que yo lo condenara. 16 Les hice ver que la ley
romana no declara culpable a nadie sin antes tener un juicio. El acusado debe
tener una oportunidad para que confronte a sus acusadores y se defienda.
17
»Cuando los acusadores de Pablo llegaron aquí para el juicio, yo no me demoré.
Convoqué al tribunal el día siguiente y di órdenes para que trajeran a Pablo,
18 pero las acusaciones que hicieron en su contra no correspondían a ninguno de
los delitos que yo esperaba. 19 En cambio, tenían algo que ver con su religión
y con un hombre muerto llamado Jesús, quien —según Pablo— está vivo. 20 No
sabía cómo investigar estas cuestiones, así que le pregunté si él estaba
dispuesto a ser juzgado por estos cargos en Jerusalén; 21 pero Pablo apeló al
emperador para que resuelva su caso. Así que di órdenes de que lo mantuvieran
bajo custodia hasta que yo pudiera hacer los arreglos necesarios para enviarlo
al César.
22
—Me gustaría oír personalmente a ese hombre —dijo Agripa.
Y
Festo respondió:
—¡Mañana
lo oirás!
Pablo
habla con Agripa
23
Así que, al día siguiente, Agripa y Berenice llegaron al auditorio con gran
pompa, acompañados por oficiales militares y hombres prominentes de la ciudad.
Festo dio órdenes de que trajeran a Pablo. 24 Después Festo dijo: «Rey Agripa y
los demás presentes, este es el hombre a quien todos los judíos tanto aquí como
en Jerusalén quieren ver muerto; 25 pero en mi opinión, él no ha hecho nada que
merezca la muerte. Sin embargo, como apeló al emperador, decidí enviarlo a
Roma.
26
»¿Pero qué debo escribirle al emperador?, pues no hay ningún cargo concreto en
su contra. Así que lo he traído ante todos ustedes —especialmente ante ti, rey
Agripa— para tener algo que escribir después de que lo interroguemos. 27 ¡Pues
no tiene sentido enviarle un prisionero al emperador sin especificar los cargos
que hay en su contra!».
Footnotes:
25:13 En griego el rey Agripa y Berenice
llegaron.
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Salmos 5 Nueva Traducción Viviente
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Salmo
5
Para
el director del coro: salmo de David; acompáñese con flauta.
1
Oh
Señor, óyeme cuando oro;
presta atención a mi gemido.
2
Escucha
mi grito de auxilio, mi Rey y mi Dios,
porque solo a ti dirijo mi oración.
3
Señor,
escucha mi voz por la mañana;
cada mañana llevo a ti mis peticiones y
quedo a la espera.
4
Oh
Dios, la maldad no te agrada;
no puedes tolerar los pecados de los
malvados.
5
Por
lo tanto, los orgullosos no pueden estar en tu presencia,
porque aborreces a todo el que hace lo
malo.
6
Destruirás
a los que dicen mentiras;
el Señor detesta a los asesinos y a los
engañadores.
7
Gracias
a tu amor inagotable, puedo entrar en tu casa;
adoraré en tu templo con la más profunda
reverencia.
8
Guíame
por el camino correcto, oh Señor,
o mis enemigos me conquistarán;
allana
tu camino para que yo lo siga.
9
Mis
enemigos no pueden decir la verdad;
su deseo más profundo es destruir a los
demás.
Lo
que hablan es repugnante, como el mal olor de una tumba abierta;
su lengua está llena de adulaciones.[a]
10
Oh
Dios, decláralos culpables
y haz que caigan en sus propias trampas;
expúlsalos
a causa de sus muchos pecados,
porque se rebelaron contra ti.
11
Pero
que se alegren todos los que en ti se refugian;
que canten alegres alabanzas por siempre.
Cúbrelos
con tu protección,
para que todos los que aman tu nombre estén
llenos de alegría.
12
Pues
tú bendices a los justos, oh Señor;
los rodeas con tu escudo de amor.
Footnotes:
5:9 La versión griega dice de mentiras.
Comparar Rm 3:13.
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Proverbios 18:19 Nueva Traducción
Viviente (NTV)
19
Un
amigo ofendido es más difícil de recuperar que una ciudad fortificada.
Las disputas separan a los amigos como un
portón cerrado con rejas.
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