1 Crónicas 15:1-16:36; Romanos 1:18-32; Salmos 10:1-5; Proverbios 19:6-7 (La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH))
1 Crónicas 15:1-16:36 La Palabra
(Hispanoamérica) (BLPH)
Preparativos
para el Arca
15
David se construyó edificios en la Ciudad de David. Luego preparó un lugar para
el Arca de Dios y le levantó una Tienda. 2 Entonces David ordenó:
—
Sólo los levitas podrán transportar el Arca de Dios, pues a ellos los ha
elegido el Señor para transportar su Arca y servirle siempre.
3
Luego convocó en Jerusalén a todo Israel para trasladar el Arca del Señor al
lugar que le había preparado. 4 Reunió también a los descendientes de Aarón y a
los levitas: 5 Uriel al frente de ciento veinte parientes descendientes de Queat;
6 Asaías al frente de doscientos veinte parientes descendientes de Merarí; 7
Joel al frente de ciento treinta parientes descendientes de Guersón; 8 Semaías
al frente de doscientos parientes descendientes de Elisafán; 9 Eliel al frente
de ochenta parientes descendientes de Hebrón; 10 y Aminadab al frente de ciento
doce parientes descendientes de Uziel. 11 David llamó a los sacerdotes Sadoc y
Abiatar y a los levitas Uriel, Asaías, Joel, Semaías, Eliel y Aminadab, 12 y
les dijo:
—
Ustedes, que son los jefes de los clanes levitas, habrán de purificarse, junto
con sus parientes, para poder trasladar el Arca del Señor, Dios de Israel al
lugar que le he preparado; 13 pues por no estar ustedes la vez anterior, el
Señor nuestro Dios nos castigó, porque no cumplimos con la norma.
14
Los sacerdotes y levitas se purificaron para poder trasladar el Arca del Señor
Dios de Israel.
15
Los levitas cargaron el Arca de Dios con los varales sobre sus hombros, como lo
había dispuesto Moisés por orden del Señor. 16 David ordenó también a los jefes
de los levitas que organizasen a sus parientes cantores con instrumentos
musicales, salterios, cítaras y platillos, para que los tocasen con ímpetu y
júbilo. 17 Los levitas eligieron a Hemán, hijo de Joel, y a sus parientes Asaf,
hijo de Berequías, y Etán, hijo de Cusaías y descendiente de Merarí. 18 Y con
ellos, como porteros, a sus parientes de segundo orden: Zacarías, Aziel,
Semiramot, Jejiel, Uní, Eliab, Benaías, Maasías, Matatías, Eliflehu, Micneías,
Obededón y Jeiel. 19 Los cantores Hemán, Asaf y Etán tocaban los platillos de
bronce. 20 Zacarías, Aziel, Semiramot, Jejiel, Uní, Eliab, Maasías y Benaías
tocaban los salterios en tonos agudos. 21 Matatías, Eliflehu, Micneías,
Obededón, Jeiel y Azazías tocaban cítaras en tonos graves para entonar los
cantos. 22 Quenanías, jefe de los levitas encargados del transporte, dirigía el
traslado, pues era muy experto. 23 Berequías y Elcaná eran los guardianes del
Arca. 24 Los sacerdotes Sebanías, Josafat, Natanael, Amasay, Zacarías, Benaías
y Eliezer tocaban las trompetas ante el Arca de Dios; y Obededón y Jejías eran
también guardianes del Arca.
Reanudación
del traslado (2 Sm 6,14-16)
25
Entonces David con los ancianos de Israel y los capitanes del ejército fueron a
trasladar el Arca de Dios desde la casa de Obededón con gran alegría. 26 Y como
Dios protegía a los levitas portadores del Arca de la alianza, se sacrificaron
siete novillos y siete carneros. 27 David iba revestido de un manto de lino,
como todos los levitas portadores del Arca, los músicos y Quenanías, el
director del traslado. David llevaba también una túnica de lino. 28 Todo Israel
subía el Arca de la alianza del Señor entre vítores, al son de cuernos,
trompetas y platillos, y haciendo sonar arpas y cítaras. 29 Cuando el Arca de
la alianza del Señor entraba en la ciudad de David, Mical, la hija de Saúl, que
estaba asomada a la ventana, vio al rey David brincando y bailando, y sintió un
profundo desprecio por él. 16 1 Introdujeron el Arca de Dios y la colocaron
dentro de la Tienda que David había preparado al efecto. Luego ofrecieron a
Dios holocaustos y sacrificios de comunión. 2 Cuando terminó de ofrecerlos,
bendijo al pueblo en nombre del Señor 3 y repartió a todos los israelitas,
hombres y mujeres, una torta de pan, un pastel de dátiles y otro de pasas a
cada uno.
Organización
del servicio del Arca
4
David puso al servicio del Arca del Señor a algunos levitas encargados de
invocar, dar gracias y alabar al Señor Dios de Israel. 5 Asaf era el jefe,
Zacarías el segundo, y luego Aziel, Semiramot, Jejiel, Matitías, Eliab,
Benaías, Obededón y Jeiel con salterios y cítaras, mientras Asaf hacía sonar
los platillos. 6 Los sacerdotes Benaías y Jajaziel tocaban siempre las
trompetas ante el Arca de la alianza de Dios. 7 Y aquel día fue la primera vez
que David encargó a Asaf y a sus parientes de alabar al Señor.
Himno
de David (Sal 105,1-15; 96; 106,1.47-48)
8
Alaben
al Señor, aclamen su nombre,
proclamen
entre los pueblos sus hazañas.
9
Canten
y toquen para él,
pregonen
todas sus maravillas,
10
enorgullézcanse
de su nombre santo;
¡que
se alegren los que buscan al Señor!
11
Recurran
al poder del Señor,
busquen
constantemente su presencia.
12
Recuerden
sus acciones portentosas,
sus
prodigios y sus justas decisiones;
13
ustedes,
estirpe de Israel, su siervo,
descendencia
de Jacob, su elegido.
14
Él
es el Señor, nuestro Dios,
sus
leyes dominan toda la tierra.
15
Él
recuerda eternamente su alianza,
la
promesa hecha por mil generaciones,
16
el
pacto que selló con Abrahán,
el
juramento que hizo a Isaac
17
y
que confirmó como ley para Jacob,
como
alianza perpetua para Israel
18
diciendo:
“Te daré el país de Canaán
como
propiedad hereditaria”.
19
Cuando
eran sólo unos pocos,
un
puñado de emigrantes en el país
20
que
iban vagando de nación en nación,
pasando
de un reino a otro reino,
21
no
permitió que nadie los maltratara,
y
por su causa castigó a algunos reyes:
22
“No
toquen a mis ungidos,
no
hagan daño alguno a mis profetas”.
23
Cante
al Señor toda la tierra,
pregonen
día a día su salvación.
24
Pregonen
su gloria entre las naciones,
sus
prodigios entre todos los pueblos,
25
porque
es grande el Señor,
es
digno de alabanza,
y
más admirable que todos los dioses.
26
Todos
los dioses paganos son nada,
pero
el Señor ha hecho los cielos.
27
Gloria
y esplendor hay en él,
poder
y alegría en su morada.
28
Rindan
al Señor, familias de los pueblos,
rindan
al Señor gloria y poder;
29
reconozcan
que es glorioso su nombre;
tráiganle
ofrendas y entren en su presencia;
adoren
al Señor en su hermoso Templo.
30
Que
tiemble ante él toda la tierra,
asentó
el universo y no se mueve.
31
Que
se alegren los cielos y exulte la tierra;
que
se diga en las naciones: “¡El Señor es rey!”.
32
Que
retumbe el mar y cuanto lo llena,
que
el campo entero se llene de gozo.
33
Que
griten de júbilo los árboles del bosque
ante
el Señor que viene a gobernar la tierra.
34
Alaben
al Señor por su bondad,
porque
es eterno su amor.
35
Y
proclamen: “Sálvanos, Dios, Salvador nuestro.
Reúnenos
y rescátanos de entre las naciones,
para
que alabemos tu santo nombre
y
nos llene de orgullo tu alabanza”.
36
¡Bendito
sea el Señor, Dios de Israel,
desde
siempre y para siempre!
Y
todo el pueblo dijo:
—
¡Amén! ¡Aleluya!
La
Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
La
Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de
España
Romanos 1:18-32 La Palabra
(Hispanoamérica) (BLPH)
I.—
SALVADOS POR DIOS MEDIANTE LA FE (1,18—4,25)
Toda
la humanidad es culpable
18
Se ha hecho manifiesto que la ira de Dios se abate desde el cielo sobre la
impiedad y la injusticia de quienes, actuando inicuamente, cierran el camino a
la verdad. 19 Porque lo que es posible conocer acerca de la divinidad, lo
tienen ellos a su alcance, ya que Dios mismo se lo ha puesto ante los ojos. 20
En efecto, partiendo de la creación del universo, la razón humana puede
descubrir, a través de las cosas creadas, las perfecciones invisibles de Dios:
su eterno poder y su divinidad. De ahí que no tengan disculpa, 21 pues han
conocido a Dios y, sin embargo, no le han tributado el honor que merecía, ni le
han dado las gracias debidas. Al contrario, se han dejado entontecer con vanos
pensamientos y su necio corazón se ha llenado de oscuridad. 22 Alardeando de
sabios, se volvieron tan insensatos 23 que llegaron a cambiar la grandeza del
Dios que nunca muere por imágenes de personas mortales, y aun de pájaros, de
cuadrúpedos y de reptiles. 24 Por eso, Dios los ha dejado a merced de sus bajos
instintos, degradándose y envileciéndose a sí mismos. 25 Este es el fruto de
haber preferido la mentira a la verdad de Dios, de haber adorado y dado culto a
la criatura en vez de al Creador, que es digno de ser alabado por siempre.
Amén.
26
Así que Dios los ha dejado a merced de pasiones vergonzosas. Sus mujeres
invierten el uso natural del sexo y se entregan a prácticas antinaturales. 27 Y
lo mismo los hombres: dejan las relaciones naturales con la mujer y se abrasan
en deseos de los unos por los otros. Hombres con hombres cometen acciones
infamantes, y en su propio cuerpo reciben el castigo que merece su extravío. 28
Y como no tienen interés en conocer a Dios, es Dios mismo quien los deja a
merced de una mente pervertida que los empuja a hacer lo que no deben. 29
Rebosan injusticia, perversidad, codicia, maldad; son envidiosos, asesinos,
pendencieros, embaucadores, malintencionados, chismosos, 30 calumniadores,
impíos, ultrajadores, soberbios, fanfarrones, dañinos, rebeldes para con sus
padres; 31 no tienen conciencia, ni palabra, ni corazón, ni piedad. 32 Conocen
de sobra la sentencia de Dios que declara reos de muerte a quienes hacen tales
cosas y, sin embargo, no sólo las hacen, sino que incluso aplauden el que otros
las hagan.
La
Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
La
Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de
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Salmos 10:1-5 La Palabra
(Hispanoamérica) (BLPH)
Salmo
10 (9)
Has
escuchado, Señor, el deseo de los pobres
10
Señor, ¿por qué permaneces lejos
y
te ocultas en tiempo de angustia?
2
Con
su arrogancia el malvado acosa al débil;
¡ojalá
quede atrapado en la trama que ha urdido!
3
El
malvado se enorgullece de su ambición,
el
codicioso blasfema e injuria al Señor.
4
El
malvado, en su soberbia, de nada se preocupa:
“No
hay Dios”; esto es todo lo que piensa.
5
Sus
caminos siempre prosperan,
tus
mandatos están lejos de él,
a
todos sus enemigos desprecia.
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España
Proverbios 19:6-7 La Palabra
(Hispanoamérica) (BLPH)
6
Muchos
buscan el favor del poderoso
y
todos se hacen amigos del espléndido.
7
Si
al pobre lo desprecian sus hermanos,
con
más razón lo abandonan sus amigos.
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