1 Crónicas 26:12-27:34; Romanos 4:14-5:2; Salmos 14; Proverbios 19:17 (La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH))
1 Crónicas 26:12-27:34 La Palabra
(Hispanoamérica) (BLPH)
12
A estos grupos de porteros, tanto a los jefes como a sus parientes, se les
encomendó el servicio del Templo del Señor. 13 Y se repartieron a suertes por
familias, lo mismo pequeños que grandes, cada una de las puertas. 14 La puerta
oriental le correspondió a Selemías; a su hijo Zacarías, prudente consejero, le
correspondió la puerta del norte tras nuevo sorteo; 15 a Obededón le tocó la
puerta del sur y a sus hijos los almacenes; 16 a Supín y a Josá, la occidental,
junto con la puerta de Saléquet, en el camino de la cuesta.
Las
guardias eran proporcionales: 17 en la puerta oriental había seis levitas al
día; en la del norte, cuatro; en la del sur cuatro; y en los almacenes, dos y
dos; 18 y en el pórtico occidental, cuatro para la calzada y dos para el
pórtico. 19 Estos eran los grupos de porteros descendientes de Coré y de
Merarí.
Guardianes
del tesoro
20
Sus parientes levitas también se encargaban de los tesoros del Templo y de las
ofrendas consagradas. 21 Los descendientes de Ladán, descendientes de Guersón
por Ladán, incluían a los jielitas como cabezas de familia del guersonita
Ladán. 22 Zetán y su hermano Joel, descendientes de Jiel, custodiaban los
tesoros del Templo del Señor. 23 De las familias de Amrán: Jisar, Hebrón y
Aziel. 24 El tesorero jefe era Sebuel, descendiente de Guersón, hijo de Moisés.
25 Descendientes de su hermano Eliezer en línea directa: Rejabías, Isaías,
Zicrí y Selomit. 26 Este Solomit y sus parientes estaban al cargo de todas las
ofrendas sagradas que habían consagrado el rey David, los cabezas de familia,
los capitanes de millar y de cien y los jefes del ejército. 27 Pues habían
consagrado parte del botín de guerra para el mantenimiento del Templo del
Señor. 28 Y todo lo que habían consagrado el profeta Samuel, Saúl, el hijo de
Quis, Abner, el hijo de Ner, y Joab, el hijo de Seruyá, todas las ofrendas
estaban al cargo de Selomit y sus parientes.
Otros
servicios levíticos
29
De los jesharitas, Quenanías y sus descendientes se encargaban de los asuntos
externos de Israel como escribanos y jueces. 30 De los hebronitas, Jasabías y
sus parientes, mil setecientos hombres valerosos, se encargaban del gobierno de
Israel, al oeste de Transjordania, en todos los asuntos concernientes al Señor
y al servicio del rey. 31 El jefe de los hebronitas era Jerías. El año cuarenta
del reinado de David se hizo una investigación sobre el árbol genealógico de
los hebronitas y se descubrió que de su clan quedaba gente de valía en Jaezer
de Galaad. 32 Sus parientes eran gente de valía que sumaban dos mil setecientos
cabezas de familia. El rey David los puso al frente de los rubenitas, de los
gaditas y de la media tribu de Manasés para todos los asuntos religiosos y los
negocios del rey.
Organización
del reino de David
27
Lista de los israelitas cabezas de familia, de los jefes de mil y de ciento y de
los funcionarios que servían al rey en todos los asuntos. Las secciones se
turnaban por meses durante todo el año y cada sección estaba formada por
veinticuatro mil hombres. 2 Al mando de la primera sección, para el primer mes,
estaba Jasobán, hijo de Zabdiel. 3 Pertenecía al clan de Fares y era el jefe de
todos los oficiales del ejército a quienes correspondía el turno del primer
mes. 4 Al mando de la sección del turno correspondiente al segundo mes estaba
Daday el ajojita, ayudado por el jefe Miclot. 5 El jefe de la sección
correspondiente al turno del tercer mes era Benaías, hijo del sumo sacerdote
Joyadá. 6 El tal Benaías era uno de los treinta héroes y jefe de ellos. Su hijo
Amizabad también estaba en su sección. 7 El jefe de la sección correspondiente
al turno del cuarto mes era Asael, hermano de Joab. Le sucedió su hijo
Zebadías. 8 El jefe de la sección correspondiente al turno del quinto mes era
el jefe Samhut de Jizraj. 9 El jefe de la sección correspondiente al turno del
sexto mes era Irá, hijo de Iqués, de Tecoa. 10 El jefe de la sección
correspondiente al turno del séptimo mes era Jeles, pelonita descendiente de
Efraín. 11 El jefe de la sección correspondiente al turno del octavo mes era
Sibecay, jusatita del clan de Zéraj. 12 El jefe de la sección correspondiente
al turno del noveno mes era Abiezer, benjaminita de Anatot. 13 El jefe de la
sección correspondiente al turno del décimo mes era Mahray, netofatita del clan
de Zéraj. 14 El jefe de la sección correspondiente al turno del undécimo mes era
Benaías, piratonita descendiente de Efraín. 15 Y el jefe de la sección
correspondiente al turno del duodécimo mes era Jelday, netofatita de Otniel.
16
Jefes de las tribus de Israel: el jefe de los rubenitas era Eliezer, hijo de
Zicrí; el de los simeonitas, Sefatías, hijo de Maacá; 17 el de los levitas,
Jasabías, hijo de Quemuel; el de Aarón, Sadoc; 18 el de Judá, Eliú, hermano de
David; el de Isacar, Omrí, hijo de Miguel; 19 el de Zabulón, Jismaías, hijo de
Abdías; el de Neftalí, Jerimot, hijo de Azriel; 20 el de los efraimitas, Oseas,
hijo de Azaías; el de media tribu de Manasés, Joel, hijo de Pedaías; 21 el de
la otra mitad de Manasés en Galaad, Jidó, hijo de Zacarías; el de Benjamín,
Jasiel, hijo de Abner; 22 y el de Dan, Azarel, hijo de Jeroján. Estos eran los
jefes de las tribus de Israel.
23
David no incluyó en el censo a los menores de veinte años, porque el Señor
había prometido multiplicar a Israel como las estrellas del cielo. 24 Joab, el
hijo de Seruyá, comenzó a hacer el censo, pero no lo concluyó, pues por su
causa se desencadenó la cólera del Señor sobre Israel. Por eso, sus resultados
no se registraron en los anales del rey David.
25
Azmávet, hijo de Adiel, era el intendente de los almacenes reales; y Jonatán,
hijo de Uzías, era el intendente de los almacenes del campo, de las ciudades,
las aldeas y las fortalezas. 26 Ezrí, hijo de Quelub, era el encargado de los
que cultivaban la tierra. 27 Simeí de Ramá, era el encargado de los viñedos, y
Zabdí de Sefán, el de las vendimias y bodegas. 28 Baal Janán de Guéder era el
encargado de los olivares y sicómoros de la Sefela; y Joás, el de los almacenes
de aceite. 29 Sitray el saronita era el encargado de las vacadas que pastaban
en el Sarón; y Safat, hijo de Adlay, el de las vacadas de los valles; 30 el
ismaelita Obil, el de los camellos; el meronita Jejdías, el de las asnas; 31 y
Jaziz de Agar, el del ganado menor. Todos estos eran los intendentes de la
hacienda del rey David.
32
Jonatán, el tío de David, hombre inteligente, era consejero y secretario. Jiel,
hijo de Jacmoní, era preceptor de los hijos del rey. 33 Ajitófel era consejero
del rey y Jusay el arquita, amigo del rey. 34 A Ajitófel le sucedieron Joyadá,
hijo de Benaías, y Abiatar. Joab era el jefe del ejército real.
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Romanos 4:14-5:2 La Palabra
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14
Pues bien, si los herederos lo fueran en virtud del cumplimiento de la ley, la
fe quedaría sin valor, y la promesa sin eficacia. 15 La ley lleva consigo la
sanción punitiva; pero donde no existe ley, tampoco hay violación de ella. 16
Por eso, la promesa está vinculada a la fe, de manera que, al ser gratuita,
quede asegurada para todos los descendientes de Abrahán, no sólo para los que
pertenecen al ámbito de la ley, sino también para los que pertenecen al de la
fe de Abrahán que es nuestro padre común, 17 como dice la Escritura: Te he
constituido padre de muchos pueblos. Y lo es ante Dios en quien creyó, el Dios
que infunde vida a los muertos y llama a la existencia a lo que no existe.
18
Esperando incluso cuando parecía cerrado el camino a la esperanza, creyó
Abrahán que llegaría a convertirse en padre de muchos pueblos, según lo que
Dios le había prometido: Así será tu descendencia. 19 Y no vaciló en su fe, aun
siendo consciente de que su cuerpo carecía ya de vigor —tenía casi cien años— y
de que el seno de Sara era ya incapaz de concebir. 20 Lejos de hacerle caer en
la incredulidad, la promesa de Dios robusteció su fe. Reconoció así la grandeza
de Dios y 21 manifestó su plena convicción de que Dios tiene poder para cumplir
lo que promete. 22 Esto precisamente le valió para ser amigo de Dios. 23 Y
cuando dice la Escritura “le valió” no se refiere únicamente a Abrahán, 24 sino
también a nosotros a quienes “nos valdrá” igualmente, a nosotros que creemos en
el que resucitó a Jesús, nuestro Señor, 25 a quien Dios entregó a la muerte por
nuestros pecados y resucitó para ser nuestra salvación.
II.—
NUEVA VIDA EN CRISTO (5—8)
Paz
con Dios por medio de Cristo
5
Restablecidos, pues, en la amistad divina por medio de la fe, Jesucristo
nuestro Señor nos mantiene en paz con Dios. 2 Ha sido, en efecto, Cristo quien
nos ha facilitado, mediante la fe, esta apertura a la gracia en la que estamos
firmemente instalados a la vez que nos sentimos orgullosos abrigando la
esperanza de participar en la gloria de Dios.
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Salmos 14 La Palabra (Hispanoamérica)
(BLPH)
Salmo
14 (13)
No
hay quien haga el bien
14
Al maestro del coro. Salmo de David.
Piensan
los insensatos: “No hay Dios”.
Son
perversos, su conducta es detestable,
no
hay quien haga el bien.
2
El
Señor desde los cielos contempla a los humanos
para
ver si hay algún sensato que busque a Dios.
3
Pero
todos se han pervertido,
se
han corrompido sin excepción;
no
hay quien haga el bien, ni uno solo.
4
¿No
comprenderán los malvados
que
devoran a mi pueblo como si fuera pan?
No
invocan al Señor
5
y
van a estremecerse de miedo,
porque
Dios está con los justos.
6
Quisieron
frustrar el proyecto del humilde,
pero
el Señor es su refugio.
7
¡Ojalá
venga de Sión la salvación de Israel!
Cuando
el Señor restaure a su pueblo,
se
regocijará Jacob, se alegrará Israel.
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Proverbios 19:17 La Palabra
(Hispanoamérica) (BLPH)
17
Quien
favorece al pobre presta al Señor
y
recibirá su recompensa.
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