2 Crónicas 1:1-3:17; Romanos 6:1-23; Salmos 16; Proverbios 19:20-21 (Reina-Valera 1960 (RVR1960))
2 Crónicas 1-3 Reina-Valera 1960
(RVR1960)
Salomón
pide sabiduría
(1
R. 3.3-15)
1 Salomón hijo de David fue afirmado en su
reino, y Jehová su Dios estaba con él, y lo engrandeció sobremanera.
2
Y convocó Salomón a todo Israel, a jefes de millares y de centenas, a jueces, y
a todos los príncipes de todo Israel, jefes de familias.
3
Y fue Salomón, y con él toda esta asamblea, al lugar alto que había en Gabaón;
porque allí estaba el tabernáculo de reunión de Dios, que Moisés siervo de
Jehová había hecho en el desierto.
4
Pero David había traído el arca de Dios de Quiriat-jearim al lugar que él le
había preparado; porque él le había levantado una tienda en Jerusalén.
5
Asimismo el altar de bronce que había hecho Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur,
estaba allí delante del tabernáculo de Jehová, al cual fue a consultar Salomón
con aquella asamblea.
6
Subió, pues, Salomón allá delante de Jehová, al altar de bronce que estaba en
el tabernáculo de reunión, y ofreció sobre él mil holocaustos.
7
Y aquella noche apareció Dios a Salomón y le dijo: Pídeme lo que quieras que yo
te dé.
8
Y Salomón dijo a Dios: Tú has tenido con David mi padre gran misericordia, y a
mí me has puesto por rey en lugar suyo.
9
Confírmese pues, ahora, oh Jehová Dios, tu palabra dada a David mi padre;
porque tú me has puesto por rey sobre un pueblo numeroso como el polvo de la
tierra.
10
Dame ahora sabiduría y ciencia, para presentarme delante de este pueblo; porque
¿quién podrá gobernar a este tu pueblo tan grande?
11
Y dijo Dios a Salomón: Por cuanto hubo esto en tu corazón, y no pediste
riquezas, bienes o gloria, ni la vida de los que te quieren mal, ni pediste
muchos días, sino que has pedido para ti sabiduría y ciencia para gobernar a mi
pueblo, sobre el cual te he puesto por rey,
12
sabiduría y ciencia te son dadas; y también te daré riquezas, bienes y gloria,
como nunca tuvieron los reyes que han sido antes de ti, ni tendrán los que
vengan después de ti.
13
Y desde el lugar alto que estaba en Gabaón, delante del tabernáculo de reunión,
volvió Salomón a Jerusalén, y reinó sobre Israel.
Salomón
comercia en caballos y en carros
(1
R. 10.26-29; 2 Cr. 9.25-28)
14
Y juntó Salomón carros y gente de a caballo; y tuvo mil cuatrocientos carros y
doce mil jinetes, los cuales puso en las ciudades de los carros y con el rey en
Jerusalén.
15
Y acumuló el rey plata y oro en Jerusalén como piedras, y cedro como cabrahigos
de la Sefela en abundancia.
16
Y los mercaderes del rey compraban por contrato caballos y lienzos finos de
Egipto para Salomón.
17
Y subían y compraban en Egipto un carro por seiscientas piezas de plata, y un
caballo por ciento cincuenta; y así compraban por medio de ellos para todos los
reyes de los heteos, y para los reyes de Siria.
Pacto
de Salomón con Hiram
(1
R. 5.1-18; 7.13-14)
2 Determinó, pues, Salomón edificar casa al
nombre de Jehová, y casa para su reino.
2
Y designó Salomón setenta mil hombres que llevasen cargas, y ochenta mil
hombres que cortasen en los montes, y tres mil seiscientos que los vigilasen.
3
Y envió a decir Salomón a Hiram rey de Tiro: Haz conmigo como hiciste con David
mi padre, enviándole cedros para que edificara para sí casa en que morase.
4
He aquí, yo tengo que edificar casa al nombre de Jehová mi Dios, para
consagrársela, para quemar incienso aromático delante de él, y para la
colocación continua de los panes de la proposición, y para holocaustos a mañana
y tarde, en los días de reposo,[a] nuevas lunas, y festividades de Jehová
nuestro Dios; lo cual ha de ser perpetuo en Israel.
5
Y la casa que tengo que edificar, ha de ser grande; porque el Dios nuestro es
grande sobre todos los dioses.
6
Mas ¿quién será capaz de edificarle casa, siendo que los cielos y los cielos de
los cielos no pueden contenerlo? ¿Quién, pues, soy yo, para que le edifique
casa, sino tan sólo para quemar incienso delante de él?
7
Envíame, pues, ahora un hombre hábil que sepa trabajar en oro, en plata, en
bronce, en hierro, en púrpura, en grana y en azul, y que sepa esculpir con los
maestros que están conmigo en Judá y en Jerusalén, los cuales dispuso mi padre.
8
Envíame también madera del Líbano: cedro, ciprés y sándalo; porque yo sé que
tus siervos saben cortar madera en el Líbano; y he aquí, mis siervos irán con
los tuyos,
9
para que me preparen mucha madera, porque la casa que tengo que edificar ha de
ser grande y portentosa.
10
Y he aquí, para los trabajadores tus siervos, cortadores de madera, he dado
veinte mil coros de trigo en grano, veinte mil coros de cebada, veinte mil
batos de vino, y veinte mil batos de aceite.
11
Entonces Hiram rey de Tiro respondió por escrito que envió a Salomón: Porque
Jehová amó a su pueblo, te ha puesto por rey sobre ellos.
12
Además decía Hiram: Bendito sea Jehová el Dios de Israel, que hizo los cielos y
la tierra, y que dio al rey David un hijo sabio, entendido, cuerdo y prudente,
que edifique casa a Jehová, y casa para su reino.
13
Yo, pues, te he enviado un hombre hábil y entendido, Hiram-abi,
14
hijo de una mujer de las hijas de Dan, mas su padre fue de Tiro; el cual sabe
trabajar en oro, plata, bronce y hierro, en piedra y en madera, en púrpura y en
azul, en lino y en carmesí; asimismo sabe esculpir toda clase de figuras, y
sacar toda forma de diseño que se le pida, con tus hombres peritos, y con los
de mi señor David tu padre.
15
Ahora, pues, envíe mi señor a sus siervos el trigo y cebada, y aceite y vino,
que ha dicho;
16
y nosotros cortaremos en el Líbano la madera que necesites, y te la traeremos
en balsas por el mar hasta Jope, y tú la harás llevar hasta Jerusalén.
17
Y contó Salomón todos los hombres extranjeros que había en la tierra de Israel,
después de haberlos ya contado David su padre, y fueron hallados ciento
cincuenta y tres mil seiscientos.
18
Y señaló de ellos setenta mil para llevar cargas, y ochenta mil canteros en la
montaña, y tres mil seiscientos por capataces para hacer trabajar al pueblo.
Salomón
edifica el templo
(1
R. 6.1-38)
3 Comenzó Salomón a edificar la casa de Jehová
en Jerusalén, en el monte Moriah, que había sido mostrado a David su padre, en
el lugar que David había preparado en la era de Ornán jebuseo.
2
Y comenzó a edificar en el mes segundo, a los dos días del mes, en el cuarto
año de su reinado.
3
Estas son las medidas que dio Salomón a los cimientos de la casa de Dios. La
primera, la longitud, de sesenta codos, y la anchura de veinte codos.
4
El pórtico que estaba al frente del edificio era de veinte codos de largo,
igual al ancho de la casa, y su altura de ciento veinte codos; y lo cubrió por
dentro de oro puro.
5
Y techó el cuerpo mayor del edificio con madera de ciprés, la cual cubrió de
oro fino, e hizo realzar en ella palmeras y cadenas.
6
Cubrió también la casa de piedras preciosas para ornamento; y el oro era oro de
Parvaim.
7
Así que cubrió la casa, sus vigas, sus umbrales, sus paredes y sus puertas, con
oro; y esculpió querubines en las paredes.
8
Hizo asimismo el lugar santísimo, cuya longitud era de veinte codos según el
ancho del frente de la casa, y su anchura de veinte codos; y lo cubrió de oro
fino que ascendía a seiscientos talentos.
9
Y el peso de los clavos era de uno hasta cincuenta siclos de oro. Cubrió
también de oro los aposentos.
10
Y dentro del lugar santísimo hizo dos querubines de madera, los cuales fueron
cubiertos de oro.
11
La longitud de las alas de los querubines era de veinte codos; porque una ala
era de cinco codos, la cual llegaba hasta la pared de la casa, y la otra de
cinco codos, la cual tocaba el ala del otro querubín.
12
De la misma manera una ala del otro querubín era de cinco codos, la cual
llegaba hasta la pared de la casa, y la otra era de cinco codos, que tocaba el
ala del otro querubín.
13
Estos querubines tenían las alas extendidas por veinte codos, y estaban en pie
con los rostros hacia la casa.
14
Hizo también el velo de azul, púrpura, carmesí y lino, e hizo realzar
querubines en él.
Las
dos columnas
(1
R. 7.15-22)
15
Delante de la casa hizo dos columnas de treinta y cinco codos de altura cada
una, con sus capiteles encima, de cinco codos.
16
Hizo asimismo cadenas en el santuario, y las puso sobre los capiteles de las
columnas; e hizo cien granadas, las cuales puso en las cadenas.
17
Y colocó las columnas delante del templo, una a la mano derecha, y otra a la
izquierda; y a la de la mano derecha llamó Jaquín, y a la de la izquierda,
Boaz.
Footnotes:
2 Crónicas 2:4 Aquí equivale a sábado.
Reina-Valera
1960 (RVR1960)
Versión
Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado ©
Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.
Romanos 6 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Muertos
al pecado
6 ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el
pecado para que la gracia abunde?
2
En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún
en él?
3
¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos
sido bautizados en su muerte?
4
Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de
que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también
nosotros andemos en vida nueva.
5
Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así
también lo seremos en la de su resurrección;
6
sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para
que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.
7
Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado.
8
Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él;
9
sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte
no se enseñorea más de él.
10
Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; mas en cuanto vive,
para Dios vive.
11
Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en
Cristo Jesús, Señor nuestro.
12
No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis
en sus concupiscencias;
13
ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de
iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los
muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia.
14
Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley,
sino bajo la gracia.
Siervos
de la justicia
15
¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En
ninguna manera.
16
¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois
esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la
obediencia para justicia?
17
Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de
corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados;
18
y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia.
19
Hablo como humano, por vuestra humana debilidad; que así como para iniquidad
presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad,
así ahora para santificación presentad vuestros miembros para servir a la
justicia.
20
Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la justicia.
21
¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis?
Porque el fin de ellas es muerte.
22
Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios,
tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.
23
Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en
Cristo Jesús Señor nuestro.
Reina-Valera
1960 (RVR1960)
Versión
Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado ©
Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.
Salmos 16 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Una
herencia escogida
Mictam
de David.
16 Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado.
2
Oh
alma mía, dijiste a Jehová:
Tú
eres mi Señor;
No
hay para mí bien fuera de ti.
3
Para
los santos que están en la tierra,
Y
para los íntegros, es toda mi complacencia.
4
Se
multiplicarán los dolores de aquellos que sirven diligentes a otro dios.
No
ofreceré yo sus libaciones de sangre,
Ni
en mis labios tomaré sus nombres.
5
Jehová
es la porción de mi herencia y de mi copa;
Tú
sustentas mi suerte.
6
Las
cuerdas me cayeron en lugares deleitosos,
Y
es hermosa la heredad que me ha tocado.
7
Bendeciré
a Jehová que me aconseja;
Aun
en las noches me enseña mi conciencia.
8
A
Jehová he puesto siempre delante de mí;
Porque
está a mi diestra, no seré conmovido.
9
Se
alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma;
Mi
carne también reposará confiadamente;
10
Porque
no dejarás mi alma en el Seol,
Ni
permitirás que tu santo vea corrupción.
11
Me
mostrarás la senda de la vida;
En
tu presencia hay plenitud de gozo;
Delicias
a tu diestra para siempre.
Reina-Valera
1960 (RVR1960)
Versión
Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado ©
Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.
Proverbios 19:20-21 Reina-Valera 1960
(RVR1960)
20
Escucha
el consejo, y recibe la corrección,
Para
que seas sabio en tu vejez.
21
Muchos
pensamientos hay en el corazón del hombre;
Mas
el consejo de Jehová permanecerá.
Reina-Valera
1960 (RVR1960)
Versión
Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado ©
Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.
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