2 Crónicas 4:1-6:13a; Romanos 7:1-14; Salmos 17; Proverbios 19:22-23 (Reina-Valera 1960 (RVR1960))
2 Crónicas 4:1-6:13 Reina-Valera 1960
(RVR1960)
Mobiliario
del templo
(1
R. 7.23-51)
4 Hizo además un altar de bronce de veinte
codos de longitud, veinte codos de anchura, y diez codos de altura.
2
También hizo un mar de fundición, el cual tenía diez codos de un borde al otro,
enteramente redondo; su altura era de cinco codos, y un cordón de treinta codos
de largo lo ceñía alrededor.
3
Y debajo del mar había figuras de calabazas que lo circundaban, diez en cada
codo alrededor; eran dos hileras de calabazas fundidas juntamente con el mar.
4
Estaba asentado sobre doce bueyes, tres de los cuales miraban al norte, tres al
occidente, tres al sur, y tres al oriente; y el mar descansaba sobre ellos, y
las ancas de ellos estaban hacia adentro.
5
Y tenía de grueso un palmo menor, y el borde tenía la forma del borde de un
cáliz, o de una flor de lis. Y le cabían tres mil batos.
6
Hizo también diez fuentes, y puso cinco a la derecha y cinco a la izquierda,
para lavar y limpiar en ellas lo que se ofrecía en holocausto; pero el mar era
para que los sacerdotes se lavaran en él.
7
Hizo asimismo diez candeleros de oro según su forma, los cuales puso en el
templo, cinco a la derecha y cinco a la izquierda.
8
Además hizo diez mesas y las puso en el templo, cinco a la derecha y cinco a la
izquierda; igualmente hizo cien tazones de oro.
9
También hizo el atrio de los sacerdotes, y el gran atrio, y las portadas del
atrio, y cubrió de bronce las puertas de ellas.
10
Y colocó el mar al lado derecho, hacia el sureste de la casa.
11
Hiram también hizo calderos, y palas, y tazones; y acabó Hiram la obra que
hacía al rey Salomón para la casa de Dios.
12
Dos columnas, y los cordones, los capiteles sobre las cabezas de las dos
columnas, y dos redes para cubrir las dos esferas de los capiteles que estaban
encima de las columnas;
13
cuatrocientas granadas en las dos redes, dos hileras de granadas en cada red,
para que cubriesen las dos esferas de los capiteles que estaban encima de las
columnas.
14
Hizo también las basas, sobre las cuales colocó las fuentes;
15
un mar, y los doce bueyes debajo de él;
16
y calderos, palas y garfios; de bronce muy fino hizo todos sus enseres
Hiram-abi al rey Salomón para la casa de Jehová.
17
Los fundió el rey en los llanos del Jordán, en tierra arcillosa, entre Sucot y
Seredata.
18
Y Salomón hizo todos estos enseres en número tan grande, que no pudo saberse el
peso del bronce.
19
Así hizo Salomón todos los utensilios para la casa de Dios, y el altar de oro,
y las mesas sobre las cuales se ponían los panes de la proposición;
20
asimismo los candeleros y sus lámparas, de oro puro, para que las encendiesen
delante del lugar santísimo conforme a la ordenanza.
21
Las flores, lamparillas y tenazas se hicieron de oro, de oro finísimo;
22
también las despabiladeras, los lebrillos, las cucharas y los incensarios eran
de oro puro. Y de oro también la entrada de la casa, sus puertas interiores
para el lugar santísimo, y las puertas de la casa del templo.
5 Acabada toda la obra que hizo Salomón para la
casa de Jehová, metió Salomón las cosas que David su padre había dedicado; y
puso la plata, y el oro, y todos los utensilios, en los tesoros de la casa de
Dios.
Salomón
traslada el arca al templo
(1
R. 8.1-11)
2
Entonces Salomón reunió en Jerusalén a los ancianos de Israel y a todos los
príncipes de las tribus, los jefes de las familias de los hijos de Israel, para
que trajesen el arca del pacto de Jehová de la ciudad de David, que es Sion.
3
Y se congregaron con el rey todos los varones de Israel, para la fiesta solemne
del mes séptimo.
4
Vinieron, pues, todos los ancianos de Israel, y los levitas tomaron el arca;
5
y llevaron el arca, y el tabernáculo de reunión, y todos los utensilios del
santuario que estaban en el tabernáculo; los sacerdotes y los levitas los
llevaron.
6
Y el rey Salomón, y toda la congregación de Israel que se había reunido con él
delante del arca, sacrificaron ovejas y bueyes, que por ser tantos no se
pudieron contar ni numerar.
7
Y los sacerdotes metieron el arca del pacto de Jehová en su lugar, en el
santuario de la casa, en el lugar santísimo, bajo las alas de los querubines;
8
pues los querubines extendían las alas sobre el lugar del arca, y los
querubines cubrían por encima así el arca como sus barras.
9
E hicieron salir las barras, de modo que se viesen las cabezas de las barras
del arca delante del lugar santísimo, mas no se veían desde fuera; y allí están
hasta hoy.
10
En el arca no había más que las dos tablas que Moisés había puesto en Horeb,
con las cuales Jehová había hecho pacto con los hijos de Israel, cuando
salieron de Egipto.
11
Y cuando los sacerdotes salieron del santuario (porque todos los sacerdotes que
se hallaron habían sido santificados, y no guardaban sus turnos;
12
y los levitas cantores, todos los de Asaf, los de Hemán y los de Jedutún,
juntamente con sus hijos y sus hermanos, vestidos de lino fino, estaban con
címbalos y salterios y arpas al oriente del altar; y con ellos ciento veinte
sacerdotes que tocaban trompetas),
13
cuando sonaban, pues, las trompetas, y cantaban todos a una, para alabar y dar
gracias a Jehová, y a medida que alzaban la voz con trompetas y címbalos y
otros instrumentos de música, y alababan a Jehová, diciendo: Porque él es
bueno, porque su misericordia es para siempre; entonces la casa se llenó de una
nube, la casa de Jehová.
14
Y no podían los sacerdotes estar allí para ministrar, por causa de la nube;
porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Dios.
Dedicación
del templo
(1
R. 8.12-66)
6 Entonces dijo Salomón: Jehová ha dicho que él
habitaría en la oscuridad.
2
Yo, pues, he edificado una casa de morada para ti, y una habitación en que
mores para siempre.
3
Y volviendo el rey su rostro, bendijo a toda la congregación de Israel; y toda
la congregación de Israel estaba en pie.
4
Y él dijo: Bendito sea Jehová Dios de Israel, quien con su mano ha cumplido lo
que prometió con su boca a David mi padre, diciendo:
5
Desde el día que saqué a mi pueblo de la tierra de Egipto, ninguna ciudad he
elegido de todas las tribus de Israel para edificar casa donde estuviese mi
nombre, ni he escogido varón que fuese príncipe sobre mi pueblo Israel.
6
Mas a Jerusalén he elegido para que en ella esté mi nombre, y a David he
elegido para que esté sobre mi pueblo Israel.
7
Y David mi padre tuvo en su corazón edificar casa al nombre de Jehová Dios de
Israel.
8
Mas Jehová dijo a David mi padre: Respecto a haber tenido en tu corazón deseo
de edificar casa a mi nombre, bien has hecho en haber tenido esto en tu
corazón.
9
Pero tú no edificarás la casa, sino tu hijo que saldrá de tus lomos, él
edificará casa a mi nombre.
10
Y Jehová ha cumplido su palabra que había dicho, pues me levanté yo en lugar de
David mi padre, y me he sentado en el trono de Israel, como Jehová había dicho,
y he edificado casa al nombre de Jehová Dios de Israel.
11
Y en ella he puesto el arca, en la cual está el pacto de Jehová que celebró con
los hijos de Israel.
12
Se puso luego Salomón delante del altar de Jehová, en presencia de toda la
congregación de Israel, y extendió sus manos.
13
Porque Salomón había hecho un estrado de bronce de cinco codos de largo, de
cinco codos de ancho y de altura de tres codos, y lo había puesto en medio del
atrio; y se puso sobre él, se arrodilló delante de toda la congregación de
Israel, y extendió sus manos al cielo, y dijo:
Reina-Valera
1960 (RVR1960)
Versión
Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado ©
Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.
Romanos 7:1-14 Reina-Valera 1960
(RVR1960)
Analogía
tomada del matrimonio
7 ¿Acaso ignoráis, hermanos (pues hablo con los
que conocen la ley), que la ley se enseñorea del hombre entre tanto que éste
vive?
2
Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras éste vive;
pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido.
3
Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera;
pero si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se uniere
a otro marido, no será adúltera.
4
Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo
de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de
que llevemos fruto para Dios.
5
Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas que eran por la
ley obraban en nuestros miembros llevando fruto para muerte.
6
Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que
estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no
bajo el régimen viejo de la letra.
El
pecado que mora en mí
7
¿Qué diremos, pues? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conocí el
pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no
dijera: No codiciarás.
8
Mas el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, produjo en mí toda codicia;
porque sin la ley el pecado está muerto.
9
Y yo sin la ley vivía en un tiempo; pero venido el mandamiento, el pecado
revivió y yo morí.
10
Y hallé que el mismo mandamiento que era para vida, a mí me resultó para
muerte;
11
porque el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, me engañó, y por él me
mató.
12
De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y
bueno.
13
¿Luego lo que es bueno, vino a ser muerte para mí? En ninguna manera; sino que
el pecado, para mostrarse pecado, produjo en mí la muerte por medio de lo que
es bueno, a fin de que por el mandamiento el pecado llegase a ser sobremanera
pecaminoso.
14
Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al pecado.
Reina-Valera
1960 (RVR1960)
Versión
Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado ©
Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.
Salmos 17 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Plegaria
pidiendo protección contra los opresores
Oración
de David.
17 Oye, oh Jehová, una causa justa; está atento
a mi clamor.
Escucha mi oración hecha de labios sin
engaño.
2
De
tu presencia proceda mi vindicación;
Vean
tus ojos la rectitud.
3
Tú
has probado mi corazón, me has visitado de noche;
Me
has puesto a prueba, y nada inicuo hallaste;
He
resuelto que mi boca no haga transgresión.
4
En
cuanto a las obras humanas, por la palabra de tus labios
Yo
me he guardado de las sendas de los violentos.
5
Sustenta
mis pasos en tus caminos,
Para
que mis pies no resbalen.
6
Yo
te he invocado, por cuanto tú me oirás, oh Dios;
Inclina
a mí tu oído, escucha mi palabra.
7
Muestra
tus maravillosas misericordias, tú que salvas a los que se refugian a tu
diestra,
De
los que se levantan contra ellos.
8
Guárdame
como a la niña de tus ojos;
Escóndeme
bajo la sombra de tus alas,
9
De
la vista de los malos que me oprimen,
De
mis enemigos que buscan mi vida.
10
Envueltos
están con su grosura;
Con
su boca hablan arrogantemente.
11
Han
cercado ahora nuestros pasos;
Tienen
puestos sus ojos para echarnos por tierra.
12
Son
como león que desea hacer presa,
Y
como leoncillo que está en su escondite.
13
Levántate,
oh Jehová;
Sal
a su encuentro, póstrales;
Libra
mi alma de los malos con tu espada,
14
De
los hombres con tu mano, oh Jehová,
De
los hombres mundanos, cuya porción la tienen en esta vida,
Y
cuyo vientre está lleno de tu tesoro.
Sacian
a sus hijos,
Y
aun sobra para sus pequeñuelos.
15
En
cuanto a mí, veré tu rostro en justicia;
Estaré
satisfecho cuando despierte a tu semejanza.
Acción
de gracias por la victoria
(2
S. 22.1-51)
Al
músico principal. Salmo de David, siervo de Jehová, el cual
dirigió
a Jehová las palabras de este cántico el día que le libró Jehová de mano de
todos sus enemigos, y de mano de Saúl. Entonces dijo:
Reina-Valera
1960 (RVR1960)
Versión
Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado ©
Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.
Proverbios 19:22-23 Reina-Valera 1960
(RVR1960)
22
Contentamiento
es a los hombres hacer misericordia;
Pero
mejor es el pobre que el mentiroso.
23
El
temor de Jehová es para vida,
Y
con él vivirá lleno de reposo el hombre;
No
será visitado de mal.
Reina-Valera
1960 (RVR1960)
Versión
Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado ©
Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.
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