2 Crónicas 32:1-33:13; Romanos 15:23-16:7; Salmos 25:12-22; Proverbios 20:16-18 (Nueva Biblia de las Américas (NBLA))
2 Crónicas 32:1-33:13 Nueva Biblia de
las Américas (NBLA)
Invasión
de Senaquerib
32
Después de estos actos de[a] fidelidad, Senaquerib, rey de Asiria, vino e
invadió a Judá y sitió las ciudades fortificadas, y mandó conquistarlas[b] para
sí. 2 Cuando Ezequías vio que Senaquerib había venido y que se proponía
hacer[c] guerra contra Jerusalén, 3 decidió con sus oficiales y guerreros
cortar el agua de las fuentes que estaban fuera de la ciudad, y ellos lo
ayudaron. 4 Y se reunió mucha gente y cegaron todas las fuentes y el arroyo que
fluía por la región[d], diciendo: «¿Por qué han de venir los reyes de Asiria y
hallar tanta agua?». 5 Y Ezequías cobró ánimo y reedificó toda la muralla que
había sido derribada y levantó torres en ella[e], edificó otra muralla
exterior, fortificó el Milo en la ciudad de David, e hizo armas arrojadizas y
escudos en gran cantidad. 6 Puso también oficiales militares sobre el pueblo,
los reunió a su lado en la plaza a la puerta de la ciudad y les habló dándoles
ánimo[f]: 7 «Sean fuertes y valientes; no teman ni se acobarden a causa del rey
de Asiria, ni a causa de toda la multitud que está con él, porque el que está
con nosotros es más poderoso que el que está con él. 8 Con él está solo un
brazo de carne, pero con nosotros está el Señor nuestro Dios para ayudarnos y
pelear nuestras batallas». Y el pueblo confió en las palabras de Ezequías, rey
de Judá.
9
Después de esto, mientras Senaquerib, rey de Asiria, estaba sitiando[g] Laquis
con todas sus fuerzas, envió a sus siervos a Jerusalén, a decirle a Ezequías,
rey de Judá, y a todos los de Judá que estaban en Jerusalén: 10 «Así dice
Senaquerib, rey de Asiria: “¿En qué están ustedes confiando para que
permanezcan bajo sitio en Jerusalén? 11 ¿No los engaña Ezequías para
entregarlos a morir de hambre y de sed, diciéndoles: ‘El Señor nuestro Dios nos
librará de la mano del rey de Asiria?’. 12 ¿Acaso no es el mismo Ezequías el
que ha quitado Sus lugares altos y Sus altares, y ha dicho a Judá y a
Jerusalén: ‘Delante de un solo altar ustedes adorarán, y sobre él quemarán
incienso?’. 13 ¿No saben lo que yo y mis padres hemos hecho a todos los pueblos
de estas[h] tierras? ¿Pudieron los dioses de las naciones de las tierras librar
su tierra de mi mano? 14 ¿Quién de entre todos los dioses de aquellas naciones
que mis padres destruyeron completamente pudo librar a su pueblo de mi mano,
para que el Dios de ustedes pueda librarlos de mi mano? 15 Ahora pues, no dejen
que Ezequías los engañe y los extravíe en esta forma. No crean en él, porque
ningún dios de ninguna nación ni reino pudo librar a su pueblo de mi mano ni de
la mano de mis padres. ¡Cuánto menos los librará de mi mano el Dios de
ustedes!”».
16
Y los siervos de Senaquerib hablaron aún más contra el Señor Dios y contra su
siervo Ezequías. 17 También Senaquerib escribió cartas para insultar al Señor,
Dios de Israel, y para hablar contra Él, en que decía: «Como los dioses de las
naciones de las tierras no han[i] librado a sus pueblos de mi mano, así el Dios
de Ezequías no librará a Su pueblo de mi mano». 18 Proclamaron esto a gran voz
en la lengua de Judá[j] al pueblo de Jerusalén que estaba sobre la muralla,
para espantarlos y aterrorizarlos, para así poder tomar la ciudad. 19 Y
hablaron del[k] Dios de Jerusalén como de los dioses de los pueblos de la
tierra, obra de manos de hombres.
20
Pero el rey Ezequías y el profeta Isaías, hijo de Amoz, oraron sobre esto, y
clamaron al cielo. 21 El Señor envió un ángel que destruyó a todo guerrero
valiente, comandante y capitán en el campamento del rey de Asiria. Así regresó
avergonzado[l] a su propia tierra. Y cuando entró al templo[m] de su dios,
algunos de sus propios hijos lo mataron allí a espada. 22 Así salvó el Señor a
Ezequías y a los habitantes de Jerusalén de mano de Senaquerib, rey de Asiria,
y de mano de todos los demás, y los guió[n] por todas partes. 23 Y muchos
traían presentes al Señor en Jerusalén y presentes valiosos a Ezequías, rey de
Judá, de modo que después de esto fue engrandecido delante de todas las
naciones.
24
En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte; y oró al Señor, y Él le habló
y le dio una señal. 25 Pero Ezequías no correspondió al bien que había
recibido[o], porque su corazón era orgulloso[p]; por tanto, la ira vino sobre
él, sobre Judá y sobre Jerusalén. 26 Pero después Ezequías se humilló, quitando
el orgullo de su corazón, tanto él como los habitantes de Jerusalén, de modo
que no vino sobre ellos la ira del Señor en los días de Ezequías.
27
Ezequías tenía inmensas riquezas y honores. Hizo para sí depósitos[q] para
plata, oro, piedras preciosas, especias, escudos y toda clase de objetos de
valor. 28 Hizo también almacenes para el producto de granos, vino y aceite,
corrales para toda clase de ganado y rediles para los rebaños[r]. 29 Él edificó
ciudades y adquirió rebaños y ganados en abundancia, porque Dios le había dado
muchísimas riquezas[s]. 30 Ezequías fue el que cegó la salida superior de las
aguas de Gihón y las condujo al lado occidental de la ciudad de David. Ezequías
prosperó en todo lo que hizo. 31 Aun en el asunto de los enviados por los
gobernantes de Babilonia, que los mandaron a él para investigar la maravilla
que había acontecido en el país, Dios lo dejó solo para probarlo, a fin de
saber todo lo que había en su corazón.
32
Los demás hechos de Ezequías y sus obras piadosas, están escritos en la visión
del profeta Isaías, hijo de Amoz, y en el libro de los reyes de Judá y de
Israel. 33 Ezequías durmió con sus padres, y lo sepultaron en la parte superior
de[t] los sepulcros de los hijos de David; y todo Judá y los habitantes de
Jerusalén le rindieron honores en su muerte. Y su hijo Manasés reinó en su
lugar.
Reinado
de Manasés
33
Manasés tenía doce años cuando comenzó a reinar, y reinó cincuenta y cinco años
en Jerusalén. 2 Pero hizo lo malo ante los ojos del Señor conforme a las
abominaciones de las naciones que el Señor había expulsado delante de los
israelitas. 3 Porque reedificó los lugares altos que su padre Ezequías había
derribado. Levantó también altares a los Baales e hizo Aseras[u], y adoró a
todo el ejército de los cielos y los sirvió. 4 Edificó altares en la casa del
Señor, de la cual el Señor había dicho: «Mi nombre estará en Jerusalén para
siempre». 5 Edificó altares a todo el ejército de los cielos en los dos atrios
de la casa del Señor.
6
Además, Manasés hizo pasar por el fuego a sus hijos en el valle de Ben Hinom;
practicó la hechicería, usó la adivinación, practicó la brujería y trató con
adivinos y espiritistas. Hizo mucho mal ante los ojos del Señor, provocándolo a
ira. 7 Colocó la imagen tallada del ídolo que había hecho, en la casa de Dios,
de la cual Dios había dicho a David y a su hijo Salomón: «En esta casa y en
Jerusalén, que he escogido de entre todas las tribus de Israel, pondré Mi
nombre para siempre, 8 y no volveré a quitar el pie de Israel de la tierra que
Yo he asignado para sus padres, con tal de que cuiden de hacer todo lo que les
he mandado conforme a toda la ley, los estatutos y las ordenanzas dados por
medio[v] de Moisés». 9 Así Manasés hizo extraviar a Judá y a los habitantes de
Jerusalén para que hicieran lo malo más que las naciones que el Señor había
destruido delante de los israelitas.
10
El Señor habló a Manasés y a su pueblo, pero ellos no hicieron caso. 11 Por eso
el Señor hizo venir contra ellos a los capitanes del ejército del rey de
Asiria, que capturaron a Manasés con garfios[w], lo ataron con cadenas de
bronce y lo llevaron a Babilonia. 12 Cuando estaba en angustia, Manasés imploró
al Señor su Dios, y se humilló grandemente delante del Dios de sus padres. 13 Y
cuando oró a Él, Dios se conmovió por su ruego, oyó su súplica y lo trajo de
nuevo a Jerusalén, a su reino. Entonces Manasés reconoció que el Señor era
Dios.
Footnotes:
2 Crónicas 32:1 Lit. estas cosas y de esta.
2 Crónicas 32:1 Lit. forzarlas.
2 Crónicas 32:2 Lit. su rostro para la.
2 Crónicas 32:4 Lit. en medio de la tierra.
2 Crónicas 32:5 Lit. levantó sobre las
torres.
2 Crónicas 32:6 Lit. habló al corazón de
ellos.
2 Crónicas 32:9 Lit. contra.
2 Crónicas 32:13 Lit. las.
2 Crónicas 32:17 Lit. que no han.
2 Crónicas 32:18 Lit. en judío; i.e. en
hebreo.
2 Crónicas 32:19 Lit. al.
2 Crónicas 32:21 Lit. con rostro
avergonzado.
2 Crónicas 32:21 Lit. a la casa.
2 Crónicas 32:22 Algunas versiones antiguas
dicen: les dio paz.
2 Crónicas 32:25 Lit. a él.
2 Crónicas 32:25 Lit. elevado.
2
Crónicas 32:27 O tesoros.
2 Crónicas 32:28 Así en algunas versiones
antiguas; en heb. rebaños para los apriscos.
2 Crónicas 32:29 Lit. posesiones,
propiedades.
2 Crónicas 32:33 O subida a.
2 Crónicas 33:3 I.e. símbolos de madera de
una deidad femenina.
2 Crónicas 33:8 Lit. mano.
2 Crónicas 33:11 I.e. tiras de cuero
pasadas por la nariz.
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Romanos 15:23-16:7 Nueva Biblia de las
Américas (NBLA)
23
Pero ahora, no quedando ya[a] más lugares[b] para mí en estas regiones, y
puesto que por muchos años he tenido un gran deseo de ir a ustedes, 24 cuando
vaya a España los visitaré. Porque espero verlos al pasar y que me ayuden a
continuar hacia allá, después de que haya disfrutado un poco[c] de su compañía.
25
Pero ahora voy a Jerusalén para el servicio de los santos, 26 pues Macedonia y
Acaya han tenido a bien hacer una colecta para los pobres de entre los santos
que están en Jerusalén. 27 Sí, tuvieron a bien hacerlo, y a la verdad que están
en deuda con ellos. Porque si los gentiles han participado de sus bienes
espirituales, también están obligados a servir a los santos[d] en los bienes
materiales.
28
Así que cuando haya cumplido esto y les haya entregado esta ofrenda[e], iré a
España llegando de paso a verlos. 29 Y sé que cuando vaya a ustedes, iré en la
plenitud de la bendición de Cristo.
30
Les ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que
se esfuercen juntamente conmigo en sus oraciones a Dios por mí, 31 para que sea
librado de los que son desobedientes[f] en Judea, y que mi servicio a Jerusalén
sea aceptable a los santos, 32 y para que con gozo llegue a ustedes por la
voluntad de Dios, y encuentre confortante reposo con ustedes. 33 El Dios de paz
sea con todos ustedes. Amén.
Recomendaciones
y saludos personales
16
Les recomiendo a nuestra hermana Febe, diaconisa de la iglesia en Cencrea, 2
para que la reciban en el Señor de una manera digna de los santos, y que la
ayuden en cualquier asunto en que ella necesite de ustedes, porque ella también
ha ayudado a muchos y aun a mí mismo.
3
Saluden a Priscila y a Aquila, mis colaboradores en Cristo Jesús, 4 los cuales
expusieron su vida[g] por mí[h], a quienes no solo yo doy gracias, sino también
todas las iglesias de los gentiles.
5
Saluden también a la iglesia que está en su casa. Saluden a mi querido hermano
Epeneto, que es el primer convertido a Cristo en[i] Asia[j]. 6 Saluden a María,
que ha trabajado mucho por ustedes. 7 Saluden a Andrónico y a Junias[k], mis
parientes y compañeros de prisión, que se destacan entre los apóstoles y
quienes también vinieron a[l] Cristo antes que yo.
Footnotes:
Romanos 15:23 Lit. no teniendo.
Romanos 15:23 Lit. lugar.
Romanos 15:24 Lit. en parte.
Romanos 15:27 Lit. a ellos.
Romanos 15:28 Lit. les haya sellado este
fruto a ellos.
Romanos 15:31 O incrédulos.
Romanos 16:4 Lit. cuello.
Romanos 16:4 Lit. mi alma.
Romanos 16:5 Lit. que es primicias para
Cristo de.
Romanos 16:5 I.e. provincia occidental de
Asia Menor.
Romanos 16:7 O Junia, o Julia.
Romanos 16:7 Lit. fueron en.
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Salmos 25:12-22 Nueva Biblia de las
Américas (NBLA)
12
¿Quién
es el hombre que teme al Señor?
Él
le instruirá en el camino que debe escoger.
13
En
prosperidad habitará su alma,
Y
su descendencia poseerá la tierra.
14
Los
secretos del Señor son para los que le temen,
Y
Él les dará a conocer Su pacto.
15
De
continuo están mis ojos hacia el Señor,
Porque
Él sacará mis pies de la red.
16
Vuélvete
a mí y tenme piedad,
Porque
estoy solitario y afligido.
17
Las
angustias de mi corazón han aumentado;
Sácame
de mis congojas.
18
Mira
mi aflicción y mis trabajos,
Y
perdona todos mis pecados.
19
Mira
mis enemigos, que son muchos,
Y
con odio violento me detestan.
20
Guarda
mi alma y líbrame;
No
sea yo avergonzado, porque en Ti me refugio.
21
La
integridad y la rectitud me preserven,
Porque
en Ti espero.
22
Oh
Dios, redime a Israel
De
todas sus angustias.
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Proverbios 20:16-18 Nueva Biblia de
las Américas (NBLA)
16
Tómale
la ropa al que[a] sale fiador del extraño;
Y
tómale prenda por los extranjeros.
17
El
pan obtenido con falsedad es dulce al hombre,
Pero
después su boca se llenará de grava.
18
Los
proyectos con consejo se preparan,
Y
con dirección sabia se hace la guerra.
Footnotes:
Proverbios 20:16 Lit. cuando.
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