Ester 1:1-3:15; 1 Corintios 11:17-34; Salmos 35:17-28; Proverbios 21:19-20 (La Biblia de las Américas (LBLA))
Ester 1-3 La Biblia de las Américas
(LBLA)
Banquetes
del rey Asuero
1
Aconteció en los días de Asuero[a], el rey Asuero que reinó desde la India
hasta Etiopía[b] sobre ciento veintisiete provincias, 2 que en aquellos días,
estando el rey Asuero reinando desde su trono real, en la fortaleza de Susa, 3
en el año tercero de su reinado, ofreció un banquete para todos sus príncipes y
servidores, estando en su presencia los oficiales del ejército de Persia y
Media, los nobles y los príncipes de sus provincias. 4 Y[c] él les mostró las
riquezas de la gloria de su reino y el magnífico esplendor de su majestad
durante muchos días, ciento ochenta días. 5 Cuando se cumplieron estos días, el
rey ofreció un banquete de siete días para todo el pueblo que se encontraba en
la fortaleza de Susa, desde el mayor hasta el menor, en el atrio del jardín del
palacio del rey. 6 Había colgaduras de lino blanco y violeta, sostenidas por
cordones de lino fino y púrpura en anillos de plata y columnas de mármol, y
lechos de oro y plata sobre un pavimento mosaico de pórfido, de mármol, de
alabastro y de piedras preciosas. 7 Las bebidas se servían en vasijas de oro de
diferentes formas, y el vino real abundaba conforme a la liberalidad[d] del
rey. 8 Y se bebía conforme a la ley, no había obligación, porque el rey así
había dado órdenes a todos los oficiales de su casa para que hicieran conforme
a los deseos de cada persona. 9 La reina Vasti también hizo un banquete para
las mujeres en el palacio[e] que pertenecía al rey Asuero.
La
reina Vasti repudiada
10
Al séptimo día, cuando el corazón del rey estaba alegre por el vino, él ordenó
a Mehumán, a Bizta, a Harbona, a Bigta, a Abagta, a Zetar y a Carcas, los siete
eunucos que servían en la presencia del rey Asuero, 11 que trajeran a la reina
Vasti a la presencia del rey con su corona real, para mostrar al pueblo y a los
príncipes su belleza, porque era muy hermosa. 12 Pero la reina Vasti rehusó
venir al mandato del rey transmitido por[f] los eunucos. Entonces el rey se
enojó mucho y se encendió su furor en él. 13 Y el rey dijo a los sabios que
conocían los tiempos (pues era costumbre del rey consultar así a todos los que
conocían la ley y el derecho, 14 y estaban junto a él Carsena, Setar, Admata,
Tarsis, Meres, Marsena y Memucán, los siete príncipes de Persia y Media que
tenían entrada a la presencia del[g] rey y que ocupaban los primeros puestos en
el reino): 15 Conforme a la ley, ¿qué se debe hacer con la reina Vasti, por no
haber obedecido[h] el mandato del rey Asuero transmitido por[i] los eunucos? 16
Y en presencia del rey y de los príncipes, Memucán dijo: La reina Vasti no solo
ha ofendido al rey sino también a todos los príncipes y a todos los pueblos que
están en todas las provincias del rey Asuero. 17 Porque la conducta de la reina
llegará a conocerse[j] por todas las mujeres y hará que ellas miren[k] con
desdén a sus maridos, y digan: «El rey Asuero ordenó que la reina Vasti fuera
llevada a su presencia, pero ella no fue». 18 Y desde hoy las señoras de Persia
y Media que han oído de la conducta de la reina hablarán de la misma manera a
todos los príncipes del rey, y habrá mucho desdén y enojo. 19 Si le place al
rey, proclame él[l] un decreto real y que se escriba en las leyes de Persia y
Media para que no sea revocado[m], que Vasti no entre más a la presencia del
rey Asuero, y que el rey dé su título de reina a otra[n] que sea más digna que
ella. 20 Y cuando el decreto que haga el rey sea oído por todo su reino,
inmenso como es, entonces todas las mujeres darán honra a sus maridos, desde el
mayor hasta el menor. 21 Esta palabra pareció bien al rey y a los príncipes, y
el rey hizo conforme a lo dicho por Memucán. 22 Y envió cartas a todas las
provincias del rey, a cada provincia conforme a su escritura y a cada pueblo
conforme a su lengua, para que todo hombre fuera señor en su casa y que en ella
se hablara la lengua de su pueblo.
Ester
elegida reina
2
Después de estas cosas, cuando el furor del rey Asuero se había aplacado, él se
acordó de Vasti, de lo que ella había hecho y de lo que se había decretado
contra ella. 2 Entonces los cortesanos al servicio del rey, dijeron: Búsquense
para el rey jóvenes vírgenes y de buen parecer. 3 Y que el rey nombre oficiales
en todas las provincias de su reino para que reúnan a todas las jóvenes
vírgenes y de buen parecer en la fortaleza de Susa, en el harén, bajo la custodia[o]
de Hegai, eunuco del rey, encargado de las mujeres, y que se les den sus
cosméticos. 4 Y la joven que agrade al rey sea reina en lugar de Vasti. Y esto
le pareció bien al rey, y así lo hizo.
5
Y había en la fortaleza de Susa un judío que se llamaba Mardoqueo, hijo de
Jair, hijo de Simei, hijo de Cis, benjamita, 6 que había sido deportado de
Jerusalén con los cautivos que habían sido deportados con Jeconías, rey de
Judá, a quien había deportado Nabucodonosor, rey de Babilonia. 7 Y Mardoqueo[p]
estaba criando a Hadasa, es decir, Ester, hija de su tío, pues ella no tenía ni
padre ni madre. La joven era de hermosa figura y de buen parecer, y cuando su
padre y su madre murieron, Mardoqueo la tomó como hija suya.
8
Y sucedió que cuando el mandato y el decreto del rey fueron oídos, muchas
jóvenes fueron reunidas en la fortaleza de Susa bajo la custodia de Hegai; y
Ester también fue llevada al palacio[q] del rey, bajo la custodia de Hegai,
encargado de las mujeres. 9 La joven le agradó y halló favor delante de él, por
lo que se apresuró en proveerle cosméticos y alimentos[r]; le dio siete
doncellas escogidas del palacio del rey, y la trasladó con sus doncellas al
mejor lugar del harén. 10 Ester no dio a conocer ni su pueblo ni su parentela,
porque Mardoqueo le había mandado que no los diera a conocer. 11 Y todos los
días Mardoqueo se paseaba delante del patio del harén para enterarse de cómo
estaba Ester y qué le sucedía.
12
Cuando le tocaba a cada joven venir al rey Asuero, al cumplirse sus doce meses,
según las ordenanzas para las mujeres, pues los días de su embellecimiento se
cumplían así: seis meses con óleo de mirra y seis meses con especias y
cosméticos para las mujeres, 13 entonces la joven venía al rey de esta manera:
cualquier cosa que ella deseaba[s] se le concedía para que la llevara consigo
del harén al palacio del rey. 14 Ella entraba por la tarde y a la mañana
siguiente volvía al segundo harén, bajo la custodia de Saasgaz, eunuco del rey,
encargado de las concubinas. Ella no iba otra vez al rey a menos que el rey se
complaciera en ella y fuera llamada por nombre. 15 Cuando a Ester, hija de
Abihail, tío de Mardoqueo, que la había tomado como hija, le tocó venir al rey,
ella no pidió cosa alguna sino lo que le aconsejó[t] Hegai, eunuco del rey,
encargado de las mujeres. Y Ester hallaba favor ante los ojos de cuantos la
veían.
16
Ester fue llevada al rey Asuero a su palacio real el mes décimo, que es el mes
Tebet, en el año séptimo de su reinado. 17 Y el rey amó a Ester más que a todas
las otras mujeres, y ella halló gracia y bondad con él más que todas las demás
vírgenes, y él puso la corona real sobre su cabeza y la hizo reina en lugar de
Vasti. 18 Entonces el rey hizo un gran banquete para todos sus príncipes y
siervos, el banquete de Ester. También concedió un día de descanso para las
provincias y dio presentes conforme a la liberalidad[u] del rey.
19
Cuando las vírgenes fueron reunidas por segunda vez, Mardoqueo estaba sentado a
la puerta del rey. 20 Ester todavía no había dado a conocer ni su parentela ni
su pueblo, tal como Mardoqueo le había mandado, porque Ester hizo lo que le
había dicho[v] Mardoqueo, como cuando estaba bajo su tutela. 21 En aquellos
días, estando Mardoqueo sentado a la puerta del rey, Bigtán y Teres, dos
eunucos del rey, guardianes del umbral, se enojaron y procuraban echar mano
al[w] rey Asuero. 22 Pero el asunto llegó a conocimiento de Mardoqueo, y él se
lo comunicó a la reina Ester, y Ester informó[x] al rey en nombre de Mardoqueo.
23 Y cuando fue investigado el asunto y hallado cierto, los dos eunucos fueron
colgados en una horca[y]; y esto fue escrito en el libro de las Crónicas en
presencia del rey.
Conspiración
de Amán
3
Después de esto el rey Asuero engrandeció a Amán, hijo de Hamedata agagueo, y
lo ensalzó y estableció su autoridad[z] sobre todos los príncipes que estaban
con él. 2 Y todos los siervos del rey que estaban a la puerta del rey se
inclinaban y se postraban ante Amán, porque así había ordenado el rey en cuanto
a él; pero Mardoqueo ni se inclinaba ni se postraba. 3 Entonces los siervos del
rey, que estaban a la puerta del rey, dijeron a Mardoqueo: ¿Por qué traspasas
el mandato del rey? 4 Y sucedió que después que ellos le habían hablado día
tras día y él se había negado a escucharlos, se lo informaron a Amán para ver
si la palabra de Mardoqueo era firme; porque él les había declarado que era
judío. 5 Cuando Amán vio que Mardoqueo no se inclinaba ni se postraba ante él,
Amán se llenó de furor. 6 Y él no se contentó con[aa] echar mano solo a
Mardoqueo, pues le habían informado cuál era el pueblo de Mardoqueo; por tanto
Amán procuró destruir a todos los judíos, el pueblo de Mardoqueo, que estaban
por todo el reino de Asuero.
7
En el mes primero, que es el mes de Nisán, el año doce del rey Asuero, se echó
el Pur, es decir la suerte, delante de Amán para cada día y cada mes hasta
el[ab] mes doce, que es el mes de Adar. 8 Y Amán dijo al rey Asuero: Hay un
pueblo esparcido y diseminado entre los pueblos en todas las provincias de tu
reino; sus leyes son diferentes de las de todos los demás pueblos, y no guardan
las leyes del rey, así que no conviene al rey dejarlos vivos. 9 Si al rey le
parece bien, decrétese[ac] que sean destruidos, y yo pagaré diez mil
talentos[ad] de plata en manos de los que manejan los negocios del rey, para
que los pongan en los tesoros del rey. 10 El rey tomó de su mano el anillo de
sellar y se lo dio a Amán, hijo de Hamedata agagueo, enemigo de los judíos. 11
Y el rey dijo a Amán: Quédate con[ae] la plata, y también con el pueblo, para
que hagas con él lo que te parezca bien. 12 Entonces fueron llamados los
escribas del rey el día trece del mes primero, y conforme a todo lo que Amán
había ordenado, fue escrito a los sátrapas del rey, a los gobernadores que
estaban sobre cada provincia y a los príncipes de cada pueblo, a cada provincia
conforme a su escritura, a cada pueblo conforme a su lengua, escrito en el
nombre del rey Asuero y sellado con el anillo del rey. 13 Y se enviaron cartas
por medio[af] de los correos a todas las provincias del rey para destruir,
matar y exterminar a todos los judíos, jóvenes y ancianos, niños y mujeres, en
un solo día, el día trece del mes doce, que es el mes de Adar, y sus posesiones
dadas al saqueo. 14 La copia del edicto que sería promulgada[ag] ley en cada
provincia fue publicada a todos los pueblos para que estuvieran preparados para
ese día. 15 Salieron los correos apremiados por la orden del rey. El decreto
fue promulgado[ah] en la fortaleza de Susa, y mientras el rey y Amán se
sentaron a beber, la ciudad de Susa estaba consternada.
Footnotes:
Ester 1:1 O, Jerjes; heb., Ajashverosh
Ester 1:1 Heb., Cush
Ester 1:4 Lit., Cuando
Ester 1:7 Lit., mano
Ester 1:9 Lit., la casa real
Ester 1:12 Lit., por mano de
Ester 1:14 Lit., veían el rostro del
Ester 1:15 Lit., hecho
Ester 1:15 Lit., por mano de
Ester 1:17 Lit., saldrá
Ester 1:17 Lit., haciendo que desprecien en
sus ojos
Ester 1:19 Lit., salga delante de él
Ester 1:19 Lit., pase
Ester 1:19 Lit., su vecina
Ester 2:3 Lit., mano, y así hasta el vers.
14
Ester 2:7 Lit., él
Ester 2:8 Lit., a la casa
Ester 2:9 Lit., porciones
Ester 2:13 Lit., decía
Ester 2:15 Lit., dijo
Ester 2:18 Lit., mano
Ester 2:20 Lit., la palabra de
Ester 2:21 Lit., enviar mano contra
Ester 2:22 Lit., dijo
Ester 2:23 Lit., un árbol
Ester 3:1 Lit., puso su asiento
Ester 3:6 Lit., despreció en sus ojos
Ester 3:7 La versión gr. (sept.) dice: y la
suerte cayó en el día trece del
Ester 3:9 Lit., escríbase
Ester 3:9 Un talento equivale aprox. a 34
kg.
Ester 3:11 Lit., Te es dada
Ester 3:13 Lit., mano
Ester 3:14 Lit., dada
Ester 3:15 Lit., dado
La
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1 Corintios 11:17-34 La Biblia de las
Américas (LBLA)
La
Cena del Señor
17
Pero al daros estas instrucciones, no os alabo, porque no os congregáis para lo
bueno[a], sino para lo malo[b]. 18 Pues, en primer lugar, oigo que cuando os
reunís como iglesia[c] hay divisiones[d] entre vosotros; y en parte lo creo. 19
Porque es necesario que entre vosotros haya bandos, a fin de que se manifiesten
entre vosotros los que son aprobados. 20 Por tanto, cuando os reunís, esto ya
no es comer la cena del Señor, 21 porque al comer, cada uno toma primero su
propia cena; y uno pasa hambre y otro se embriaga. 22 ¿Qué? ¿No tenéis casas
para comer y beber? ¿O menospreciáis la iglesia de Dios y avergonzáis a los que
nada tienen? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabaré. 23 Porque yo
recibí del Señor lo mismo que os he enseñado[e]: que el Señor Jesús, la noche
en que fue entregado, tomó pan, 24 y después de dar gracias, lo partió y dijo:
Esto es mi cuerpo que es[f] para vosotros; haced esto en memoria de mí. 25 De
la misma manera tomó también la copa después de haber cenado, diciendo: Esta
copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto cuantas veces la bebáis en
memoria de mí. 26 Porque todas las veces que comáis este pan y bebáis esta
copa, la muerte del Señor proclamáis hasta que Él venga. 27 De manera que el
que coma el pan o beba la copa del Señor indignamente, será culpable del cuerpo
y de la sangre del Señor. 28 Por tanto, examínese cada uno[g] a sí mismo, y
entonces coma del pan y beba de la copa. 29 Porque el que come y bebe sin
discernir correctamente el cuerpo del Señor, come y bebe juicio para sí. 30 Por
esta razón hay muchos débiles y enfermos entre vosotros, y muchos duermen[h].
31 Pero si nos juzgáramos a nosotros mismos, no seríamos juzgados. 32 Pero
cuando somos juzgados, el Señor nos disciplina para que no seamos condenados
con el mundo. 33 Así que, hermanos míos, cuando os reunáis para comer, esperaos
unos a otros. 34 Si alguno tiene hambre, coma en su casa, para que no os
reunáis para juicio. Los demás asuntos los arreglaré cuando vaya.
Footnotes:
1 Corintios 11:17 O, mejor
1 Corintios 11:17 O, peor
1 Corintios 11:18 Lit., en iglesia
1 Corintios 11:18 Lit., cismas
1 Corintios 11:23 Lit., entregué
1 Corintios 11:24 Algunos mss. dicen: es
partido
1 Corintios 11:28 Lit., hombre
1 Corintios 11:30 I.e., han muerto
La
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Salmos 35:17-28 La Biblia de las
Américas (LBLA)
17
¿Hasta
cuándo, Señor, estarás mirando?
Rescata
mi alma de sus estragos,
mi
única vida de los leones.
18
En
la gran congregación te daré gracias;
entre
mucha gente te alabaré.
19
No
permitas que se regocijen a costa mía los que injustamente son mis enemigos,
ni
que guiñen el ojo con malicia los que sin causa me aborrecen.
20
Porque
ellos no hablan paz,
sino
que piensan palabras engañosas[a] contra los pacíficos de la tierra,
21
y
abrieron bien grande su boca contra mí;
dijeron:
¡Ajá, ajá, nuestros ojos lo han visto!
22
Tú
lo has visto, Señor, no calles;
Señor,
no estés lejos de mí.
23
Despierta
y levántate para mi defensa
y
para mi causa, Dios mío y Señor mío.
24
Júzgame
conforme a tu justicia, oh Señor, Dios mío;
que
no se rían de mí.
25
Que
no digan en su corazón: ¡Ajá, lo que queríamos!
Que
no digan: ¡Lo hemos devorado!
26
Sean
avergonzados y humillados a una los que se alegran de mi mal;
cúbranse
de vergüenza y deshonra los que se engrandecen contra mí.
27
Canten
de júbilo y regocíjense los que favorecen mi vindicación;
y
digan continuamente: Engrandecido sea el Señor,
que
se deleita en la paz[b] de su siervo.
28
Y
mi lengua hablará de tu justicia
y
de tu alabanza todo el día.
Footnotes:
Salmos 35:20 O, traman engaños
Salmos 35:27 O, prosperidad
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Proverbios 21:19-20 La Biblia de las
Américas (LBLA)
19
Mejor
es habitar en tierra desierta
que
con mujer rencillosa y molesta.
20
Tesoro
precioso y aceite hay en la casa del sabio,
pero
el necio todo lo disipa.
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