2 Crónicas 35:1-36:23; 1 Corintios 1:1-17; Salmos 27:1-7; Proverbios 20:20-21 (Nueva Biblia de las Américas (NBLA))
2 Crónicas 35-36 Nueva Biblia de las
Américas (NBLA)
La
Pascua celebrada por Josías
35
Entonces Josías celebró la Pascua al Señor en Jerusalén, y mataron los animales
de la Pascua el día catorce del mes primero. 2 Y puso a los sacerdotes en sus
oficios y los animó al servicio de la casa del Señor. 3 También dijo a los
levitas que enseñaban a todo Israel y que estaban consagrados al Señor: «Pongan
el arca santa en la casa que edificó Salomón, hijo de David, rey de Israel. No
será más una carga sobre sus hombros. Ahora sirvan al Señor su Dios y a Su
pueblo Israel. 4 Prepárense según sus casas paternas en sus clases, conforme a
lo escrito por David, rey de Israel, y conforme a lo escrito por su hijo
Salomón. 5 Además, estén en el lugar santo conforme a las secciones de las
casas paternas de sus hermanos, los hijos del pueblo, y conforme a los levitas,
según la división de una casa paterna. 6 Ahora pues, maten los animales de la
Pascua, santifíquense y hagan las preparaciones para que sus hermanos hagan
conforme a la palabra del Señor dada por Moisés».
7
Josías contribuyó para los hijos del pueblo, para todos los que estaban
presentes, rebaños de corderos y cabritos en número de 30,000 más 3,000 bueyes,
todo para las ofrendas de la Pascua; todo ello de las posesiones del rey. 8
También sus jefes contribuyeron con una ofrenda voluntaria al pueblo, a los
sacerdotes y a los levitas. Hilcías, Zacarías y Jehiel, oficiales de la casa de
Dios, dieron a los sacerdotes 2,600 ovejas y 300 bueyes para las ofrendas de la
Pascua. 9 Asimismo Conanías, y Semaías y Natanael sus hermanos, y Hasabías,
Jeiel y Josabad, jefes de los levitas, contribuyeron para los levitas 5,000
ovejas y 500 bueyes para las ofrendas de la Pascua.
10
Así fue preparado el servicio; los sacerdotes se colocaron en sus puestos y los
levitas según sus clases, conforme al mandato del rey. 11 Los levitas mataron
los animales de la Pascua, y mientras los sacerdotes rociaban la sangre[a]
recibida de la mano de ellos, los levitas los desollaban. 12 Entonces quitaron
los holocaustos para dárselos a las secciones de las casas paternas de los hijos
del pueblo, para que los presentaran al Señor, como está escrito en el libro de
Moisés. Hicieron esto también con los bueyes. 13 Y asaron los animales de la
Pascua sobre el fuego conforme a la ordenanza, y cocieron las cosas consagradas
en calderos, ollas y sartenes, y las llevaron rápidamente a todos los hijos del
pueblo. 14 Después hicieron las preparaciones, para sí y para los sacerdotes,
porque los sacerdotes, hijos de Aarón, estuvieron ofreciendo los holocaustos y
la grasa hasta la noche; por eso los levitas prepararon para sí y para los
sacerdotes, hijos de Aarón. 15 También los cantores, los hijos de Asaf, estaban
en sus puestos conforme a lo ordenado por David, Asaf, Hemán, y Jedutún,
vidente del rey. Los porteros en cada puerta no tenían que apartarse de su
servicio, porque sus hermanos los levitas preparaban para ellos.
16
Así se preparó todo el servicio del Señor en aquel día para celebrar la Pascua
y para ofrecer holocaustos sobre el altar del Señor, conforme al mandato del
rey Josías. 17 Los israelitas que estaban presentes celebraron la Pascua en ese
tiempo, y la Fiesta de los Panes sin Levadura[b] por siete días. 18 No se había
celebrado una Pascua como esta en Israel desde los días del profeta Samuel.
Tampoco ninguno de los reyes de Israel había celebrado una Pascua como la que
celebró Josías con los sacerdotes, los levitas y todos los de Judá e Israel que
estaban presentes, y los habitantes de Jerusalén. 19 Esta Pascua se celebró en
el año dieciocho del reinado de Josías.
Muerte
de Josías
20
Después de todo esto, cuando Josías había terminado de reparar el templo[c],
Necao, rey de Egipto, subió para combatir en Carquemis junto al Éufrates, y
Josías salió para enfrentarse a él. 21 Pero Necao le envió mensajeros,
diciéndole: «¿Qué tenemos que ver el uno con el otro, oh rey de Judá? No vengo
hoy contra ti, sino contra la casa con la que estoy en guerra, y Dios me ha
ordenado que me apresure. Por tu propio bien, deja de oponerte a Dios, que está
conmigo, para que Él no te destruya». 22 Sin embargo, Josías no quiso
retirarse[d] de él, sino que se disfrazó para combatir contra él. Tampoco
escuchó las palabras de Necao que venían de boca de Dios, sino que vino a
entablar batalla en la llanura de Meguido. 23 Y los arqueros hirieron[e] al rey
Josías, y el rey dijo a sus siervos: «Llévenme, porque estoy gravemente
herido». 24 Sus siervos lo sacaron del carro y lo llevaron en el segundo carro
que él tenía, y lo trajeron a Jerusalén donde[f] murió, y fue sepultado en los
sepulcros de sus padres. Y todo Judá y Jerusalén hicieron duelo por Josías. 25
Entonces Jeremías entonó una elegía por Josías. Y todos los cantores y cantoras
en sus lamentaciones hablan de Josías hasta hoy. Y las establecieron como
ordenanza en Israel. También están escritas en las Lamentaciones. 26 Los demás
hechos de Josías y sus obras piadosas conforme a lo escrito en la ley del
Señor, 27 y sus hechos, primeros y postreros, están escritos en el libro de los
reyes de Israel y de Judá.
Últimos
reyes de Judá
36
Entonces el pueblo de la tierra tomó a Joacaz, hijo de Josías, y lo proclamó
rey en Jerusalén en lugar de su padre. 2 Joacaz tenía veintitrés años cuando
comenzó a reinar, y reinó tres meses en Jerusalén. 3 Pero el rey de Egipto lo
destituyó en Jerusalén, e impuso a la tierra una multa de 3.4 toneladas de
plata y 34 kilos de oro. 4 Y el rey de Egipto puso por rey sobre Judá y
Jerusalén, a Eliaquim, hermano de Joacaz[g], y cambió su nombre por el de
Joacim; pero a su hermano Joacaz, lo tomó Necao y lo llevó a Egipto.
5
Joacim tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó once años en
Jerusalén. Pero hizo lo malo ante los ojos del Señor su Dios. 6 Subió contra él
Nabucodonosor, rey de Babilonia, y lo ató con cadenas de bronce para llevarlo a
Babilonia. 7 Nabucodonosor también llevó algunos de los objetos de la casa del
Señor a Babilonia, y los puso en su templo en Babilonia. 8 Los demás hechos de
Joacim, las[h] abominaciones que hizo y lo que fue hallado contra él, están
escritos en el libro de los reyes de Israel y de Judá. Su hijo Joaquín reinó en
su lugar.
9
Joaquín tenía ocho[i] años cuando comenzó a reinar, y reinó tres meses y diez
días en Jerusalén, e hizo lo malo ante los ojos del Señor. 10 A la vuelta del
año, el rey Nabucodonosor mandó que lo trajeran a Babilonia con los objetos
preciosos de la casa del Señor, y nombró a su pariente[j] Sedequías rey sobre
Judá y Jerusalén.
11
Sedequías tenía veintiún años cuando comenzó a reinar, y reinó once años en
Jerusalén. 12 Pero hizo lo malo ante los ojos del Señor su Dios; y no se
humilló delante del profeta Jeremías que le hablaba por boca del Señor. 13
También se rebeló contra el rey Nabucodonosor que le había hecho jurar
fidelidad por Dios. Pero Sedequías fue terco[k] y obstinó su corazón en vez de
volverse al Señor, Dios de Israel. 14 Asimismo todos los jefes de los
sacerdotes y el pueblo fueron infieles en gran manera, y siguieron todas las
abominaciones de las naciones, y profanaron la casa del Señor que Él había
consagrado en Jerusalén.
15
El Señor, Dios de sus padres, les envió palabra repetidas veces por Sus
mensajeros, porque Él tenía compasión de Su pueblo y de Su morada. 16 Pero
ellos continuamente se burlaban de los mensajeros de Dios, despreciaban Sus
palabras y se burlaban de Sus profetas, hasta que subió el furor del Señor
contra Su pueblo, y ya no hubo remedio.
17
Entonces Dios hizo subir contra ellos al rey de los caldeos, que mató a espada
a sus jóvenes en la casa de su santuario, y no tuvo compasión del joven ni de
la virgen, del viejo ni del débil; a todos ellos los entregó en su mano. 18
Todos los objetos de la casa de Dios, grandes y pequeños, los tesoros de la
casa del Señor y los tesoros del rey y de sus oficiales, todo se lo llevó a
Babilonia. 19 Y quemaron la casa de Dios, derribaron la muralla de Jerusalén,
prendieron fuego a todos sus palacios[l] y destruyeron todos sus objetos
valiosos. 20 A los que habían escapado de la espada los llevó a Babilonia; y
fueron siervos de él y de sus hijos hasta el dominio del reino de Persia, 21
para que se cumpliera la palabra del Señor por boca de Jeremías, hasta que la
tierra hubiera gozado de sus días de reposo. Todos los días de su desolación la
tierra reposó hasta que se cumplieron[m] los setenta años.
22
Y en el primer año de Ciro, rey de Persia, para que se cumpliera la palabra del
Señor por boca de Jeremías, el Señor movió el espíritu de Ciro, rey de Persia,
y este envió a proclamar de palabra[n] y también por escrito, por todo su
reino: 23 «Así dice Ciro, rey de Persia: “El Señor, el Dios de los cielos, me
ha dado todos los reinos de la tierra, y me ha designado para que yo le
edifique una casa en Jerusalén, que está en Judá. Quien de entre ustedes sea
de[o] Su pueblo, suba allá, y el Señor su Dios sea con él”».
Footnotes:
2 Crónicas 35:11 Así en la versión gr.
(sept.); el T.M. no incluye, la sangre.
2 Crónicas 35:17 O de los Ázimos.
2 Crónicas 35:20 Lit. la casa.
2 Crónicas 35:22 Lit. volver su rostro.
2 Crónicas 35:23 Lit. asaetearon.
2 Crónicas 35:24 Lit. y.
2 Crónicas 36:4 Lit. su hermano.
2 Crónicas 36:8 Lit. sus.
2 Crónicas 36:9 En 2Rey. 24:8 y algunas
versiones antiguas, dieciocho.
2 Crónicas 36:10 Lit. hermano.
2 Crónicas 36:13 Lit. endureció su cerviz.
2
Crónicas 36:19 O fortalezas.
2 Crónicas 36:21 Lit. para que se
cumplieran.
2 Crónicas 36:22 Lit. a voz.
2 Crónicas 36:23 Lit. de todo.
Nueva
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1 Corintios 1:1-17 Nueva Biblia de las
Américas (NBLA)
Saludo
1
Pablo, llamado a ser apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y Sóstenes,
nuestro hermano, 2 a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los que han sido
santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos, con todos los que en
cualquier parte invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y
nuestro: 3 Gracia y paz a ustedes de parte de Dios nuestro Padre y del Señor
Jesucristo.
Acción
de gracias
4
Siempre doy gracias a mi Dios por ustedes, por la gracia de Dios que les fue
dada en Cristo Jesús. 5 Porque en todo ustedes fueron enriquecidos en Él, en
toda palabra y en todo conocimiento, 6 así como el testimonio acerca de
Cristo[a] fue confirmado en[b] ustedes; 7 de manera que nada les falta en
ningún don, esperando ansiosamente la revelación de nuestro Señor Jesucristo. 8
Él también los confirmará hasta el fin, para que sean irreprensibles en el día
de nuestro Señor Jesucristo. 9 Fiel es Dios, por medio de quien fueron llamados
a la comunión con Su Hijo Jesucristo, nuestro Señor.
Exhortación
a la unidad
10
Les ruego, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos se
pongan de acuerdo[c], y que no haya divisiones[d] entre ustedes, sino que estén
enteramente unidos en un mismo sentir y en un mismo parecer. 11 Porque he sido
informado acerca de ustedes, hermanos míos, por los de Cloé, que hay
discusiones entre ustedes. 12 Me refiero a que cada uno de ustedes dice: «Yo
soy de Pablo», otro: «yo de Apolos», otro: «yo de Cefas», y otro: «yo de
Cristo». 13 ¿Está dividido Cristo?[e] ¿Acaso fue Pablo crucificado por ustedes?
¿O fueron bautizados en el nombre de Pablo?
14
Doy gracias a Dios[f] que no bauticé a ninguno de ustedes, excepto a Crispo y a
Gayo, 15 para que nadie diga que fueron bautizados en mi nombre. 16 También
bauticé a los de la casa de Estéfanas; por lo demás, no sé si bauticé a algún
otro. 17 Pues Cristo no me envió a bautizar, sino a predicar el evangelio, no
con palabras elocuentes[g], para que no se haga vana la cruz de Cristo.
Footnotes:
1 Corintios 1:6 I.e. el Mesías.
1 Corintios 1:6 O entre.
1 Corintios 1:10 Lit. que hablen lo mismo.
1 Corintios 1:10 Lit. cismas.
1 Corintios 1:13 O ¡Cristo ha sido
dividido! o, ¡Cristo está dividido!
1 Corintios 1:14 Algunos mss. antiguos no
incluyen: a Dios.
1 Corintios 1:17 Lit. sabias.
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Salmos 27:1-7 Nueva Biblia de las
Américas (NBLA)
Confianza
absoluta en Dios
Salmo
de David.
27
El Señor es mi luz y mi salvación;
¿A
quién temeré?
El
Señor es la fortaleza de mi vida;
¿De
quién tendré temor?
2
Cuando
los malhechores vinieron sobre mí para devorar mis carnes,
Ellos,
mis adversarios y mis enemigos, tropezaron y cayeron.
3
Si
un ejército acampa contra mí,
No
temerá mi corazón;
Si
contra mí se levanta guerra,
A
pesar de ello, yo estaré confiado.
4
Una
cosa he pedido al Señor, y esa buscaré:
Que
habite yo en la casa del Señor todos los días de mi vida,
Para
contemplar la hermosura del Señor
Y
para meditar en Su templo.
5
Porque
en el día de la angustia me esconderá en Su tabernáculo;
En
lo secreto de Su tienda me ocultará;
Sobre
una roca me pondrá en alto.
6
Entonces
será levantada mi cabeza sobre mis enemigos que me cercan,
Y
en Su tienda ofreceré sacrificios con voces de júbilo;
Cantaré,
sí, cantaré alabanzas al Señor.
7
Escucha,
oh Señor, mi voz cuando clamo;
Ten
piedad de mí, y respóndeme.
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Proverbios 20:20-21 Nueva Biblia de
las Américas (NBLA)
20
Al
que maldice a su padre o a su madre,
Se
le apagará su lámpara en medio[a] de las tinieblas.
21
La
herencia adquirida de prisa al principio,
No
será bendecida al final.
Footnotes:
Proverbios 20:20 Lit. en la pupila.
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