Job 12:1-15:35; 1 Corintios 15:29-58; Salmos 39; Proverbios 21:30-31 (Reina Valera Actualizada (RVA-2015))
Job 12-15 Reina Valera Actualizada
(RVA-2015)
Job
responde a Zofar
12
Entonces respondió Job y dijo:
2
—Ciertamente
ustedes son el pueblo, y con ustedes morirá la sabiduría.
3
Pero
yo también, como ustedes, tengo entendimiento;
en
nada soy inferior a ustedes. ¿Quién no sabe tales cosas?
4
»Soy
alguien que para su amigo es motivo de risa,
uno
que clamó a Dios y se le respondió, un justo e íntegro que es motivo de risa.
5
Según
la evaluación de quien no
se
duele, él es una tea despreciada;
pero
estuvo lista para los pies que resbalan.
6
Las
moradas de los destructores prosperan,
y
los que provocan a Dios están seguros
en
aquello que la mano de Dios
les
ha traído.
7
»En
efecto, pregunta, por favor,
a
los cuadrúpedos, y te enseñarán;
a
las aves del cielo, y te informarán.
8
O
habla a la tierra, y te enseñará;
y
los peces del mar te lo contarán.
9
¿Cuál
de todos ellos no sabe
que
la mano del SEÑOR ha hecho esto?
10
En
sus manos está
la
vida de todo viviente
y
el hálito de todo mortal.
11
¿No
distingue el oído las palabras,
y
el paladar prueba la comida?
12
En
los ancianos hay sabiduría;
y
en la mucha edad, entendimiento.
13
»Con
Dios están la sabiduría y el poder; suyo son el consejo y el entendimiento.
14
Si
él destruye
no
será edificado de nuevo.
Si
él cierra ante el hombre
no
habrá quien le abra.
15
Si
él detiene las aguas todo se seca;
y
si las deja ir trastornan la tierra.
16
Con
él están el poderío y la victoria; suyo es el que yerra y el que hace errar.
17
A
los consejeros despoja de consejo
y
entontece a los jueces.
18
Él
suelta las ataduras que imponen los reyes
y
ata con una cuerda sus cinturas.
19
Hace
ir descalzos a los sacerdotes
y
arruina a los poderosos.
20
Quita
la palabra a los tenidos por fieles
y
a los ancianos priva de discernimiento.
21
Derrama
menosprecio sobre los nobles
y
afloja el cinturón de los fuertes.
22
Descubre
las profundidades
de
las tinieblas
y
saca a la luz la densa oscuridad.
23
Lleva
las naciones al apogeo y luego
las
destruye;
él
engrandece a los pueblos[a] y luego los abandona.
24
Priva
de reflexión a los jefes del pueblo de la tierra
y
les hace errar sin rumbo en el vacío.
25
No
teniendo luz van palpando
las
tinieblas,
y
los hace tambalear como borrachos.
13
»He aquí que todo esto han visto mis ojos;
mis
oídos lo han escuchado y entendido.
2
Como
ustedes lo saben,
yo
también lo sé;
en
nada soy menos que ustedes.
3
Sin
embargo, yo le hablaré
al
Todopoderoso
pues
quiero argumentar con Dios.
4
»En
cuanto a ustedes,
lo
recubren todo con mentira; todos ustedes son médicos inútiles.
5
¡Oh
que callaran del todo! Ello les sería contado por sabiduría.
6
Escuchen,
pues, mi razonamiento,
y
estén atentos a los argumentos de mis labios.
7
¿A
favor de Dios hablarán perversidad? ¿A favor de él hablarán engaño?
8
¿Habrán
de mostrar por él parcialidad? ¿Contenderán a favor de Dios?
9
¿Les
irá bien cuando él los escudriñe? ¿Acaso se burlarán de él
como
quien se burla de un hombre?
10
Ciertamente
él los reprobará
si
en secreto muestran parcialidad.
11
¿No
se espantará su majestad,
y
caerá sobre ustedes su pavor?
12
Las
máximas de ustedes son proverbios de polvo,
y
sus defensas son defensas de barro.
13
»Callen
delante de mí, y yo hablaré me pase lo que me pase.
14
¿Por
qué he de arrancar mi carne con mis propios dientes?
¿O
he de exponer mi vida en mi mano?
15
He
aquí, aunque él me mate
en
él[b] he de esperar.
Ciertamente
defenderé ante su presencia mis caminos.
16
Esto
también me será salvación, porque un impío no iría a su presencia.
17
Oigan
con atención mi discurso; oigan con sus oídos mi declaración.
18
He
aquí que yo he expuesto mi causa
y
sé que seré declarado justo.
19
¿Quién
es el que ha de contender conmigo?
Pues
si ahora yo callara, expiraría.
20
»Solo
dos cosas no hagas conmigo,
oh
Dios;
entonces
no me esconderé de tu rostro:
21
Aparta
de mí tu mano,
y
no me espante tu terror.
22
Llama,
entonces, y yo responderé;
o
yo hablaré y tú me responderás:
23
¿Cuántas
son mis faltas o mis pecados? Hazme entender mi rebelión y mi pecado.
24
¿Por
qué escondes tu rostro
y
me consideras tu enemigo?
25
¿Aterras
a una hoja que es arrebatada? ¿Has de perseguir a una paja seca?
26
Pues
escribes contra mí cosas amargas
y
me haces sufrir por los pecados
de
mi juventud.
27
Pones
mis pies en el cepo
y
vigilas todas mis sendas;
imprimes
marcas en las plantas de mis pies.
28
Así
el hombre se gasta como un odre, como un vestido comido por la polilla.
14
»El hombre, nacido de mujer, es corto de días y lleno de tensiones.
2
Brota
como una flor y se marchita;
huye
como una sombra y no se detiene.
3
¿Sobre
uno así abres tus ojos
y
lo[c] traes a juicio contigo?
4
¿Quién
puede sacar lo limpio de lo impuro? ¡Nadie!
5
Ciertamente
sus días están determinados y el número de sus meses depende de ti. Tú le has
fijado sus límites,
los
cuales no podrá traspasar.
6
Aparta
de él tu mirada, y que descanse hasta que, cual un jornalero,
haya
disfrutado su día.
7
»Porque
para el árbol hay esperanza;
si
es cortado, se renovará
y
su retoño no dejará de ser.
8
Aunque
su raíz se envejece en la tierra
y
su tronco muere en el suelo,
9
al
percibir el agua reverdecerá
y
echará ramas como planta.
10
Pero
el hombre muere y desaparece;
el
hombre expira, ¿y dónde estará[d]?
11
Se
agotan las aguas de un lago,
y
un río mengua y se seca;
12
así
yace el hombre y no se vuelve
a
levantar.
Hasta
que no haya más cielos,
no
lo despertarán
ni
lo levantarán de su sueño.
13
»¡Cómo
quisiera que me escondieras en el Seol,
que
me encubrieras hasta que se apaciguara tu furor
y
que fijaras un plazo para acordarte de mí!
14
Si
el hombre muere, ¿volverá a vivir? Todos los días de mi milicia esperaré hasta
que llegue mi relevo.
15
Entonces
llamarás, y yo te responderé. Añorarás la obra de tus manos.
16
Porque
ahora me cuentas los pasos
y
no das tregua a mi pecado.
17
Mi
transgresión tienes sellada en una bolsa
y
recubres mi iniquidad.
18
»Sin
embargo, la montaña cae y se deshace,
y
la peña es removida de su lugar.
19
Las
aguas desgastan las piedras,
y
su crecida arrastra el polvo de la tierra; así haces perecer la esperanza del
hombre.
20
Para
siempre prevaleces contra él hasta que se va;
desfiguras
su rostro y lo despides.
21
Si
sus hijos alcanzan honra
él
no lo sabrá.
Y
si llegan a ser empequeñecidos
él
no lo percibirá.
22
Su
cuerpo le da solo dolores,
y
su alma hace duelo por él.
Segunda
intervención de Elifaz
15
Entonces intervino Elifaz el temanita y dijo:
2
—¿Ha
de responder el sabio con vano conocimiento?
¿Ha
de llenar su vientre de
viento
oriental?
3
¿Ha
de argüir con expresiones inútiles
y
con palabras sin provecho?
4
Ciertamente
tú disipas la devoción
y
menoscabas la meditación ante Dios.
5
Porque
tu iniquidad instruye a tu boca, y adoptas el lenguaje de los astutos.
6
Tu
boca te condena, no yo,
y
tus labios testifican contra ti.
7
»¿Fuiste
tú el primer hombre que nació? ¿Naciste antes que las colinas?
8
¿Has
escuchado el secreto de Dios para que solo tú te apropies
de
la sabiduría?
9
¿Qué
sabes tú que no sepamos nosotros? ¿Qué entendimiento tienes
que
nosotros no tengamos?
10
También
entre nosotros hay
hombres
canosos,
hombres
muy ancianos,
mayores
en años que tu padre.
11
¿En
tan poco tienes el consuelo de Dios y la palabra que se te dice con ternura?
12
¿Por
qué te arrebata tu corazón,
y
por qué guiñan tus ojos,
13
para
que vuelvas tu espíritu contra Dios y dejes salir tales palabras de tu boca?
14
»¿Qué
es el hombre para considerarse limpio;
y
el nacido de mujer para que se considere justo?
15
Si
Dios no se fía ni de sus santos
ni
aun los cielos son puros ante sus ojos,
16
¿cuánto
menos el abominable y corrupto,
el
hombre que bebe como agua
la
iniquidad?
17
»Escúchame;
yo te informaré
y
te contaré lo que he visto;
18
lo
que los sabios nos han revelado sin encubrir nada de lo de sus padres.
19
Solo
a ellos les fue dada la tierra,
y
ningún extraño pasó por en medio
de
ellos.
20
El
impío se retuerce de dolor todos los días,
y
un cierto número de años
han
sido reservados para el tirano.
21
Voces
de espanto resuenan en sus oídos, y aun en la paz vendrá su destructor.
22
Él
no cree que ha de volver
de
las tinieblas
y
que está destinado para la espada.
23
Va
errante en pos del pan
diciendo:
“¿Dónde estará?”. Sabe que el día de las tinieblas
le
está listo, a la mano.
24
Lo
aterran la tristeza y la aflicción;
lo
abruman como un rey listo
para
el ataque.
25
Porque
ha extendido su mano contra Dios,
y
se ha comportado con soberbia contra el Todopoderoso.
26
Porque
embiste contra él con
cuello
erguido,
con
el doble grosor de su escudo.
27
Aunque
su cara se cubra de gordura
y
le crezcan pliegues de grasa en las caderas,
28
habitará
en ciudades desoladas,
en
casas donde nadie vive
y
que están destinadas a ser escombros.
29
No
se enriquecerá ni le durarán sus bienes;
tampoco
extenderá su patrimonio sobre la tierra.
30
No
escapará de las tinieblas.
La
llama secará sus ramas,
y
por el soplo de su boca desaparecerá.
31
»Que
no confíe en la vanidad, engañándose a sí mismo,
pues
la vanidad será su recompensa.
32
Ella
se cumplirá antes de su tiempo,
y
su copa no estará frondosa.
33
Como
la vid dejará caer sus uvas agraces y arrojará sus flores como el olivo.
34
Porque
la compañía de los impíos es estéril,
y
el fuego consumirá las moradas del soborno.
35
Conciben
afanes y dan a luz iniquidad; sus entrañas preparan el engaño.
Footnotes:
Job 12:23 Según algunos mss.; TM, las
naciones.
Job 13:15 Según Qere; Ketiv, no.
Job 14:3 Según vers. antiguas; heb., me.
Job 14:10 Un ms., LXX y Peshita tienen …y
deja de ser.
Reina
Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano
1 Corintios 15:29-58 Reina Valera
Actualizada (RVA-2015)
29
Por otro lado, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos? Si los muertos
de ninguna manera resucitan, ¿por qué, pues, se bautizan por ellos? 30 ¿Y por
qué, pues, nos arriesgamos nosotros a toda hora? 31 Sí, hermanos, cada día
muero; lo aseguro por lo orgulloso que estoy de ustedes en Cristo Jesús nuestro
Señor. 32 Si como hombre batallé en Éfeso contra las fieras, ¿de qué me
aprovecha? Si los muertos no resucitan,
¡comamos
y bebamos,
que
mañana moriremos![a].
33
No se dejen engañar: “Las malas compañías corrompen las buenas costumbres”[b].
34 Vuelvan a la sobriedad, como es justo, y no pequen más, porque algunos
tienen ignorancia de Dios. Para vergüenza de ustedes lo digo.
El
cuerpo resucitado
35
Pero dirá alguno: ¿Cómo resucitan los muertos? ¿Con qué clase de cuerpo vienen?
36 Necio, lo que tú siembras no llega a tener vida a menos que muera. 37 Y lo
que siembras, no es el cuerpo que ha de salir, sino el mero grano, ya sea de
trigo o de otra cosa. 38 Pero Dios le da un cuerpo como quiere, a cada semilla
su propio cuerpo.
39
No toda carne es la misma carne; sino que una es la carne de los hombres, otra
la carne de los animales, otra la de las aves y otra la de los peces. 40
También hay cuerpos celestiales y cuerpos terrenales. Pero de una clase es la
gloria de los celestiales; y de otra, la de los terrenales. 41 Una es la gloria
del sol, otra es la gloria de la luna y otra la gloria de las estrellas; porque
una estrella es diferente de otra en gloria.
42
Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción; se
resucita en incorrupción. 43 Se siembra en deshonra; se resucita con gloria. Se
siembra en debilidad; se resucita con poder. 44 Se siembra cuerpo natural; se
resucita cuerpo espiritual. Hay cuerpo natural; también hay cuerpo espiritual.
45 Así también está escrito: el primer hombre Adán llegó a ser un alma
viviente[c]; y el postrer Adán, espíritu vivificante. 46 Pero lo espiritual no es
primero, sino lo natural; luego lo espiritual. 47 El primer hombre es de la
tierra, terrenal; el segundo hombre es celestial. 48 Como es el terrenal, así
son también los terrenales; y como es el celestial, así son también los
celestiales. 49 Y así como hemos llevado la imagen del terrenal, llevaremos[d]
también la imagen del celestial. 50 Y esto digo, hermanos, que la carne y la
sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción heredar la
incorrupción.
Victoria
final sobre la muerte
51
He aquí, les digo un misterio: No todos dormiremos, pero todos seremos
transformados 52 en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, a la trompeta
final. Porque sonará la trompeta, y los muertos serán resucitados sin
corrupción; y nosotros seremos transformados. 53 Porque es necesario que esto
corruptible sea vestido de incorrupción, y que esto mortal sea vestido de
inmortalidad. 54 Y cuando esto corruptible se vista de incorrupción y esto
mortal se vista de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita:
¡Sorbida
es la muerte en victoria!
55
¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón?[e].
56
Pues el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley. 57
Pero gracias a Dios, quien nos da la victoria por medio de nuestro Señor
Jesucristo. 58 Así que, hermanos míos amados, estén firmes y constantes,
abundando siempre en la obra del Señor, sabiendo que su arduo trabajo en el
Señor no es en vano.
Footnotes:
1 Corintios 15:32 Isa. 22:13; 56:12.
1 Corintios 15:33 Un proverbio del poeta
griego Menandro.
1 Corintios 15:45 Gén. 2:7.
1 Corintios 15:49 Algunos mss. antiguos
tienen llevemos.
1 Corintios 15:55 Isa. 25:8; Ose. 13:44.
Algunos manuscritos antiguos tienen sepulcro en lugar de muerte en v. 55b.
Reina
Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano
Salmos 39 Reina Valera Actualizada
(RVA-2015)
La
brevedad de la vida
39
Al músico principal. A Jedutún. Salmo de David.
Yo
dije: “Cuidaré mis caminos para no pecar con mi lengua. Guardaré mi boca con
freno
en
tanto que el impío esté frente a mí”.
2
Enmudecí,
quedé en silencio; me callé aun respecto de lo bueno, pero mi dolor se agravó.
3
Mi
corazón se enardeció dentro de mí; fuego se encendió en mi suspirar,
y
así hablé con mi lengua:
4
Hazme
saber, oh SEÑOR, mi final,
y
cuál sea la medida de mis días. Sepa yo cuán pasajero soy.
5
He
aquí, has hecho que mis días sean breves;
mi
existencia es como nada delante de ti. De veras, solo vanidad es todo hombre en
su gloria. Selah[a]
6
En
la oscuridad deambula el hombre; de veras, en vano se inquieta por acumular,
y
no sabe quién lo recogerá.
7
Ahora,
oh Señor, ¿qué esperaré? Mi esperanza está en ti.
8
Líbrame
de todas mis rebeliones;
no
me pongas por burla del insensato.
9
Enmudecí;
no abrí mi boca
porque
tú eres quien lo hizo.
10
Aparta
de mí tu plaga;
por
el movimiento de tu mano soy consumido.
11
Con
castigos por el pecado
corriges
al hombre
y
deshaces como polilla su hermosura. Ciertamente vanidad es todo hombre.
Selah[b]
12
Escucha
mi oración, oh SEÑOR; oye mi clamor y no calles
ante
mis lágrimas.
Porque
forastero soy para ti,
un
advenedizo, como todos mis padres.
13
Aparta
de mí tu mirada, de modo que me alegre
antes
que me vaya y deje de ser.
Footnotes:
Salmos 39:5 Posiblemente tiene que ver con
el acompañamiento musical.
Salmos 39:11 Posiblemente tiene que ver con
el acompañamiento musical.
Reina
Valera Actualizada (RVA-2015)
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Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano
Proverbios 21:30-31 Reina Valera
Actualizada (RVA-2015)
30
No
hay sabiduría ni entendimiento,
ni
consejo contra el SEÑOR.
31
El
caballo es alistado para el día
de
la batalla,
pero
del SEÑOR proviene la victoria.
Reina
Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
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