Esdras 10:1-44; 1 Corintios 6:1-20; Salmos 31:9-18; Proverbios 21:3 (Nueva Biblia Viva (NBV))
Esdras 10 Nueva Biblia Viva (NBV)
El
pueblo reconoce su pecado
10
Mientras Esdras oraba, lloraba y confesaba el pecado del pueblo, de rodillas
delante del templo de Dios, una gran multitud de hombres, mujeres y niños llegó
y se puso a llorar amargamente, junto a él. 2 Entonces Secanías hijo de Jehiel,
de la familia de Elam, se acercó a Esdras y le dijo:
«Reconocemos
que hemos pecado contra nuestro Dios, porque nos hemos casado con mujeres
extranjeras, es decir, que no guardan nuestra fe. Pero aún, a pesar de esto,
hay esperanza para Israel. 3 Prometemos solemnemente, delante de nuestro Dios,
separarnos de nuestras esposas y de los hijos que con ellas hemos tenido.
Haremos lo que tú y todos los que obedecen la ley de nuestro Dios nos
aconsejen. Obedeceremos las leyes de Dios. 4 Ten valor y dinos qué hemos de
hacer para rectificar lo malo que hemos hecho y de buen grado lo haremos».
5
Entonces Esdras se puso de pie y pidió que los jefes de los sacerdotes y los
levitas, y todo el pueblo de Israel, prometieran que harían lo que Secanías
había dicho. Y todos estuvieron de acuerdo. 6 Luego, Esdras salió del templo de
Dios y fue a la habitación de Johanán hijo de Eliasib, y pasó allí la noche.
Pero no quiso comer ni beber, pues estaba muy afligido debido al pecado de los
que habían regresado del cautiverio.
7-8
Luego se anunció, en las ciudades de Judá y en Jerusalén, que todos los que
habían regresado del cautiverio debían reunirse en Jerusalén, en un plazo de
tres días. Además, los jefes y los consejeros del pueblo acordaron que a
cualquiera que se negara a venir se le quitarían sus bienes y se le expulsaría
de la comunidad de los que habían regresado del cautiverio.
9
Así que a los tres días, el día veinte del mes noveno, todos los hombres de
Judá y de Benjamín ya habían llegado y estaban sentados en la plaza del templo.
Temblaban a causa de la seriedad del asunto que los había reunido y por la
lluvia intensa que caía. 10 Entonces, el sacerdote se puso de pie y les dijo:
―Ustedes
han pecado, porque se han casado con mujeres extranjeras. Ahora merecemos más
condenación que antes. 11 Confiesen pues, sus pecados al Señor, Dios de sus
padres, y hagan lo que él les pide, es decir, sepárense del pueblo pagano que
está alrededor de ustedes, y de esas mujeres. 12 Todos dijeron:
―Haremos
lo que tú has dicho. 13 Pero esto no puede hacerse en uno o dos días, porque
somos muchos los que hemos cometido este pecado. Está lloviendo tanto que no
podremos permanecer en la intemperie mucho rato. 14 Que nuestros jefes nos
representen. Los que tengan esposas paganas vendrán en la hora determinada,
acompañados por los jefes y los jueces de su respectiva ciudad. Entonces que se
juzgue cada caso, y que todo se aclare para que la terrible ira de nuestro Dios
se aparte de nosotros. 15 Solamente Jonatán hijo de Asael, y Jahazías hijo de
Ticvá, apoyados por Mesulán y Sabetay, se opusieron a esta determinación.
16-17
Este fue el plan que se siguió: El sacerdote Esdras y algunos jefes de familia
fueron designados como jueces para resolver cada caso. Comenzaron la tarea el
primer día del mes décimo, y el primer día del mes primero ya habían resuelto
todos los casos de quienes se habían casado con mujeres extranjeras.
Lista
de los culpables
18-19
La siguiente es la lista de los sacerdotes que se habían casado con mujeres
extranjeras y que prometieron divorciarse de ellas, y reconocieron su culpa
ofreciendo carneros como sacrificio:
De
los hijos de Jesúa hijo de Josadac, y de sus hermanos: Maseías, Eliezer, Jarib
y Guedalías.
20
De los hijos de Imer: Jananí y Zebadías.
21
De los hijos de Jarín: Maseías, Elías, Semaías, Jehiel y Uzías.
22
De los hijos de Pasur: Elihoenay, Maseías, Ismael, Natanael, Jozabad y Elasá.
23
Los levitas que fueron hallados culpables fueron los siguientes: Jozabad, Simí,
Quelaías, llamado también Quelitá, Petaías, Judá y Eliezer.
24
De los cantores fue hallado culpable Eliasib.
De
los porteros: Salún, Telén y Uri.
25
Esta es la lista de los demás ciudadanos israelitas que fueron hallados
culpables: De la familia de Parós: Ramías, Jezías, Malquías, Mijamín, Eleazar,
Malquías y Benaías.
26
De los hijos de Elam: Matanías, Zacarías, Jehiel, Abdí, Jeremot y Elías.
27
De los hijos de Zatú: Elihoenay, Eliasib, Matanías, Jeremot, Zabad y Azizá.
28
De los hijos de Bebay: Johanán, Jananías, Zabay y Atlay.
29
De los hijos de Baní: Mesulán, Maluc, Adaías, Yasub, Seal y Ramot.
30
De los hijos de Pajat Moab: Adná, Quelal, Benaías, Maseías, Matanías, Bezalel,
Binuy y Manasés.
31-32
De los hijos de Jarín: Eliezer, Isías, Malquías, Semaías, Simeón, Benjamín,
Maluc y Semarías.
33
De los hijos de Jasún: Matenay, Matatá, Zabad, Elifelet, Jeremay, Manasés y
Simí.
34-37
De los hijos de Baní: Maday, Amirán, Uel, Benaías, Bedías, Queluhi, Vanías,
Meremot, Eliasib, Matanías, Matenay, Jasay.
38-42
De los hijos de Binuy: Simí, Selemías, Natán, Adaías, Macnadebay, Sasay, Saray,
Azarel, Selemías, Semarías, Salún, Amarías y José.
43
Y de los hijos de Nebo: Jeyel, Matatías, Zabad, Zebiná, Jadau, Joel y Benaías.
44
Cada uno de estos hombres había tomado esposa pagana y muchos tenían hijos de
estas mujeres.
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1 Corintios 6 Nueva Biblia Viva (NBV)
Pleitos
entre creyentes
6
¿Cómo es que ustedes, cuando tienen algo contra otro creyente, acuden a las
autoridades paganas para que juzguen el asunto, en vez de acudir a los
cristianos? 2 ¿Ignoran acaso que un día los cristianos van a juzgar al mundo? Y
si esto es así, ¿por qué entonces no resuelven entre ustedes los pequeños
litigios? 3 ¿No saben que vamos a juzgar a los ángeles? Con mayor razón podrán
muy bien resolver las cuestiones de esta vida.
4
¿Por qué acudir entonces a jueces que no pertenecen a la iglesia para resolver
sus asuntos? 5 Lo digo para que se avergüencen. ¿Es que no hay nadie en la
iglesia que sea lo suficientemente sabio para resolver las disputas entre
cristianos? 6 En vez de esto, un hermano demanda a otro ¡ante los incrédulos!
7
De por sí, el hecho de que haya litigios entre ustedes es ya una gran
vergüenza. ¿Por qué no soportar la injusticia? ¿No sería mejor dejar que los
defrauden?
8
Más doloroso es que ustedes mismos cometan agravios y defrauden a otros
hermanos.
9
¿No saben que los que hacen eso no tendrán parte en el reino de Dios? Sépanlo
bien: Los fornicarios, los idólatras, los adúlteros, los homosexuales y los
pervertidos sexuales, 10 los ladrones, los avaros, los borrachos, los
calumniadores y los estafadores no tendrán parte en el reino de Dios.
11
Varios de ustedes merecían antes estos calificativos, pero ya el Señor les lavó
sus pecados, los santificó y los justificó en el nombre del Señor Jesucristo y
por el Espíritu de nuestro Dios.
La
inmoralidad sexual
12
«Todo me está permitido», pero no todo es para mi bien. «Todo me está
permitido», pero no haré nada que luego pueda dominarme. 13 «Los alimentos son
para el estómago y el estómago para los alimentos», y así es, aunque Dios los
destruirá a ambos.
Ahora
bien, el cuerpo no está hecho para la inmoralidad sexual, sino para el Señor; y
el Señor para el cuerpo. 14 Un día, con su poder, Dios va a resucitar nuestro
cuerpo al igual que resucitó al Señor. 15 ¿No comprenden que sus cuerpos son
miembros de Cristo? ¿Tomaremos un miembro de Cristo y lo uniremos a una prostituta?
¡Jamás! 16 ¿No saben que cuando un hombre se une a una prostituta se hace parte
de ella y ella de él? Dios nos dice en las Escrituras que «los dos se vuelven
una sola persona». 17 Pero cuando alguien se une al Señor, el Señor y esa
persona se vuelven uno en el Espíritu.
18
Por eso, precisamente, les digo que huyan de los pecados sexuales. Ningún otro
tipo de pecado afecta al cuerpo como este. Cuando uno comete esos pecados, peca
contra su propio cuerpo. 19 ¿No saben que el cuerpo es templo del Espíritu
Santo, que Dios les dio, y que el Espíritu habita en ustedes? Ustedes no son
sus propios dueños, 20 porque Dios nos compró a gran precio. Por tanto, honren
con su cuerpo a Dios.
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Salmos 31:9-18 Nueva Biblia Viva (NBV)
9
¡Señor, apiádate de mí en mi angustia! Tengo los ojos enrojecidos de llorar; el
dolor ha quebrantado mi salud. 10 Me va consumiendo la pena; mis años se han
acortado, agotados por la tristeza. Mi desgracia ha acabado con mi fuerza. Me
estoy acabando por dentro. 11 Todos mis enemigos se burlan, mis vecinos me
desprecian y mis amigos tienen miedo de acercárseme. Temen toparse conmigo; vuelven
la vista cuando yo paso. 12 Me han echado al olvido como a un muerto, como a
vasija rota y desechada. 13 Son muchos los rumores que he oído acerca de mí, y
estoy rodeado de terror. Se han confabulado contra mí mis enemigos, porque
traman quitarme la vida.
14
Pero yo confío en ti, Señor y digo: Tú eres mi Dios. 15 En tus manos está mi
vida entera. Rescátame de quienes me persiguen implacables. 16 Que tu gracia
brille sobre tu siervo; ¡sálvame tan sólo por tu misericordia! 17 Señor, no
permitas que me avergüencen, porque a ti he clamado. Que sean avergonzados los
malvados, y acallados en el sepulcro. 18 Que sean silenciados sus labios
mentirosos, porque hablan contra los justos con orgullo, desdén e insolencia.
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Proverbios 21:3 Nueva Biblia Viva
(NBV)
3
El Señor prefiere que practiquemos la justicia y la honradez en lugar de los
sacrificios.
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Tengo por años la práctica de una inmoralidad sexual que es ser homosexual. He intentado de todo desde mis 16 años para dejar de ser quien soy. Hasta intenté casarme con una mujer pero era el error más grave de la vida si lo hacía. Me di cuenta con el tiempo que los ayunos, vivir en el espíritu, orar, tener liberaciones de demonios no me hacían cambiar mi patrón de conducta y siempre terminaba en relaciones ocultas y una doble vida en la casa de Dios y en mi intimidad. Intente quitarme la vida y aún siendo bautizado en el espíritu, con don de lenguas, seguía con lucha sin tregua. Lo confesé incluso a mis líderes y pastores, pero eso no impidió que me sintiera aún peor con mi situación. Yo creo en Dios 100% y su Palabra pero me cuesta este tema porque cuanto no he anhelado cambiar, incluso con mi vida, he pedido que Dios me transforme. Me duele mucho, pero mucho ser como soy y me siento rechazado porque no puedo dejar de ser quien soy es como si me pudiesen dejar de ser un ser humano o no ser negro, no es algo que puedo escoger y si pudiera hacerlo quiero que me digan como. He estado en grupos de apoyo y en tantos programas de reivindicar mi sexualidad hasta terapia sicológica pero nada he podido cambiar. Me duele no.poder hacerlo y necesito su ayuda con oración y ruegos porque perdí las fuerzas. Gracias y Dios le bendiga Roberto.
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