Wednesday, August 12, 2020

DAB Español, Jueves 13 de Agosto

Día 226, DAB Español, Jueves 13 de Agosto

Nehemías 5:14-7:60; 1 Corintios 8:1-13; Salmos 33:1-11; Proverbios 21:8-10 (Nueva Biblia Viva (NBV))







Nehemías 5:14-7:60 Nueva Biblia Viva (NBV)

14 Debo mencionar que durante los doce años que fui gobernador de Judá, desde el año veinte hasta el año treinta y dos del reinado de Artajerjes, ni mis ayudantes ni yo aceptamos el salario que me correspondía como gobernador. 15 En cambio, los gobernadores que habían estado antes de mí habían exigido alimento, vino y cuatrocientos ochenta gramos de plata, y habían puesto la población a merced de sus ayudantes, quienes los maltrataban. Pero yo obedecí a Dios y no actué de esa manera. 16 Seguí trabajando en el muro y me negué a comprar tierras.

Además, les pedí a mis funcionarios que dedicaran tiempo a la edificación de la muralla. 17 Todo esto, a pesar de que sentaba regularmente a mi mesa a ciento cincuenta funcionarios judíos, sin contar a los visitantes de los países vecinos. 18 Diariamente se preparaba un buey, seis ovejas grandes y un gran número de aves domésticas. Además, cada diez días nos abastecíamos de vinos en abundancia. No obstante, me negué a establecer impuestos sobre la gente, porque ellos ya estaban pagando demasiados impuestos. 19 ¡Dios mío, recuerda todo lo que he hecho por este pueblo y dame tu bendición!
Nueva oposición de los enemigos

6 Cuando Sambalat, Tobías, Guesén el árabe, y el resto de nuestros enemigos se dieron cuenta de que estábamos a punto de finalizar la reconstrucción de la muralla, aunque faltaba colocar las hojas de muchas puertas, 2 me enviaron un mensaje invitándome a reunirme con ellos en uno de los pueblos de la llanura de Ono. Comprendí que lo que intentaban era matarme, 3 de modo que les respondí con este mensaje: «Estoy ocupado en unas obras muy importantes. Si yo bajo a reunirme con ustedes, entonces los trabajos se paralizarían. ¿Por qué han de suspenderse las obras para ir yo a visitarlos?».

4 Cuatro veces me enviaron el mismo mensaje y otras tantas les respondí lo mismo. 5-6 La quinta vez vino el siervo de Sambalat con una carta abierta en la mano en la que me decía:

«Guesén me ha dicho que por todas partes se oye decir que los judíos planean rebelarse, y que por esta razón están reedificando la muralla. Se dice que tú pretendes ser rey, 7 y que has designado profetas que hablen a favor tuyo en Jerusalén diciendo: “Nehemías es el hombre que necesitamos como rey”. Puedes estar seguro de que voy a pasar esos interesantes rumores al rey Artajerjes. Te sugiero que vengas y hables conmigo al respecto, porque esta es la única manera de salvarte».

8 Mi respuesta fue:

«Tú sabes que estás mintiendo, que no hay un ápice de verdad en todo lo que has dicho».

9 Todo cuanto nuestros enemigos pretendían era asustarnos, de modo que nos desanimáramos y no termináramos los trabajos. Así que oré al Señor, y le dije: «Dios mío, dame las fuerzas para continuar esta obra».

10 Dos días después fui a visitar a Semaías hijo de Delaías y nieto de Mehitabel, que se había encerrado en su casa. Cuando llegué, me dijo:

―Escondámonos en el templo, en el interior de la Casa de Dios, y cerremos bien las puertas, pues están planeando matarte esta noche.

11 Pero le contesté:

―¿Que yo, el gobernador, me ponga en fuga? Como no soy sacerdote no debo entrar en el santuario, ni siquiera para salvar la vida. ¡No, no lo haré!

12-13 Comprendí que Dios no le había hablado, sino que Tobías y Sambalat le habían pagado para que me asustara y me convenciera de encerrarme en el templo. Si lo hubiera hecho, habría pecado, y ellos tendrían motivos para hablar mal de mí y dañar mi buena reputación.

14 Entonces oré: «¡Dios mío, no te olvides de Tobías, de Sambalat, de la profetisa Noadías, ni de los demás profetas que han tratado de intimidarme!».
Termina la reconstrucción de la muralla

15 Terminamos la reconstrucción de la muralla el día veinticinco del mes de elul, es decir, cincuenta y dos días después de haberla comenzado. 16 Cuando nuestros enemigos y las naciones circundantes supieron que habíamos acabado, se asustaron y se sintieron humillados, pues comprendieron que la obra había sido hecha con la ayuda de nuestro Dios.

17 Durante esos cincuenta y dos días, Tobías mantuvo una intensa correspondencia con varios judíos importantes. 18 Pues muchos judíos se habían comprometido a ayudarlo, ya que Tobías era yerno de Secanías hijo de Araj, y porque su hijo Johanán se había casado con la hija de Mesulán hijo de Berequías. 19 Algunos hasta lo elogiaban en mi presencia, y luego le contaban todo lo que yo había dicho. Y Tobías era quien me enviaba las cartas amenazadoras.
Plan para defender a Jerusalén

7 Cuando la muralla estuvo terminada y le colocamos las puertas y designamos a los porteros, cantores y levitas, 2 ordené asumir el gobierno de Jerusalén a mi hermano Jananí y a Jananías, el comandante de la fortaleza, hombre muy fiel que temía a Dios, más que cualquier otro en el pueblo. 3 Les di órdenes de no abrir las puertas de Jerusalén hasta mucho después de la salida del sol, y de cerrarlas y asegurarlas mientras los guardias estuvieran aún en sus puestos. Además, a los guardias residentes en Jerusalén les ordené permanecer en sus puestos en horarios regulares, y a cada persona que tenía casa junto a la muralla le impuse el deber de proteger la sección que estaba frente a su casa. 4 Porque la ciudad era grande, pero la población era pequeña, y había sólo unas pocas viviendas esparcidas a través de la ciudad, pues aún no se habían reconstruido todas las casas.
Lista de los repatriados

5 Entonces mi Dios puso en mí el sentir de convocar a los jefes de la ciudad, juntamente con los del común del pueblo para censarlos. Yo había encontrado los registros genealógicos de los que habían regresado a Judá antes, y esto es lo que estaba escrito en ellos:

6 La siguiente es una lista de los nombres de los judíos que regresaron a Jerusalén y a las demás ciudades de Judá después de haber sido exiliados por el rey Nabucodonosor de Babilonia. 7 Sus jefes eran: Zorobabel, Jesúa, Nehemías, Azarías, Raamías, Najamani, Mardoqueo, Bilsán, Mispéret, Bigvay, Nehúm y Baná.

Los demás que regresaron en este tiempo fueron:

8-38 Del clan de Parós, 2.172;

del clan de Sefatías, 372;

del clan de Araj, 652;

de las familias de Jesúa y de Joab, del clan de Pajat Moab, 2.818;

del clan de Elam, 1.254;

del clan de Zatú, 845;

del clan de Zacay, 760;

del clan de Binuy, 648;

del clan de Bebay, 628;

del clan de Azgad, 2.322;

del clan de Adonicán, 667;

del clan de Bigvay, 2.067;

del clan de Adín, 655;

de la familia de Ezequías, el clan de Ater, 98;

del clan de Jasún, 328;

del clan de Bezay, 324;

del clan de Jarif, 112;

del clan de Gabaón, 95;

de los clanes de Belén y de Netofa, 188;

del clan de Anatot, 128;

del clan de Bet Azmávet, 42;

de los clanes de Quiriat Yearín, Cafira y Berot, 743;

de los clanes de Ramá y de Gueba, 621;

del clan de Micmás, 122;

de los clanes de Betel y de Hai, 123;

del clan de Nebo, 52;

del clan de Elam, 1.254;

del clan de Jarín, 320;

del clan de Jericó, 345;

de los clanes de Lod, de Jadid y de Ono, 721;

del clan de Sená, 3.930.

39-42 Estas son las estadísticas acerca de los sacerdotes que regresaron:

De la familia de Jesúa, el clan de Jedaías, 973;

del clan de Imer, 1.052;

del clan de Pasur, 1.247;

del clan de Jarín, 1.017.

43-45 Estas son las cifras de los levitas:

De la familia de Cadmiel, del clan de Hodavías, el subclan de Jesúa, 74.

Los miembros del coro del clan de Asaf, 148.

De los porteros regresaron:

del clan de Salún, de Ater, de Talmón, de Acub, de Jatitá y de Sobay, 138.

46-56 De los ayudantes del templo estaban los siguientes clanes:

Zijá, Jasufá, Tabaot, Querós, Sigajá, Padón, Lebaná, Jagabá, Salmay, Janán, Guidel, Gajar, Reaías, Rezín, Necoda, Gazán, Uza, Paseaj, Besay, Meunín, Nefisesín, Bacbuc, Jacufá, Jarjur, Baslut, Mejidá, Jarsa, Barcós, Sísara, Temá, Neziaj y Jatifá.

57-59 La siguiente es una lista de las familias que volvieron a Judá y que descendían de los funcionarios de Salomón: Sotay, Soféret, Peruda, Jalá, Darcón, Guidel, Sefatías, Jatil, Poquéret, Hasebayin, y Amón. 60 En total los ayudantes del templo y los sirvientes de los funcionarios de Salomón eran 392.

Nueva Biblia Viva (NBV)
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1 Corintios 8 Nueva Biblia Viva (NBV)

Lo sacrificado a los ídolos

8 Y ahora, pasemos a la pregunta en cuanto a si se debe comer o no lo que ha sido sacrificado a los ídolos. Es cierto que todos tenemos conocimiento. Sin embargo, el saberlo todo hace que nos sintamos orgullosos. Lo que se necesita es el amor que edifica. 2 El que cree que sabe algo, todavía no sabe nada como debería saber. 3 Pero Dios sabe quién lo ama de veras.

4 Entonces, ¿debemos comer carnes sacrificadas a los ídolos? Bueno, sabemos bien que el ídolo no es nada; y que sólo hay un Dios. 5 Pues aunque hay muchos a los que llaman dioses, en el cielo y en la tierra, y los hay, 6 para nosotros sólo hay un Dios: el Padre, de quien vienen todas las cosas y quien nos hizo para él; y sólo hay un Señor: Jesucristo, quien lo creó todo y nos da vida.

7 Sin embargo, algunos cristianos no se dan cuenta de esto. Siguen tan acostumbrados a sus viejas creencias, que todavía comen esos alimentos creyendo que fueron ofrecidos a los ídolos, y por eso cuando los comen su conciencia les molesta. 8 Recuerden que a Dios no le importa si los comemos o no. No somos peores si los comemos ni mejores si no los comemos.

9 Ahora bien, tengan cuidado; no vayan a lastimar al hermano de conciencia débil al hacer uso de la libertad que tienen de comer cualquier cosa, 10 porque puede suceder que tú, que crees que no hay nada malo en ello, vas a comer al templo de un ídolo, y un hermano débil te ve haciéndolo. Pudiera ser que aquel hermano se decida entonces a comer, aunque en su interior crea que está haciendo mal. 11 Si es así, ese hermano de conciencia débil, por quien Cristo murió, se perderá por culpa de tu conocimiento. 12 Al pecar así contra los hermanos, hiriendo su débil conciencia, pecan ustedes contra Cristo. 13 Por lo tanto, si mi comida va a hacer caer a mi hermano, mejor no la como nunca, para no hacerlo caer en pecado.

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Salmos 33:1-11 Nueva Biblia Viva (NBV)

33 Canten al Señor con alegría, ustedes los justos; es propio de los íntegros alabar al Señor. 2 Alaben al Señor al son de la lira, entonen alabanzas con el arpa. 3 Compónganle nuevos cánticos de alabanza, hábilmente acompañados en el arpa; canten con júbilo.

4 Porque todas las palabras de Dios son rectas; y cuanto él hace merece nuestra confianza. 5 Él ama la justicia y el derecho; llena está la tierra de su tierno amor. 6 Bastó que hablara, y se formaron los cielos; que soplara para que se formaran todas las estrellas. 7 Él puso límites a los mares y encerró los océanos en su gran estanque.

8 Que todos en el mundo teman al Señor, y ante él sientan sobrecogido respeto. 9 Porque bastó que hablara, y surgió el mundo. ¡A su mandato, apareció! 10 Desbarata los planes de todas las naciones, y frustra todos sus proyectos. 11 Pero los planes de él permanecen para siempre. Sus intenciones son inamovibles.

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Proverbios 21:8-10 Nueva Biblia Viva (NBV)

8 El camino del culpable es torcido, pero recta la conducta del hombre honrado.

9 Es mejor vivir en el rincón de la azotea, que en una casa hermosa con una mujer pendenciera.

10 El malvado sólo piensa en hacer mal; no tiene misericordia de su vecino.

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