Tuesday, August 11, 2020

DAB Español, Miércoles 12 de Agosto

Día 225, DAB Español, Miércoles 12 de Agosto

Nehemías 3:15-5:13; 1 Corintios 7:25-40; Salmos 32; Proverbios 21:5-7 (Nueva Biblia Viva (NBV))







Nehemías 3:15-5:13 Nueva Biblia Viva (NBV)

15 Salún hijo de Coljozé, gobernador del distrito de Mizpa, reparó la puerta de la Fuente. La techó, la enmaderó, colocó la puerta en su lugar e instaló los cerrojos y las barras. Luego reconstruyó la muralla desde el estanque de Siloé, que está junto al jardín del rey, hasta las gradas que descienden a la Ciudad de David. 16 A continuación estaba Nehemías hijo de Azbuc, gobernador de la mitad del distrito de Betsur, quien reconstruyó la muralla hasta en frente de la tumba de David y hasta el estanque artificial y la casa de los Valientes.

17 Luego había un grupo de levitas que trabajaban bajo la supervisión de Rejún hijo de Baní. A continuación estaba Jasabías, gobernador de la mitad del distrito de Queilá, que hizo la reconstrucción de la muralla en su propio distrito. 18 Luego estaban sus compañeros: Bavay hijo de Henadad, gobernador de la otra mitad del distrito de Queilá, 19 y Ezer hijo de Jesúa, gobernador de una parte de Mizpa, quienes restauraron otro tramo de la muralla que queda frente a la subida del depósito de armas, en la esquina. 20 A continuación estaba Baruc hijo de Zabay, quien construyó desde la esquina de la muralla hasta la casa de Eliasib, el sumo sacerdote. 21 Meremot hijo de Urías y nieto de Cos, edificó el tramo de la muralla que se extendía desde la entrada de la casa de Eliasib hasta el término de la misma.

22 A continuación estaban los sacerdotes de las llanuras. 23 Benjamín, Jasub, y Azarías hijo de Maseías y nieto de Ananías, repararon las secciones cercanas a sus casas. 24 Luego estaba Binuy hijo de Henadad, que reedificó la sección de la muralla desde la casa de Azarías hasta la esquina. 25 Palal hijo de Uzay se encargó del trabajo desde la esquina hasta los cimientos de la torre alta que se levanta por encima del palacio del rey, junto al patio de la cárcel. Después estaba Pedaías hijo de Parós. 26 Los sirvientes del templo que vivían en Ofel repararon la muralla hasta la puerta de las Aguas, al oriente, y la torre que sobresale. 27 Después de ellos estaban los tecoítas, quienes repararon la sección de la muralla que sobresale, hasta la muralla de Ofel.

28 Los sacerdotes repararon la muralla desde la puerta de los Caballos, cada uno en la parte que quedaba frente a su casa. 29 Sadoc hijo de Imer, también reconstruyó el tramo de muralla que quedaba frente a su casa. A continuación de él estaba Semaías hijo de Secanías, portero de la puerta oriental. 30 Jananías hijo de Selemías, y Janún, el sexto hijo de Salaf, reconstruyeron el siguiente tramo. Mesulán hijo de Berequías reedificó la parte de la muralla que estaba frente a su casa. 31 Malquías, que era uno de los plateros, reconstruyó el tramo de la muralla que va hasta la casa de los sirvientes del templo y de los comerciantes, frente a la puerta del Juicio, y hasta la torre de vigilancia de la esquina. 32 Los demás plateros y comerciantes completaron la reconstrucción de la muralla desde aquella esquina hasta la puerta de las Ovejas.
Se obstaculiza la reconstrucción

4 Sambalat se enojó mucho cuando supo que estábamos reedificando la muralla. Enfurecido, nos insultó y se burló de nosotros. 2 Delante de sus amigos y de los oficiales del ejército samaritano, dijo:

―¿Qué hace ese grupito de judíos pobres y débiles? ¿Piensan que se les permitirá reconstruir, para que vuelvan a ofrecer sus sacrificios? ¿Acaso creen que ese trabajo lo pueden terminar en un día? ¡Miren las piedras calcinadas que están sacando de la basura para volverlas a usar!

3 Tobías el amonita, que estaba junto a él, agregó:

―¡Valiente construcción! ¡Si un zorro camina sobre el muro, lo derrumba!

4 Entonces yo oré:

«Oye, Dios nuestro, cómo se burlan de nosotros. Haz que sus burlas caigan sobre sus propias cabezas, y que sean llevados cautivos a tierra extraña. 5 No pases por alto su pecado, ni olvides su maldad, pues han insultado a los que reconstruyen la muralla».

6 El muro fue completado hasta la mitad de su altura original alrededor de toda la ciudad, porque los obreros trabajaron arduamente. 7 Pero cuando Sambalat, Tobías, los árabes, los amonitas y los asdodeos oyeron que la obra estaba avanzando y que las brechas de la muralla estaban siendo reparadas, se enfurecieron. 8 Se pusieron de acuerdo para atacar a Jerusalén y producir desánimo en la gente. 9 Pero nosotros oramos a nuestro Dios y colocamos guardias que vigilaran de día y de noche. 10 Como si eso fuera poco, los de Judá comenzaron a quejarse, y decían:

«Los cargadores están muy cansados, y todavía quedan muchos escombros para botar. ¡Jamás podremos reconstruir la muralla!».

11 Mientras tanto, nuestros enemigos estaban planeando caer sobre nosotros y matarnos, para poner fin a nuestro trabajo. 12 Pero algunos judíos que vivían en medio de ellos venían, una y otra vez, a avisarnos de sus planes y nos indicaban por dónde pensaban atacarnos.

13 Por lo tanto, puse guardias armados organizados por familias en los lugares donde la muralla estaba más baja. 14 Luego, al considerar la situación, convoqué a todos los jefes y al pueblo y les dije: «No tengan miedo: Recuerden que el Señor es grande y poderoso. ¡Peleen por sus amigos, por sus familias y por sus hogares!».

15 Nuestros enemigos dejaron de estorbarnos cuando supieron que estábamos al tanto de todo y de que Dios había desbaratado sus planes. Entonces nosotros regresamos a nuestros trabajos en la muralla. 16 Pero desde entonces sólo la mitad trabajaba, mientras la otra mitad estaba de guardia, armados de lanzas, escudos, arcos y corazas. Y los jefes de Judá les brindaban su apoyo. 17 Los albañiles y los demás obreros trabajaban con las armas al alcance de la mano. 18 Cada uno de los constructores llevaba una espada al cinto. El que tocaba la trompeta permanecía junto a mí, a fin de hacer llegar la voz de alarma. 19 Yo les había dicho a los hombres importantes del pueblo, a los jefes y al resto del pueblo: «La obra es mucha y extensa, de modo que estamos muy separados unos de otros. 20 Por eso, cuando oigan el sonido de alarma, corran a reunirse con nosotros al lugar desde donde suena la trompeta. ¡Dios peleará por nosotros!».

21 Trabajábamos desde el alba hasta la salida de las estrellas, y la mitad de los hombres estaba siempre de guardia. 22 Pedí a todos los que vivían fuera de los muros que se quedaran a dormir en Jerusalén, para que sus siervos también pudieran estar de guardia y trabajaran en el día. 23 Durante este tiempo, ninguno de nosotros, ni yo, ni mis hermanos, ni los siervos, ni los guardias que estaban conmigo, nos quitábamos la ropa para dormir. Y siempre teníamos las armas a la mano.
Nehemías defiende a los pobres

5 Hubo en esos días una gran protesta de las familias del pueblo contra algunos judíos ricos que estaban abusando de ellos. 2-4 Lo que ocurría era que las familias que se quedaban sin dinero tenían que vender a sus hijos o hipotecar sus campos, viñas o casas para obtener dinero para comprar comida. Algunos ni eso podían hacer, porque ya habían tomado dinero prestado para pagar los impuestos que le pagaban al rey. La gente protestaba: 5 «Somos sus hermanos, y nuestros hijos son iguales a los de ustedes. Sin embargo, hemos tenido que vender a nuestros hijos como esclavos a fin de obtener el dinero que necesitamos para vivir. Ya hemos vendido algunas de nuestras hijas, y no podemos pagar por su libertad, porque nuestros campos también han sido hipotecados a estos hombres».

6 Me enojé mucho cuando oí esto. 7 Después de pensarlo, hablé con los ricos y con los funcionarios del gobierno.

―¿Qué es lo que están haciendo? —les pregunté—. ¿Cómo se atreven a pedir propiedades en prenda como condición para ayudar a otro israelita?

Entonces convoqué a una asamblea pública para juzgar el asunto.

8 En la reunión les dije:

―Nosotros, a la medida de nuestras fuerzas, hemos estado pagando el rescate de nuestros hermanos judíos que regresaron del exilio como esclavos. ¡Y ahora ustedes los están vendiendo para que luego tengamos que volver a redimirlos!

Y ellos no hallaban qué decir. 9 Entonces insistí:

―Lo que ustedes están haciendo es muy malo. ¿Por qué no actúan ustedes de acuerdo a la instrucción de nuestro Dios? ¿No tenemos enemigos suficientes entre las naciones que nos rodean y que están tratando de destruirnos? 10 Casi todos nosotros estamos prestando dinero y granos a nuestros hermanos judíos sin ningún interés. Por eso, les ruego que dejen de hacer de la usura un negocio. 11 Devuélvanles hoy mismo sus campos, sus viñas, sus olivares y sus casas, y aliviémoslos así de sus cargas.

12 Ellos estuvieron de acuerdo en hacerlo, y dijeron que ayudarían a sus hermanos sin exigirles nada. Luego convoqué a los sacerdotes e hice que estos hombres juraran cumplir sus promesas. 13 Entonces, me sacudí la ropa y dije:

―¡Así sacuda Dios a todo aquel que no cumpla esta promesa! ¡Que así lo sacuda Dios y lo deje sin casa y sin ninguna propiedad!

Y todo el pueblo gritó:

―¡Amén!

Alabaron a Dios, y cumplieron lo prometido.

Nueva Biblia Viva (NBV)
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1 Corintios 7:25-40 Nueva Biblia Viva (NBV)

25 En cuanto a las personas solteras, no tengo ningún mandamiento del Señor, pero les daré mi opinión, que es la opinión de uno en quien por la misericordia de Dios pueden confiar.

26 Los cristianos estamos en el presente afrontando grandes crisis, y en tiempos como estos creo que es mejor que la gente se quede soltera. 27 Desde luego, al que esté casado no se le ocurra divorciarse. Pero si no lo está, mejor es que no se apure a casarse. 28 Y si de todas maneras resuelve casarse, está bien, no peca; y si una muchacha decide casarse, no es pecado. Sin embargo, el matrimonio les traerá problemas adicionales, que yo quiero evitarles.

29 Lo más importante de todo, hermanos, es que recuerden que el tiempo que nos queda es corto. Por tal motivo, los que tengan esposa deben vivir como si no la tuvieran. 30 Los que lloran, como si no lloraran; los que están alegres, como si no lo estuvieran; los que compran algo, como si no fuera suyo; 31 los que suelen disfrutar las cosas buenas de este mundo, como si no las disfrutaran, porque el mundo, tal como lo conocemos, pronto pasará.

32 Lo que deseo es que estén libres de preocupaciones. El soltero está libre para trabajar para el Señor y meditar en cómo agradarle. 33 El casado, en cambio, tiene que ocuparse de sus responsabilidades terrenas y de cómo agradar a su esposa. 34 Sus intereses están divididos. Y lo mismo le pasa a la que se casa. La soltera está siempre ansiosa de agradar al Señor y se consagra a él en cuerpo y espíritu; pero la casada tiene que ocuparse de sus responsabilidades terrenas y de cómo agradar a su esposo.

35 Digo esto para ayudarles, no para ponerles ataduras. Deseo que hagan lo que sea más decente y que vivan consagrados al Señor.

36 El que piensa que no está tratando a su prometida como es debido, y considera que debe casarse porque ella ha llegado a su madurez, está bien, no peca, que se case. 37 Pero el que se mantiene firme en su propósito, domina sus deseos y voluntad, y ha decidido que no debe casarse, hace bien.

38 Es decir, el que se casa con su prometida, hace bien; y el que no se casa hace mejor.

39 La esposa está ligada al esposo mientras este vive; si el esposo muere, puede volver a casarse, con tal que se case con un cristiano. 40 Pero en mi opinión será más feliz si no se vuelve a casar; y creo que cuando digo esto les estoy dando el consejo del Espíritu de Dios.

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Salmos 32 Nueva Biblia Viva (NBV)

Salmo de David.

32 ¡Qué felicidad la de aquellos cuya culpa ha sido perdonada! ¡Qué gozo hay cuando los pecados son borrados! 2 ¡Qué alivio tienen los que han confesado sus pecados y a quienes el Señor ha borrado su registro de delincuencia y que viven en completa honestidad!

3 Hubo un tiempo en que yo rehusaba reconocer lo pecador que era. Pero era yo débil y miserable y gemía todo el día. 4 Día y noche su mano pesaba sobre mí. Mi fuerza se evaporaba como agua en día de sol. 5 Pero un día reconocí ante ti todos mis pecados y no traté de ocultarlos más. Dije para mí: «Se los voy a confesar al Señor». ¡Y tú me perdonaste! Toda mi culpa se esfumó.

6 Por eso los fieles te invocan en momentos de angustia; caudalosas aguas podrán desbordarse, pero a ellos no los alcanzarán. 7 Tú eres mi refugio; tú me protegerás del peligro y me rodearás con cánticos de liberación. 8 El Señor dice: «Yo te instruiré y te guiaré por el mejor camino para tu vida; yo te aconsejaré y velaré por ti. 9 No seas como el caballo ni como la mula que no tienen discernimiento y que necesitan un freno en la boca para no salirse del camino».

10 Muchos dolores sobrevienen al malvado, pero el gran amor del Señor envuelve a los que en él confían. 11 ¡Regocíjense en él, ustedes los justos, y griten de júbilo todos ustedes los de recto corazón!

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Proverbios 21:5-7 Nueva Biblia Viva (NBV)

5 Los planes hechos con cuidado traen prosperidad; los planes hechos de prisa traen ruina.

6 La riqueza que se obtiene por la lengua mentirosa se esfuma como la niebla y es como una trampa mortal.

7 La violencia de los malvados se volverá contra ellos, por no haber querido practicar la justicia.

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