Isaías 51:1-53:12; Efesios 5:1-33; Salmos 69:19-36; Proverbios 24:07 (Nueva Traducción Viviente (NTV))
Isaías 51-53 Nueva Traducción Viviente
(NTV)
Un
llamado a confiar en el Señor
51
«Escúchenme, todos los que tienen esperanza de ser liberados,
todos los que buscan al Señor.
Consideren
la piedra de la que fueron tallados,
la cantera de la que fueron extraídos.
2
Sí,
piensen en Abraham, su antepasado,
y en Sara, que dio a luz a su nación.
Cuando
llamé a Abraham, era un solo hombre;
pero, cuando lo bendije, se convirtió en
una gran nación».
3
El
Señor volverá a consolar a Israel[a]
y tendrá piedad de sus ruinas.
Su
desierto florecerá como el Edén,
sus lugares desolados como el huerto del
Señor.
Allí
se encontrarán gozo y alegría;
los cantos de gratitud llenarán el aire.
4
«Escúchame,
pueblo mío;
óyeme, Israel,
porque
mi ley será proclamada
y mi justicia llegará a ser una luz para
las naciones.
5
Mi
misericordia y mi justicia ya se acercan,
mi salvación viene en camino;
mi brazo fuerte hará justicia a las
naciones.
Las
tierras lejanas me buscarán
y con esperanza aguardarán mi brazo
poderoso.
6
Levanten
los ojos a los altos cielos
y miren la tierra abajo.
Pues
los cielos desaparecerán como humo
y la tierra se gastará como una prenda de
vestir.
Los
habitantes de la tierra morirán como moscas,
pero mi salvación permanece para siempre;
mi reinado de justicia nunca tendrá fin.
7
»Escúchenme,
ustedes que distinguen entre lo bueno y lo malo,
ustedes que atesoran mi ley en el corazón.
No
teman las burlas de la gente,
ni tengan miedo de sus insultos.
8
Pues
la polilla los devorará a ellos como devora la ropa
y el gusano los comerá como se come la
lana.
Pero
mi justicia permanecerá para siempre;
mi salvación continuará de generación en
generación».
9
¡Despierta,
oh Señor, despierta! ¡Vístete de fuerza!
¡Mueve tu poderoso brazo derecho!
Levántate
como en los días de antaño,
cuando mataste a Egipto, al dragón del
Nilo.[b]
10
¿Acaso
no eres el mismo hoy,
el que secó el mar,
haciendo
un camino en las profundidades
para que tu pueblo pudiera escapar y cruzar
al otro lado?
11
Regresarán
los que fueron rescatados por el Señor
y entrarán cantando a Jerusalén,[c]
coronados de alegría eterna.
Desaparecerán
el dolor y el luto
y estarán llenos de gozo y de alegría.
12
«Yo,
sí, yo soy quien te consuela.
Entonces, ¿por qué les temes a simples
seres humanos
que se marchitan como la hierba y
desaparecen?
13
Sin
embargo, has olvidado al Señor, tu Creador,
el que extendió el cielo como un dosel
y puso los cimientos de la tierra.
¿Vivirás
en constante terror de los opresores humanos?
¿Seguirás temiendo el enojo de tus
enemigos?
¿Dónde
están ahora su furia y su enojo?
¡Han desaparecido!
14
Pronto
quedarán libres los cautivos.
¡La prisión, el hambre y la muerte no serán
su destino!
15
Pues
yo soy el Señor tu Dios,
que agito el mar haciendo que rujan las
olas.
Mi nombre es Señor de los Ejércitos
Celestiales.
16
Y
he puesto mis palabras en tu boca
y te he escondido a salvo dentro de mi
mano.
Yo
extendí[d] el cielo como un dosel
y puse los cimientos de la tierra.
Yo
soy el que le dice a Israel:
“¡Tú eres mi pueblo!”».
17
¡Despierta,
oh Jerusalén, despierta!
Has bebido la copa de la furia del Señor.
Has
bebido la copa del terror,
la has vaciado hasta la última gota.
18
Ni
uno de tus hijos queda con vida
para tomarte de la mano y guiarte.
19
Estas
dos calamidades te han ocurrido:
la desolación y la destrucción, el hambre y
la guerra.
Y
¿quién ha quedado para compadecerse de ti?
¿Quién ha quedado para consolarte?[e]
20
Pues
tus hijos se han desmayado y yacen en las calles,
tan indefensos como antílopes atrapados en
una red.
El
Señor ha derramado su furia;
Dios los ha reprendido.
21
Pero
ahora escuchen esto, ustedes los afligidos,
que están completamente borrachos,
aunque no por haber bebido vino.
22
Esto
dice el Señor Soberano,
su Dios y Defensor:
«Miren,
yo les quité de las manos la copa aterradora;
ya no beberán más de mi furia.
23
En
cambio, entregaré esa copa a quienes los atormentan,
a los que dijeron: “Los pisotearemos en el
polvo
y caminaremos sobre sus espaldas”».
Liberación
para Jerusalén
52
¡Despierta, oh Sión, despierta!
Vístete de fuerza.
Ponte
tus ropas hermosas, oh ciudad santa de Jerusalén,
porque ya no volverá a entrar por tus
puertas la gente impura que no teme a Dios.
2
Levántate
del polvo, oh Jerusalén,
y siéntate en un lugar de honor.
Quítate
del cuello las cadenas de la esclavitud,
oh hija cautiva de Sión.
3
Pues
esto dice el Señor:
«Cuando
te vendí al destierro
no recibí pago alguno;
ahora
puedo redimirte
sin tener que pagar por ti».
4
Esto dice el Señor Soberano: «Hace mucho tiempo, mi pueblo decidió vivir en
Egipto. Ahora es Asiria la que lo oprime. 5 ¿Qué es esto? —pregunta el Señor—.
¿Por qué está esclavizado mi pueblo nuevamente? Quienes lo gobiernan gritan de
júbilo;[f] todo el día blasfeman mi nombre.[g] 6 Pero yo revelaré mi nombre a
mi pueblo, y llegará a conocer mi poder. Entonces, por fin mi pueblo reconocerá
que soy yo quien le habla».
7
¡Qué
hermosos son sobre los montes
los pies del mensajero que trae buenas
noticias,
buenas
noticias de paz y de salvación,
las noticias de que el Dios de Israel[h]
reina!
8
Los
centinelas gritan y cantan de alegría,
porque con sus propios ojos
ven al Señor regresando a Jerusalén.[i]
9
Que
las ruinas de Jerusalén canten de alegría,
porque el Señor ha consolado a su pueblo,
ha redimido a Jerusalén.
10
El
Señor ha manifestado su santo poder
ante los ojos de todas las naciones,
y
todos los confines de la tierra verán
la victoria de nuestro Dios.
11
¡Salgan!
Salgan y dejen atrás su cautiverio,
donde todo lo que tocan es impuro.
Salgan
de allí y purifíquense,
ustedes que vuelven a su tierra con los
objetos sagrados del Señor.
12
No
saldrán con prisa,
como quien corre para salvar su vida.
Pues
el Señor irá delante de ustedes;
atrás los protegerá el Dios de Israel.
El
Siervo sufriente del Señor
13
Miren,
mi siervo prosperará;
será muy exaltado.
14
Pero
muchos quedaron asombrados cuando lo[j] vieron.
Tenía el rostro tan desfigurado, que apenas
parecía un ser humano,
y por su aspecto, no se veía como un
hombre.
15
Y
él alarmará[k] a muchas naciones;
los reyes quedarán mudos ante él.
Verán
lo que no se les había contado;
entenderán lo que no habían oído hablar.[l]
53
¿Quién ha creído nuestro mensaje?
¿A quién ha revelado el Señor su brazo
poderoso?
2
Mi
siervo creció en la presencia del Señor como un tierno brote verde;
como raíz en tierra seca.
No
había nada hermoso ni majestuoso en su aspecto,
nada que nos atrajera hacia él.
3
Fue
despreciado y rechazado:
hombre de dolores, conocedor del dolor más
profundo.
Nosotros
le dimos la espalda y desviamos la mirada;
fue despreciado, y no nos importó.
4
Sin
embargo, fueron nuestras debilidades las que él cargó;
fueron nuestros dolores los que lo
agobiaron.[m]
Y
pensamos que sus dificultades eran un castigo de Dios;
¡un castigo por sus propios pecados!
5
Pero
él fue traspasado por nuestras rebeliones
y aplastado por nuestros pecados.
Fue
golpeado para que nosotros estuviéramos en paz;
fue azotado para que pudiéramos ser
sanados.
6
Todos
nosotros nos hemos extraviado como ovejas;
hemos dejado los caminos de Dios para
seguir los nuestros.
Sin
embargo, el Señor puso sobre él
los pecados de todos nosotros.
7
Fue
oprimido y tratado con crueldad,
sin embargo, no dijo ni una sola palabra.
Como
cordero fue llevado al matadero.
Y como oveja en silencio ante sus
trasquiladores,
no abrió su boca.
8
Al
ser condenado injustamente,
se lo llevaron.[n]
A
nadie le importó que muriera sin descendientes;
ni que le quitaran la vida a mitad de
camino.[o]
Pero
lo hirieron de muerte
por la rebelión de mi pueblo.
9
Él
no había hecho nada malo,
y jamás había engañado a nadie.
Pero
fue enterrado como un criminal;
fue puesto en la tumba de un hombre rico.
10
Formaba
parte del buen plan del Señor aplastarlo
y causarle dolor.
Sin
embargo, cuando su vida sea entregada en ofrenda por el pecado,
tendrá muchos descendientes.
Disfrutará
de una larga vida,
y en sus manos el buen plan del Señor
prosperará.
11
Cuando
vea todo lo que se logró mediante su angustia,
quedará satisfecho.
Y
a causa de lo que sufrió,
mi siervo justo hará posible
que
muchos sean contados entre los justos,
porque él cargará con todos los pecados de
ellos.
12
Yo
le rendiré los honores de un soldado victorioso,
porque se expuso a la muerte.
Fue
contado entre los rebeldes.
Cargó con los pecados de muchos e
intercedió por los transgresores.
Footnotes:
51:3 En hebreo Sión; también en 51:16.
51:9 En hebreo mataste a Rahab; atravesaste
al dragón. Rahab es el nombre de un mítico monstruo marino que en la literatura
antigua representa el caos. Aquí se utiliza como un nombre poético para Egipto.
51:11 En hebreo Sión.
51:16 Así aparece en la versión siríaca
(ver también 51:13); el texto hebreo dice planté.
51:19 Así aparece en los Rollos del mar
Muerto, en la versión griega, en la latina y en la siríaca; el texto masorético
dice ¿Cómo podré consolarte?
52:5a Así aparece en los Rollos del mar
Muerto; el texto masorético dice Quienes lo gobiernan gimen.
52:5b La versión griega dice los gentiles
blasfeman continuamente mi nombre por causa de ustedes. Comparar Rm 2:24.
52:7 En hebreo de Sión.
52:8 En hebreo a Sión.
52:14 Así aparece en la versión siríaca; en
hebreo dice te.
52:15a O purificará.
52:15b La versión griega dice Los que nunca
se enteraron de él verán, / y los que nunca oyeron de él entenderán. Comparar
Rm 15:21.
53:4 O Sin embargo, fueron nuestras
enfermedades las que él cargó; / fueron nuestras dolencias las que lo
agobiaron.
53:8a La versión griega dice Fue humillado
y no le hicieron justicia. Comparar Hch 8:33.
53:8b O En cuanto a sus contemporáneos, /
¿a quién le importó que le quitaran la vida estando a mitad de camino? La
versión griega dice ¿Quién puede hablar de sus descendientes? / Pues su vida
fue quitada de la tierra. Comparar Hch 8:33.
Nueva
Traducción Viviente (NTV)
La
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Efesios 5 Nueva Traducción Viviente
(NTV)
Vivir
en la luz
5
Por lo tanto, imiten a Dios en todo lo que hagan porque ustedes son sus hijos
queridos. 2 Vivan una vida llena de amor, siguiendo el ejemplo de Cristo. Él
nos amó[a] y se ofreció a sí mismo como sacrificio por nosotros, como aroma
agradable a Dios.
3
Que no haya ninguna inmoralidad sexual, impureza ni avaricia entre ustedes.
Tales pecados no tienen lugar en el pueblo de Dios. 4 Los cuentos obscenos, las
conversaciones necias y los chistes groseros no son para ustedes. En cambio,
que haya una actitud de agradecimiento a Dios. 5 Pueden estar seguros de que
ninguna persona inmoral, impura o avara heredará el reino de Cristo y de Dios.
Pues el avaro es un idólatra, que adora las cosas de este mundo.
6
No se dejen engañar por los que tratan de justificar esos pecados, porque el
enojo de Dios caerá sobre todos los que lo desobedecen. 7 No participen en las
cosas que hace esa gente. 8 Pues antes ustedes estaban llenos de oscuridad,
pero ahora tienen la luz que proviene del Señor. Por lo tanto, ¡vivan como
gente de luz! 9 Pues esa luz que está dentro de ustedes produce solo cosas
buenas, rectas y verdaderas.
10
Averigüen bien lo que agrada al Señor. 11 No participen en las obras inútiles
de la maldad y la oscuridad; al contrario, sáquenlas a la luz. 12 Es vergonzoso
siquiera hablar de las cosas que la gente malvada hace en secreto. 13 No
obstante, sus malas intenciones se descubrirán cuando la luz las ilumine, 14
porque la luz hace todo visible. Por eso se dice:
«Despiértate,
tú que duermes;
levántate de los muertos,
y Cristo te dará luz».
Vivir
por el poder del Espíritu
15
Así que tengan cuidado de cómo viven. No vivan como necios sino como sabios. 16
Saquen el mayor provecho de cada oportunidad en estos días malos. 17 No actúen
sin pensar, más bien procuren entender lo que el Señor quiere que hagan. 18 No
se emborrachen con vino, porque eso les arruinará la vida. En cambio, sean
llenos del Espíritu Santo 19 cantando salmos e himnos y canciones espirituales
entre ustedes, y haciendo música al Señor en el corazón. 20 Y den gracias por
todo a Dios el Padre en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
Relaciones
guiadas por el Espíritu: el matrimonio
21
Es más, sométanse unos a otros por reverencia a Cristo.
22
Para las esposas, eso significa: sométase cada una a su marido como al Señor,
23 porque el marido es la cabeza de su esposa como Cristo es cabeza de la
iglesia. Él es el Salvador de su cuerpo, que es la iglesia. 24 Así como la
iglesia se somete a Cristo, de igual manera la esposa debe someterse en todo a
su marido.
25
Para los maridos, eso significa: ame cada uno a su esposa tal como Cristo amó a
la iglesia. Él entregó su vida por ella 26 a fin de hacerla santa y limpia al
lavarla mediante la purificación de la palabra de Dios.[b] 27 Lo hizo para
presentársela a sí mismo como una iglesia gloriosa, sin mancha ni arruga ni
ningún otro defecto. Será, en cambio, santa e intachable. 28 De la misma
manera, el marido debe amar a su esposa como ama a su propio cuerpo. Pues un
hombre que ama a su esposa en realidad demuestra que se ama a sí mismo. 29
Nadie odia su propio cuerpo, sino que lo alimenta y lo cuida tal como Cristo lo
hace por la iglesia. 30 Y nosotros somos miembros de su cuerpo.
31
Como dicen las Escrituras: «El hombre deja a su padre y a su madre, y se une a
su esposa, y los dos se convierten en uno solo»[c]. 32 Eso es un gran misterio,
pero ilustra la manera en que Cristo y la iglesia son uno. 33 Por eso les
repito: cada hombre debe amar a su esposa como se ama a sí mismo, y la esposa
debe respetar a su marido.
Footnotes:
5:2 Algunos manuscritos dicen Él los amó.
5:26 En griego al lavarla con agua mediante
la palabra.
5:31 Gn 2:24.
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Salmos 69:19-36 Nueva Traducción
Viviente (NTV)
19
Tú
conoces mi vergüenza, mi desprecio y mi deshonra;
ves todo lo que hacen mis enemigos.
20
Sus
insultos me han destrozado el corazón,
y estoy desesperado.
Si
al menos una persona me tuviera compasión;
si tan solo alguien volviera y me
consolara.
21
En
cambio, de comida, me dan veneno[a]
y me ofrecen vino agrio para la sed.
22
Que
la abundante mesa servida ante ellos se convierta en una trampa,
y que su prosperidad se vuelva un
engaño.[b]
23
Que
sus ojos queden ciegos para que no puedan ver,
y haz que sus cuerpos tiemblen
continuamente.[c]
24
Derrama
tu furia sobre ellos,
consúmelos en el ardor de tu enojo.
25
Que
sus casas queden desoladas
y sus carpas, desiertas.
26
A
quien tú has castigado, agregan insultos;
añaden dolor a quienes tú has herido.
27
Amontona
sus pecados en una enorme pila,
y no los dejes en libertad.
28
Borra
sus nombres del libro de la vida;
no dejes que sean incluidos entre los
justos.
29
Estoy
afligido y dolorido;
rescátame, oh Dios, con tu poder salvador.
30
Entonces
alabaré el nombre de Dios con cánticos,
y lo honraré con acción de gracias.
31
Pues
al Señor esto le agradará más que el sacrificio de ganado
o que presentar un toro con cuernos y
pezuñas.
32
Los
humildes verán a su Dios en acción y se pondrán contentos;
que todos los que buscan la ayuda de Dios
reciban ánimo.
33
Pues
el Señor oye el clamor de los necesitados;
no desprecia a su pueblo encarcelado.
34
Alábenlo
el cielo y la tierra,
los mares y todo lo que en ellos se mueve.
35
Pues
Dios salvará a Jerusalén[d]
y reconstruirá las ciudades de Judá.
Su
pueblo vivirá allí
y se establecerá en su propia tierra.
36
Los
descendientes de quienes lo obedecen heredarán la tierra,
y los que lo aman vivirán allí seguros.
Footnotes:
69:21 O hiel.
69:22 La versión griega dice Que la
abundante mesa servida ante ellos se convierta en una trampa, / en un engaño
que los lleve a pensar que todo está bien. / Que sus bendiciones los hagan
tropezar, / y que reciban su merecido. Comparar Rm 11:9.
69:23 La versión griega dice y que la
espalda se les encorve para siempre. Comparar Rm 11:10.
69:35 En hebreo Sión.
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Proverbios 24:07 Nueva Traducción
Viviente (NTV)
7
La
sabiduría es demasiado elevada para los necios.
Entre los líderes en la puerta de la ciudad,
los necios no tienen nada que decir.
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Gracias. Que Dios les bendiga. Amen.
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