Isaías 57:14-59:21; Filipenses 1:1-26; Salmos 71; Proverbios 24:9-10 (Nueva Traducción Viviente (NTV))
Isaías 57:14-59:21 Nueva Traducción
Viviente (NTV)
Dios
perdona a los que se arrepienten
14
Dios
dice: «¡Reconstruyan el camino!
Quiten las rocas y las piedras del camino
para que mi pueblo pueda volver del
cautiverio».
15
El
Alto y Majestuoso que vive en la eternidad,
el Santo, dice:
«Yo
vivo en el lugar alto y santo
con los de espíritu arrepentido y humilde.
Restauro
el espíritu destrozado del humilde
y reavivo el valor de los que tienen un
corazón arrepentido.
16
Pues
no pelearé contra ustedes para siempre;
no estaré siempre enojado.
Si
lo estuviera, moriría toda la gente,
sí, todas las almas que he creado.
17
Estaba
enojado,
así que castigué a este pueblo tan avaro.
Me
aparté de ellos,
pero continuaron por su propio terco
camino.
18
He
visto lo que hacen,
¡pero aun así, los sanaré
y los guiaré!
Consolaré
a los que se lamentan,
19
llevando palabras de alabanza a sus labios.
Que
tengan paz abundante, tanto cerca como lejos
—dice el Señor que los sana—.
20
Pero
los que aún me rechazan son como el mar agitado,
que nunca está tranquilo,
sino que continuamente revuelve el lodo y
la tierra.
21
No
hay paz para el perverso»,
dice mi Dios.
Verdadera
y falsa adoración
58
«Grita con la voz de un toque de trompeta.
¡Grita fuerte! No seas tímido.
¡Háblale
a mi pueblo Israel[a] de sus pecados!
2
Sin embargo, ¡se hacen los piadosos!
Vienen
al templo todos los días
y parecen estar encantados de aprender todo
sobre mí.
Actúan
como una nación justa
que nunca abandonaría las leyes de su Dios.
Me
piden que actúe a su favor,
fingiendo que quieren estar cerca de mí.
3
“¡Hemos
ayunado delante de ti! —dicen ellos—.
¿Por qué no te impresionamos?
Hemos
sido muy severos con nosotros mismos,
y ni siquiera te das cuenta”.
»¡Les
diré por qué! —les contesto—.
Es porque ayunan para complacerse a sí
mismos.
Aun
mientras ayunan,
oprimen a sus trabajadores.
4
¿De
qué les sirve ayunar,
si siguen con sus peleas y riñas?
Con
esta clase de ayuno,
nunca lograrán nada conmigo.
5
Ustedes
se humillan
al hacer penitencia por pura fórmula:
inclinan
la cabeza
como cañas en el viento,
se
visten de tela áspera
y se cubren de cenizas.
¿A
eso le llaman ayunar?
¿Realmente creen que eso agrada al Señor?
6
»¡No!
Esta es la clase de ayuno que quiero:
pongan
en libertad a los que están encarcelados injustamente;
alivien la carga de los que trabajan para
ustedes.
Dejen
en libertad a los oprimidos
y suelten las cadenas que atan a la gente.
7
Compartan
su comida con los hambrientos
y den refugio a los que no tienen hogar;
denles
ropa a quienes la necesiten
y no se escondan de parientes que precisen
su ayuda.
8
»Entonces
su salvación llegará como el amanecer,
y sus heridas sanarán con rapidez;
su
justicia los guiará hacia adelante
y atrás los protegerá la gloria del Señor.
9
Entonces
cuando ustedes llamen, el Señor les responderá.
“Sí, aquí estoy”, les contestará enseguida.
»Levanten
el pesado yugo de la opresión;
dejen de señalar con el dedo y de esparcir
rumores maliciosos.
10
Alimenten
a los hambrientos
y ayuden a los que están en apuros.
Entonces
su luz resplandecerá desde la oscuridad,
y la oscuridad que los rodea será tan
radiante como el mediodía.
11
El
Señor los guiará continuamente,
les dará agua cuando tengan sed
y restaurará sus fuerzas.
Serán
como un huerto bien regado,
como un manantial que nunca se seca.
12
Algunos
de ustedes reconstruirán las ruinas desoladas de sus ciudades.
Entonces serán conocidos como reconstructores
de muros
y restauradores de casas.
13
»Guarden
como santo el día de descanso;
en ese día no se ocupen de sus propios
intereses,
sino
disfruten del día de descanso
y hablen del día con delicia, por ser el
día santo del Señor.
Honren
el día de descanso en todo lo que hagan ese día
y no sigan sus propios deseos ni hablen
palabras inútiles.
14
Entonces
el Señor será su delicia.
Yo les daré gran honor
y
los saciaré con la herencia que prometí a su antepasado Jacob.
¡Yo, el Señor, he hablado!».
Advertencias
contra el pecado
59
¡Escuchen! El brazo del Señor no es demasiado débil para no salvarlos,
ni su oído demasiado sordo para no oír su
clamor.
2
Son
sus pecados los que los han separado de Dios.
A causa de esos pecados, él se alejó
y ya no los escuchará.
3
Las
manos de ustedes son manos de asesinos,
y tienen los dedos sucios de pecado.
Sus
labios están llenos de mentiras
y su boca vomita corrupción.
4
A
nadie le importa ser justo y honrado;
las demandas legales de la gente se basan
en mentiras.
Conciben
malas acciones
y después dan a luz el pecado.
5
Incuban
serpientes mortales
y tejen telas de araña.
El
que coma sus huevos morirá;
al que los rompa le saldrán víboras.
6
Con
sus telas de araña no se puede hacer ropa
y nada de lo que ellos hacen es útil.
Todo
lo que hacen está lleno de pecado,
y la violencia es su sello característico.
7
Sus
pies corren para hacer lo malo
y se apresuran a matar.
Solo
piensan en pecar;
siempre hay sufrimiento y destrucción en sus
caminos.
8
No
saben dónde encontrar paz
o qué significa ser justo y bueno.
Han
trazado caminos torcidos
y quienes los siguen no conocen un momento
de paz.
9
Por
eso no hay justicia entre nosotros
y no sabemos nada acerca de vivir con
rectitud.
Buscamos
luz, pero solo encontramos oscuridad;
buscamos cielos radiantes, pero caminamos
en tinieblas.
10
Andamos
a tientas, como los ciegos junto a una pared,
palpando para encontrar el camino, como la
gente que no tiene ojos.
Hasta
en lo más radiante del mediodía,
tropezamos como si estuviera oscuro.
Entre
los vivos,
somos como los muertos.
11
Gruñimos
como osos hambrientos;
gemimos como el arrullo lastimero de las
palomas.
Buscamos
la justicia, pero nunca llega;
buscamos el rescate, pero está muy lejos de
nosotros.
12
Pues
nuestros pecados se han acumulado ante Dios
y testifican en contra de nosotros.
Así es, sabemos muy bien lo pecadores que
somos.
13
Sabemos
que nos hemos rebelado contra el Señor y también lo hemos negado;
le hemos dado la espalda a nuestro Dios.
Sabemos
que hemos sido injustos y opresores,
preparando con cuidado nuestras mentiras
engañosas.
14
Nuestros
tribunales se oponen a los justos,
y no se encuentra justicia por ninguna
parte.
La
verdad tropieza por las calles
y la honradez ha sido declarada ilegal.
15
Sí,
la verdad ha desaparecido
y se ataca a todo el que abandona la
maldad.
El
Señor miró y le desagradó
descubrir que no había justicia.
16
Estaba
asombrado al ver que nadie intervenía
para ayudar a los oprimidos.
Así
que se interpuso él mismo para salvarlos con su brazo fuerte,
sostenido por su propia justicia.
17
Se
puso la justicia como coraza
y se colocó en la cabeza el casco de
salvación.
Se
vistió con una túnica de venganza
y se envolvió en un manto de pasión divina.
18
Él
pagará a sus enemigos por sus malas obras
y su furia caerá sobre sus adversarios;
les dará su merecido hasta los confines de
la tierra.
19
En
el occidente, la gente respetará el nombre del Señor;
en el oriente, lo glorificará.
Pues
él vendrá como una tempestuosa marea,
impulsado por el aliento del Señor.[b]
20
«El
Redentor vendrá a Jerusalén
para rescatar en Israel
a
los que se hayan apartado de sus pecados»,[c]
dice el Señor.
21
«Y este es mi pacto con ellos —dice el Señor—. Mi Espíritu no los dejará, ni
tampoco estas palabras que les he dado. Estarán en sus labios y en los labios
de sus hijos, y de los hijos de sus hijos, para siempre. ¡Yo, el Señor, he
hablado!
Footnotes:
58:1 En hebreo Jacob. Ver nota en 14:1.
59:19 O Cuando el enemigo venga como una
tempestuosa marea, / el Espíritu del Señor lo hará retroceder.
59:20 En hebreo El Redentor vendrá a Sión /
para rescatar a los de Jacob / que se hayan apartado de sus pecados. La versión
griega dice El que rescata vendrá a favor de Sión / y apartará a Jacob de la
maldad. Comparar Rm 11:26.
Nueva
Traducción Viviente (NTV)
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Filipenses 1:1-26 Nueva Traducción
Viviente (NTV)
Saludos
de Pablo
1
Saludos de Pablo y de Timoteo, esclavos de Cristo Jesús.
Yo,
Pablo, escribo esta carta a todo el pueblo santo de Dios en Filipos que
pertenece a Cristo Jesús, incluidos los ancianos gobernantes[a] y los diáconos.
2
Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo les den gracia y paz.
Oración
y agradecimiento de Pablo
3
Cada vez que pienso en ustedes, le doy gracias a mi Dios. 4 Siempre que oro,
pido por todos ustedes con alegría, 5 porque han colaborado conmigo en dar a
conocer la Buena Noticia acerca de Cristo desde el momento que la escucharon
por primera vez hasta ahora. 6 Y estoy seguro de que Dios, quien comenzó la
buena obra en ustedes, la continuará hasta que quede completamente terminada el
día que Cristo Jesús vuelva.
7
Está bien que sienta estas cosas por todos ustedes, porque ocupan un lugar
especial en mi corazón. Participan conmigo del favor especial de Dios, tanto en
mi prisión como al defender y confirmar la verdad de la Buena Noticia. 8 Dios
sabe cuánto los amo y los extraño con la tierna compasión de Cristo Jesús.
9
Le pido a Dios que el amor de ustedes desborde cada vez más y que sigan
creciendo en conocimiento y entendimiento. 10 Quiero que entiendan lo que
realmente importa, a fin de que lleven una vida pura e intachable hasta el día
que Cristo vuelva. 11 Que estén siempre llenos del fruto de la salvación —es
decir, el carácter justo que Jesucristo produce en su vida—[b] porque esto
traerá mucha gloria y alabanza a Dios.
Alegría
de Pablo porque se predica a Cristo
12
Además, mis amados hermanos, quiero que sepan que todo lo que me ha sucedido en
este lugar ha servido para difundir la Buena Noticia. 13 Pues cada persona de
aquí —incluida toda la guardia del palacio[c]— sabe que estoy encadenado por
causa de Cristo; 14 y dado que estoy preso, la mayoría de los creyentes[d] de
este lugar ha aumentado su confianza y anuncia con valentía el mensaje de
Dios[e] sin temor.
15
Es cierto que algunos predican acerca de Cristo por celos y rivalidad, pero
otros lo hacen con intenciones puras. 16 Estos últimos predican porque me aman,
pues saben que fui designado para defender la Buena Noticia. 17 Los otros no
tienen intenciones puras cuando predican de Cristo. Lo hacen con ambición
egoísta, no con sinceridad sino con el propósito de que las cadenas me resulten
más dolorosas. 18 Pero eso no importa; sean falsas o genuinas sus intenciones,
el mensaje acerca de Cristo se predica de todas maneras, de modo que me gozo. Y
seguiré gozándome 19 porque sé que la oración de ustedes y la ayuda del
Espíritu de Jesucristo darán como resultado mi libertad.
Pablo
vive para Cristo
20
Tengo la plena seguridad y la esperanza que jamás seré avergonzado, sino que
seguiré actuando con valor por Cristo, como lo he hecho en el pasado. Y confío
en que mi vida dará honor a Cristo, sea que yo viva o muera. 21 Pues, para mí,
vivir significa vivir para Cristo y morir es aún mejor. 22 Pero si vivo, puedo
realizar más labor fructífera para Cristo. Así que realmente no sé qué es
mejor. 23 Estoy dividido entre dos deseos: quisiera partir y estar con Cristo,
lo cual sería mucho mejor para mí; 24 pero por el bien de ustedes, es mejor que
siga viviendo.
25
Al estar consciente de esto, estoy convencido de que seguiré con vida para
continuar ayudándolos a todos ustedes a crecer y a experimentar la alegría de
su fe. 26 Y cuando vuelva, tendrán más razones todavía para sentirse orgullosos
en Cristo Jesús de lo que él está haciendo por medio de mí.
Footnotes:
1:1 O los supervisores; o los obispos.
1:11 En griego llenos del fruto de la
rectitud por medio de Jesucristo.
1:13 En griego incluido todo el pretorio.
1:14a
En griego hermanos en el Señor.
1:14b Algunos manuscritos no incluyen de
Dios.
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Salmos 71 Nueva Traducción Viviente
(NTV)
Salmo
71
1
Oh
Señor, a ti acudo en busca de protección;
no permitas que me avergüencen.
2
Sálvame
y rescátame,
porque tú haces lo que es correcto.
Inclina
tu oído para escucharme
y ponme en libertad.
3
Sé
tú mi roca de seguridad,
donde siempre pueda esconderme.
Da
la orden de salvarme,
porque tú eres mi roca y mi fortaleza.
4
Dios
mío, rescátame del poder de los perversos,
de las garras de los crueles opresores.
5
Oh
Señor, solo tú eres mi esperanza;
en ti he confiado, oh Señor, desde mi
niñez.
6
Así
es, estás conmigo desde mi nacimiento;
me has cuidado desde el vientre de mi
madre.
¡Con razón siempre te alabo!
7
Mi
vida es un ejemplo para muchos,
porque tú has sido mi fuerza y protección.
8
Por
eso nunca puedo dejar de alabarte;
todo el día declaro tu gloria.
9
Y
ahora, en mi vejez, no me hagas a un lado;
no me abandones cuando me faltan las
fuerzas.
10
Pues
mis enemigos murmuran contra mí
y
juntos confabulan matarme.
11
Dicen:
«Dios lo ha abandonado.
Vayamos y agarrémoslo,
porque ahora nadie lo ayudará».
12
Oh
Dios, no te quedes lejos;
Dios mío, por favor, apresúrate a ayudarme.
13
Trae
deshonra y destrucción a los que me acusan;
humilla y avergüenza a los que quieren
hacerme daño.
14
Seguiré
con la esperanza de tu ayuda;
te alabaré más y más.
15
A
todos les hablaré de tu justicia;
todo el día proclamaré tu poder salvador,
aunque no tengo facilidad de palabras.[a]
16
Alabaré
tus obras poderosas, oh Señor Soberano,
y les contaré a todos que solo tú eres
justo.
17
Oh
Dios, tú me has enseñado desde mi tierna infancia,
y yo siempre les cuento a los demás acerca
de tus hechos maravillosos.
18
Ahora
que estoy viejo y canoso,
no me abandones, oh Dios.
Permíteme
proclamar tu poder a esta nueva generación,
tus milagros poderosos a todos los que
vienen después de mí.
19
Tu
justicia, oh Dios, alcanza los cielos más altos;
¡has hecho cosas tan maravillosas!
¿Quién se compara contigo, oh Dios?
20
Has
permitido que sufra muchas privaciones,
pero volverás a darme vida
y me levantarás de las profundidades de la
tierra.
21
Me
restaurarás incluso a mayor honor
y me consolarás una vez más.
22
Entonces
te alabaré con música de arpa,
porque eres fiel a tus promesas, oh mi
Dios.
Te
cantaré alabanzas con la lira,
oh Santo de Israel.
23
Gritaré
de alegría y cantaré tus alabanzas,
porque me redimiste.
24
Todo
el día
hablaré de tus justas acciones,
porque
todos los que trataron de hacerme daño
fueron humillados y avergonzados.
Footnotes:
71:15 O aunque no puedo contarlo.
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Proverbios 24:9-10 Nueva Traducción
Viviente (NTV)
9
Las
intrigas del necio son pecaminosas;
todos detestan al burlón.
10
Si
fallas bajo presión,
tu fuerza es escasa.
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