Isaías 19:1-21:17; Gálatas 2:1-16; Salmos 59; Proverbios 23:13-14 (Reina Valera Contemporánea (RVC))
Isaías 19-21 Reina Valera
Contemporánea (RVC)
Profecía
acerca de Egipto
19
Profecía acerca de Egipto.
Es
un hecho: el Señor ha montado sobre una nube ligera, y entrará en Egipto. Ante
él, temblarán los ídolos de Egipto y desfallecerá el corazón de los egipcios.
2
«Voy a hacer que los egipcios luchen entre sí. Peleará hermano contra hermano,
amigo contra amigo, ciudad contra ciudad, y reino contra reino. 3 Voy a
desbaratar sus planes. El ánimo egipcio decaerá por completo, y ellos
consultarán a sus ídolos y hechiceros, a sus sabios y adivinos. 4 Voy a poner a
Egipto en manos de un amo cruel. Un rey violento los subyugará.»
—Palabra
de Dios, el Señor de los ejércitos.
5
Desaparecerán las aguas del mar, y el río Nilo se agotará y quedará seco. 6 Los
arroyos se alejarán, y las corrientes de los fosos se quedarán vacías; la caña
y el junco se infestarán de insectos; 7 todas las praderas y los sembrados en
la ribera del río se quedarán sin agua, y se perderán y dejarán de existir. 8
Habrá luto y tristreza entre los pescadores, que echan su anzuelo en el río;
perderán el ánimo los que tienden su red sobre las aguas; 9 los que labran lino
fino y los que tejen redes quedarán confundidos, 10 porque todas sus redes
serán rasgadas; y se entristecerán todos los que tienen criaderos para peces.
11
¡Qué necios son los príncipes de Soán! ¡Ya no hay sabiduría en los prudentes
consejeros del faraón! ¿Cómo pueden decirle al faraón que descienden de los
sabios y de los reyes antiguos? 12 Y tú, rey de Egipto, ¿dónde están tus
sabios? Que te digan ahora, si acaso lo saben, qué es lo que el Señor de los
ejércitos ha decidido hacer con Egipto. 13 ¡Pero los príncipes de Soán no
tienen la menor idea! ¡Los príncipes de Menfis viven engañados, y los jefes de
sus provincias han engañado a Egipto! 14 El Señor los aturdió al enviarles un
viento vertiginoso, y ellos hicieron que Egipto fallara en todas sus empresas,
y que se tambaleara como ebrio. 15 De nada le servirá a Egipto lo que haga el
fuerte o el débil, el rico o el pobre.
16
Cuando llegue ese día los egipcios parecerán mujeres, porque se asombrarán y
temblarán de miedo ante la mano del Señor de los ejércitos, que él levantará
contra ellos. 17 La tierra de Judá será motivo de espanto para los egipcios.
Todos los que la recuerden temblarán de miedo por causa de lo que el Señor de
los ejércitos ha decidido hacer contra ellos.
18
Cuando llegue ese día, habrá cinco ciudades en Egipto que hablarán la lengua de
Canaán y que jurarán por el Señor de los ejércitos. Una de ellas será llamada
«Ciudad de Heres».
19
Cuando llegue ese día, habrá un altar al Señor en medio de Egipto, y un monumento
en su honor junto a su frontera, 20 y allí en Egipto servirán de señal y
testimonio al Señor, porque ellos pedirán ayuda al Señor por causa de sus
opresores, y él les enviará un salvador y príncipe para que los libre. 21 Y el
Señor será conocido en Egipto.
Cuando
llegue ese día, los egipcios conocerán al Señor, y harán sacrificios y
oblaciones en su honor, y le cumplirán sus votos. 22 Y el Señor herirá a
Egipto; lo herirá, pero lo sanará; y ellos se volverán al Señor, y él será
clemente con ellos y los sanará.
23
Cuando llegue ese día, habrá una calzada de Egipto a Asiria, y los asirios
entrarán en Egipto, y los egipcios entrarán en Asiria; y tanto los egipcios
como los asirios servirán al Señor.
24
Cuando llegue ese día, Israel será, junto con Egipto y Asiria, el tercer motivo
de bendición en la tierra, 25 pues el Señor de los ejércitos los bendecirá con
estas palabras: «Benditos sean Egipto, que es mi pueblo; y Asiria, que es la
obra de mis manos; e Israel, que es mi heredad.»
Asiria
conquistará Egipto y Etiopía
20
En el mismo año en que Sargón, rey de Asiria, envió al comandante de su
ejército para que atacara a Asdod, y éste la conquistó, 2 el Señor habló por
medio de Isaías hijo de Amoz, y dijo:
«Anda,
quítate el cilicio que llevas puesto, y descálzate los pies.»
Isaías
así lo hizo, y anduvo desnudo y descalzo. 3 Entonces el Señor dijo:
«Así
como mi siervo Isaías anduvo desnudo y descalzo durante tres años, como señal y
pronóstico contra Egipto y Etiopía, 4 así también, para vergüenza de Egipto, el
rey de Asiria llevará desnudos y descalzos, y con las nalgas descubiertas, a
los cautivos y deportados de Egipto y Etiopía, lo mismo a jóvenes que a
ancianos. 5 Y se turbarán de haber puesto su esperanza en Etiopía, y de haber
creído que Egipto era su gloria.»
6
Cuando llegue ese día, dirán los habitantes de esta costa: «¡Vaya esperanza la
nuestra, de la que esperábamos ayuda para librarnos del poder del rey de
Asiria! ¿Cómo podremos escapar?»
Profecía
acerca del desierto junto al mar
21
Profecía acerca del desierto junto al mar:
¡Viene
del desierto, de una tierra espeluznante, semejante a un torbellino del Néguev!
2 ¡Dura visión me ha sido mostrada! ¡El traidor es traicionado, y el destructor
es destruido! ¡Adelante, Elam! ¡Y tú, Media, pon sitio a la ciudad! ¡Yo
acallaré todo su clamor! 3 Por eso me doblo de dolor y me lleno de angustia,
como una parturienta; me agobia lo que oigo; me espanta lo que veo. 4 Tengo
pasmado el corazón; el miedo me domina; el crepúsculo que tanto amo, ahora me
llena de espanto. 5 De pronto, mientras se ponía la mesa y se disponían a comer
y beber, los príncipes se levantaron y tomaron sus escudos. 6 Y es que el Señor
me dijo:
«Anda,
pon un centinela que te informe de todo lo que vea.»
7
Y el centinela vio hombres montados sobre asnos y sobre camellos, jinetes que
venían de dos en dos. Luego miró con más atención, 8 y gritó como un león:
«Señor,
yo he estado todo el tiempo en mi puesto de observación; me he pasado las
noches enteras vigilando, 9 y he visto acercarse hombres montados, jinetes que
venían de dos en dos. Y alguien grita: “¡Cayó Babilonia! ¡Cayó Babilonia!
¡Todos los ídolos de sus dioses han caído por tierra!”»
10
Pueblo mío, que has sido trillado y aventado como trigo: yo te he dado a saber
lo que he oído del Señor de los ejércitos, el Dios de Israel.
Profecía
acerca de Duma
11
Profecía acerca de Duma.
Desde
Seir oigo voces que me dicen: «Guardia, guardia: ¿cuánto falta para que termine
la noche? ¿Cuándo amanecerá?» 12 Y el guardia responde: «Ya pronto amanecerá, y
pronto caerá la noche. Si quieres, puedes preguntar, y también volver a
preguntar.»
Profecía
acerca de Arabia
13
Profecía acerca de Arabia.
Ustedes,
caminantes de Dedán, pasen la noche en el bosque, en el desierto. 14 Y ustedes,
habitantes de Tema, vayan al encuentro del sediento y llévenle agua; socorran
con pan al que huye. 15 Porque huye de la espada desnuda, del arco tenso, del
fragor de la batalla.
16
Y es que así me ha dicho el Señor:
«Dentro
de un año, ni un solo día más, todo el esplendor de Cedar llegará a su fin, 17
y el número de los valientes flecheros de Cedar que sobrevivan será muy
reducido.»
Así
lo ha dicho el Señor, el Dios de Israel.
Reina
Valera Contemporánea (RVC)
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Gálatas 2:1-16 Reina Valera
Contemporánea (RVC)
2
Después de catorce años, subí otra vez a Jerusalén con Bernabé, y también llevé
conmigo a Tito. 2 Pero subí en obediencia a una revelación. Y para no correr, o
para no haber corrido en vano, el evangelio que predico entre los no judíos lo
expuse en privado a los que tenían cierta reputación. 3 Pero ni siquiera Tito,
que estaba conmigo, fue obligado a circuncidarse, aunque era griego; 4 y esto a
pesar de los falsos hermanos introducidos a escondidas, que entraban para
espiar la libertad que tenemos en Cristo Jesús y para reducirnos a esclavitud,
5 a los cuales ni por un momento accedimos a someternos, para que la verdad del
evangelio permaneciera con ustedes. 6 Los que tenían fama y reputación de ser
algo (lo que hayan sido en otro tiempo nada me importa; Dios no hace acepción
de personas), no me comunicaron nada nuevo. 7 Por el contrario, como vieron que
me había sido encomendado el evangelio de la incircuncisión, como a Pedro el de
la circuncisión 8 (pues el que actuó en Pedro para el apostolado de los judíos,
actuó también en mí para con los no judíos), 9 y como reconocieron la gracia
que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como
columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para
que nosotros fuéramos a los no judíos, y ellos a los judíos. 10 Solamente nos
pidieron que nos acordáramos de los pobres; lo cual también procuré hacer con
diligencia.
Pablo
reprende a Pedro en Antioquía
11
Pero cuando Pedro vino a Antioquía, me enfrenté a él cara a cara, porque lo que
hacía era reprochable. 12 Pues antes de que vinieran algunos de parte de
Jacobo, comía con los no judíos; pero después que vinieron, se retraía y se
apartaba, porque tenía miedo de los judíos. 13 Y en su simulación participaban
también los otros judíos, de modo que hasta Bernabé fue arrastrado también por
la hipocresía de ellos. 14 Pero cuando vi que no andaban rectamente y conforme
a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: «Si tú, que eres
judío, no vives como los judíos sino como los no judíos, ¿por qué obligas a los
no judíos a hacerse judíos?» 15 Nosotros somos judíos de nacimiento, y no
pecadores salidos de los no judíos. 16 Sabemos que el hombre no es justificado
por las obras de la ley sino por la fe de Jesucristo, y también hemos creído en
Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la
ley, ya que por las obras de la ley nadie será justificado.
Reina
Valera Contemporánea (RVC)
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Salmos 59 Reina Valera Contemporánea
(RVC)
Dios
es nuestra fortaleza
Al
músico principal. Sobre «No destruyas». Mictam de David, de cuando Saúl ordenó
que se vigilara la casa de David para matarlo.
59
Dios mío,
¡líbrame
de mis enemigos!
¡Ponme
a salvo de los que me atacan!
2
¡Líbrame
de los que cometen iniquidad!
¡Sálvame
de esa gente sanguinaria!
3
Gente
poderosa se ha juntado contra mí,
y
me acecha para quitarme la vida.
Y
no es, Señor, por faltas o pecados míos;
4
presurosos,
se disponen a atacarme
sin
que yo haya cometido ningún delito.
¡Míralos!
¡Despierta y ven a mi encuentro!
5
Tú
eres el Señor, el Dios de los ejércitos;
¡tú
eres el Dios de Israel!
¡Despierta
y castiga a todas las naciones!
¡No
tengas misericordia alguna
de
todos esos malvados y rebeldes!
6
Llegan
por la noche, ladrando como perros,
y
rondan por toda la ciudad.
7
De
su hocico salen gruñidos;
con
sus fauces lanzan hirientes puñales,
mientras
mascullan: «¿Y quién va a oírnos?»
8
Pero
tú, Señor, te burlarás de ellos;
¡dejarás
en ridículo a todas las naciones!
9
Con
tu poder, Dios mío, me siento protegido;
¡tú,
Dios mío, eres mi defensa!
10
Tú,
Dios misericordioso, vienes a mi encuentro
para
hacerme ver derrotados a mis enemigos.
11
¡Pero
no los mates, Señor, escudo nuestro,
no
vaya a ser que mi pueblo se olvide!
¡Mejor
humíllalos y dispérsalos con tu poder!
12
¡Hazlos
prisioneros de su soberbia
porque
pecan en todo lo que dicen,
porque
sólo profieren maldiciones y mentiras!
13
¡Destrúyelos
con tu furor!
¡Destrúyelos,
y que dejen de existir!
¡Que
sepan todos que Dios gobierna en Jacob
y
hasta los confines de la tierra!
14
Volverán
por la noche, ladrando como perros,
y
rondarán por toda la ciudad.
15
Vagarán
por las calles, buscando qué comer,
pero
no se saciarán, y pasarán la noche aullando.
16
Por
mi parte, yo alabaré con salmos tu poder;
por
la mañana proclamaré tu misericordia,
porque
tú eres para mí una fortaleza,
¡eres
mi refugio en momentos de angustia!
17
A
ti y a tu poder cantaré salmos,
porque
tú, Dios mío, eres mi fortaleza;
¡eres
mi Dios de misericordia!
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Proverbios 23:13-14 Reina Valera
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13
No
dejes de corregir al joven,
que
no va a morirse si lo castigas con vara.
14
Al
contrario, castígalo con vara
y
lo librarás de caer en el sepulcro.
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