Isaías 45:11-48:11; Efesios 4:1-16; Salmos 68:19-36; Proverbios 24:3-4 (Dios Habla Hoy (DHH))
Isaías 45:11-48 Dios Habla Hoy (DHH)
11
El
Señor, el Dios Santo de Israel,
quien
lo formó, dice:
«¿Van
acaso ustedes a pedirme cuentas de mis hijos,
o
a darme lecciones de cómo hacer mis cosas?
12
Yo
creé la tierra y sus habitantes,
extendí
el cielo con mis manos
y
mandé que aparecieran todos los astros.
13
Yo
hice aparecer a Ciro para que triunfe,
y
voy a hacerle fáciles todos los caminos;
él
reconstruirá mi ciudad
y
dejará en libertad a mis desterrados,
sin
exigir pago ni compensación.»
El
Señor todopoderoso ha hablado.
14
El
Señor dice a Israel:
«Los
campesinos de Egipto,
los
comerciantes de Etiopía,
y
la gente de Sabá, de alta estatura,
se
rendirán a ti y serán esclavos tuyos;
irán
encadenados detrás de ti,
se
arrodillarán delante de ti y te suplicarán:
“Ciertamente
que Dios está entre ustedes,
y
no hay más, no hay otro dios.”»
15
Sin
embargo, tú eres un Dios invisible,
Dios
salvador de Israel.
16
Todos
los que hacen ídolos
quedarán
avergonzados, humillados y en ridículo.
17
Pero
a Israel lo salvó el Señor,
lo
salvó para siempre,
y
jamás quedará avergonzado ni humillado.
18
El
creador del cielo,
el
que es Dios y Señor,
el
que hizo la tierra y la formó,
el
que la afirmó,
el
que la creó, no para que estuviera vacía
sino
para que tuviera habitantes, dice:
«Yo
soy el Señor, y no hay otro.
19
Yo
no hablo en secreto ni en lugares oscuros de la tierra.
Yo
no digo a los descendientes de Jacob:
“Búsquenme
donde no hay nada.”
Yo,
el Señor, hablo la verdad,
digo
lo que es justo.
El
Señor se enfrenta a los ídolos
20
»Reúnanse
y vengan,
acérquense
todos los sobrevivientes de los pueblos.
Son
unos ignorantes quienes llevan en procesión
sus
ídolos de madera
y
se ponen a orar a un dios
que
no puede salvarlos.
21
Hablen
y presenten sus pruebas,
consúltense,
si quieren, unos con otros:
¿Quién
predijo estas cosas desde el principio?
¿Quién
las anunció desde hace tiempo?
¿No
fui acaso yo, el Señor?
Y
no hay Dios fuera de mí.
Fuera
de mí no hay Dios victorioso y salvador.
22
»Vengan
a mí, que yo los salvaré,
pueblos
del extremo de la tierra,
pues
yo soy Dios, y no hay otro.
23
Yo
lo juré por mí mismo,
hice
una promesa de triunfo,
y
esa promesa se cumplirá:
que
ante mí todos doblarán la rodilla,
y
por mí jurarán todos
24
y
dirán: “Solamente en el Señor
están
la victoria y el poder.”
Todos
los que me odian
quedarán
en ridículo.
25
Gracias
a mí, todo el pueblo de Israel
saldrá
triunfante y estará orgulloso de mí.»
46
El dios Bel se dobla,
y
el dios Nebo cae al suelo.
Los
ídolos son cargados sobre bestias,
y
son pesada carga para animales cansados.
2
Los
dioses se doblan y caen al suelo
sin
poder salvarse,
y
ellos mismos van al destierro.
3
«Óiganme,
descendientes de Jacob,
todos
los que quedan del pueblo de Israel:
Yo
he cargado con ustedes desde antes que nacieran;
yo
los he llevado en brazos,
4
y
seguiré siendo el mismo cuando sean viejos;
cuando
tengan canas, todavía los sostendré.
Yo
los hice, y seguiré cargando con ustedes;
yo
los sostendré y los salvaré.
5
»¿Con
quién pueden ustedes compararme?
¿A
quién piensan que puedo parecerme?
6
Hay
quienes sacan mucho oro de sus bolsas,
y
pesan plata en la balanza;
luego
contratan a un artesano que les haga un dios
para
inclinarse ante él y adorarlo.
7
Lo
cargan sobre los hombros y se lo llevan;
lo
colocan sobre un soporte
y
ahí se queda, sin moverse de su sitio.
Por
más que gritan pidiéndole ayuda, no les responde
ni
puede salvarlos de sus angustias.
8
»Recuerden
esto, pecadores,
no
se hagan ilusiones, piénsenlo bien;
9
recuerden
lo que ha pasado desde tiempos antiguos.
Yo
soy Dios, y no hay otro;
soy
Dios, y no hay nadie igual a mí.
10
Yo
anuncio el fin desde el principio;
anuncio
el futuro desde mucho antes.
Yo
digo: Mis planes se realizarán;
yo
haré todo lo que me propongo.
11
He
llamado a un hombre del oriente,
que
vendrá de lejos como un ave de rapiña
y
llevará a cabo mis planes.
Lo
he dicho y así lo haré,
he
hecho mi plan y lo cumpliré.
12
Escúchenme,
gente obstinada,
que
piensan que la liberación está muy lejos:
13
Yo
hago que se acerque mi acción liberadora;
mi
salvación no se demora, no está lejos.
Yo
daré a Sión la salvación,
yo
daré a Israel mi honor.
Caída
de Babilonia
47
»Baja, joven Babilonia, todavía sin marido,
y
siéntate en el polvo;
baja
de tu trono, joven Caldea,
y
siéntate en el suelo,
porque
ya no volverán a llamarte
tierna
y delicada.
2
Toma
la piedra de moler
y
muele la harina,
quítate
el velo,
recógete
las faldas,
desnúdate
las piernas,
pasa
a pie los ríos;
3
que
se te vea el cuerpo desnudo,
sí,
que quede tu sexo al descubierto.
Voy
a vengarme,
y
nadie podrá impedirlo con sus ruegos.»
4
Nuestro
redentor,
el
Dios Santo de Israel,
cuyo
nombre es Señor todopoderoso, dice:
5
«Siéntate
en silencio,
joven
Caldea,
métete
en la oscuridad,
porque
ya no volverán a llamarte
“reina
de las naciones”.
6
Cuando
estuve enojado con mi pueblo,
entregué
mi propia nación a la deshonra
y
los dejé caer en tu poder.
Tú
no tuviste compasión de ellos,
y
pusiste sobre los ancianos tu pesado yugo.
7
Dijiste:
“Seré reina siempre”;
no
reflexionaste sobre estas cosas
ni
pensaste cómo habrían de terminar.
8
Por
eso, escucha ahora esto,
mujer
amante del lujo, que estás tranquila en tu trono,
que
piensas en tu interior:
“Yo
y nadie más que yo;
yo
no seré viuda
ni
me quedaré sin hijos.”
9
De
repente, en un mismo día,
te
vendrán ambas desgracias:
quedarás
viuda y sin hijos, a pesar de tus muchas brujerías
y
de tus incontables magias.
10
Tú
te sentías segura en tu maldad,
y
pensaste: “Nadie me ve.”
Tu
sabiduría y tus conocimientos te engañaron.
Pensaste
en tu interior:
“Yo
y nadie más que yo.”
11
Pero
va a venir la desgracia sobre ti,
y
no podrás impedirlo con tu magia;
caerá
sobre ti un desastre
que
no podrás evitar;
una
calamidad que no esperabas
vendrá
de repente sobre ti.
12
Sigue
con tus hechicerías
y
con las muchas brujerías
que
has practicado desde tu juventud,
a
ver si te sirven de algo,
a
ver si logras que la gente te tenga miedo.
13
Has
tenido consejeros en abundancia, hasta cansarte.
¡Pues
que se presenten tus astrólogos,
los
que adivinan mirando las estrellas,
los
que te anuncian el futuro mes por mes,
y
que traten de salvarte!
14
Pero,
mira, son iguales a la paja:
el
fuego los devora,
no
pueden salvarse de las llamas.
Porque
no es un fuego de brasas,
para
sentarse frente a él y calentarse.
15
En
eso pararon tus hechiceros,
con
los que tanto trato has tenido toda tu vida.
Cada
uno por su lado siguió su falso camino
y
no hay nadie que te salve.
El
Señor anuncia cosas nuevas
48
»Escucha esto, familia de Jacob,
que
llevas el nombre de Israel
y
eres descendiente de Judá;
que
juras por el nombre del Señor;
que
invocas al Dios de Israel,
aunque
sin honradez ni rectitud;
2
que
dices ser de la ciudad santa
y
apoyarte en el Dios de Israel,
cuyo
nombre es Señor todopoderoso:
3
Desde
el principio te anuncié las cosas del pasado;
yo
mismo las di a conocer.
De
pronto actué, y se hicieron realidad.
4
Como
yo sabía que eres tan terca,
que
eres dura como el hierro
e
inflexible como el bronce,
5
te
lo anuncié desde hace mucho,
te
lo comuniqué antes de que sucediera.
Así
no podrías decir: “Fue mi ídolo el que lo hizo,
la
estatua que hice fue quien lo dispuso.”
6
Tú
has oído todo esto; fíjate en ello,
y
tendrás que admitir que es cierto.
Ahora
te voy a anunciar cosas nuevas,
cosas
secretas que no conocías,
7
cosas
creadas ahora, no en tiempos antiguos,
de
las que no habías oído hablar hasta hoy.
Así
no podrás decir: “Ya lo sabía.”
8
Tú
no habías oído hablar de ellas,
ni
las conocías,
porque
siempre has tenido los oídos sordos.
Yo
sabía que eres infiel,
que
te llaman rebelde desde que naciste.
9
»Pero
tuve paciencia por respeto a mí mismo,
por
mi honor me contuve y no te destruí.
10
Yo
te purifiqué, pero no como se hace con la plata,
sino
que te probé en el horno del sufrimiento.
11
Por
mi honor, por mi honor lo he hecho,
pues
mi nombre no puede ser profanado.
No
permitiré que den mi gloria a ningún otro.
Dios
Habla Hoy (DHH)
Dios
habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.
Efesios 4:1-16 Dios Habla Hoy (DHH)
Conservar
la unidad
4
Por esto yo, que estoy preso por la causa del Señor, les ruego que se porten
como deben hacerlo los que han sido llamados por Dios, como lo fueron ustedes.
2 Sean humildes y amables; tengan paciencia y sopórtense unos a otros con amor;
3 procuren mantener la unidad que proviene del Espíritu Santo, por medio de la
paz que une a todos. 4 Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como Dios los
ha llamado a una sola esperanza. 5 Hay un solo Señor, una sola fe, un solo
bautismo; 6 hay un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, actúa por
medio de todos y está en todos.
7
Pero cada uno de nosotros ha recibido los dones que Cristo le ha querido dar. 8
Por eso, la Escritura dice:
«Subió
al cielo llevando consigo a los cautivos,
y
dio dones a los hombres.»
9
¿Y qué quiere decir eso de que «subió»? Pues quiere decir que primero bajó a
esta tierra. 10 Y el que bajó es el mismo que también subió a lo más alto del
cielo, para llenarlo todo. 11 Y él mismo concedió a unos ser apóstoles y a
otros profetas, a otros anunciar el evangelio y a otros ser pastores y
maestros. 12 Así preparó a los del pueblo santo para un trabajo de servicio,
para la edificación del cuerpo de Cristo 13 hasta que todos lleguemos a estar
unidos por la fe y el conocimiento del Hijo de Dios, y alcancemos la edad
adulta, que corresponde a la plena madurez de Cristo. 14 Ya no seremos como
niños, que cambian fácilmente de parecer y que son arrastrados por el viento de
cualquier nueva enseñanza hasta dejarse engañar por gente astuta que anda por
caminos equivocados. 15 Más bien, profesando la verdad en el amor, debemos
crecer en todo hacia Cristo, que es la cabeza del cuerpo. 16 Y por Cristo el
cuerpo entero se ajusta y se liga bien mediante la unión entre sí de todas sus
partes; y cuando cada parte funciona bien, todo va creciendo y edificándose en
amor.
Dios
Habla Hoy (DHH)
Dios
habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.
Salmos 68:19-35 Dios Habla Hoy (DHH)
19
(20)
¡Bendito sea el Señor, nuestro Dios y Salvador,
que
día tras día lleva nuestras cargas!
20
(21)
Nuestro Dios es un Dios que salva
y
que puede librarnos de la muerte.
21
(22)
Dios partirá la cabeza de sus enemigos,
la
cabeza de los que siguen pecando.
22
(23)
El Señor ha dicho:
«Te
haré volver de Basán;
te
haré volver del mar profundo,
23
(24)
para que bañes tus pies
en
la sangre de tus enemigos
y
tus perros se la beban.»
24
(25)
Oh Dios, mi Dios y Rey,
en
tu santuario se ven las procesiones
que
celebran en tu honor.
25
(26)
Los cantores van al frente
y
los músicos detrás,
y
en medio las jovencitas
van
tocando panderetas.
26
(27)
¡Bendigan todos ustedes a Dios el Señor!
¡Bendígalo
todo Israel reunido!
27
(28)
Al frente de ellos va Benjamín, el menor,
con
muchos jefes de Judá,
de
Zabulón y de Neftalí.
28
(29)
Dios mío, demuestra tu poder;
¡reafirma
lo que has hecho por nosotros!
29
(30)
Desde tu alto templo, en Jerusalén,
adonde
los reyes te traen regalos,
30
(31)
reprende a Egipto, a esa bestia de los juncos,
a
esa manada de toros bravos y de becerros
que
en su afán de riquezas humillan a los pueblos;
¡dispersa
a la gente que ama la guerra!
31
(32)
De Egipto vendrán embajadores;
Etiopía
levantará sus manos a Dios.
32
(33)
¡Canten a Dios, reinos de la tierra,
canten
himnos al Señor,
33
(34)
al que cabalga en los cielos,
en
los cielos eternos!
Escuchen
cómo resuena su voz,
su
voz poderosa.
34
(35)
Reconozcan el poder de Dios:
su
majestad se extiende sobre Israel,
su
poder alcanza el cielo azul.
35
(36)
Maravilloso es Dios en su santuario;
el
Dios de Israel da poder y fuerza a su pueblo.
¡Bendito
sea Dios!
Dios
Habla Hoy (DHH)
Dios
habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.
Proverbios 24:3-4 Dios Habla Hoy (DHH)
-
20 -
3
Con
sabiduría se construye la casa,
y
con inteligencia se ponen sus cimientos;
4
con
conocimientos se llenan sus cuartos
de
objetos valiosos y de buen gusto.
Dios
Habla Hoy (DHH)
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