Isaías 48:12-50:11; Efesios 4:17-32; Salmos 69:1-18; Proverbios 24:5-6 (Dios Habla Hoy (DHH))
Isaías 48:12-50:11 Dios Habla Hoy
(DHH)
El
Señor salvará a su pueblo
12
»Óyeme,
Israel, pueblo de Jacob,
a
quien he llamado:
Yo
soy el único Dios,
yo
soy el primero y el último.
13
Con
mi mano afirmé la tierra,
con
mi mano extendí el cielo;
en
cuanto pronuncié su nombre, empezaron a existir.
14
Reúnanse
todos ustedes y escuchen:
¿Quién
de ustedes anunció esto que va a suceder:
que
el hombre a quien he escogido
hará
lo que he pensado hacer con Babilonia
y
con la raza de los caldeos?
15
Yo
fui quien lo dijo, yo lo llamé,
yo
lo hice venir,
y
por donde vaya tendrá éxito.
16
Acérquense
a mí y escuchen esto:
Desde
el principio, yo nunca hablé en secreto;
y
cuando todo esto sucedía, yo estaba presente.
Y
ahora yo, el Señor, le he dado mi poder
y
lo he enviado.»
17
Así
dice el Señor, tu redentor,
el
Dios Santo de Israel:
«Yo
soy el Señor tu Dios;
yo
te enseño lo que es para tu bien,
yo
te guío por el camino que debes seguir.
18
¡Ojalá
hubieras hecho caso de mis órdenes!
Tu
bienestar iría creciendo como un río,
tu
prosperidad sería como las olas del mar,
19
tus
descendientes serían numerosos,
incontables
como la arena del mar;
yo
nunca los hubiera destruido,
ni
los hubiera apartado de mi vista.»
20
Salgan
de Babilonia, huyan de los caldeos.
Anuncien
esta noticia con gritos de alegría,
y
denla a conocer hasta el extremo de la tierra.
Digan:
«¡El Señor ha libertado
a
Jacob su siervo!»
21
Aunque
los hizo pasar por lugares desiertos,
no
tuvieron sed;
él
partió la roca
e
hizo brotar torrentes de agua.
22
Para
los malos, en cambio, no hay bienestar.
El
Señor lo ha dicho.
El
siervo del Señor, luz de las naciones
49
Óiganme, países del mar,
préstenme
atención, naciones lejanas:
El
Señor me llamó desde antes de que yo naciera;
pronunció
mi nombre
cuando
aún estaba yo en el seno de mi madre.
2
Convirtió
mi lengua en espada afilada,
me
escondió bajo el amparo de su mano,
me
convirtió en una flecha aguda
y
me guardó en su aljaba.
3
Me
dijo: «Israel, tú eres mi siervo,
en
ti me mostraré glorioso.»
4
Y
yo que había pensado: «He pasado trabajos en vano,
he
gastado mis fuerzas sin objeto, para nada.»
En
realidad mi causa está en manos del Señor,
mi
recompensa está en poder de mi Dios.
5
He
recibido honor delante del Señor mi Dios,
pues
él ha sido mi fuerza.
El
Señor, que me formó desde el seno de mi madre
para
que fuera su siervo,
para
hacer que Israel, el pueblo de Jacob,
se
vuelva y se una a él,
6
dice
así:
«No
basta que seas mi siervo
sólo
para restablecer las tribus de Jacob
y
hacer volver a los sobrevivientes de Israel;
yo
haré que seas la luz de las naciones,
para
que lleves mi salvación
hasta
las partes más lejanas de la tierra.»
7
El
Señor, el redentor,
el
Dios Santo de Israel,
dice
al pueblo que ha sido totalmente despreciado,
al
que los otros pueblos aborrecen,
al
que ha sido esclavo de los tiranos:
«Cuando
los reyes y los príncipes te vean,
se
levantarán y se inclinarán delante de ti
porque
yo, el Señor, el Dios Santo de Israel,
te
elegí y cumplo mis promesas.»
Anuncio
de la reconstrucción de Jerusalén
8
El
Señor dice:
«Vino
el momento de mostrar mi bondad, y te respondí;
llegó
el día de la salvación, y te ayudé.
Yo
te protegí
para
establecer por ti mi alianza con el pueblo,
para
reconstruir el país,
para
hacer que tomen posesión de las tierras arrasadas,
9
para
decir a los presos: “Queden libres”,
y
a los que están en la oscuridad: “Déjense ver.”
Junto
a todos los caminos encontrarán pastos,
y
en cualquier monte desierto
tendrán
alimento para su ganado.
10
«No
tendrán hambre ni sed,
ni
los molestará el sol ni el calor,
porque
yo los amo y los guío,
y
los llevaré a manantiales de agua.
11
Abriré
un camino a través de las montañas
y
haré que se allanen los senderos.»
12
¡Miren!
Vienen de muy lejos:
unos
del norte, otros de occidente,
otros
de la región de Asuán.
13
¡Cielo,
grita de alegría!
¡Tierra,
llénate de gozo!
¡Montañas,
lancen gritos de felicidad!
Porque
el Señor ha consolado a su pueblo,
ha
tenido compasión de él en su aflicción.
14
«Sión
decía:
“El
Señor me abandonó,
mi
Dios se olvidó de mí.”
15
Pero
¿acaso una madre olvida
o
deja de amar a su propio hijo?
Pues
aunque ella lo olvide,
yo
no te olvidaré.
16
Yo
te llevo grabada en mis manos,
siempre
tengo presentes tus murallas.
17
Los
que te reconstruyen van más de prisa
que
los que te destruyeron;
ya
se han ido los que te arrasaron.
18
Levanta
los ojos y mira alrededor,
mira
cómo se reúnen todos
y
vuelven hacia ti.
«Yo,
el Señor, juro por mi vida
que
todos ellos serán como joyas que te pondrás,
como
los adornos de una novia.
19
Tu
país estaba en ruinas,
destruido,
arrasado;
pero
ahora tu territorio
será
pequeño para tus habitantes.
Los
que te destruyeron están lejos.
20
Los
hijos que dabas por perdidos
te
dirán al oído:
“Este
país es demasiado pequeño para nosotros;
haznos
lugar para vivir.”
21
Y
tú dirás en tu interior:
“¿Quién
me ha dado estos hijos?
Yo
no tenía hijos, ni podía tenerlos;
estaba
desterrada y apartada,
¿quién
los crió?
Me
habían dejado sola,
¿de
dónde vinieron?”»
22
El
Señor dice:
«Voy
a dar órdenes a las naciones;
voy
a dar una señal a los pueblos
para
que traigan en brazos a tus hijos,
y
a tus hijas las traigan sobre los hombros.
23
Los
reyes serán tus padres adoptivos,
y
las princesas tus niñeras.
Se
inclinarán hasta el suelo delante de ti,
y
lamerán el polvo de tus pies.
Y
reconocerás que yo soy el Señor,
y
que los que en mí confían no quedan defraudados.»
24
¿Se
le puede arrebatar a un hombre fuerte
lo
que ha ganado en la batalla?
¿O
puede un preso escapar de un tirano?
25
El
Señor afirma que sí:
«Al
hombre fuerte le arrebatarán lo conquistado,
y
al tirano le quitarán lo ganado.
Yo
me enfrentaré con los que te buscan pleito;
yo
mismo salvaré a tus hijos.
26
Obligaré
a tus opresores a comer su propia carne
y
a emborracharse con su sangre, como si fuera vino.
Así
toda la humanidad sabrá
que
yo, el Señor, soy tu salvador;
que
yo, el Poderoso de Jacob, soy tu redentor.»
50
El Señor dice:
«¡No
crean que yo repudié a Israel, madre de ustedes,
como
un hombre repudia a su mujer,
o
que los vendí a ustedes como esclavos
porque
tuviera deudas con alguno!
Ustedes
fueron vendidos porque pecaron;
Israel,
la madre de ustedes, fue repudiada
porque
ustedes fueron rebeldes.
2
¿Por
qué, cuando yo vine, no encontré a nadie?
¿Por
qué, cuando llamé, nadie me contestó?
¿Creyeron
acaso que yo no era capaz de rescatarlos?
¿Creyeron
acaso que no podía libertarlos?
Basta
una orden mía para que se seque el mar
y
los ríos se conviertan en desierto;
para
que los peces se mueran de sed
y
se pudran por falta de agua.
3
Yo
visto el cielo de luto
y
lo cubro con vestido de tristeza.»
Confianza
del siervo del Señor en medio del sufrimiento
4
El
Señor me ha instruido
para
que yo consuele a los cansados
con
palabras de aliento.
Todas
las mañanas me hace estar atento
para
que escuche dócilmente.
5
El
Señor me ha dado entendimiento,
y
yo no me he resistido
ni
le he vuelto las espaldas.
6
Ofrecí
mis espaldas para que me azotaran
y
dejé que me arrancaran la barba.
No
retiré la cara
de
los que me insultaban y escupían.
7
El
Señor es quien me ayuda:
por
eso no me hieren los insultos;
por
eso me mantengo firme como una roca,
pues
sé que no quedaré en ridículo.
8
A
mi lado está mi defensor:
¿Alguien
tiene algo en mi contra?
¡Vayamos
juntos ante el juez!
¿Alguien
se cree con derecho a acusarme?
¡Que
venga y me lo diga!
9
El
Señor es quien me ayuda;
¿quién
podrá condenarme?
Todos
mis enemigos desaparecerán
como
vestido comido por la polilla.
10
Ustedes
que honran al Señor
y
escuchan la voz de su siervo:
si
caminan en la oscuridad,
sin
un rayo de luz,
pongan
su confianza en el Señor;
apóyense
en su Dios.
11
Pero
todos los que prenden fuego
y
preparan flechas encendidas,
caerán
en las llamas de su propio fuego,
bajo
las flechas que ustedes mismos encendieron.
El
Señor les enviará este castigo
y
quedarán tendidos en medio de tormentos.
Dios
Habla Hoy (DHH)
Dios
habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.
Efesios 4:17-32 Dios Habla Hoy (DHH)
La
nueva vida en Cristo
17
Esto, pues, es lo que les digo y les encargo en el nombre del Señor: que ya no
vivan más como los paganos, los cuales viven de acuerdo con sus equivocados
criterios 18 y tienen oscurecido el entendimiento. Ellos no gozan de la vida
que viene de Dios, porque son ignorantes a causa de lo insensible de su
corazón. 19 Se han endurecido y se han entregado al vicio, cometiendo sin freno
toda clase de cosas impuras. 20 Pero ustedes no conocieron a Cristo para vivir
así, 21 pues ciertamente oyeron el mensaje acerca de él y aprendieron a vivir
como él lo quiere, según la verdad que está en Jesús. 22 Por eso, deben ustedes
renunciar a su antigua manera de vivir y despojarse de lo que antes eran, ya
que todo eso se ha corrompido, a causa de los deseos engañosos. 23 Deben
renovarse espiritualmente en su manera de juzgar, 24 y revestirse de la nueva
naturaleza, creada a imagen de Dios y que se distingue por una vida recta y
pura, basada en la verdad.
Aplicaciones
concretas
25
Por lo tanto, ya no mientan más, sino diga cada uno la verdad a su prójimo,
porque todos somos miembros de un mismo cuerpo.
26
Si se enojan, no pequen; que el enojo no les dure todo el día. 27 No le den
oportunidad al diablo.
28
El que robaba, deje de robar y póngase a trabajar, realizando un buen trabajo
con sus manos para que tenga algo que dar a los necesitados.
29
No digan malas palabras, sino sólo palabras buenas que edifiquen la comunidad y
traigan beneficios a quienes las escuchen. 30 No hagan que se entristezca el
Espíritu Santo de Dios, con el que ustedes han sido sellados para distinguirlos
como propiedad de Dios el día en que él les dé la liberación definitiva.
31
Alejen de ustedes la amargura, las pasiones, los enojos, los gritos, los
insultos y toda clase de maldad. 32 Sean buenos y compasivos unos con otros, y
perdónense mutuamente, como Dios los perdonó a ustedes en Cristo.
Dios
Habla Hoy (DHH)
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habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.
Salmos 69:1-18 Dios Habla Hoy (DHH)
Un
grito de angustia
(1)
Del maestro de coro, según la melodía de «Los lirios». De David.
69
(2) Sálvame, Dios mío,
porque
estoy a punto de ahogarme;
2
(3)
me estoy hundiendo en un pantano profundo
y
no tengo dónde apoyar los pies.
He
llegado a lo más hondo del agua
y
me arrastra la corriente.
3
(4)
Ya estoy ronco de tanto gritar;
la
garganta me duele;
¡mis
ojos están cansados
de
tanto esperar a mi Dios!
4
(5)
Son más los que me odian sin motivo
que
los pelos de mi cabeza;
han
aumentado mis enemigos,
los
que sin razón me destruyen
y
me exigen que devuelva lo que no he robado.
5
(6)
Dios mío, tú sabes cuán necio he sido;
no
puedo esconderte mis pecados.
6
(7)
Señor, Dios todopoderoso,
¡que
no pasen vergüenza por mi culpa
los
que confían en ti!
Dios
de Israel,
¡que
no se decepcionen por mi causa
los
que con ansia te buscan!
7
(8)
Por ti he soportado ofensas;
mi
cara se ha cubierto de vergüenza;
8
(9)
¡soy como un extraño y desconocido
para
mis propios hermanos!
9
(10)
Me consume el celo por tu casa;
en
mí han recaído las ofensas
de
los que te insultan.
10
(11)
Cuando lloro y ayuno, se burlan de mí;
11
(12)
si me visto de luto, soy el hazmerreír de todos.
12
(13)
Ando de boca en boca,
y
los borrachos me hacen canciones.
13
(14)
Pero yo, Señor, a ti clamo.
Dios
mío, ¡ayúdame ahora!
Por
tu gran amor, ¡respóndeme!
Por
tu constante ayuda, ¡sálvame!
14
(15)
¡No dejes que me hunda en el lodo!
¡Ponme
a salvo de los que me odian
y
de las aguas profundas!
15
(16)
¡No dejes que me arrastre la corriente!
¡No
dejes que el profundo remolino
me
trague y se cierre tras de mí!
16
(17)
Señor, respóndeme;
¡tú
eres bueno y todo amor!
Por
tu inmensa ternura, fíjate en mí;
17
(18)
¡no rechaces a este siervo tuyo!
¡Respóndeme
pronto, que estoy en peligro!
18
(19)
Acércate a mí, y sálvame;
¡líbrame
de mis enemigos!
Dios
Habla Hoy (DHH)
Dios
habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.
Proverbios 24:5-6 Dios Habla Hoy (DHH)
-
21 -
5
Vale
más hombre sabio que hombre fuerte;
vale
más el saber que el poder,
6
pues
la guerra se hace con buenos planes
y
la victoria depende de los muchos consejeros.
Dios
Habla Hoy (DHH)
Dios
habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.
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