Isaías 39:1-41:16; Efesios 1:1-23; Salmos 66; Proverbios 23:25-28 (Dios Habla Hoy (DHH))
Isaías 39:1-41:16 Dios Habla Hoy (DHH)
Ezequías
recibe a los enviados de Babilonia
39
Por aquel tiempo el rey Merodac-baladán, hijo de Baladán, rey de Babilonia, oyó
decir que Ezequías había estado enfermo pero que ya había recobrado la salud, y
por medio de unos mensajeros le envió cartas y un regalo. 2 Ezequías se alegró
de su llegada y les mostró su tesoro, la plata y el oro, los perfumes, el
aceite fino y su depósito de armas, y todo lo que se encontraba en sus
depósitos. No hubo nada en su palacio ni en todo su reino que no les mostrara.
3 Entonces fue el profeta Isaías a ver al rey Ezequías, y le preguntó:
—¿De
dónde vinieron esos hombres, y qué te dijeron?
Ezequías
respondió:
—Vinieron
de un país lejano; vinieron de Babilonia.
4
Isaías le preguntó:
—¿Y
qué vieron en tu palacio?
Ezequías
contestó:
—Vieron
todo lo que hay en él. No hubo nada en mis depósitos que yo no les mostrara.
5
Isaías dijo entonces a Ezequías:
—Escucha
este mensaje del Señor todopoderoso: 6 “Van a venir días en que todo lo que hay
en tu palacio y todo lo que juntaron tus antepasados hasta el día de hoy, será
llevado a Babilonia. No quedará aquí nada. 7 Aun a algunos de tus propios
descendientes se los llevarán a Babilonia, los castrarán y los pondrán como
criados en el palacio del rey.”
8
Ezequías, pensando que al menos durante su vida habría paz y seguridad,
respondió a Isaías:
—El
mensaje que me has traído de parte del Señor es favorable.
El
Señor consuela a Jerusalén
40
El Dios de ustedes dice:
«Consuelen,
consuelen a mi pueblo;
2
hablen
con cariño a Jerusalén
y
díganle que su esclavitud ha terminado,
que
ya ha pagado por sus faltas,
que
ya ha recibido de mi mano
el
doble del castigo por todos sus pecados.»
3
Una
voz grita:
«Preparen
al Señor un camino en el desierto,
tracen
para nuestro Dios
una
calzada recta en la región estéril.
4
Rellenen
todas las cañadas,
allanen
los cerros y las colinas,
conviertan
la región quebrada y montañosa
en
llanura completamente lisa.
5
Entonces
mostrará el Señor su gloria,
y
todos los hombres juntos la verán.
El
Señor mismo lo ha dicho.»
6
Una
voz dice: «Grita»,
y
yo pregunto: «¿Qué debo gritar?»
«Que
todo hombre es como hierba,
¡tan
firme como una flor del campo!
7
La
hierba se seca y la flor se marchita
cuando
el soplo del Señor pasa sobre ellas.
Ciertamente
la gente es como hierba.
8
La
hierba se seca y la flor se marchita,
pero
la palabra de nuestro Dios
permanece
firme para siempre.»
9
Súbete,
Sión, a la cumbre de un monte,
levanta
con fuerza tu voz
para
anunciar una buena noticia.
Levanta
sin miedo la voz, Jerusalén,
y
anuncia a las ciudades de Judá:
«¡Aquí
está el Dios de ustedes!»
10
Llega
ya el Señor con poder,
sometiéndolo
todo con la fuerza de su brazo.
Trae
a su pueblo
después
de haberlo rescatado.
11
Viene
como un pastor que cuida su rebaño;
levanta
los corderos en sus brazos,
los
lleva junto al pecho
y
atiende con cuidado a las recién paridas.
Grandeza
del Dios de Israel
12
¿Quién
ha medido el océano con la palma de la mano,
o
calculado con los dedos la extensión del cielo?
¿Quién
ha puesto en una medida
todo
el polvo de la tierra,
o
ha pesado en balanza
las
colinas y montañas?
13
¿Quién
ha corregido al Señor
o
quién le ha dado instrucciones?
14
¿Quién
le dio consejos y entendimiento?
¿Quién
le enseñó a juzgar con rectitud?
¿Quién
lo instruyó en la ciencia?
¿Quién
le dio lecciones de sabiduría?
15
Para
él las naciones son como una gota de agua,
como
un grano de polvo en la balanza;
los
países del mar valen lo que un grano de arena.
16
En
todo el Líbano no hay animales suficientes
para
ofrecerle un holocausto,
ni
leña suficiente para el fuego.
17
Todas
las naciones no son nada en su presencia;
para
él no tienen absolutamente ningún valor.
18
¿Con
quién van ustedes a comparar a Dios?
¿Con
qué imagen van a representarlo?
19
Un
escultor funde una estatua,
y
un joyero la recubre de oro
y
le hace cadenas de plata.
20
El
que fabrica una estatua
escoge
madera que no se pudra,
y
busca un hábil artesano
que
la afirme, para que no se caiga.
21
¿Acaso
no lo sabían ustedes?
¿No
lo habían oído decir?
¿No
se lo contaron desde el principio?
¿No
lo han comprendido desde la creación del mundo?
22
Dios
tiene su trono sobre la bóveda que cubre la tierra,
y
ve a los hombres como si fueran saltamontes.
Él
extiende el cielo como un toldo,
lo
despliega como una tienda de campaña.
23
Él
convierte en nada a los grandes hombres
y
hace desaparecer a los jefes de la tierra.
24
Son
como plantas tiernas, recién plantadas,
que
apenas han echado raíces en la tierra.
Si
Dios sopla sobre ellos, se marchitan,
y
el huracán se los lleva como a paja.
25
El
Dios Santo pregunta:
«¿Con
quién me van a comparar ustedes?
¿Quién
puede ser igual a mí?»
26
Levanten
los ojos al cielo y miren:
¿Quién
creó todo eso?
El
que los distribuye uno por uno
y
a todos llama por su nombre.
Tan
grande es su poder y su fuerza
que
ninguno de ellos falta.
27
Israel,
pueblo de Jacob,
¿por
qué te quejas? ¿Por qué dices:
«El
Señor no se da cuenta de mi situación;
Dios
no se interesa por mí»?
28
¿Acaso
no lo sabes? ¿No lo has oído?
El
Señor, el Dios eterno,
el
creador del mundo entero,
no
se fatiga ni se cansa;
su
inteligencia es infinita.
29
Él
da fuerzas al cansado,
y
al débil le aumenta su vigor.
30
Hasta
los jóvenes pueden cansarse y fatigarse,
hasta
los más fuertes llegan a caer,
31
pero
los que confían en el Señor
tendrán
siempre nuevas fuerzas
y
podrán volar como las águilas;
podrán
correr sin cansarse
y
caminar sin fatigarse.
Dios
promete la liberación a Israel
41
«Callen ante mí, países del mar.
Naciones,
ármense de todo su valor.
Vengan,
para que hablemos de este asunto;
vamos
a reunirnos para discutirlo.
2
¿Quién
fue el que hizo aparecer en el oriente
a
ese rey que siempre sale victorioso?
¿Quién
le entrega las naciones
y
hace que los reyes se le humillen,
para
que con su espada y su arco
los
triture y los disperse como a paja?
3
¿Quién
hace que los persiga y que avance tranquilo
como
si no tocara el camino con los pies?
4
¿Quién
ha realizado esta obra?
¿Quién,
desde el principio,
ha
ordenado el curso de la historia?
Yo,
el Señor, el único Dios,
el
primero y el último.
5
Los
países del mar lo vieron
y
se llenaron de miedo;
la
tierra tembló de un extremo a otro.
Ya
se acercan, ya vienen.»
6
Cada
artesano ayuda
y
anima a su compañero.
7
El
escultor anima al joyero;
el
que martilla anima al que golpea el yunque,
y
dice si la soldadura es buena,
y
luego asegura la estatua con clavos
para
que no se tambalee.
8
«Escucha,
Israel, pueblo de Jacob,
mi
siervo, a quien yo he elegido,
pueblo
descendiente de mi amigo Abraham:
9
Yo
te saqué del extremo de la tierra,
te
llamé desde el rincón más alejado
y
te dije: “Tú eres mi siervo.”
Yo
te elegí y no te he rechazado.
10
No
tengas miedo, pues yo estoy contigo;
no
temas, pues yo soy tu Dios.
Yo
te doy fuerzas, yo te ayudo,
yo
te sostengo con mi mano victoriosa.
11
Todos
los que te odian
quedarán
avergonzados y humillados;
los
que luchan contra ti
quedarán
completamente exterminados.
12
Buscarás
a tus enemigos
y
no los encontrarás;
los
que te hacen la guerra
serán
como si no existieran.
13
Porque
yo, el Señor tu Dios,
te
he tomado de la mano;
yo
te he dicho: “No tengas miedo, yo te ayudo.”»
14
El
Señor afirma:
«Israel,
pueblo de Jacob,
por
pequeño y débil que seas,
no
tengas miedo; yo te ayudo.
Yo,
el Dios Santo de Israel, soy tu redentor.
15
Haré
de ti un instrumento de trillar,
nuevo
y con buenos dientes;
trillarás
los montes, los harás polvo,
convertirás
en paja las colinas.
16
Los
aventarás y el viento se los llevará;
el
huracán los desparramará.
Entonces
tú te alegrarás en el Señor,
estarás
orgulloso del Dios Santo de Israel.
Dios
Habla Hoy (DHH)
Dios
habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.
Efesios 1 Dios Habla Hoy (DHH)
1
Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, saluda a quienes en la
ciudad de Éfeso pertenecen al pueblo santo y como creyentes están unidos a
Cristo Jesús. 2 Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo derramen su gracia
y su paz sobre ustedes.
Alabanza
a Dios por su obra salvadora
3
Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, pues en Cristo nos ha
bendecido en los cielos con toda clase de bendiciones espirituales. 4 Dios nos
escogió en Cristo desde antes de la creación del mundo, para que fuéramos
santos y sin defecto en su presencia. Por su amor, 5 nos había destinado a ser
adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, hacia el cual nos ordenó,
según la determinación bondadosa de su voluntad. 6 Esto lo hizo para que
alabemos siempre a Dios por su gloriosa bondad, con la cual nos bendijo
mediante su amado Hijo. 7-8 En Cristo, gracias a la sangre que derramó, tenemos
la liberación y el perdón de los pecados. Pues Dios ha hecho desbordar sobre
nosotros las riquezas de su generosidad, dándonos toda sabiduría y
entendimiento, 9 y nos ha hecho conocer el designio secreto de su voluntad. Él
en su bondad se había propuesto realizar en Cristo este designio, 10 e hizo que
se cumpliera el término que había señalado. Y este designio consiste en que
Dios ha querido unir bajo el mando de Cristo todas las cosas, tanto en el cielo
como en la tierra.
11
En Cristo, Dios nos había escogido de antemano para que tuviéramos parte en su
herencia, de acuerdo con el propósito de Dios mismo, que todo lo hace según la
determinación de su voluntad. 12 Y él ha querido que nosotros seamos los
primeros en poner nuestra esperanza en Cristo, para que todos alabemos su
glorioso poder. 13 Gracias a Cristo, también ustedes que oyeron el mensaje de
la verdad, la buena noticia de su salvación, y abrazaron la fe, fueron sellados
como propiedad de Dios con el Espíritu Santo que él había prometido. 14 Este
Espíritu es el anticipo que nos garantiza la herencia que Dios nos ha de dar,
cuando haya completado nuestra liberación y haya hecho de nosotros el pueblo de
su posesión, para que todos alabemos su glorioso poder.
Oración
por los creyentes
15
Por esto, como sé que ustedes tienen fe en el Señor Jesús y amor para con todo
el pueblo santo, 16 no dejo de dar gracias a Dios por ustedes, recordándolos en
mis oraciones. 17 Pido al Dios de nuestro Señor Jesucristo, al glorioso Padre,
que les conceda el don espiritual de la sabiduría y se manifieste a ustedes,
para que puedan conocerlo verdaderamente. 18 Pido que Dios les ilumine la
mente, para que sepan cuál es la esperanza a la que han sido llamados, cuán
gloriosa y rica es la herencia que Dios da al pueblo santo, 19 y cuán grande y
sin límites es su poder, el cual actúa en nosotros los creyentes. Este poder es
el mismo que Dios mostró con tanta fuerza y potencia 20 cuando resucitó a
Cristo y lo hizo sentar a su derecha en el cielo, 21 poniéndolo por encima de
todo poder, autoridad, dominio y señorío, y por encima de todo lo que existe,
tanto en este tiempo como en el venidero. 22 Sometió todas las cosas bajo los
pies de Cristo, y a Cristo mismo lo dio a la iglesia como cabeza de todo. 23
Pues la iglesia es el cuerpo de Cristo, de quien ella recibe su plenitud, ya
que Cristo es quien lleva todas las cosas a su plenitud.
Dios
Habla Hoy (DHH)
Dios
habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.
Salmos 66 Dios Habla Hoy (DHH)
Tus
obras son maravillosas
(1a)
Del maestro de coro. Salmo, cántico.
66
(1b) Canten a Dios con alegría,
habitantes
de toda la tierra;
2
canten
himnos a su glorioso nombre;
cántenle
gloriosas alabanzas.
3
Díganle
a Dios:
«Tus
obras son maravillosas.
Por
tu gran poder
tus
enemigos caen aterrados ante ti;
4
todo
el mundo te adora
y
canta himnos a tu nombre.»
5
Vengan
a ver las obras de Dios,
las
maravillas que ha hecho por los hombres:
6
convirtió
el mar en tierra seca,
y
nuestros antepasados cruzaron el río a pie;
¡alegrémonos
en Dios!
7
Con
su poder, gobierna para siempre;
vigila
su mirada a las naciones,
para
que los rebeldes
no
se levanten contra él.
8
¡Naciones,
bendigan a nuestro Dios!,
¡hagan
resonar himnos de alabanza!
9
Porque
nos ha mantenido con vida;
no
nos ha dejado caer.
10
Dios
nuestro, tú nos has puesto a prueba,
¡nos
has purificado como a la plata!
11
Nos
has hecho caer en la red;
nos
cargaste con un gran peso.
12
Dejaste
que un cualquiera nos pisoteara;
hemos
pasado a través de agua y fuego,
pero
al fin nos has dado respiro.
13
Entraré
en tu templo y te ofreceré holocaustos;
así
cumpliré mis promesas,
14
las
promesas que te hice
cuando
me hallaba en peligro.
15
Te
presentaré holocaustos de animales engordados;
te
ofreceré toros y machos cabríos,
y
sacrificios de carneros.
16
¡Vengan
todos ustedes,
los
que tienen temor de Dios!
¡Escuchen,
que voy a contarles
lo
que ha hecho por mí!
17
Con
mis labios y mi lengua
lo
llamé y lo alabé.
18
Si
yo tuviera malos pensamientos,
el
Señor no me habría escuchado;
19
¡pero
él me escuchó y atendió mis oraciones!
20
¡Bendito
sea Dios,
que
no rechazó mi oración
ni
me negó su amor!
Dios
Habla Hoy (DHH)
Dios
habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.
Proverbios 23:25-28 Dios Habla Hoy
(DHH)
25
¡haz,
pues, que tu padre y tu madre
se
sientan felices y orgullosos!
-
17 -
26
Pon
toda tu atención en mí, hijo mío,
y
mira con buenos ojos mi ejemplo;
27
porque
la mujer extraña, la prostituta, es como un pozo profundo y angosto;
28
se
pone al acecho, como un ladrón,
y
hace que muchos hombres se pierdan.
Dios
Habla Hoy (DHH)
Dios
habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.
No comments:
Post a Comment