Jeremías 10:1-11:23; Colosenses 3:18-4:18; Salmos 78:56-72; Proverbios 24:28-29 (La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH))
Jeremías 10-11 La Palabra
(Hispanoamérica) (BLPH)
Los
ídolos y el Dios verdadero
10
Escuchen, israelitas, la palabra que les dirige el Señor. 2 Así dice el Señor:
No
aprendan las mañas de los paganos,
no
los asusten los signos celestes;
que
sean los paganos quienes se asusten.
3
Los
ritos de esos pueblos son pura insensatez:
se
tala un árbol en el bosque,
lo
trabaja el artesano con la gubia;
4
lo
recubren con oro y con plata,
lo
asegura con clavos y martillo,
de
modo que no se tambalee.
5
Igual
que espantajos de melonar,
son
incapaces de hablar;
tienen
que ser transportados,
son
incapaces de andar.
No
los teman, pues no pueden hacer mal,
aunque
tampoco aportan beneficios.
6
¡Nadie,
Señor, tan grande como tú!
¡Qué
grande y qué poderoso es tu nombre!
7
¿Quién
no te respetará,
rey
de las naciones?
Es
algo que tú mereces,
pues
entre todos los sabios
y
todos los reyes paganos,
nadie
hay como tú.
8
Son
todos necios e insensatos,
educados
por ídolos de madera
9
hechos
con plata refinada de Tarsis,
con
oro traído de Ofir;
ídolos
hechos por orfebres y fundidores,
vestidos
de púrpura y de grana;
todos
son obra de artesanos.
10
Pero
el Señor, Dios verdadero,
es
un Dios vivo, rey eterno;
su
cólera zarandea la tierra,
los
paganos no aguantan su ira.
11
[Por eso ustedes les dirán: Los dioses que no han hecho cielo y tierra
desaparecerán de la tierra y bajo el cielo].
12
Él
hizo la tierra con su poder,
estableció
el orbe con su sabiduría,
desplegó
el cielo con su inteligencia.
13
Cuando
él alza la voz
retumban
las aguas del cielo,
hace
subir las nubes
desde
el confín de la tierra;
con
los rayos provoca la lluvia
y
saca de sus depósitos el viento.
14
Se
embrutece quien se fía de su ciencia,
el
orfebre se avergüenza del ídolo que ha hecho:
sus
imágenes son mentira, sin espíritu;
15
son
frustrantes, obras engañosas,
desaparecerán
el día del castigo.
16
No
es así la porción de Jacob,
pues
él ha creado todo;
Israel
es tribu de su propiedad,
se
llama Señor del universo.
Sufrimiento
vicario
17
Saca
tus enseres de casa,
tú
que vives asediada,
18
pues
así dice el Señor:
Esta
vez voy a expulsar con honda
a
todos los habitantes del país;
voy
a hostigarlos de tal modo
que
no les permitiré escapar.
19
¡Ay
de mí, qué desastre,
es
muy grave mi herida!
Y
eso que yo me decía:
“Es
un mal que puedo aguantar”.
20
Mi
tienda destrozada,
las
cuerdas arrancadas;
mis
hijos se me han ido,
ya
no los tengo conmigo.
Ya
no hay quien monte mi tienda
ni
quien levante las lonas.
21
Los
pastores perdieron el juicio,
ya
no consultan al Señor;
no
son competentes
y
se ha dispersado su rebaño.
22
Corre
la noticia: “Ahí llega
un
estruendo imponente desde el norte,
que
convertirá a las ciudades de Judá
en
desolación, en cueva de chacales”.
23
Ya
sé, Señor, que la persona
no
es dueña de su conducta;
que
no es dueño el caminante
de
ir regulando sus pasos.
24
Corrígeme,
Señor, pero hazlo con medida,
si
no tu cólera acabaría conmigo.
25
Derrama
tu ira sobre las naciones
que
no te reconocen;
derrámala
también sobre los pueblos
que
no invocan tu nombre.
Pues
han devorado a Jacob,
lo
han devorado y consumido,
y
han asolado su morada.
Los
términos de la alianza
11
Palabra que recibió Jeremías de parte del Señor:
2
— Escucha los términos de esta alianza y exponlos a la gente de Judá y a los
habitantes de Jerusalén. 3 Les dirás: Así dice el Señor, Dios de Israel:
Maldito quien no escuche los términos de esta alianza, 4 que yo establecí con
sus antepasados cuando los saqué del país de Egipto, del horno de hierro,
cuando les dije: Háganme caso y pongan en práctica todo lo que les ordeno; de
ese modo serán mi pueblo y yo seré su Dios. 5 Y así mantendré el juramento que
hice a sus antepasados de darles una tierra que mana leche y miel, como sucede
ahora.
Yo
respondí:
—
Amén, Señor.
6
El Señor me dijo:
—
Proclama lo que voy a decirte en las ciudades de Judá y en las calles de
Jerusalén: Escuchen los términos de esta alianza y cúmplanlos. 7 Pues ya se lo
advertí solemnemente a sus antepasados cuando los hice subir del país de
Egipto; y hasta el día de hoy no he dejado de repetir la advertencia: Háganme
caso. 8 Pero no escucharon ni prestaron atención, sino que todos siguieron la
maldad de su mente retorcida. Por eso hice caer sobre ellos todas las amenazas
de esta alianza que les ordené cumplir y no cumplieron.
9
El Señor me dijo:
—
Se ha descubierto una conjura entre la gente de Judá y los habitantes de
Jerusalén. 10 Han vuelto a los pecados de sus antepasados, que se negaron a
escuchar mis palabras: van detrás de dioses extranjeros y les dan culto; tanto
Israel como Judá han roto la alianza que hice con sus antepasados.
11
Por eso, así dice el Señor:
—
Voy a traerles una desgracia de la que no podrán escapar; me llamarán a gritos,
pero no pienso escucharlos. 12 Las ciudades de Judá y los habitantes de
Jerusalén irán a invocar a los dioses a quienes quemaban incienso, pero no
podrán auxiliarlos cuando llegue la desgracia.
Inutilidad
de las mediaciones
13
Tenías tantos dioses como ciudades, Judá; y en cada una de las calles de
Jerusalén construiste otros tantos altares para quemar incienso a Baal. 14 En
cuanto a ti, no intercedas por este pueblo, ni eleves por ellos gritos ni
súplicas, pues no pienso escucharlos cuando me invoquen en el momento de la
desgracia.
15
¿Qué
hace mi amada en mi casa,
cuando
ha cometido tantas vilezas?
¿Crees
que promesas y sacrificios
podrán
apartar de ti la desgracia?
¿Podrás
entonces celebrarlo a gritos?
16
Olivo
verde de hermoso fruto
te
puso por nombre el Señor;
pero
ahora te ha prendido fuego
y
tus ramas serán consumidas.
17
El Señor del universo, que te plantó, ha decretado una desgracia contra ti, a
causa de la maldad de Israel y de Judá, de todo lo que hicieron para irritarme,
quemando incienso a Baal.
Primera
confesión de Jeremías
18
El
Señor me lo explicó y lo supe.
Señor,
me hiciste ver lo que tramaban.
19
Yo
era un cordero llevado al matadero;
no
sabía que andaban maquinando mi muerte:
“Destruyamos
el árbol en pleno verdor,
vamos
a arrancarlo del mundo de los vivos,
que
su nombre no vuelva a ser mencionado”.
20
Señor
del universo, juez justo,
que
sondeas lo que sentimos y pensamos,
quiero
ver cómo te vengas de ellos,
pues
a ti he encomendado mi causa.
21
Pues bien, el Señor se dirige a los de Anatot que tratan de matarte y andan
diciendo: “No profetices en el nombre del Señor y no tendremos que darte
muerte”. 22 Esto es lo que dice el Señor del universo: Voy a tomarles cuentas:
los jóvenes morirán a espada; sus hijos e hijas morirán de hambre. 23 No les
quedará ni un resto, pues pienso traer una desgracia a la gente de Anatot el
año en que venga a pedir cuentas.
La
Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
La
Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de
España
Colosenses 3:18-4 La Palabra
(Hispanoamérica) (BLPH)
Los
diversos estados de vida
18
Esposas, respeten la autoridad de sus maridos; tal es el deber como cristianas.
19 Maridos, amen a sus esposas y nunca las traten con aspereza.
20
Ustedes, hijos, obedezcan a sus padres sin reservas, pues eso es lo que agrada
al Señor. 21 Por lo que toca a ustedes, padres, eduquen con tacto a sus hijos,
para que no se desalienten.
22
Esclavos, acaten en todo momento las órdenes de los amos temporales. No como
alguien que se siente vigilado o en plan adulador, sino con la nobleza de los
que honran al Señor. 23 Pongan el corazón en lo que hagan, como si lo hicieran
para el Señor y no para gente mortal. 24 Sepan que el Señor les dará la
herencia eterna como premio y que son esclavos de Cristo, el Señor. 25 En
cuanto al que se comporte mal, Dios le dará su merecido sin favoritismo alguno.
4
Amos, concedan de buen grado a los esclavos cuanto sea justo y conveniente,
sabiendo que también ustedes tienen un amo en el cielo.
Conclusión
(4,2-18)
Exhortaciones
2
Entréguense a la oración con espíritu vigilante y corazón agradecido. 3 Y
rueguen también a Dios por nosotros para que nos facilite la tarea de anunciar
el plan de Dios realizado en Cristo, por el cual me encuentro ahora
encarcelado, 4 y que tengo que dar a conocer convenientemente. 5 Pórtense
sabiamente con los no cristianos y aprovechen el momento presente. 6 En sus
conversaciones sean siempre amenos y simpáticos dando a cada uno la respuesta
oportuna.
Noticias
7
De mi situación les informará Tíquico, el hermano querido y fiel compañero mío
en el servicio cristiano. 8 Se lo envío expresamente para que tengan noticia de
mis cosas y para que los anime. 9 Con él va Onésimo, paisano de ustedes, no
menos fiel y querido. Ellos les informarán de todo cuanto sucede por aquí.
10
Los saluda Aristarco, mi compañero de prisión, y Marcos, el primo de Bernabé.
En caso de que Marcos vaya a visitarlos, acójanlo con cariño según les indiqué.
11 Los saluda Jesús, de sobrenombre Justo. Entre los conversos del judaísmo,
sólo estos tres trabajan conmigo en la extensión del reino de Dios, y no ha sido
pequeña la satisfacción que me han proporcionado. 12 Saludos de Epafras,
paisano de ustedes y siervo de Cristo Jesús; es de ver con qué ahínco ruega por
ustedes para que se mantengan firmes en el pleno y perfecto cumplimiento de la
voluntad de Dios. 13 Soy testigo de lo mucho que se preocupa por ustedes, y
también por los de Hierápolis y Laodicea. 14 Los saludan Lucas, el médico tan
querido, y Dimas.
15
Saludos a los hermanos de Laodicea, a Ninfa y a la iglesia que se reúne en su
casa. 16 Cuando hayan leído esta carta, procuren que sea leída también en la
iglesia de Laodicea; y, en cuanto a ustedes, lean también la que les llegue de
Laodicea. 17 Díganle a Arquipo que desempeñe con esmero el ministerio que el
Señor le ha encomendado.
18
Este saludo final es de mi puño y letra: Pablo. No olviden que estoy preso. Que
la gracia de Dios esté con ustedes.
La
Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
La
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España
Salmos 78:56-72 La Palabra (Hispanoamérica)
(BLPH)
56
Pero
ellos lo pusieron a prueba,
se
rebelaron contra el Dios Altísimo,
no
respetaron sus mandamientos.
57
Lo
abandonaron, lo traicionaron como sus padres,
se
desviaron como un arco mal tensado.
58
Lo
enfurecieron con sus altares,
con
sus ídolos le dieron celos.
59
Dios
lo oyó y se llenó de furia,
detestó
intensamente a Israel.
60
Abandonó
su morada en Siló,
la
Tienda que tenía en medio de ellos.
61
Al
cautiverio entregó su poder,
a
manos del enemigo su gloria;
62
abandonó
su pueblo a la espada,
se
enfureció contra su heredad;
63
a
sus jóvenes consumió el fuego,
no
hubo cantos de boda para sus doncellas;
64
sus
sacerdotes murieron a espada,
sus
viudas no los lloraron.
65
Pero
el Señor despertó como quien duerme,
cual
guerrero aturdido por el vino,
66
y
atacó a sus enemigos por la espalda,
los
cubrió de una vergüenza eterna.
67
Rechazó
a la casa de José,
no
eligió a la tribu de Efraín;
68
eligió
a la tribu de Judá,
al
monte Sión que él ama.
69
Erigió
su santuario como el cielo,
como
la tierra que asentó para siempre.
70
Eligió
a David su siervo,
del
redil de las ovejas lo tomó;
71
lo
sacó de detrás de las corderas
para
pastorear a Jacob, su pueblo,
y
a Israel su heredad.
72
Y
los pastoreó con corazón íntegro,
los
condujo con mano diestra.
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Proverbios 24:28-29 La Palabra
(Hispanoamérica) (BLPH)
28
No
declares sin razón contra tu prójimo
ni
utilices palabras engañosas.
29
No
digas: “Le pagaré con la misma moneda,
me
vengaré de lo que me ha hecho”.
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