Sunday, October 4, 2020

DAB Español, Lunes 05 de Octubre

Día 279, DAB Español, Lunes 05 de Octubre

Jeremías 4:19-6:14; Colosenses 1:21-2:7; Salmos 77; Proverbios 24:23-25 (La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH))







Jeremías 4:19-6:14 La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

El profeta se queja de la falta de perspicacia

19
¡Ay mis entrañas, mis entrañas!
¡Cómo me tiembla el corazón!
Tengo el corazón palpitando,
no puedo seguir en silencio.
He oído el sonido de la trompeta,
el alarido que preludia la guerra;
20
se anuncia desastre tras desastre,
devastación a lo largo del país.
De pronto son arrasadas las tiendas,
en un momento el campamento.
21
¿Hasta cuándo veré el estandarte,
escucharé el sonido de la trompeta?
22
Mi pueblo es un necio,
ni siquiera me conoce;
son gente insensata,
que no recapacita;
expertos en el mal,
inexpertos para el bien.
Dimensiones cósmicas del desastre

23
Miré a la tierra: caos y vacío;
al cielo: ausencia de luz.
24
Miré a los montes: temblaban;
todas las colinas se estremecían.
25
Miré y no había ni un ser humano,
habían volado hasta los pájaros.
26
Miré y el vergel era estepa,
los pueblos estaban arrasados,
por la ira ardiente del Señor.
27
Pues así ha dicho el Señor:
Devastado quedará el país,
pero no provocaré su fin.
28
Por ello el país hará duelo,
arriba el cielo se oscurecerá.
Lo dije y no me arrepiento,
lo he pensado y no me desdigo.
Duelo por Sión

29
Griterío de jinetes y arqueros
ponen en fuga a la ciudad:
penetran en la maleza,
suben por los desfiladeros.
La ciudad ha sido abandonada,
no han quedado habitantes en ella.
30
Y una vez devastada, ¿qué harás,
tú, que te vistes de púrpura,
te adornas con joyas de oro
y resaltas tus ojos con sombra?
De nada sirve embellecerte;
tus amantes te han rechazado,
y sólo buscan tu muerte.
31
Oigo quejidos de parturienta,
angustias como de primeriza:
son quejidos y suspiros de Sión,
que estira doliente sus brazos:
¡Ay de mí, que estoy agotada,
me están quitando la vida!
Variaciones sobre el tema del juicio

5 Patrullen las calles de Jerusalén,
miren bien y comprueben;
busquen por todas sus plazas
a ver si encuentran a alguien,
uno siquiera que sea justo,
que vaya tras la verdad,
y yo lo perdonaré.
2
Cuando juran “por vida del Señor”,
¿acaso no juran en falso
3
siendo así, Señor,
que tus ojos buscan la verdad?
Los golpeaste y no les afectó,
los destrozaste y no se corrigieron;
endurecían su cara como la piedra,
no quisieron convertirse a ti.
4
Yo pensaba: “Se trata de pobre gente,
de personas ignorantes
que no saben cómo actúa el Señor,
ni qué es lo que quiere su Dios.
5
Iré, pues, donde los bien situados,
voy a dirigirme a quienes
conocen cómo actúa el Señor
y qué es lo que quiere su Dios”.
Pero habían roto el yugo
y habían soltado las riendas.
6
Por eso, un león de la selva los herirá,
un lobo estepario los destrozará;
una pantera acecha sus ciudades
y desgarra a quien sale de ellas.
Pues son numerosas sus rebeldías,
han multiplicado sus traiciones.
7
¿Por qué debería perdonarte?
Tus hijos me han abandonado,
juraron por dioses falsos;
después de haberlos saciado,
ellos cometieron adulterio,
acudieron en masa al burdel.
8
¡Sementales ardientes y lascivos,
que relinchan por la mujer de su vecino!
9
¿Y no castigaré estas cosas?
—Oráculo del Señor—.
De un pueblo que así se comporta,
¿no he de vengarme en persona?
10
Pasen por las hileras de la viña,
destruyan, pero no aniquilen;
arranquen todos sus sarmientos,
porque ya no son del Señor.
11
Pues tanto Israel como Judá
me han traicionado sin pudor
—oráculo del Señor—.
12
Han renegado del Señor,
iban diciendo: “Es un don nadie;
no nos alcanzará la desgracia,
no veremos espada ni hambre;
13
los profetas no son más que viento,
no hay en ellos palabras del Señor”.
14
Pues así dice el Señor,
Dios del universo:
Por haber hablado de este modo,
así les va a suceder:
haré que sean mis palabras
lo mismo que fuego en tu boca;
el pueblo será el combustible
y el fuego los devorará.
15
Voy a traer contra ustedes,
gente de la casa de Israel,
un pueblo de tierras lejanas
—oráculo del Señor—,
un pueblo vetusto y antiguo,
un pueblo cuya lengua desconoces,
y no entenderás lo que diga.
16
Su aljaba es una tumba abierta,
todos son valientes guerreros;
17
devorarán tu mies y tu comida,
devorarán a tus hijos e hijas;
devorarán tus ovejas y tus vacas,
devorarán tu viña y tus higueras.
Conquistarán a espada las ciudades fortificadas,
esas en las que tienes puesta tu confianza.
18
Pero tampoco en aquellos días acabaré con ustedes —oráculo del Señor—.

19 Y cuando digan: “¿Por qué nos ha hecho todas estas cosas el Señor, nuestro Dios?”, les responderás: “Por haberme abandonado y haber servido a dioses extranjeros en la tierra de ustedes, también servirán a extraños en una tierra extraña”.
Nuevas acusaciones y amenazas

20
Anuncien esto a la casa de Jacob,
háganselo saber así a Judá:
21
Escuchen lo que voy a decir,
pueblo necio e insensato.
Tienen ojos y no ven,
oídos pero no escuchan.
22
¿Es que no me respetan?
—oráculo del Señor—
¿No tiemblan en mi presencia?
Yo mismo puse arena como límite al mar,
una linde perpetua que no traspasará;
hierven las aguas, pero son impotentes,
mugen las olas, pero no lo traspasan.
23
En cambio este pueblo tiene
corazón terco y rebelde;
se apartan de mí y se van,
24
incapaces de decir en su interior:
“Respetemos al Señor, nuestro Dios,
que es quien proporciona lluvia,
en otoño y primavera, a su tiempo;
quien garantiza los tiempos de la siega”.
25
Sus culpas lo han trastornado todo,
sus pecados los dejan sin lluvia,
26
pues mi pueblo está lleno de canallas
que espían como pajarero al acecho:
tienden trampas y atrapan personas.
27
Como un cesto repleto de pájaros,
así rebosan sus casas de fraudes;
por eso prosperan y se enriquecen,
28
engordan y se ponen lustrosos.
También rebosan de maledicencia,
no juzgan conforme a justicia,
no atienden la causa del huérfano
ni defienden el derecho de los pobres.
29
¿Y no castigaré estas cosas?
—oráculo del Señor—.
De un pueblo que así se comporta,
¿no he de vengarme en persona?
30
Una cosa espantosa y horrible
está sucediendo en el país:
31
los profetas profetizan en falso,
los sacerdotes actúan a su antojo,
y a mi pueblo le gustan estas cosas.
¿Qué harán cuando todo esto acabe?
Aviso de guerra santa contra Sión

6 Busquen refugio, benjaminitas,
búsquenlo fuera de Jerusalén;
toquen la trompeta en Tecoa,
alcen una enseña en Bet Queren,
pues acecha por el norte una desgracia,
se cierne un desastre imponente.
2
A un pastizal delicioso
puede compararse Sión;
3
en ella entran los pastores
al frente de sus rebaños,
plantan en torno sus tiendas
y apacienta cada cual en su sección.
4
¡Convoquen contra Sión la guerra santa;
adelante, la atacaremos a mediodía!
¡Ay de nosotros, que declina el día
y se extienden las sombras de la tarde!
5
¡Adelante, ataquemos de noche,
dejemos en ruinas sus palacios!
6
Pues así dice el Señor del universo:
Talen árboles, preparen contra Jerusalén
un terraplén para asaltarla:
es una ciudad condenada,
toda repleta de opresión.
7
Como el agua fresca de un pozo,
así mantiene fresca su maldad:
se oye en ella violencia y destrucción,
soy testigo de desgracias y de heridas.
8
Aprende la lección, Jerusalén,
no sea que me hastíe de ti,
no sea que te deje desolada,
como una región deshabitada.
El juicio será generalizado

9
Así dice el Señor del universo:
Rebusca en el resto de Israel
igual que se rebusca en una viña;
pasa tu mano como el vendimiador
examinando los pámpanos.
10
¿A quién me voy a dirigir,
a quién conjuraré para que me escuchen?
¡Si tienen un oído incircunciso,
incapaz de prestar atención!
¡Si consideran la palabra del Señor
vergüenza, porque no les agrada!
11
Pues yo estoy repleto de la ira del Señor,
y me siento incapaz de contenerla.
Derrámala sobre los niños, en la calle;
también sobre los grupos de jóvenes.
Caerán a la vez marido y mujer,
adultos junto con ancianos.
12
Sus casas pasarán a otros,
también sus campos y mujeres,
pues voy a extender mi mano
sobre los habitantes del país
—oráculo del Señor—.
13
Es que del pequeño al grande
todos piensan en medrar;
del profeta al sacerdote
todos andan entre fraudes.
14
Han curado la herida de mi pueblo,
pero sólo por encima, diciendo:
“Paz, paz”, pero no hay paz.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España

Colosenses 1:21-2:7 La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

Reconciliados con Dios

21 También ustedes estuvieron en otro tiempo lejos de Dios y fueron sus enemigos por el modo de pensar y por las malas acciones. 22 Ahora, en cambio, por la muerte que Cristo ha sufrido en su cuerpo mortal, Dios ha hecho la paz con ustedes para admitirlos en su presencia como a pueblo consagrado, sin mancha y sin tacha. 23 Es necesario, sin embargo, que permanezcan sólidamente firmes e inconmovibles en la fe y que no traicionen la esperanza contenida en el mensaje evangélico que escucharon y que ha sido proclamado a todas las criaturas que se encuentran bajo el cielo, y del que yo, Pablo, me he convertido en servidor.
Pablo y su papel en la Iglesia

24 Ahora me alegro de sufrir por ustedes. Así voy completando en mi existencia corporal, y en favor del cuerpo de Cristo que es la Iglesia, lo que aún falta al total de las tribulaciones cristianas. 25 Dios me ha hecho servidor de esa Iglesia y me ha confiado la tarea de llevar a plenitud en ustedes su palabra: 26 el plan secreto que Dios tuvo escondido durante siglos y generaciones enteras, y que ahora Dios ha revelado a los creyentes, 27 dándoles a conocer la gloria y la riqueza que este plan encierra para los paganos. Me refiero a Cristo, que vive en ustedes y es la esperanza de la gloria.

28 A este Cristo anunciamos, corrigiendo y enseñando a todos con el mayor empeño para que todos alcancen la plena madurez en su vida cristiana. 29 Esta es la tarea por la que me afano y lucho con denuedo, apoyado en la fuerza de Cristo que actúa poderosamente en mí.

2 Porque quiero que sepan la dura lucha que sostengo por ustedes, por los de Laodicea y por tantos otros que no me conocen personalmente. 2 Lo hago para que tengan buen ánimo y se mantengan unidos en el amor, de modo que lleguen a alcanzar toda la riqueza que supone el conocerlo todo plenamente y descubran el plan secreto de Dios que es Cristo, 3 en quien se encuentran escondidos todos los tesoros del saber y de la ciencia. 4 Les digo esto para que nadie los seduzca con palabras engañosas. 5 Si físicamente estoy ausente, mi espíritu está con ustedes, y me llena de gozo el ver la armonía y la imperturbable fe que los une a Cristo.
II.— FALSOS MAESTROS Y FALSAS DOCTRINAS (2,6-23)
Plenitud de vida en Cristo

6 Puesto que han aceptado a Cristo Jesús como Señor, compórtense ahora de manera consecuente. 7 Que él sea cimiento y raíz de la vida de ustedes; manténganse firmes en la fe, según lo que aprendieron, y vivan en incesante acción de gracias.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España

Salmos 77 La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

Salmo 77 (76)
Mi voz alzo a Dios y pido auxilio

77 Al maestro del coro. De Yedutún. Salmo de Asaf.
2
Mi voz alzo a Dios y pido auxilio,
mi voz alzo a Dios y él me escucha.
3
Cuando estoy angustiado busco a mi Señor,
de noche alzo mis manos sin descanso
y no acepto recibir consuelo alguno.
4
Recuerdo a Dios y me estremezco,
reflexiono y quedo abatido. [ Pausa]
5
Tú me impides cerrar los ojos,
estoy inquieto y no puedo hablar.
6
Pienso en los días de antaño,
en los años del pasado;
7
de noche recuerdo mi canto,
reflexiono y me pregunto:
8
“¿Nos abandona para siempre el Señor
y no vuelve nunca a aceptarnos?
9
¿Se acabó para siempre su bondad?
¿Ha cesado eternamente su palabra?
10
¿Acaso olvidó Dios ser compasivo?
¿Ha cerrado con ira sus entrañas?”. [ Pausa]
11
Y yo digo: “Esto es lo que me aflige,
que el favor del Altísimo ha cambiado”.
12
Recuerdo las proezas de Dios,
recuerdo tus prodigios de antaño;
13
sobre todos tus actos medito,
sobre tus hechos reflexiono.
14
Oh Dios, santo es tu camino,
¿qué dios es tan grande como Dios?
15
Tú eres el Dios que haces prodigios,
tú muestras tu poder entre los pueblos;
16
con tu brazo redimiste a tu pueblo,
a los hijos de Jacob y José. [ Pausa]
17
Te vieron, oh Dios, las aguas,
te vieron las aguas y temblaron,
los abismos del mar se estremecieron;
18
las nubes vertieron lluvias,
tronaron los cielos, zigzaguearon tus rayos.
19
Tu voz tronaba en el torbellino,
los rayos iluminaron el mundo,
se estremeció y tembló la tierra.
20
En el mar trazaste tu camino,
en las aguas caudalosas tu sendero,
y nadie descubrió tu rastro.
21
Cual rebaño guiaste a tu pueblo
por medio de Moisés y Aarón.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España

Proverbios 24:23-25 La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

IV.— OTROS DICHOS DE LOS SABIOS (24,23-34)

23
También lo que sigue es de los sabios:
Discriminar personas en el juicio no está bien.
24
A quien declara inocente al culpable,
lo maldicen los pueblos, lo desprecia la gente;
25
a quienes condenan al culpable,
les va bien y son felicitados.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España

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