Jeremías 44:24-47:7; 2 Timoteo 2:22-3:17; Salmos 94; Proverbios 26:6-8 (Traducción en lenguaje actual (TLA))
Jeremías 44:24-47:7 Traducción en
lenguaje actual (TLA)
24
Luego me dirigí al pueblo, sobre todo a las mujeres, y añadí:
—Ustedes,
gente de Judá que vive en Egipto, escuchen bien lo que Dios les dice:
25
“Yo soy el Dios de Israel. Me doy cuenta de que ustedes y sus mujeres cumplen
sus promesas de adorar a la Reina del cielo, y de presentarle ofrendas. ¡Muy
bien! ¡Sigan cumpliendo sus promesas! ¡Sigan haciendo lo que les dé la gana! 26
Ustedes son de Judá, y ahora viven en Egipto. Pues escúchenme bien: yo les juro
que ninguno de ustedes volverá a jurar aquí usando mi nombre. Nadie volverá a
decir: ‘¡Lo juro por el Dios de Israel!’ 27 En vez de vigilarlos para
protegerlos, voy a vigilarlos para hacerles daño. Les aseguro que toda la gente
de Judá que vive en Egipto morirá de hambre, o en la guerra. 28 ¡Y van a ver
todos ustedes si cumplo o no mi palabra! Unos cuantos se salvarán de la guerra
y del hambre, y podrán regresar a Judá; pero la mayoría de los que se fueron a
Egipto, morirán.
29-30
”Yo soy el Dios de Israel. Ésta es la señal de que cumpliré mis amenazas contra
ustedes: dejaré que Hofra, el rey de Egipto, muera a manos de sus enemigos.
Haré con él lo mismo que hice con Sedequías, el rey de Judá, a quien puse en
manos del rey de Babilonia, para que lo matara”.
Mensaje
para Baruc
45
Cuando Joacín hijo de Josías llevaba cuatro años de reinar en Judá, yo le dicté
a mi secretario Baruc el mensaje que Dios me dio para él:
2
«El Dios todopoderoso te dice lo siguiente: 3 “Tú, Baruc, siempre estás
quejándote. Dices que eres muy infeliz, y que yo sólo te hago sufrir más y más.
También dices que ya estás cansado de sufrir, y que no logras descansar. 4 Pues
quiero que sepas que yo voy a destruir lo que he construido, y voy a arrancar
lo que he plantado. ¡Voy a acabar con toda esta tierra! 5 Estoy por enviar un
gran castigo sobre toda la gente, así que ni creas que tú vas a lograr grandes
cosas. Pero esto sí te prometo, en recompensa te salvaré la vida, y te
protegeré por dondequiera que vayas. Te juro que así lo haré”».
Advertencia
contra los egipcios
46
1-2 Cuando Joacín llevaba cuatro años de reinar en Judá, el Dios de Israel me
habló acerca de las otras naciones, y del ejército de Necao, rey de Egipto. Por
esos días el rey de Babilonia había derrotado a Necao en la ciudad de
Carquemis, junto al río Éufrates. El mensaje que me dio fue el siguiente:
3
«¡Egipcios,
tomen sus armas
y
prepárense para el combate!
4
¡Ensillen
y monten los caballos!
¡Afilen
las lanzas y pónganse las corazas!
¡Cúbranse
con los cascos!
5
»¿Pero
qué es lo que veo?
¡Los
soldados egipcios retroceden!
Derrotados
y llenos de miedo,
huyen
sin mirar atrás.
¡Hay
terror por todas partes!
6
»¡Los
más veloces no pueden huir!
¡Los
más fuertes no logran escapar!
¡Allá
en el norte,
a
la orilla del río Éufrates,
tropiezan
y ruedan por el suelo!
7
»Una
nación se acerca con violencia.
¡Hasta
se parece al río Nilo
cuando
sus aguas se desbordan!
¿Qué
nación puede ser?
8
¡Es
Egipto, que se ha enfurecido,
que
ha crecido como el Nilo!
Viene
decidido a inundar la tierra,
a
destruir ciudades y a matar gente.
9
»¡Que
ataquen los caballos!
¡Que
avancen los carros de guerra!
¡Que
marchen los soldados!
¡Que
tomen sus armas los soldados
de
los países africanos!
10
»El
día de la victoria pertenece
al
poderoso Dios de Israel.
Él
ganará la batalla;
se
vengará de sus enemigos.
La
espada se empapará de sangre
y
acabará por matar a todos.
Allá
en el país del norte,
a
la orilla del río Éufrates,
el
Dios de Israel matará a mucha gente.
11
»Soldados
de Egipto:
de
nada les servirá que vayan a Galaad
y
consigan alguna crema curativa;
aunque
consigan medicinas,
no
les servirán de nada.
12
Todo
el mundo está enterado
de
que han sido derrotados;
por
todas partes se escuchan
sus
gritos de dolor;
chocan
los guerreros unos contra otros,
y
ruedan por el suelo».
13
Cuando el rey de Babilonia vino para atacar a los egipcios, Dios me dio este
mensaje:
14
«Esto
debe saberse en Egipto;
debe
anunciarse en sus ciudades:
“¡Soldados,
prepárense para la batalla!
¡Ya
viene su destrucción!”
15-17
»Los
soldados se tropiezan;
caen
uno encima del otro, y dicen:
“¡Huyamos!
¡Volvamos
a nuestro país
antes
que nos mate el enemigo!
¡Nuestro
rey es un charlatán!
¡Habla
mucho y no hace nada!”
»Pero
los soldados han caído,
y
ya no podrán levantarse,
porque
yo los derribé.
¡Yo
soy el Dios de Israel!
18-19
»Ustedes,
los que viven en Egipto,
vayan
empacando lo que tienen,
porque
serán llevados prisioneros;
la
capital será destruida
y
quedará en ruinas y sin gente.
»Les
juro por mí mismo
que
el enemigo que viene
se
parece al monte Tabor,
que
sobresale entre los montes;
se
parece al monte Carmelo,
que
está por encima del mar.
¡Yo
soy el Dios todopoderoso!
¡Yo
soy el único Rey!
20
»La
hermosura de Egipto será destruida;
Babilonia
vendrá del norte y la atacará.
21
Egipto
contrató soldados extranjeros,
todos
muy fuertes y valientes,
¡pero
hasta ellos saldrán huyendo!;
¡saldrán
corriendo a toda prisa!
Ya
llegó el día de su derrota;
¡ya
llegó el día de su castigo!
22
»El
ejército babilonio es muy numeroso;
tanto
que nadie lo puede contar.
Por
eso los soldados egipcios
huirán
como serpientes desprotegidas.
23
»Egipto
parece un bosque tupido,
pero
sus enemigos lo rodearán
y
lo atacarán con sus hachas,
dispuestos
a derribar todos los árboles.
24
»¡Egipto
quedará humillado!
¡Caerá
bajo el poder de Babilonia!»
Esperanza
para el pueblo de Dios
25
El Dios de Israel dice:
«Voy
a castigar al rey de Egipto, a sus dioses y a todos los que confían en ellos.
26 Dejaré que caigan en poder del rey de Babilonia y de su ejército, para que
los maten. Sin embargo, en el futuro Egipto volverá a ser habitado como antes.
Les juro que así lo haré.
27-28
»Y
ustedes, pueblo de Israel,
no
tengan miedo ni se asusten;
yo
haré que vuelvan de Babilonia,
adonde
fueron llevados como esclavos.
No
tengan miedo, israelitas.
Ustedes
son mi pueblo;
son
descendientes de Jacob.
Yo
les prometo
que
volverán a vivir tranquilos
porque
yo estoy con ustedes.
»Destruiré
a todas las naciones
por
las que los dispersé,
pero
a ustedes no los destruiré;
sólo
los castigaré por su bien,
pues
merecen que los corrija.
Les
juro que así lo haré».
Advertencia
contra los filisteos
47
Dios me habló poco antes de que el rey de Egipto atacara la ciudad de Gaza, y
me dio este mensaje para los filisteos:
2
«Yo
soy el Dios de Israel,
y
quiero que sepan esto:
Desde
el norte vienen los babilonios;
son
un ejército que destruye
ciudades
enteras con sus habitantes.
¡Parecen
un río desbordado!
¡Todos
los habitantes de la tierra
lloran
y piden auxilio!
3
Tan
pronto como escuchan
el
galope de los caballos
los
padres pierden el ánimo;
abandonan
a sus hijos
al
escuchar el chirrido
de
los carros de guerra.
4
»¡Ha
llegado el día
en
que acabaré con los filisteos!
¡Ha
llegado el día
en
que acabaré con los que ayudan
a
las ciudades de Tiro y Sidón!
¡Destruiré
a todos los filisteos
que
vinieron de las costas de Creta!
5
Los
que viven en la ciudad de Gaza
se
raparán avergonzados la cabeza;
los
que viven en la ciudad de Ascalón
se
quedarán mudos de miedo.
Y
ustedes que aún viven en las llanuras,
no
dejarán de herirse el cuerpo
6
ni
cesarán de gritar:
“Ay,
terrible espada de Dios,
¿hasta
cuándo nos seguirás atacando?
¡Regresa
ya a tu funda
y
deja de matarnos!”
7
»Pero
yo soy el Dios de Israel.
Ya
he decidido matar
a
todos los filisteos
en
Ascalón y en toda la costa.
¡No
haré descansar mi espada!»
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2 Timoteo 2:22-3:17 Traducción en
lenguaje actual (TLA)
22
No te dejes llevar por las tentaciones propias de tu edad. Tú eres joven, así
que aléjate de esas cosas y dedícate a hacer el bien. Busca la justicia, el
amor y la paz, y únete a los que, con toda sinceridad, adoran a Dios y confían
en él. 23 No prestes atención a discusiones que no ayudan en nada. Los que así
discuten siempre terminan peleando. 24 Un servidor de Dios no debe andar en
peleas. Al contrario, debe ser bueno con todos, saber enseñar, y tener mucha
paciencia.
25
Y cuando corrijas a tus enemigos, hazlo con humildad. Tal vez Dios les dé la
oportunidad de arrepentirse y de conocer la verdad. 26 Se darán cuenta entonces
de que cayeron en una trampa del diablo, y lograrán escapar. Por el momento, el
diablo los tiene prisioneros y hace con ellos lo que quiere.
Cómo
será todo antes del fin del mundo
3
Debes saber también que en los últimos días, antes de que llegue el fin del
mundo, la gente enfrentará muchas dificultades. 2 Habrá gente egoísta,
interesada solamente en ganar más y más dinero. También habrá gente orgullosa,
que se creerá más importante que los demás. No respetarán a Dios ni obedecerán
a sus padres, sino que serán malagradecidos y ofenderán a todos. 3 Serán
crueles y violentos, no podrán dominar sus malos deseos, se llenarán de odio,
dirán mentiras acerca de los demás, y odiarán todo lo que es bueno. 4 No se
podrá confiar en esos orgullosos, porque actuarán sin pensar. En vez de
obedecer a Dios, sólo harán lo que les venga en gana. 5 Dirán que aman y
respetan a Dios, pero con su conducta demostrarán lo contrario.
No
te hagas amigo de esa clase de gente, 6 porque tienen la mala costumbre de
meterse en cualquier casa, para engañar a mujeres tontas y pecadoras, que son
incapaces de dominar sus malos deseos; 7 siempre están queriendo aprender algo nuevo,
pero nunca llegan a entender la verdad. 8-9 Esa clase de gente es enemiga de
que se dé a conocer el verdadero mensaje de Dios. Tiene la mente corrompida, y
no ha aprendido a confiar en Dios. Pero no seguirá así por mucho tiempo. Todos
habrán de darse cuenta de que esa gente es estúpida, como lo eran Janes y
Jambrés, los magos que estaban en contra de Moisés.
Últimas
instrucciones para Timoteo
10
Pero tú, Timoteo, conoces bien mis enseñanzas, mi manera de vivir y de pensar,
y sabes cuánto confío en Dios. Tú has visto mi paciencia, mi amor y mi fuerza
para soportar las dificultades. 11 Sabes cómo me han maltratado, y cómo he
sufrido en las ciudades de Antioquía, Iconio y Listra. Pero el Señor Jesucristo
me libró de todo eso. 12 Bien sabemos que todo el que desee vivir obedeciendo a
Jesucristo será maltratado. 13 Pero los malvados y los engañadores irán de mal
en peor, y engañarán a unos, pero serán engañados por otros.
14
Tú debes seguir creyendo en lo que aprendiste, y que sabes que es la verdad.
Después de todo, conoces muy bien a quienes te lo han enseñado. 15 Recuerda que
desde niño has leído la Biblia, y que sus enseñanzas pueden hacerte sabio, para
que aprendas a confiar más en Jesucristo y así seas salvo. 16 Todo lo que está
escrito en la Biblia es el mensaje de Dios, y es útil para enseñar a la gente,
para ayudarla y corregirla, y para mostrarle cómo debe vivir. 17 De ese modo,
los servidores de Dios estarán completamente entrenados y preparados para hacer
el bien.
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Salmos 94 Traducción en lenguaje
actual (TLA)
Dios
es un juez justo
SALMO
94 (93)
94
1-2 Dios mío,
tú
eres el juez de la tierra;
¡hazte
presente,
entra
en acción,
y
castiga a los culpables!
¡Dales
su merecido a los orgullosos!
3
Dios
mío,
¡basta
ya de malvados,
basta
ya de sus burlas!
4
Todos
ellos son malhechores;
¡son
unos habladores y orgullosos!
¡Se
creen la gran cosa!
5
Aplastan
y afligen
a
tu pueblo elegido:
6
matan
a las viudas,
asesinan
a los huérfanos,
masacran
a los refugiados,
7
y
aun se atreven a decir:
«El
Dios de Israel
no
se da cuenta de nada».
8
Gente
torpe,
quiero
que entiendan esto;
¿cuándo
van a comprenderlo?
9
Si
Dios nos dio
la
vista y el oído,
¡de
seguro él puede ver y oír!
10
¡Cómo
no va a castigar
el
que corrige a las naciones!
¡Como
no va a saber
el
que nos instruye a todos!
11
¡Bien
sabe nuestro Dios
las
tonterías que se nos ocurren!
12
Mi
Dios,
tú
bendices a los que corriges,
a
los que instruyes en tu ley,
13
para
que enfrenten tranquilos
los
tiempos difíciles;
en
cambio, a los malvados
se
les echará en la tumba.
14
Tú,
mi Dios,
jamás
abandonarás a tu pueblo.
15
Los
jueces volverán a ser justos,
y
la gente honrada los imitará.
16
Cuando
los malvados me atacaron,
nadie
se levantó a defenderme;
¡nadie
se puso de mi parte
y
en contra de los malhechores!
17
Si
tú no me hubieras ayudado,
muy
pronto habría perdido la vida;
18
pero
te llamé
al
sentir que me caía,
y
tú, con mucho amor,
me
sostuviste.
19
En
medio de mis angustias
y
grandes preocupaciones,
tú
me diste consuelo y alegría.
20
Tú
no puedes ser amigo
de
gobernantes corruptos,
que
violan la ley
y
hacen planes malvados.
21
Esa
clase de gobernantes
siempre
está haciendo planes
contra
la gente honrada,
y
dicta sentencia de muerte
contra
la gente inocente.
22-23
Esa
gente es tan malvada
que
acabarás por destruirla.
Pero
tú, mi Dios,
eres
mi más alto escondite;
¡eres
como una roca
en
la que encuentro refugio!
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Proverbios 26:6-8 Traducción en
lenguaje actual (TLA)
6
Enviar
como mensajero a un tonto
da
lo mismo que no enviar a nadie.
7
Dime
de qué sirve
que
el tonto diga proverbios,
y
te diré de qué sirve
una
carreta sin bueyes.
8
Dime
de qué sirve
alabar
al tonto,
y
te diré de qué sirve
un
arco sin flechas.
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