Lamentaciones 2:20-3:66; Hebreos 1:1-14; Salmos 102; Proverbios 26:21-22 (Nueva Biblia de las Américas (NBLA))
Lamentaciones 2:20-3:66 Nueva Biblia
de las Américas (NBLA)
20
Mira,
oh Señor, y observa:
¿A
quién has tratado así?
¿Habían
de comerse las mujeres el fruto de sus entrañas,
A
los pequeños criados con cariño?
¿Habían
de ser muertos en el santuario del Señor
El
sacerdote y el profeta?
21
Yacen
por tierra en las calles
Jóvenes
y ancianos;
Mis
vírgenes y mis mancebos
Han
caído a espada.
Has
matado en el día de Tu ira,
Has
hecho matanza, no has perdonado.
22
Como
en día de fiesta solemne convocaste
Mis
terrores de todas partes;
Y
no hubo en el día de la ira del Señor
Quien
escapara ni sobreviviera.
A
los que crié y mantuve,
Mi
enemigo los exterminó.
Lamentación
del afligido
3
Yo soy el hombre que ha visto la aflicción
A
causa de la vara de Su furor.
2
Él
me ha llevado y me ha hecho andar
En
tinieblas y no en luz.
3
Ciertamente
contra mí ha vuelto y revuelto
Su
mano todo el día.
4
Ha
hecho que se consuman mi carne y mi piel,
Ha
quebrado mis huesos.
5
Me
ha sitiado y rodeado
De
amargura y de fatiga.
6
En
lugares tenebrosos me ha hecho morar,
Como
los que han muerto hace tiempo.
7
Con
muro me ha cercado y no puedo salir,
Ha
hecho pesadas mis cadenas.
8
Aun
cuando clamo y pido auxilio,
Él
cierra el paso a mi oración.
9
Ha
cerrado mis caminos con piedra labrada,
Ha
hecho tortuosos mis senderos.
10
Él
es para mí como oso en acecho,
Como
león en lugares ocultos.
11
Ha
desviado mis caminos y me ha destrozado,
Me
ha dejado desolado.
12
Ha
tensado Su arco
Y
me ha puesto como blanco de la flecha.
13
Hizo
que penetraran en mis entrañas
Las
flechas de Su aljaba.
14
He
venido a ser objeto de burla de todo mi pueblo,
Su
canción todo el día.
15
Él
me ha llenado de amargura,
Me
ha embriagado con ajenjo.
16
Ha
quebrado con guijarro mis dientes,
Ha
hecho que me revuelque en el polvo.
17
Y
mi alma ha sido privada de la paz,
He
olvidado la felicidad[a].
18
Digo,
pues: «Se me acabaron las fuerzas,
Y
mi esperanza que venía del Señor».
19
Acuérdate
de mi aflicción y de mi vagar,
Del
ajenjo y de la amargura.
20
Ciertamente
mi alma lo recuerda
Y
se abate mi alma dentro de mí.
21
Esto
traigo a mi corazón,
Por
esto tengo esperanza:
22
Que
las misericordias del Señor jamás terminan,
Pues
nunca fallan Sus bondades;
23
Son
nuevas cada mañana;
¡Grande
es Tu fidelidad!
24
«El
Señor es mi porción», dice mi alma,
«Por
tanto en Él espero».
25
Bueno
es el Señor para los que en Él esperan,
Para
el alma que lo busca.
26
Bueno
es esperar en silencio
La
salvación del Señor.
27
Bueno
es para el hombre llevar
El
yugo en su juventud.
28
Que
se siente solo y en silencio
Ya
que Él se lo ha impuesto.
29
Que
ponga su boca en el polvo,
Quizá
haya esperanza;
30
Que
dé la mejilla al que lo hiere;
Que
se sacie de oprobios.
31
Porque
el Señor no rechaza para siempre,
32
Antes
bien, si aflige, también se compadecerá
Según
Su gran misericordia.
33
Porque
Él no castiga por gusto
Ni
aflige a los hijos de los hombres.
34
Aplastar
bajo los pies
A
todos los prisioneros de un país,
35
Privar
del derecho a un hombre
En
presencia del Altísimo,
36
Defraudar
a un hombre en su litigio:
Estas
cosas no aprueba el Señor.
37
¿Quién
es aquel que habla y así sucede,
A
menos que el Señor lo haya ordenado?
38
¿No
salen de la boca del Altísimo
Tanto
el mal como el bien?
39
¿Por
qué ha de quejarse el ser viviente?
¡Sea
valiente frente a sus pecados!
40
Examinemos
nuestros caminos y escudriñémoslos,
Y
volvamos al Señor.
41
Alcemos
nuestro corazón en nuestras manos
Hacia
Dios en los cielos.
42
Nosotros
hemos transgredido y nos hemos rebelado;
Tú
no has perdonado.
43
Te
has cubierto de ira y nos has perseguido;
Has
matado y no has perdonado.
44
Te
has cubierto de una nube
Para
que no pase la oración.
45
Basura
y escoria nos has hecho
En
medio de los pueblos.
46
Han
abierto su boca contra nosotros
Todos
nuestros enemigos.
47
Nos
han sobrevenido terror y foso,
Desolación
y destrucción.
48
Arroyos
de lágrimas derraman mis ojos
A
causa de la destrucción[b] de la hija de mi pueblo[c].
49
Mis
ojos fluyen sin cesar,
Ya
que no hay descanso
50
Hasta
que el Señor mire
Y
vea desde los cielos.
51
Mis
ojos traen dolor a mi alma
Por
todas las hijas de mi ciudad.
52
Mis
enemigos, sin haber causa,
Constantemente
me han dado caza como a un ave.
53
Silenciaron
mi vida en la fosa,
Pusieron
piedra sobre mí.
54
Cubrieron
las aguas mi cabeza,
Dije:
«¡Estoy perdido!».
55
Invoqué
Tu nombre, oh Señor,
Desde
la fosa más profunda.
56
Tú
oíste mi voz: «No escondas
Tu
oído a mi clamor, a mi grito de auxilio».
57
Te
acercaste el día que te invoqué,
Dijiste:
«¡No temas!».
58
Tú
has defendido, oh Señor, la causa de mi alma,
Tú
has redimido mi vida.
59
Tú
has visto, oh Señor, mi opresión,
Juzga
mi causa.
60
Has
visto toda su venganza,
Todas
sus tramas contra mí.
61
Has
oído sus oprobios, oh Señor,
Todas
sus tramas contra mí;
62
Los
labios de mis agresores y sus murmuraciones
Están
contra mí todo el día.
63
Se
sienten o se levanten, míralos,
Yo
soy el objeto de su canción.
64
Tú
les darás su pago, oh Señor,
Conforme
a la obra de sus manos.
65
Les
darás dureza de corazón,
Tu
maldición será sobre ellos.
66
Los
perseguirás con ira y los destruirás
De
debajo de los cielos del Señor.
Footnotes:
Lamentaciones 3:17 Lit. el bien.
Lamentaciones 3:48 Lit. quebranto.
Lamentaciones 3:48 O Jerusalén.
Nueva
Biblia de las Américas (NBLA)
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Hebreos 1 Nueva Biblia de las Américas
(NBLA)
Dios
habla por el hijo su palabra final al hombre
1
Dios, habiendo hablado hace mucho tiempo, en muchas ocasiones[a] y de muchas
maneras a los padres por[b] los profetas, 2 en estos últimos días[c] nos ha
hablado por[d] Su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas, por
medio de quien hizo también el universo[e]. 3 Él es[f] el resplandor de Su
gloria y la expresión exacta de Su naturaleza, y sostiene[g] todas las cosas
por la palabra de Su poder. Después de llevar a cabo la purificación de los
pecados, el Hijo se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, 4 siendo
mucho mejor que[h] los ángeles, por cuanto ha heredado un nombre más excelente
que ellos.
El
Hijo, superior a los ángeles
5
Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás:
«Hijo
Mío eres Tú,
Yo
te he engendrado hoy»;
y
otra vez:
«Yo
seré Padre para Él,
Y/
Él será Hijo para Mí?».
6
De nuevo, cuando trae[i] al Primogénito al mundo, dice:
«Y
lo adoren todos los Ángeles de Dios».
7
De los ángeles dice:
«El
que hace a Sus Ángeles, espíritus[j],
Y
a Sus ministros, llama de fuego».
8
Pero del Hijo dice:
«Tu
trono, oh Dios, es por los siglos de los siglos,
Y
cetro de equidad es el cetro de Tu[k] reino.
9
Has
amado la justicia y aborrecido la iniquidad;
Por
lo cual Dios, Tu Dios, te ha ungido
Con
Óleo de alegría más que a Tus compañeros».
10
También:
«Tú,
Señor, en el principio pusiste los cimientos de la tierra,
Y
los cielos son obra[l] de Tus manos;
11
Ellos
perecerán, pero Tú permaneces;
Y
todos ellos como una vestidura se envejecerán,
12
Y como
un manto los enrollarás;
Como
una vestidura serán mudados.
Pero
Tú eres el mismo,
Y
Tus años no tendrán fin».
13
Pero, ¿a cuál de los ángeles jamás ha dicho Dios:
«Siéntate
a Mi diestra
Hasta
que ponga a Tus enemigos
Por
estrado de Tus pies?».
14
¿No son todos ellos espíritus ministradores[m], enviados para servir por causa
de los que heredarán la salvación?
Footnotes:
Hebreos 1:1 Lit. porciones; i.e. de cuando
en cuando.
Hebreos 1:1 O en.
Hebreos 1:2 O al fin de estos días.
Hebreos 1:2 Lit. en.
Hebreos 1:2 Lit. los siglos.
Hebreos 1:3 Lit. Quien siendo.
Hebreos 1:3 Lit. sosteniendo.
Hebreos 1:4 O llegando a ser superior a.
Hebreos 1:6 O Y cuando trae otra vez.
Hebreos 1:7 O vientos.
Hebreos 1:8 Varios mss. antiguos dicen: su.
Hebreos 1:10 Lit. obras.
Hebreos 1:14 O que sirven.
Nueva
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Salmos 102 Nueva Biblia de las
Américas (NBLA)
Oración
de un afligido
Plegaria
de uno que sufre, cuando desmaya y expone su queja[a] ante el Señor.
102
Oh Señor, escucha mi oración,
Y
llegue a Ti mi clamor.
2
No
escondas de mí Tu rostro en el día de mi angustia;
Inclina
hacia mí Tu oído;
El
día en que te invoco, respóndeme pronto.
3
Porque
mis días han sido consumidos en humo,
Y
como brasero han sido quemados mis huesos.
4
Mi
corazón ha sido herido como la hierba y se ha secado,
Y
hasta me olvido de comer mi pan.
5
A
causa de la intensidad de mi gemido
Mis
huesos se pegan a la piel.
6
Me
parezco al pelícano del desierto;
Como
el búho de las soledades he llegado a ser.
7
No
puedo dormir;
Soy
cual pájaro solitario sobre un tejado.
8
Mis
enemigos me han afrentado todo el día;
Los
que me escarnecen han usado mi nombre como maldición.
9
Porque
he comido cenizas por pan,
Y
con lágrimas he mezclado mi bebida,
10
A
causa de Tu indignación y de Tu enojo;
Pues
Tú me has levantado y me has rechazado.
11
Mis
días son como sombra que se alarga;
Y
yo me seco como la hierba.
12
Pero
Tú, Señor, permaneces para siempre,
Y
Tu nombre por todas las generaciones.
13
Te
levantarás y tendrás compasión de Sión,
Porque
es tiempo de apiadarse de ella,
Pues
ha llegado la hora.
14
Ciertamente
Tus siervos se deleitan en sus piedras,
Y
se apiadan de su polvo.
15
Las
naciones temerán el nombre del Señor,
Y
todos los reyes de la tierra, Su gloria.
16
Porque
el Señor ha edificado a Sión,
Y
se ha manifestado en Su gloria.
17
Ha
considerado la oración de los menesterosos,
Y
no ha despreciado su plegaria.
18
Esto
se escribirá para las generaciones futuras,
Para
que un pueblo aún por crear alabe al Señor.
19
Pues
Él miró desde Su excelso santuario;
Desde
el cielo el Señor se fijó en la tierra,
20
Para
oír el gemido de los prisioneros,
Para
poner en libertad a los condenados a muerte;
21
Para
que los hombres anuncien en Sión el nombre del Señor
Y
Su alabanza en Jerusalén,
22
Cuando
los pueblos y los reinos se congreguen a una
Para
servir al Señor.
23
Él
debilitó mis fuerzas en el camino;
Acortó
mis días.
24
Dije:
«Dios mío, no me lleves a la mitad de mis días;
Tus
años son por todas las generaciones.
25
Desde
la antigüedad Tú fundaste la tierra,
Y
los cielos son la obra de Tus manos.
26
Ellos
perecerán, pero Tú permaneces.
Todos
ellos como una vestidura se desgastarán,
Como
vestido los cambiarás, y serán cambiados.
27
Pero
Tú eres el mismo,
Y
Tus años no tendrán fin.
28
Los
hijos de Tus siervos permanecerán,
Y
su descendencia será establecida delante de Ti».
Footnotes:
Salmos 102:1 Véase Sal. 142:2.
Nueva
Biblia de las Américas (NBLA)
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Proverbios 26:21-22 Nueva Biblia de
las Américas (NBLA)
21
Como
carbón para las brasas y leña para el fuego,
Así
es el hombre rencilloso para encender pleitos.
22
Las
palabras del chismoso son como bocados deliciosos,
Y
penetran hasta el fondo de las entrañas[a].
Footnotes:
Proverbios 26:22 Lit. las cavidades del
vientre.
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