Jeremías 1:1-2:30; Filipenses 4:1-23; Salmos 75; Proverbios 24:17-20 (Nueva Traducción Viviente (NTV))
Jeremías 1:1-2:30 Nueva Traducción
Viviente (NTV)
1
Estas son las palabras de Jeremías, hijo de Hilcías, uno de los sacerdotes de
Anatot, ciudad de la tierra de Benjamín. 2 El Señor le dio mensajes a Jeremías
por primera vez durante el año trece del reinado de Josías, hijo de Amón, rey
de Judá.[a] 3 Los mensajes del Señor continuaron durante el reinado de Joacim,
hijo de Josías, hasta el año once del reinado de Sedequías, otro de los hijos
de Josías. En agosto[b] de ese año once, la gente de Jerusalén fue llevada
cautiva.
El
llamado de Jeremías y las primeras visiones
4
El Señor me dio el siguiente mensaje:
5
—Te
conocía aun antes de haberte formado en el vientre de tu madre;
antes de que nacieras, te aparté
y te nombré mi profeta a las naciones.
6
—Oh Señor Soberano —respondí—. ¡No puedo hablar por ti! ¡Soy demasiado joven!
7
—No digas: “Soy demasiado joven” —me contestó el Señor—, porque debes ir
dondequiera que te mande y decir todo lo que te diga. 8 No le tengas miedo a la
gente, porque estaré contigo y te protegeré. ¡Yo, el Señor, he hablado!
9
Luego el Señor extendió su mano, tocó mi boca y dijo:
«¡Mira,
he puesto mis palabras en tu boca!
10
Hoy
te doy autoridad
para que hagas frente a naciones y reinos.
A
algunos deberás desarraigar, derribar,
destruir y derrocar;
a
otros deberás edificar
y plantar».
11
Después el Señor me dijo:
—¡Observa,
Jeremías! ¿Qué es lo que ves?
—Veo
una rama de almendro —contesté.
12
—Así es —dijo el Señor—, y eso significa que yo estoy vigilando[c] y
ciertamente llevaré a cabo todos mis planes.
13
Después el Señor me habló nuevamente.
—¿Qué
es lo que ves ahora? —me preguntó.
—Veo
una olla de agua hirviendo que se derrama desde el norte —contesté.
14
—Sí —dijo el Señor—, porque el terror del norte hervirá y se derramará sobre la
gente de esta tierra. 15 ¡Escucha! Estoy llamando a los ejércitos de los reinos
del norte para que vengan a Jerusalén. ¡Yo, el Señor, he hablado!
»Establecerán
sus tronos
a las puertas de la ciudad;
atacarán
los muros de Jerusalén
y a todas las demás ciudades de Judá.
16
Pronunciaré
juicio
contra mi pueblo a causa de toda su maldad,
por
haberme abandonado y por quemar incienso a otros dioses.
¡Sí, ellos rinden culto a ídolos que
hicieron con sus propias manos!
17
»Levántate
y prepárate para entrar en acción.
Ve y diles todo lo que te ordene decir.
No
les tengas miedo,
sino haré que parezcas un necio delante de
ellos.
18
Mira,
hoy te he hecho fuerte,
como ciudad fortificada que no se puede
conquistar,
como columna de hierro o pared de bronce.
Te
enfrentarás contra toda esta tierra:
contra los reyes, los funcionarios, los
sacerdotes y el pueblo de Judá.
19
Ellos
pelearán contra ti, pero fracasarán,
porque yo estoy contigo y te protegeré.
¡Yo, el Señor, he hablado!
El
Señor acusa a su pueblo
2
El Señor me dio otro mensaje y me dijo: 2 «Ve y anuncia a gritos este mensaje a
Jerusalén. Esto dice el Señor:
»“Recuerdo
qué ansiosa estabas por complacerme
cuando eras una joven recién casada,
cómo
me amabas y me seguías
aun a través de lugares desolados.
3
En
esos días Israel estaba consagrado al Señor,
era el primero de sus hijos.[d]
Todos
los que lastimaron a su pueblo fueron declarados culpables,
y sobre ellos cayó la calamidad.
¡Yo, el Señor, he hablado!”».
4
¡Escuchen la palabra del Señor, pueblo de Jacob, todas las familias de Israel!
5 Esto dice el Señor:
«¿Qué
mal encontraron en mí sus antepasados
que los llevó a alejarse tanto de mi lado?
Rindieron
culto a ídolos inútiles
y ellos mismos se volvieron inútiles.
6
No
preguntaron: “¿Dónde está el Señor
que nos sacó a salvo de Egipto
y
nos guió a través del árido desierto,
por una tierra desolada y llena de hoyos,
una
tierra de sequía y muerte,
donde no vive ni viaja nadie?”.
7
»Cuando
los traje a una tierra fértil
para que disfrutaran de sus bienes y de su
abundancia,
contaminaron
mi tierra y
corrompieron la posesión que les había
prometido.
8
Los
sacerdotes no preguntaron:
“¿Dónde está el Señor?”.
Aquellos
que enseñaron mi palabra me ignoraron,
los
gobernantes se volvieron en mi contra,
y
los profetas hablaron en nombre de Baal,
perdiendo su tiempo con ídolos inútiles.
9
Por
lo tanto, presentaré mi acusación en su contra
—dice el Señor—.
Aun
presentaré cargos contra los hijos de sus hijos
en los años venideros.
10
»Vayan
al occidente y miren en la tierra de Chipre;[e]
vayan al oriente y busquen en la tierra de
Cedar.
¿Acaso
alguien ha oído algo
tan extraño como esto?
11
¿Alguna
vez una nación ha cambiado sus dioses por otros,
aun cuando no son dioses en absoluto?
¡Sin
embargo, mi pueblo ha cambiado a su glorioso Dios[f]
por ídolos inútiles!
12
Los
cielos están espantados ante semejante cosa
y retroceden horrorizados y consternados
—dice el Señor—.
13
Pues
mi pueblo ha cometido dos maldades:
me
ha abandonado a mí
—la fuente de agua viva—
y
ha cavado para sí cisternas rotas
¡que jamás pueden retener el agua!
Los
resultados del pecado de Israel
14
»¿Por
qué Israel se ha convertido en esclavo?
¿Por qué se lo han llevado como botín?
15
Leones
fuertes rugieron contra él,
y la tierra ha sido destruida.
Ahora
las ciudades están en ruinas,
ya nadie vive en ellas.
16
Los
egipcios, en pie de guerra, llegaron desde sus ciudades de Menfis[g] y Tafnes,
han destruido la gloria y el poder de
Israel.
17
Tú
mismo te has buscado esta desgracia
al rebelarte contra el Señor tu Dios,
¡aun cuando él te guiaba por el camino!
18
»¿Qué
provecho has sacado de tus alianzas con Egipto
y de tus pactos con Asiria?
¿En
qué te benefician las corrientes del Nilo[h]
o las aguas del río Éufrates?[i]
19
Tu
perversidad traerá su propio castigo.
El haberte alejado de mí te avergonzará.
Verás
qué malo y amargo es
abandonar al Señor tu Dios y no temerle.
¡Yo, el Señor, el Señor de los Ejércitos
Celestiales, he hablado!
20
»Hace
tiempo rompí el yugo que te oprimía
y arranqué las cadenas de tu esclavitud,
pero
aun así dijiste:
“No te serviré”.
Sobre
cada colina y debajo de todo árbol frondoso
te has prostituido inclinándote ante
ídolos.
21
Pero
fui yo el que te planté,
escogiendo una vid del más puro origen, lo
mejor de lo mejor.
¿Cómo te transformaste en esta vid corrupta
y silvestre?
22
Por
más jabón o lejía que te pongas no puedes limpiarte.
Aún puedo ver la mancha de tu culpa.
¡Yo, el Señor Soberano, he hablado!
Israel,
una esposa infiel
23
»Tú
dices: “¡Esto no es cierto!
¡No he rendido culto a las imágenes de
Baal!”.
¿Pero
cómo puedes decir semejante cosa?
¡Ve y mira lo que hay en cualquier valle de
la tierra!
Reconoce
los espantosos pecados que has cometido.
Eres como una camella inquieta,
buscando un macho con desesperación.
24
Eres
como una burra salvaje,
olfateando el viento en época de
apareamiento.
¿Quién
puede contenerla de su celo?
¡Los que la desean no necesitan buscar
demasiado,
porque es ella quien corre hacia ellos!
25
¿Cuándo
dejarás de correr?
¿Cuándo desistirás de jadear tras otros
dioses?
Pero
tú dices: “Ahórrate tus palabras.
¡Estoy enamorada de estos dioses ajenos,
y no puedo dejar de amarlos!”.
26
»Israel
es como un ladrón
que solo se avergüenza cuando lo descubren,
al igual que sus reyes, funcionarios,
sacerdotes y profetas.
27
A
una imagen tallada en un trozo de madera le dicen:
“Tú eres mi padre”.
A
un ídolo esculpido en un bloque de piedra le dicen:
“Tú eres mi madre”.
Me
dan la espalda,
pero durante tiempos difíciles me suplican:
“¡Ven y sálvanos!”.
28
Pero
¿por qué no invocas a esos dioses que has fabricado?
Cuando lleguen los problemas, ¡que ellos te
salven si pueden!
Pues
tú tienes tantos dioses
como ciudades hay en Judá.
29
¿Por
qué me acusas de hacer el mal?
Ustedes son los que se han rebelado
—dice el Señor—.
30
He
castigado a tus hijos,
pero no respondieron a mi disciplina.
Tú
mismo mataste a tus profetas
como un león mata a su presa.
Footnotes:
1:2 El año trece del reinado de Josías fue
el 627 a. C.
1:3 En hebreo En el quinto mes, del antiguo
calendario lunar hebreo. Varios sucesos del libro de Jeremías pueden
corroborarse con las fechas que aparecen en los registros babilónicos que se
han conservado y pueden relacionarse de manera precisa con nuestro calendario
moderno. El quinto mes del año once del reinado de Sedequías cayó entre los
meses de agosto y septiembre del 586 a. C. Ver también 52:12 y la nota al pie
de página.
1:12 El término hebreo para «vigilando»
(shoqued) suena como el término hebreo para «almendro» (shaqued) del versículo
11.
2:3 En hebreo las primicias de su cosecha.
2:10 En hebreo Quitim.
2:11 En hebreo su gloria.
2:16 En hebreo Nof.
2:18a En hebreo de Sihor, una rama del río
Nilo.
2:18b En hebreo del río?
Nueva
Traducción Viviente (NTV)
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Filipenses 4 Nueva Traducción Viviente
(NTV)
4
Por lo tanto, mis amados hermanos, manténganse fieles al Señor. Los amo y
anhelo verlos, mis queridos amigos, porque ustedes son mi alegría y la corona
que recibo por mi trabajo.
Palabras
de aliento
2
Ahora les ruego a Evodia y a Síntique, dado que pertenecen al Señor, que
arreglen su desacuerdo. 3 Y te pido a ti, mi fiel colaborador,[a] que ayudes a
esas dos mujeres, porque trabajaron mucho a mi lado para dar a conocer a otros
la Buena Noticia. Trabajaron junto con Clemente y mis demás colaboradores,
cuyos nombres están escritos en el libro de la vida.
4
Estén siempre llenos de alegría en el Señor. Lo repito, ¡alégrense! 5 Que todo
el mundo vea que son considerados en todo lo que hacen. Recuerden que el Señor
vuelve pronto.[b]
6
No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que
necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. 7 Así experimentarán la
paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su
corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús.
8
Y ahora, amados hermanos, una cosa más para terminar. Concéntrense en todo lo
que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo bello
y todo lo admirable. Piensen en cosas excelentes y dignas de alabanza. 9 No
dejen de poner en práctica todo lo que aprendieron y recibieron de mí, todo lo
que oyeron de mis labios y vieron que hice. Entonces el Dios de paz estará con
ustedes.
Pablo
agradece las ofrendas
10
¡Cuánto alabo al Señor de que hayan vuelto a preocuparse por mí! Sé que siempre
se han preocupado por mí, pero no tenían la oportunidad de ayudarme. 11 No que
haya pasado necesidad alguna vez, porque he aprendido a estar contento con lo
que tengo. 12 Sé vivir con casi nada o con todo lo necesario. He aprendido el
secreto de vivir en cualquier situación, sea con el estómago lleno o vacío, con
mucho o con poco. 13 Pues todo lo puedo hacer por medio de Cristo,[c] quien me
da las fuerzas. 14 De todos modos, han hecho bien al compartir conmigo en la
dificultad por la que ahora atravieso.
15
Como saben, filipenses, ustedes fueron los únicos que me ayudaron
económicamente cuando les llevé la Buena Noticia por primera vez y luego seguí
mi viaje desde Macedonia. Ninguna otra iglesia hizo lo mismo. 16 Incluso cuando
estuve en Tesalónica, ustedes me mandaron ayuda más de una vez. 17 No digo esto
esperando que me envíen una ofrenda. Más bien, quiero que ustedes reciban una
recompensa por su bondad.
18
Por el momento, tengo todo lo que necesito, ¡y aún más! Estoy bien abastecido
con las ofrendas que ustedes me enviaron por medio de Epafrodito. Son un
sacrificio de olor fragante aceptable y agradable a Dios. 19 Y este mismo Dios
quien me cuida suplirá todo lo que necesiten, de las gloriosas riquezas que nos
ha dado por medio de Cristo Jesús.
20
¡Toda la gloria sea a Dios nuestro Padre por siempre y para siempre! Amén.
Saludos
finales de Pablo
21
Denle saludos de mi parte a cada persona del pueblo santo de Dios, a todos los
que pertenecen a Cristo Jesús. Los hermanos que están conmigo envían saludos.
22 Los demás del pueblo de Dios también les envían saludos, en particular los
de la casa de César.
23
Que la gracia del Señor Jesucristo sea con el espíritu de cada uno de
ustedes.[d]
Footnotes:
4:3 O leal Sícigo.
4:5 En griego el Señor está cerca.
4:13 En griego por medio de aquel.
4:23 Algunos manuscritos agregan Amén.
Nueva
Traducción Viviente (NTV)
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Salmos 75 Nueva Traducción Viviente
(NTV)
Salmo
75
Para
el director del coro: salmo de Asaf; cántese con la melodía de «¡No
destruyas!».
1
¡Te
damos gracias, oh Dios!
Te damos gracias porque estás cerca;
por todas partes, la gente habla de tus
hechos maravillosos.
2
Dios
dice: «En el momento que tengo pensado,
haré justicia contra los perversos.
3
Cuando
la tierra tiembla y sus habitantes viven en caos,
yo soy quien mantiene firme sus cimientos.
Interludio
4
»Al
orgulloso le advertí: “¡Deja de jactarte!”.
Al perverso le dije: “¡No levantes tus
puños!
5
No
levantes tus puños desafiantes contra los cielos
ni hables con semejante arrogancia”».
6
Pues
nadie en la tierra —del oriente ni del occidente,
ni siquiera del desierto—
debería alzar[a] un puño desafiante.
7
Dios
es el único que juzga;
él decide quién se levantará y quién caerá.
8
Pues
el Señor sostiene una copa en la mano,
llena de vino espumoso mezclado con
especias.
Él
derrama el vino en señal de juicio,
y todos los malvados lo beberán
hasta la última gota.
9
En
cuanto a mí, siempre proclamaré lo que Dios ha hecho;
cantaré alabanzas al Dios de Jacob.
10
Pues
Dios dice: «Quebraré la fuerza de los malvados,
pero aumentaré el poder de los justos».
Footnotes:
75:6 En hebreo debería levantar.
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Proverbios 24:17-20 Nueva Traducción
Viviente (NTV)
17
No
te alegres cuando tus enemigos caigan;
no te pongas contento cuando tropiecen.
18
Pues
el Señor se molestará contigo
y quitará su enojo de ellos.
19
No
te inquietes por causa de los que hacen el mal,
ni envidies a los perversos.
20
Pues
la gente mala no tiene futuro;
la luz de los perversos se apagará.
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Que dios les bendiga. Amen. Thank you and God bless you.
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