2 Samuel 18:1-19:10; Juan 20:1-31; Salmos 119:153-176; Proverbios 16:14-15 (Reina Valera Actualizada (RVA-2015))
2 Samuel 18:1-19:10 Reina Valera
Actualizada (RVA-2015)
18
David pasó revista a la gente que estaba con él, y puso sobre ellos jefes de
millares y jefes de centenas. 2 Luego David envió a la gente: una tercera parte
al mando de Joab, otra tercera parte al mando de Abisai, hijo de Sarvia y
hermano de Joab, y la otra tercera parte al mando de Itai el geteo. Luego el
rey dijo al pueblo:
—Yo
mismo iré también con ustedes.
3
Pero el pueblo dijo:
—No
irás; porque si nosotros tenemos que huir, no harán caso de nosotros. Aunque
muera la mitad de nosotros, no nos harán caso. Pero tú vales hoy tanto como
diez mil de nosotros[a]. Ahora pues, será mejor que nos des ayuda desde la
ciudad.
4
El rey les dijo:
—Haré
lo que les parezca bien.
Entonces
el rey se quedó de pie junto a la puerta mientras todo el pueblo salía de cien
en cien y de mil en mil. 5 Y el rey mandó a Joab, a Abisai y a Itai, diciendo:
—Traten
benignamente al joven Absalón, por consideración a mí.
Y
todo el pueblo escuchó cuando el rey dio orden a todos los jefes acerca de
Absalón.
Derrota
y muerte de Absalón
6
La gente salió al campo al encuentro de Israel, y se dio la batalla en el
bosque de Efraín. 7 Allí cayó el pueblo de Israel ante los servidores de David.
Aquel día hubo allí una gran matanza de veinte mil hombres. 8 La batalla se
extendió por toda la región y aquel día el bosque devoró más gente que la que
había devorado la espada.
9
Sucedió que Absalón se encontró con los servidores de David. Absalón iba
montado sobre un mulo, y el mulo se metió por debajo del espeso ramaje de una
gran encina. A Absalón se le enredó la cabeza en la encina, de modo que quedó
colgado[b] entre el cielo y la tierra, mientras el mulo que estaba debajo de él
siguió adelante. 10 Un hombre lo vio y avisó a Joab diciendo:
—He
aquí que he visto a Absalón colgado de una encina.
11
Joab respondió al hombre que le dio la noticia:
—Y
viéndolo tú, ¿por qué no lo mataste allí mismo, derribándolo a tierra? Yo te
hubiera dado ciento diez gramos de plata y un cinturón.
12
El hombre respondió a Joab:
—Aunque
yo recibiera en mi mano once kilos de plata, no extendería mi mano contra el
hijo del rey, porque nosotros oímos cuando el rey les mandó a ti, a Abisai y a
Itai, diciendo: “Cuídenme al joven Absalón”. 13 Si yo hubiera arriesgado mi
vida[c] (y nada se le esconde al rey), tú mismo habrías estado en contra.
14
Joab respondió:
—No
perderé mi tiempo contigo.
Y
tomando tres dardos en su mano, los clavó en el corazón de Absalón, que aún
estaba vivo en medio de la encina. 15 Luego lo rodearon diez jóvenes, escuderos
de Joab, e hirieron a Absalón y lo remataron. 16 Entonces Joab tocó la corneta,
y el pueblo dejó de perseguir a Israel, porque Joab detuvo al pueblo.
17
Tomaron después a Absalón, lo echaron en un gran hoyo en el bosque y levantaron
sobre él un gran montón de piedras. Y todo Israel huyó, cada uno a su morada.
18
En vida Absalón había mandado erigir para sí un monumento que está en el valle
del Rey, porque había dicho: “Yo no tengo hijo que conserve la memoria de mi
nombre”. Él puso su nombre a aquel monumento. Y hasta el día de hoy se llama
Monumento de Absalón.
David
se entera del final de Absalón
19
Entonces Ajimaas hijo de Sadoc dijo:
—Correré
y daré las buenas noticias al rey, de cómo el SEÑOR lo ha librado de mano de
sus enemigos.
20
Joab le respondió:
—No
serás tú quien lleve las noticias en este día. Las llevarás otro día. No
llevarás las noticias en este día, porque el hijo del rey ha muerto.
21
Entonces Joab dijo al etíope:
—Ve
tú e informa al rey de lo que has visto.
El
etíope se postró ante Joab y corrió. 22 Entonces Ajimaas hijo de Sadoc volvió a
decir a Joab:
—Sea
como sea, deja que yo también corra tras el etíope.
Joab
le dijo:
—Hijo
mío, ¿para qué has de correr, si no te van a dar un premio por las noticias?
23
Pero él respondió:
—Sea
como sea, correré.
Entonces
le dijo:
—Corre.
Ajimaas
corrió por el camino de la llanura y pasó al etíope.
24
David estaba sentado entre las dos puertas. El centinela fue a la azotea de la
puerta de la muralla, y alzando los ojos miró, y he allí un hombre que corría
solo. 25 El centinela llamó e informó al rey. Y el rey dijo:
—Si
viene solo, trae buenas noticias.
En
tanto que él iba acercándose, 26 el centinela vio a otro hombre que corría. Y
el centinela llamó al portero diciendo:
—¡He
aquí, otro hombre viene corriendo solo!
Y
el rey dijo:
—Ese
también trae buenas noticias.
27
El centinela volvió a decir:
—Me
parece que el correr del primero es como el correr de Ajimaas hijo de Sadoc.
El
rey respondió:
—Ese
es un hombre de bien y trae buenas noticias.
28
Ajimaas llamó y dijo al rey:
—¡Paz!
Se
postró ante el rey con el rostro en tierra y añadió:
—¡Bendito
sea el SEÑOR tu Dios, que ha entregado a los hombres que habían levantado su
mano contra mi señor el rey!
29
El rey le preguntó:
—¿Está
bien el joven Absalón?
Ajimaas
respondió:
—Cuando
Joab envió al siervo del rey, a tu siervo[d], vi un gran alboroto, pero no supe
de qué se trataba.
30
El rey dijo:
—Pasa
y detente allí.
Él
pasó y se detuvo. 31 Y he aquí el etíope llegó y dijo:
—Reciba
mi señor el rey la buena noticia de que el SEÑOR ha defendido hoy tu causa ante
todos los que se levantaron contra ti.
32
El rey preguntó al etíope:
—¿Está
bien el joven Absalón?
El
etíope respondió:
—Como
aquel joven sean los enemigos de mi señor el rey, y todos los que se levantan
contra ti para mal.
David
llora a Absalón
33
El rey se estremeció. Subió a la sala que estaba encima de la puerta y lloró.
Decía mientras subía:
—¡Hijo
mío Absalón! ¡Hijo mío, hijo mío Absalón! ¡Quién me diera que yo muriera en tu
lugar, Absalón, hijo mío, hijo mío!
19
Se informó a Joab: “He aquí que el rey llora y hace duelo por Absalón”. 2 Aquel
día la victoria se convirtió en duelo para todo el pueblo, porque aquel día el
pueblo había oído decir: “El rey siente dolor por su hijo”. 3 Aquel día el
pueblo entró en la ciudad a escondidas, como suelen entrar avergonzados los que
han huido de la batalla. 4 El rey cubrió su cara y clamó en alta voz:
—¡Hijo
mío Absalón! ¡Absalón, hijo mío, hijo mío!
Joab
reprende la actitud de David
5
Joab entró en la casa del rey y le dijo:
—Hoy
has avergonzado la cara de todos tus servidores que hoy han librado tu vida y
la vida de tus hijos y de tus hijas, la vida de tus mujeres y la vida de tus
concubinas; 6 pues amas a los que te aborrecen y aborreces a los que te aman. Porque
has revelado que a ti nada te importan tus oficiales ni tus servidores.
Ciertamente ahora sé que si Absalón viviera, aunque todos nosotros estuviéramos
muertos, entonces estarías contento.
7
»Ahora pues, levántate, sal y habla bondadosamente a tus servidores. Porque
juro por el SEÑOR que si[e] no sales ni un solo hombre quedará contigo esta
noche; y esto será peor para ti que todos los males que te han sobrevenido
desde tu juventud hasta ahora.
David
recupera a su pueblo
8
Entonces el rey se levantó y se sentó a la puerta. Se anunció a todo el pueblo
diciendo: “He aquí el rey está sentado a la puerta de la ciudad”. Y todo el
pueblo se presentó ante el rey.
Mientras
tanto, los israelitas habían huido cada uno a su morada. 9 Y sucedió que todo
el pueblo contendía en todas las tribus de Israel, diciendo: “El rey nos ha
librado de mano de nuestros enemigos y nos ha salvado de mano de los filisteos,
pero ahora ha huido del país por causa de Absalón. 10 Sin embargo, Absalón, a
quien habíamos ungido rey sobre nosotros, ha muerto en la batalla. Ahora pues,
¿por qué guardan silencio con respecto a hacer volver al rey?”.
Footnotes:
2 Samuel 18:3 Según dos mss. y vers.
antiguas; TM, ahora hay diez mil como nosotros.
2 Samuel 18:9 Según Rollos MM y vers.
antiguas; cf. v. 10.
2 Samuel 18:13 Según Qere; otra trad.,
según Ketiv: De otro modo, si hubiera actuado traicioneramente contra él…
2 Samuel 18:29 Según varios mss. y vers.
antiguas; TM, rey y a tu siervo.
2 Samuel 19:7 Según varios mss., Rollos MM
y vers. antiguas; TM omite si.
Reina
Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano
Juan 20 Reina Valera Actualizada
(RVA-2015)
La
resurrección de Jesús
20
El primer día de la semana, muy de madrugada, siendo aún oscuro, María
Magdalena fue al sepulcro y vio que la piedra había sido quitada del sepulcro.
2 Entonces corrió y fue a Simón Pedro y al otro discípulo a quien amaba Jesús,
y les dijo:
—Han
sacado al Señor del sepulcro y no sabemos dónde lo han puesto.
3
Salieron, pues, Pedro y el otro discípulo e iban al sepulcro. 4 Y los dos
corrían juntos, pero el otro discípulo corrió más rápidamente que Pedro y llegó
primero al sepulcro. 5 Y cuando se inclinó, vio que los lienzos habían quedado
allí; sin embargo, no entró.
6
Entonces llegó Simón Pedro siguiéndolo y entró en el sepulcro. Y vio los
lienzos que habían quedado, 7 y el sudario que había estado sobre su cabeza no
puesto con los lienzos sino doblado en un lugar aparte. 8 Entonces entró
también el otro discípulo que había llegado primero al sepulcro, y vio y creyó.
9 Pues aún no entendían la Escritura, que le era necesario resucitar de entre
los muertos. 10 Entonces los discípulos volvieron a los suyos.
Jesús
aparece a María Magdalena
11
Pero María Magdalena estaba llorando fuera del sepulcro. Mientras lloraba, se
inclinó hacia dentro del sepulcro 12 y vio a dos ángeles con vestiduras blancas
que estaban sentados, el uno a la cabecera y el otro a los pies donde había
sido puesto el cuerpo de Jesús. 13 Y ellos le dijeron:
—Mujer,
¿por qué lloras?
Les
dijo:
—Porque
se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto.
14
Habiendo dicho esto, se volvió hacia atrás y vio a Jesús de pie; pero no se
daba cuenta de que era Jesús.
15
Jesús le dijo:
—Mujer,
¿por qué lloras? ¿A quién buscas?
Ella,
pensando que él era el jardinero, le dijo:
—Señor,
si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo lo llevaré.
16
Jesús le dijo:
—María…
Volviéndose
ella, le dijo en hebreo:
—¡Raboni!
(que quiere decir Maestro).
17
Jesús le dijo:
—Suéltame
porque aún no he subido al Padre. Pero ve a mis hermanos y diles: “Yo subo a mi
Padre y Padre de ustedes, a mi Dios y Dios de ustedes”.
18
María Magdalena fue a dar las noticias a los discípulos:
—¡He
visto al Señor!
También
les contó que él le había dicho estas cosas.
Jesús
aparece a sus discípulos
19
Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, y estando las puertas
cerradas en el lugar donde los discípulos se reunían por miedo a los judíos,
Jesús entró, se puso en medio de ellos y les dijo: “¡Paz a ustedes!”. 20
Habiendo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se
regocijaron cuando vieron al Señor. 21 Entonces Jesús les dijo otra vez: “¡Paz
a ustedes! Como me ha enviado el Padre, así también yo los envío a ustedes”.
22
Habiendo dicho esto, sopló y les dijo: “Reciban el Espíritu Santo. 23 A los que
remitan los pecados, les han sido remitidos; y a quienes se los retengan, les
han sido retenidos”.
Jesús
convence a Tomás
24
Pero Tomás, llamado Dídimo, uno de los doce, no estaba con ellos cuando vino
Jesús. 25 Entonces los otros discípulos le decían:
—¡Hemos
visto al Señor!
Pero
él les dijo:
—Si
yo no veo en sus manos la marca de los clavos, y si no meto mi dedo en la marca
de los clavos y si no meto mi mano en su costado, no creeré jamás.
26
Ocho días después, sus discípulos estaban adentro otra vez y Tomás estaba con
ellos. Y aunque las puertas estaban cerradas, Jesús entró, se puso en medio y
dijo:
—¡Paz
a ustedes!
27
Luego dijo a Tomás:
—Pon
tu dedo aquí y mira mis manos, pon acá tu mano y métela en mi costado, y no
seas incrédulo sino creyente.
28
Entonces Tomás respondió y le dijo:
—¡Señor
mío y Dios mío!
29
Jesús le dijo:
—¿Porque
me has visto, has creído?[a]. ¡Bienaventurados los que no ven y creen!
El
propósito de este libro
30
Por cierto, Jesús hizo muchas otras señales en presencia de sus discípulos las
cuales no están escritas en este libro. 31 Pero estas cosas han sido escritas
para que ustedes crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que
creyendo tengan vida en su nombre.
Footnotes:
Juan 20:29 Otra trad., quieres.
Reina
Valera Actualizada (RVA-2015)
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Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano
Salmos 119:153-176 Reina Valera
Actualizada (RVA-2015)
ר
Resh
153
Mira
mi aflicción y líbrame
porque
no me he olvidado de tu ley.
154
Aboga
mi causa y redímeme;
vivifícame
conforme a tu palabra.
155
Lejos
está de los impíos la salvación porque no buscan tus leyes.
156
Grande
es tu misericordia, oh SEÑOR; vivifícame conforme a tu justicia.
157
Muchos
son mis perseguidores y mis enemigos
pero
de tus testimonios no me he apartado.
158
Veía
a los traidores y me disgustaba porque no guardaban tu palabra.
159
Mira,
oh SEÑOR, cómo amo tus ordenanzas;
vivifícame
conforme a tu misericordia.
160
La
suma de tu palabra es verdad; eternos son todos tus justos juicios.
ש
Shin
161
Príncipes
me han perseguido sin causa pero mi corazón tuvo temor de tus palabras.
162
Yo
me gozo en tu palabra
como
el que halla abundante botín.
163
La
mentira aborrezco y abomino
pero
amo tu ley.
164
Siete
veces al día te alabo
por
tus justos decretos.
165
Mucha
paz tienen los que aman tu ley,y no hay para ellos tropiezo.
166
Tu
salvación he esperado, oh SEÑOR, y tus mandamientos he puesto por obra.
167
Mi
alma ha guardado tus testimonios
y
los he amado en gran manera.
168
He
guardado tus ordenanzas y tus testimonios;
todos
mis caminos están delante de ti.
ת
Tav
169
Llegue
mi clamor delante de ti,
oh
SEÑOR;
dame
entendimiento conforme
a
tu palabra.
170
Llegue
mi súplica delante de ti;
líbrame
conforme a tu dicho.
171
Mis
labios rebosarán de alabanza cuando me enseñes tus estatutos.
172
Cante
mi lengua tu palabra
porque
todos tus mandamientos son justicia.
173
Venga
tu mano a socorrerme porque tus ordenanzas he escogido.
174
Anhelo
tu salvación, oh SEÑOR,
y
tu ley es mi delicia.
175
¡Que
viva mi alma y te alabe,
y
que tus juicios me ayuden!
176
He
andado errante como oveja extraviada;
busca
a tu siervo, porque no me he
olvidado
de tus mandamientos.
Reina
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