Jueces 15:1-16:31; Juan 2:1-25; Salmos 103; Proverbios 14:17-19 (Reina-Valera 1960 (RVR1960))
Jueces 15-16 Reina-Valera 1960
(RVR1960)
15 Aconteció después de algún tiempo, que en los
días de la siega del trigo Sansón visitó a su mujer con un cabrito, diciendo:
Entraré a mi mujer en el aposento. Mas el padre de ella no lo dejó entrar.
2
Y dijo el padre de ella: Me persuadí de que la aborrecías, y la di a tu
compañero. Mas su hermana menor, ¿no es más hermosa que ella? Tómala, pues, en
su lugar.
3
Entonces le dijo Sansón: Sin culpa seré esta vez respecto de los filisteos, si
mal les hiciere.
4
Y fue Sansón y cazó trescientas zorras, y tomó teas, y juntó cola con cola, y
puso una tea entre cada dos colas.
5
Después, encendiendo las teas, soltó las zorras en los sembrados de los
filisteos, y quemó las mieses amontonadas y en pie, viñas y olivares.
6
Y dijeron los filisteos: ¿Quién hizo esto? Y les contestaron: Sansón, el yerno
del timnateo, porque le quitó su mujer y la dio a su compañero. Y vinieron los
filisteos y la quemaron a ella y a su padre.
7
Entonces Sansón les dijo: Ya que así habéis hecho, juro que me vengaré de
vosotros, y después desistiré.
8
Y los hirió cadera y muslo con gran mortandad; y descendió y habitó en la cueva
de la peña de Etam.
Sansón
derrota a los filisteos en Lehi
9
Entonces los filisteos subieron y acamparon en Judá, y se extendieron por Lehi.
10
Y los varones de Judá les dijeron: ¿Por qué habéis subido contra nosotros? Y
ellos respondieron: A prender a Sansón hemos subido, para hacerle como él nos
ha hecho.
11
Y vinieron tres mil hombres de Judá a la cueva de la peña de Etam, y dijeron a
Sansón: ¿No sabes tú que los filisteos dominan sobre nosotros? ¿Por qué nos has
hecho esto? Y él les respondió: Yo les he hecho como ellos me hicieron.
12
Ellos entonces le dijeron: Nosotros hemos venido para prenderte y entregarte en
mano de los filisteos. Y Sansón les respondió: Juradme que vosotros no me
mataréis.
13
Y ellos le respondieron, diciendo: No; solamente te prenderemos, y te
entregaremos en sus manos; mas no te mataremos. Entonces le ataron con dos
cuerdas nuevas, y le hicieron venir de la peña.
14
Y así que vino hasta Lehi, los filisteos salieron gritando a su encuentro; pero
el Espíritu de Jehová vino sobre él, y las cuerdas que estaban en sus brazos se
volvieron como lino quemado con fuego, y las ataduras se cayeron de sus manos.
15
Y hallando una quijada de asno fresca aún, extendió la mano y la tomó, y mató
con ella a mil hombres.
16
Entonces
Sansón dijo:
Con la quijada de un asno, un montón, dos
montones;
Con la quijada de un asno maté a mil
hombres. m
17
Y acabando de hablar, arrojó de su mano la quijada, y llamó a aquel lugar
Ramat-lehi.[a]
18
Y teniendo gran sed, clamó luego a Jehová, y dijo: Tú has dado esta grande
salvación por mano de tu siervo; ¿y moriré yo ahora de sed, y caeré en mano de
los incircuncisos?
19
Entonces abrió Dios la cuenca que hay en Lehi; y salió de allí agua, y él
bebió, y recobró su espíritu, y se reanimó. Por esto llamó el nombre de aquel
lugar, En-hacore,[b] el cual está en Lehi, hasta hoy.
20
Y juzgó a Israel en los días de los filisteos veinte años.
Sansón
en Gaza
16 Fue Sansón a Gaza, y vio allí a una mujer
ramera, y se llegó a ella.
2
Y fue dicho a los de Gaza: Sansón ha venido acá. Y lo rodearon, y acecharon
toda aquella noche a la puerta de la ciudad; y estuvieron callados toda aquella
noche, diciendo: Hasta la luz de la mañana; entonces lo mataremos.
3
Mas Sansón durmió hasta la medianoche; y a la medianoche se levantó, y tomando
las puertas de la ciudad con sus dos pilares y su cerrojo, se las echó al
hombro, y se fue y las subió a la cumbre del monte que está delante de Hebrón.
Sansón
y Dalila
4
Después de esto aconteció que se enamoró de una mujer en el valle de Sorec, la
cual se llamaba Dalila.
5
Y vinieron a ella los príncipes de los filisteos, y le dijeron: Engáñale e
infórmate en qué consiste su gran fuerza, y cómo lo podríamos vencer, para que
lo atemos y lo dominemos; y cada uno de nosotros te dará mil cien siclos de
plata.
6
Y Dalila dijo a Sansón: Yo te ruego que me declares en qué consiste tu gran
fuerza, y cómo podrás ser atado para ser dominado.
7
Y le respondió Sansón: Si me ataren con siete mimbres verdes que aún no estén
enjutos, entonces me debilitaré y seré como cualquiera de los hombres.
8
Y los príncipes de los filisteos le trajeron siete mimbres verdes que aún no
estaban enjutos, y ella le ató con ellos.
9
Y ella tenía hombres en acecho en el aposento. Entonces ella le dijo: !!Sansón,
los filisteos contra ti! Y él rompió los mimbres, como se rompe una cuerda de
estopa cuando toca el fuego; y no se supo el secreto de su fuerza.
10
Entonces Dalila dijo a Sansón: He aquí tú me has engañado, y me has dicho
mentiras; descúbreme, pues, ahora, te ruego, cómo podrás ser atado.
11
Y él le dijo: Si me ataren fuertemente con cuerdas nuevas que no se hayan
usado, yo me debilitaré, y seré como cualquiera de los hombres.
12
Y Dalila tomó cuerdas nuevas, y le ató con ellas, y le dijo: !!Sansón, los
filisteos sobre ti! Y los espías estaban en el aposento. Mas él las rompió de
sus brazos como un hilo.
13
Y Dalila dijo a Sansón: Hasta ahora me engañas, y tratas conmigo con mentiras.
Descúbreme, pues, ahora, cómo podrás ser atado. El entonces le dijo: Si
tejieres siete guedejas de mi cabeza con la tela y las asegurares con la
estaca.
14
Y ella las aseguró con la estaca, y le dijo: !!Sansón, los filisteos sobre ti!
Mas despertando él de su sueño, arrancó la estaca del telar con la tela.
15
Y ella le dijo: ¿Cómo dices: Yo te amo, cuando tu corazón no está conmigo? Ya
me has engañado tres veces, y no me has descubierto aún en qué consiste tu gran
fuerza.
16
Y aconteció que, presionándole ella cada día con sus palabras e importunándole,
su alma fue reducida a mortal angustia.
17
Le descubrió, pues, todo su corazón, y le dijo: Nunca a mi cabeza llegó navaja;
porque soy nazareo de Dios desde el vientre de mi madre. Si fuere rapado, mi
fuerza se apartará de mí, y me debilitaré y seré como todos los hombres.
18
Viendo Dalila que él le había descubierto todo su corazón, envió a llamar a los
principales de los filisteos, diciendo: Venid esta vez, porque él me ha
descubierto todo su corazón. Y los principales de los filisteos vinieron a
ella, trayendo en su mano el dinero.
19
Y ella hizo que él se durmiese sobre sus rodillas, y llamó a un hombre, quien
le rapó las siete guedejas de su cabeza; y ella comenzó a afligirlo, pues su
fuerza se apartó de él.
20
Y le dijo: !!Sansón, los filisteos sobre ti! Y luego que despertó él de su
sueño, se dijo: Esta vez saldré como las otras y me escaparé. Pero él no sabía
que Jehová ya se había apartado de él.
21
Mas los filisteos le echaron mano, y le sacaron los ojos, y le llevaron a Gaza;
y le ataron con cadenas para que moliese en la cárcel.
22
Y el cabello de su cabeza comenzó a crecer, después que fue rapado.
Muerte
de Sansón
23
Entonces los principales de los filisteos se juntaron para ofrecer sacrificio a
Dagón su dios y para alegrarse; y dijeron: Nuestro dios entregó en nuestras
manos a Sansón nuestro enemigo.
24
Y viéndolo el pueblo, alabaron a su dios, diciendo: Nuestro dios entregó en
nuestras manos a nuestro enemigo, y al destruidor de nuestra tierra, el cual
había dado muerte a muchos de nosotros.
25
Y aconteció que cuando sintieron alegría en su corazón, dijeron: Llamad a
Sansón, para que nos divierta. Y llamaron a Sansón de la cárcel, y sirvió de
juguete delante de ellos; y lo pusieron entre las columnas.
26
Entonces Sansón dijo al joven que le guiaba de la mano: Acércame, y hazme
palpar las columnas sobre las que descansa la casa, para que me apoye sobre
ellas.
27
Y la casa estaba llena de hombres y mujeres, y todos los principales de los
filisteos estaban allí; y en el piso alto había como tres mil hombres y
mujeres, que estaban mirando el escarnio de Sansón.
28
Entonces clamó Sansón a Jehová, y dijo: Señor Jehová, acuérdate ahora de mí, y
fortaléceme, te ruego, solamente esta vez, oh Dios, para que de una vez tome
venganza de los filisteos por mis dos ojos.
29
Asió luego Sansón las dos columnas de en medio, sobre las que descansaba la
casa, y echó todo su peso sobre ellas, su mano derecha sobre una y su mano
izquierda sobre la otra.
30
Y dijo Sansón: Muera yo con los filisteos. Entonces se inclinó con toda su
fuerza, y cayó la casa sobre los principales, y sobre todo el pueblo que estaba
en ella. Y los que mató al morir fueron muchos más que los que había matado
durante su vida.
31
Y descendieron sus hermanos y toda la casa de su padre, y le tomaron, y le
llevaron, y le sepultaron entre Zora y Estaol, en el sepulcro de su padre
Manoa. Y él juzgó a Israel veinte años.
Footnotes:
Jueces 15:17 Esto es, Colina de la Quijada.
Jueces 15:19 Esto es, la fuente del que
clamó.
Reina-Valera
1960 (RVR1960)
Versión
Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado ©
Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.
Juan 2 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Las
bodas de Caná
2 Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná
de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús.
2
Y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos.
3
Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino.
4
Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora.
5
Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere.
6
Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la
purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros.
7
Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba.
8
Entonces les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron.
9
Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era,
aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo,
10
y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido
mucho, entonces el inferior; mas tú has reservado el buen vino hasta ahora.
11
Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria;
y sus discípulos creyeron en él.
12
Después de esto descendieron a Capernaum, él, su madre, sus hermanos y sus
discípulos; y estuvieron allí no muchos días.
Jesús
purifica el templo
(Mt.
21.12-13; Mr. 11.15-18; Lc. 19.45-46)
13
Estaba cerca la pascua de los judíos; y subió Jesús a Jerusalén,
14
y halló en el templo a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los
cambistas allí sentados.
15
Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y
los bueyes; y esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas;
16
y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa
de mi Padre casa de mercado.
17
Entonces se acordaron sus discípulos que está escrito: El celo de tu casa me
consume.
18
Y los judíos respondieron y le dijeron: ¿Qué señal nos muestras, ya que haces
esto?
19
Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.
20
Dijeron luego los judíos: En cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y
tú en tres días lo levantarás?
21
Mas él hablaba del templo de su cuerpo.
22
Por tanto, cuando resucitó de entre los muertos, sus discípulos se acordaron
que había dicho esto; y creyeron la Escritura y la palabra que Jesús había
dicho.
Jesús
conoce a todos los hombres
23
Estando en Jerusalén en la fiesta de la pascua, muchos creyeron en su nombre,
viendo las señales que hacía.
24
Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque conocía a todos,
25
y no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre, pues él sabía
lo que había en el hombre.
Reina-Valera
1960 (RVR1960)
Versión
Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado ©
Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.
Salmos 103 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Alabanza
por las bendiciones de Dios
Salmo
de David.
103 Bendice, alma mía, a Jehová,
Y bendiga todo mi ser su santo nombre.
2
Bendice,
alma mía, a Jehová,
Y
no olvides ninguno de sus beneficios.
3
El
es quien perdona todas tus iniquidades,
El
que sana todas tus dolencias;
4
El
que rescata del hoyo tu vida,
El
que te corona de favores y misericordias;
5
El
que sacia de bien tu boca
De
modo que te rejuvenezcas como el águila.
6
Jehová
es el que hace justicia
Y
derecho a todos los que padecen violencia.
7
Sus
caminos notificó a Moisés,
Y
a los hijos de Israel sus obras.
8
Misericordioso
y clemente es Jehová;
Lento
para la ira, y grande en misericordia.
9
No
contenderá para siempre,
Ni
para siempre guardará el enojo.
10
No
ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades,
Ni
nos ha pagado conforme a nuestros pecados.
11
Porque
como la altura de los cielos sobre la tierra,
Engrandeció
su misericordia sobre los que le temen.
12
Cuanto
está lejos el oriente del occidente,
Hizo
alejar de nosotros nuestras rebeliones.
13
Como
el padre se compadece de los hijos,
Se
compadece Jehová de los que le temen.
14
Porque
él conoce nuestra condición;
Se
acuerda de que somos polvo.
15
El
hombre, como la hierba son sus días;
Florece
como la flor del campo,
16
Que
pasó el viento por ella, y pereció,
Y
su lugar no la conocerá más.
17
Mas
la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los
que le temen,
Y
su justicia sobre los hijos de los hijos;
18
Sobre
los que guardan su pacto,
Y
los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra.
19
Jehová
estableció en los cielos su trono,
Y
su reino domina sobre todos.
20
Bendecid
a Jehová, vosotros sus ángeles,
Poderosos
en fortaleza, que ejecutáis su palabra,
Obedeciendo
a la voz de su precepto.
21
Bendecid
a Jehová, vosotros todos sus ejércitos,
Ministros
suyos, que hacéis su voluntad.
22
Bendecid
a Jehová, vosotras todas sus obras,
En
todos los lugares de su señorío.
Bendice,
alma mía, a Jehová.
Reina-Valera
1960 (RVR1960)
Versión
Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado ©
Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.
Proverbios 14:17-19 Reina-Valera 1960
(RVR1960)
17
El
que fácilmente se enoja hará locuras;
Y
el hombre perverso será aborrecido.
18
Los
simples heredarán necedad;
Mas
los prudentes se coronarán de sabiduría.
19
Los
malos se inclinarán delante de los buenos,
Y
los impíos a las puertas del justo.
Reina-Valera
1960 (RVR1960)
Versión
Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado ©
Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.
No comments:
Post a Comment